Capítulo 2.- El Baratie y sus habitantes
Zeff Sekkyaku, es el nombre de su abuelo, hace tiempo que no lo veía. La última vez que él los visito fue hace diez años, antes de su operación en la pierna.
-Uf, no fue tan difícil encontrar el Baratie ¿no crees, Sanji?- sonreía la mujer mientras estacionaba su auto frente a un edificio aguamarina.
-Pero si terminaste dando diez vueltas alrededor del pueblo.
-Son las calles hijo, las calles son muy engañosas. Ayúdame con las maletas- pedía mientras se quitaba su cinturón de seguridad.
Sanji, cargando las maletas se encamino hacia la puerta del edificio donde toco el timbre.
-Ni siquiera sé que decirle al anciano en cuanto lo vea
La puerta se abrió, pero no salió ningún anciano, si no que una niña pequeña.
-¿Se encuentra Zeff?-pregunto dudoso Sanji
La niña no debía de rebasar los 13 años, era baja, su cabello castaño peinado en dos trenzas, vestía una falda rosa larga y una blusa de cuadros y portaba un sombrero de campo con una flor en la cabeza. Llevaba en sus manos un cuaderno y colores.
-¿Me escuchaste?
-¿Por qué estás enojado?
-¿Disculpa?- pregunto confundido Sanji
-Veo muchos sentimientos en tu interior, pero hay más enojo que otro sentimiento.
Sanji la miraba confundido.
-Ahora veo estupidez dentro de ti
O.k. a Sanji se le acabo la paciencia.
-Serás…
-Goldenweek ¿quién es?
Atrás de la niña salió un hombre anciano rubio, vestido de chef y con un largo sombrero, su bigote estaba peinado en dos trenzas al igual que Goldenweek y su pierna derecha era reemplazada por una pata de madera.
-¡Hola papá!- grito la mujer rubia saludando atrás de Sanji.
-¿Margaret? ¿Eres tú?- decía sorprendido Zeff –Creí que llegarías más temprano… ¿Es posible que te hayas perdido otra vez?
-Jajajajaja ¿Cómo crees?- Reía apenada Margaret.
-Y este niño parado aquí ¿es Sanji?
-¿niño? Una vena palpito en la frente de Sanji
-Ha crecido mucho, no lo crees… oh… ¿Quién es la pequeña?
-Ella es Goldenweek, es hija de una empleada. Saluda.
-Que tal- dijo simplemente la niña y regreso a dentro de la casa.
-Llegaste en buen momento, acabamos de cerrar e íbamos a empezar a cenar. Sera mejor que entres, aquí las noches se vuelven muy frías.
-Claro papá, Sanji- miro a su hijo –Por favor mete las maletas, estoy muy cansada.
Sanji podría tener muy poca paciencia a veces, pero era todo un caballero con las peticiones de las mujeres, aunque prefería a las más jóvenes.
Cuando entro a la casa, se dio cuenta de que tenía un ambiente muy cálido y tranquilizante. Había una sala con las comodidades básicas, unas escaleras que daban a los cuartos de la segunda planta y una puerta que daba al cuarto del que provenían ruidos y otra puerta que daba al restaurante.
-Oye- escucho una voz infantil que lo llamaba y volteo a ver quién era. –Aquí abajo
Era la niña que lo había recibido.
-Zeff-san dice que te apures en llegar a la cocina o comerás con los perros.
¡Pero quien se cree ese anciano!
Dejo las maletas a un lado de la escalera y se dirigió a la puerta de la que provenía el ruido.
¡PAM! Fue aventado al piso en un abrir y cerrar de ojos
-¡Pero sí que es apuesto tu hijo Maggie!
Cuando se levantó, vio que una mujer era quien lo había derribado... pero esta mujer se veía tan delgada, portaba un vestido amarillo, su cabello era rubio y corto, y sus ojos eran de un color azul.
-Por supuesto Valentine- afirmo Margaret –Tenía que ser mi hijo Jajajajaja
-Mamá- hablo Goldenweek quien estaba sentada entre dos hombres –Estas aplastando a Sushi-kun
-Ups, perdón- le extendió su mano. Sanji la tomo con gusto.
-Heh, no se preocupe- decía caballerosamente -Si una mujer tan bella como usted me aplastara, ¡moriría encantado!- contestaba eufórico Sanji, quien sus ojos se habían vuelto corazones.
Las dos mujeres comenzaron a reír.
-Mi hijo es muy simpático, vamos Sanji siéntate y permíteme presentarte a todos.
Sanji se sentó al lado de su madre y de Zeff.
-Sanji ella es Paula-le presentaba a una mujer de cabello azul y rizado amarrado en una coleta, entre sus manos tenía una pipa negra y vestía muy primaveral.
