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SI TÚ TE ATREVES por Niiummy Sarang

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Notas del capitulo:

Hola a todos! Gracias por sus hermosos reviews, unos llenos de suspicacia, otros me hacen reír mucho, y gracias, gracias a todos los que comentan, no dejen de hacerlo porque ustedes son los que me animan a continuar ^^ aquí les vengo a traer el capi 16, y ya conocen mis reglas, si quieren más, dejen muchos reviews!

Canción recomendada:

Kim Hyunjoong –Please.

CAPÍTULO 16: Noticias Inesperadas.

–¿Qué puedo hacer, Chun? –Sollozó –no soy lo suficientemente bueno como para mantener un matrimonio, ¡es mi culpa! Yo lo descuidé… yo me centré en el trabajo, yo lo dejé de lado… ¡Es mi culpa!

–No digas eso, ya te dije que no debes pensar así…

–Pero es cierto, Changmin buscó en otra persona lo que yo no le di y…

Pero tanto las palabras como los pensamientos de Kim Junsu se quedaron en el aire cuando súbitamente, Park Yoochun lo besó, saboreando la sangre que brotaba de sus labios en el proceso, degustando la esencia de aquel licor que previamente había bebido el menor, el cual permanecía impregnado en sus labios.

 

Estaba Intoxicado por eso lloré

Te esperé frente a tu casa

Con la luz apagada entre a la casa

Te vi con él y me ahogué con mi aliento

 

 

Ni el mismo Yoochun sabía lo que estaba haciendo ni por qué, no había nada romántico en aquel beso, era más bien el hecho de que se necesitaban, de que Yoochun tenía que hacerle saber al menor que estaba ahí para él, que no lo dejaría. Entretanto, Junsu, tampoco estaba seguro de lo que hacía, y aunque estaba alcoholizado sabía perfectamente lo que estaba pasando, pero, ¿Qué podía hacer? Si en ese momento como nunca deseaba entregarse a su mejor amigo, quien siempre estaba ahí para él, quien tanto lo quería y apoyaba, quien sólo quería verlo feliz.

Ojos que se fijaban en tus besos

Lo abrazaste y te quedaste dormida

 

 

Y entonces, como si se tratara de una llama que se encendía entre ambos, el beso poco a poco fue subiendo de tono, buscando los labios del otro de manera desesperada, como si fuese un caso de vida o muerte.

Así, Yoochun le cubrió de besos, percibiendo el aroma que despedía el cuerpo ajeno. Perdieron el control, y entre besos se dirigieron a la habitación del lugar, encaminándose juntos a la cama, aquella misma cama en la que alguna vez Yoochun y Jaejoong habían hecho el amor, pero esto fue algo que el pelinegro olvidó por completo mientras se desvestía sobre un Junsu que lo imitaba, acariciándolo y colocando las manos en la espalda del mayor, abrazándolo, respondiendo a sus caricias con bajos quejidos mientras se apartaban sólo cuando el aire se les hacía necesario.

 

Realmente te odio

Me muerdo los labios y trago mis lágrimas

Me quedé allí como un loco

 

 

Sus fogosos besos, sus ardientes caricias, el deseo que aumentaba en ellos… todo esto hizo que Junsu terminara removiéndose en la cama, sorprendiendo sobremanera a Yoochun cuando se halló bajo el menor de un momento a otro.

–Chunnie… ahh… házmelo ¿sí…? –gimió desesperado, mientras, colocándose de rodillas se acomodaba directamente sobre la erección del mayor –por favor… hazme el amor.

Ninguno de los dos podía declarar que aquello que sentían por el otro fuera amor, pero de lo que sí estaban seguros era del profundo cariño que sentían por el otro y de lo mucho que se necesitaban.

Yoochun quiso decir algo, pero antes de que pudiera hacerlo, se dio cuenta de que Junsu había tomado su erección, y perfilándole en su propia cavidad anal se había auto-penetrado con el miembro del mayor, sentándose despacio sobre sus caderas, gimiendo placenteramente al sentirle dentro de él. Yoochun también gimió ronco al sentir aquella cálida estrechez rodear su virilidad y tragándole hasta que tocó fondo en su intimidad. Junsu mantenía las manos apoyadas en el pecho del moreno mientras continuaba moviéndose, sintiendo aquellas precisas penetraciones que parecían querer dejarlo sin aliento.

 

Para mí aún eres sólo tú

Para siempre, sólo tu

Con el estallido de mis lágrimas, grito

Yo grito por ti

 

Los gemidos de ambos resonaban cada más fuerte en la estancia, llenando la habitación de sus eróticos sonidos mientras el calor de sus cuerpos hacía que se perlaran en sudor. Y cuando finalmente llegaron al éxtasis, sólo fueron capaces de tumbarse junto al otro y abrazarse en silencio, percibiendo la dulce calidez del otro.

 

–A la mañana siguiente–

–Recuerda no decirle nada a nadie –le decía Junsu a Yoochun mientras ambos se vestían después de haber tomado una ducha –no quiero que nadie lo sepa, por favor.

Yoochun hizo un gesto.

–No puedo creer que insistas en culparte a ti mismo cuando fue el imbécil de Changmin el que te traicionó…

–Yoochun –lo miró fijamente –por favor no lo llames así. Además… –Desvió la mirada, incómodo –ahora tú y yo hemos hecho exactamente lo mismo que él hizo… –Volvió a mirarlo –hemos caído en la infidelidad. ¿Quién nos va a culpar a nosotros?

Yoochun abrió los ojos, impresionado, incrédulo, hasta ese momento no había visto las cosas de esa manera pero era cierto, ahora él se había convertido también en un esposo infiel. Después de la noche anterior, nada sería igual.

 

Simplemente no lo consigo, consigo

¿Por qué no lo consigo? , lo consigo

Por favor si lo miras a él, no sonrías

Por favor no lo beses

Porque tú eres una tramposa, una mentirosa y una asesina

 

 

–¿Lo ves? –Continuó Junsu, al ver que el mayor había guardado silencio –todos merecemos una segunda oportunidad.

–¿Así que harás de cuenta que nada sucedió?

Junsu asintió con la cabeza.

–Nada sucedió.

–¿Qué piensas hacer con la fotografías, entonces?

–Las guardaré en un lugar al que sólo yo tengo acceso, y desde ahora, solamente tú, yo, y quien sea que me haya enviado esas malditas fotos, conoceremos su existencia, ¿te parece bien?

Yoochun suspiró.

–Haz lo que creas conveniente, Junsu, no tengo derecho a exigirte nada.

–Muchas gracias. Nada cambiará entre nosotros, ¿verdad?

–Tú mismo lo dijiste antes –contestó, mirándole tan fijamente como el menor lo hacía –nada sucedió.

–Gracias, Chunnie –lo abrazó –lamento todo lo que te he hecho pasar… –Decía sin deshacer el abrazo, hablándole prácticamente al oído –lamento ser una carga para ti, lamento que por mi culpa discutas con Jaejoong, lamento que ahora lo hayas traicionado por mí… –Una lágrima que ocultó de inmediato, resbaló por su mejilla –gracias por tanto, Park Yoochun.

–No tienes que decirme estas cosas, Su, no eres ninguna carga para mí –lo separó lo suficiente como para mirarlo a los ojos –sabes que siempre estaré aquí para ti.

Yoochun depositó un casto beso en la frente del menor.

–Ve a descansar un rato, Chunnie, me haré cargo de la clínica.

–No, no, ¿Cómo se te ocurre eso?

–Oh, vamos, estuve ausente dos semanas mientras que tú tuviste que hacerte cargo de todo solo, es justo que descanses un poco, además, le dijiste a Jaejoong que irías a verlo en la mañana.

–Tienes razón –concordó –Jae me había estado esperando, será mejor que vaya a verlo.

Y posterior a esto, Yoochun se dirigió a su casa.

 

Cuando cierro mis ojos, bebé

Creo que todavía estoy a tu lado

Tu aliento, tu amor dentro de mí

Me sujeta fuertemente y no puedo escapar

 

–Estoy en casa, mi amor. –Anunció desde el mostrador, mientras se descalzaba.

No halló respuesta, siguió caminando y encontró a Jaejoong en la cocina, estaba preparando el desayuno.