-Mucho gusto joven, me encargo del puesto de cobranza en el Baratie, espero llevarnos muy bien- cuando termino de hablar le guiño un ojo, haciendo que Sanji se volviera a emocionar y sus ojos se conviertan en corazones.
-Bonjour gamin- hablo una voz, un tanto masculina.
Sanji vio al tipo que le hablaba y era un… ¿hombre? Estaba vestido con una ropa de colores muy chillones, rosa, azul y blanco, sus zapatos parecían dos cisnes, también traía algo de maquillaje encima.
-Mi nombre es Bon Clay, pero puedes llamarme Bon-chan- decía pero se le acerco demasiado a Sanji –mmmm tienes muy buen porte y estatura, ¿dime alguna vez has bailado ballet?
Sanji estaba rojo, no solo por la cercanía con la que tenía al otro tipo, sino por la pregunta que le hizo.
-Bon-chan mi hijo no está hecho para el baile- contestaba su madre.
-Awww, es una lastima Marguerite, veía tan buenas posibilidades para el pequeño cisne- decía Bon-chan quien regresaba a su lugar en la mesa.
-Sanji, él es Galdino.
Sanji lo noto rápidamente, estaba sentado al lado de Goldenweek, tomaba una taza de té, llevaba un chaleco a rayas y unos pantalones color café, además su cabello estaba peinado en forma de un 3.
-No es muy hablador- decía Bon-chan.
-Él es Faibu, es el esposo de Valentine y padre de Goldenweek.
-Que tal
Sanji se dio cuenta de que lo inexpresiva de su hija lo había heredado de él. Faibu vestía una gabardina roja, su pelo estaba en un afro dividido en picos, llevaba unos lentes de sol y era de piel morena.
-Él es bombero y Valentine ayuda en el restaurante con los postres- comento Zeff
-¡Y nosotros somos la familia Kasegi!- gritaron dos personas, la primera era una mujer morena y de cabello rosa con un vestido azul y el otro un hombre con el cabello rojo y peinado en forma de corona y vestía un traje verde con líneas amarillas. Ambos cargaban un bebe.
-Soy Mondei Kasegi- hablo la mujer –mi esposo Nain Kasegi- presento al hombre y –Monain es el nombre de nuestro bebe.
Después de las presentaciones llego Valentine con la comida y les paso sus platos para que empezaran a comer.
-Margaret me conto que eres bueno en la cocina- hablo Zeff
Sanji sonrió galantemente.
-Claro que si, es mi talento natural
-Lo dudo- hablo Zeff mientras levantaba su taza de café y bebía de ella.
Una vena creció en la frente de Sanji.
-Pero no tengo otra elección, como vivirás aquí y estudiaras, es obvio que necesitaras dinero, así que quedas contratado.
Sanji puso una cara de confusión.
-Sanji- interrumpió Margaret -Por el momento no podre pagar tus estudios hasta que pueda obtener un empleo fijo en el pueblo. Así que acorde con tu abuelo en que trabajaras en el Baratie.
-De acuerdo- sacaba un cigarro -¡Pero lo hago para poder ver a Paula-chwan!- gritaba emocionado mientras sus ojos se volvieron corazones.
Las mujeres presentes empezaron a reír. De ahora en adelante el Baratie se volvería mas animado.
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Sanji fue conducido por Goldenweek hasta el cuarto en el que se establecería.
-Pasa- hablo Goldenweek
Sanji entro a la recamara, no estaba mal como se la había imaginado, tenia una cama, un ropero, al lado estaba su propio baño y la ventana daba hacia el pueblo, por lo que se veía las luces de las calles.
-Gracias- dijo Sanji
-¿Sigues enojado?- pregunto curiosa Goldenweek
-Ya te dije que no lo estoy- respondió fastidiado Sanji
-Bueno- dijo no muy convencida Goldenweek -Entonces me retiro, será mejor que duermas, nos iremos temprano- decía mientras salía
Sanji pareció despertar.
-¿Nos?
-Si- fue lo que respondió mientras se acercaba a la ventana y señalaba un camino que daba hacia el peñasco, justo en los 5 edificios -Hace seis años el alcalde Nefertari mando a construir nuestras escuelas. Yo estudio en la Secundaria Calm Belt y tú estarás en la Universidad Shin Sekai. Ahora ve a dormir debemos de caminar desde muy temprano.
Goldenweek salió de la recamara, Sanji se acerco a la ventana para poder contemplar mejor el paisaje. Zeff tenia razón, las noches si que se volvían muy frías. Saco un cigarro, lo encendió y lo puso en sus labios.
-Tal vez este cambio no sea tan malo- pronuncio mientras exhalaba una nube de humo.