–Oh, ya regresaste –el menor se acercó a él para abrazarlo y besarlo con ternura – ¿Cómo te fue?

–Bien, bien –le sonrió.

–Debes estar cansado ¿Quieres dormir?

–Si es contigo, por supuesto que…

Pero no pudo terminar su frase porque estornudó de repente, y así, varios estornudos más lo atacaron.

–¿Estás bien, Chunnie? –Lo miró preocupado –estás pálido –tocó la frente del mayor –y probablemente tienes fiebre, estás muy caliente. Seguramente te has resfriado…

–Ay, no… –Musitó Yoochun –odio resfriarme, es un asco… ashh –se llevó una mano a la cabeza e hizo un gesto de dolor –me duele la cabeza… diablos… no me puedo enfermar…

–Parece que ya es tarde, mi amor. –Le decía Jaejoong mientras ambos caminaban hasta su habitación y Yoochun se recostaba en su cama –Te traeré una aspirina.

Se dirigió a la cocina, sirvió un vaso de agua y regresó con eso y una aspirina para ofrecérselos al mayor, quien lo recibió.

–Gracias, cariño

Yoochun se tragó la pasta con ayuda del agua y Jaejoong recibió el vaso vacío.

–Supongo que no es para menos –declaró Jaejoong –pasaste dos semanas pendiente de la clínica día y noche tú sólo, era de esperarse que te enfermaras.

–¿Y ahora qué hago? –Hizo una mueca –no puedo faltar al trabajo.

–Estoy seguro de que Junsu se encargará bien de todo. Tú sólo debes preocuparte por descansar, así te recuperarás más rápido.

Y en cuanto Yoochun escuchó aquel nombre ser pronunciado por los labios de su esposo, la culpa lo atacó de nuevo.

– ¿Quieres comer algo? –Indagó Jaejoong – ¿O quizás sólo dormir y descansar un poco?

–No, mi cielo, gracias pero no quiero comer nada, estoy sintiendo nauseas.

A Jaejoong le pareció gracioso el hecho de que ambos sintieran nauseas, pero fue algo que no mencionó, aún no le había contado a nadie que tenía unos extraños síntomas desde hacía un tiempo.

–Oh, bien, entonces te prepararé un poco de sopa de pollo, ¿te parece bien?

–Suena delicioso –le sonrió –pero antes, ¿te quedarías un rato más conmigo?

–¿Huh?

–Ven aquí –lo jaló de la muñeca, haciendo que quedara acostado a su lado –dame un beso.

Jaejoong se sonrojó al escuchar aquello, pero no dudó en hacer lo que el mayor le pedía.

–Ya está, ahora déjame ir a preparar la sopa –quiso ponerse de pie, pero Yoochun lo abrazó a él con fuerza –no te vayas, quédate conmigo.

–Hey, Park Yoochun, realmente te comportas como un niño cuando estás enfermo…

–Pero es que te necesito –lo abrazó aún más fuerte –por favor no me dejes nunca.

–Tonto, ¿Cómo se te ocurre que podría dejarte?

–¿Lo prometes?

–¡Te lo prometí hace cinco años! –Le enseñó la lengua –tonto, seguramente tienes una fiebre muy alta como para andar diciendo sandeces, deberías descansar.

–Siempre digo sandeces, ¿lo olvidas? –Le sonrió.

–Tienes razón, siempre dices sandeces y cosas incompresibles, estás muy loco –lo besó en los labios –duerme un poco en lo que preparo la sopa ¿sí?

–Ay, Jae, ¿Qué haría sin ti a mi lado para cuidarme? – le dijo, mirándolo con ternura

–Estarías muerto, tonto… –Le devolvió la sonrisa, acariciando delicadamente sus cabellos.

–Es verdad, estaría muerto –reconoció.

–Descansa –Jaejoong logró salir de la cama, y se retiró a la cocina, no sin antes depositar un nuevo beso sobre los labios de su esposo.

Y en cuanto Park Yoochun se halló solo, la culpa seguía atacándolo una y otra vez, ¿Cómo había podido engañarlo? Si es que para él todo su mundo estaba representado en Kim Jaejoong, no por nada le había jurado amor eterno frente a un altar. Tampoco es que hubiese dejado de amarlo… algunos dicen que el que una persona te ame, no significa que no te vaya a traicionar; que te traicione, no significa que no te ame. El amor consiste en muchas conjeturas, conjeturas y acertijos imposibles de resolver.

 

Por que llueve y la separación es arrastrada,

Quiero que estos recuerdos desaparezcan

En la oscuridad, en un remoto lugar

Por favor, toma mis dolorosas lágrimas

 

 

Afortunadamente a Yoochun se le quitó el resfriado en una semana, y fue entonces cuando, encontrándose solo en casa, Jaejoong decidió visitar a su médico de cabecera, pues sus síntomas no habían cesado ni un poco y había sido una verdadera odisea el intentar ocultarlos de Yoochun, no quería preocuparlo con sus asuntos. Por otro lado, confiaba enteramente en el doctor Park Leeteuk, pues habían sido amigos desde que empezaron la secundaria y un gran lazo los unía.

–Me alegro de que hayas venido a verme –declaró el joven y apuesto doctor.

–Me alegra venir, Leeteuk –le devolvió la sonrisa.

–Y dime, Jae, ¿Qué te trae por acá?

Jaejoong comenzó a hablarle detalladamente de sus extraños síntomas mientras que Leeteuk escribía todo en su computadora, lo interrumpía para hacerle una que otra pregunta y asentía en silencio al escuchar sus respuestas.

–Ya veo –dijo al fin el doctor –Jae ¿has estado planificando con las pastillas que te di?

–No, lo cierto es que no lo hice en el último mes –el castaño hasta ese momento lo recordó –la verdad es que Yoochun y yo hemos considerado la posibilidad de tener un hijo.

–Oh, ¿en serio? –Leeteuk lo miró emocionado. –Bien por ustedes, sería genial que tuvieran un hijo.

–¿Tú crees?

–¡Por supuesto! Ahora, llamaré a mi mejor enfermera, ella me ayudará a hacerte las pruebas pertinentes para descubrir qué es lo que te pasa, ¿te parece bien?

Jaejoong se tensó al escuchar aquello.

–No te irás a ir y dejarme solo, ¿verdad, Leeteuk?

–Oh, no, tranquilo, estaré muy pendiente de todo, estarás bien, ya verás. –Se puso de pie –déjame llamar a la enfermera.

–Espera –Jaejoong jaló la bata blanca del mayor –no me vayas a dejar solo con ella.

–¡Pero si ni siquiera la conoces!

–¡Pues por eso mismo!

Leeteuk resopló.

–De verdad que sigues siendo el mismo niñato de hace 12 años –viró los ojos –sólo espera a que la conozcas, es una gran chica.

Jaejoong se resignó al fin y lo dejó ir en busca de su enfermera. Al cabo de unos minutos el doctor regresó junto a una hermosa joven de cabello largo de color negro, labios en forma de corazón, nariz fina y mirada penetrante.

–Buenos días, señor Kim –dijo la joven, presentándose –mi nombre es Suzy Bae –hizo una reverencia –espero que mi trabajo sea de su agrado.

–Haz lo que Suzy te ordene, Jaejoong –indicó Leeteuk –ella sabe lo que hace –tras ella, el doctor le hizo una mueca a Jaejoong, quien sólo torció la boca.

Tímidamente, Jaejoong accedió a todos los pedidos que la enfermera Bae le hizo. Él odiaba los hospitales y le tenía una desconfianza casi irracional a las enfermeras, todo porque cuando era pequeño, una vez se quedó dormido esperando su turno para una vacuna y entonces soñó que la enfermera que lo atendería lo quería cercenar con una sierra eléctrica, pues lo quería matar; de ahí su trauma. Pero él ya estaba muy grande como para tener una fobia semejante por una simple pesadilla, causada muy seguramente por los nervios que le produjeron el momento, y claro, tanta televisión.

–Ya están todas las pruebas –le dijo Leeteuk en cuanto acabaron con todos los procedimientos –regresa dentro de dos horas, para entonces sabremos qué tienes.

Y durante las dos horas en las que tuvo que esperar, Jaejoong fue de compras al centro comercial, quiso comprarle también algunos regalos a su esposo e incluso a sus amigos, por alguna razón se sentía de muy buen humor. Luego fue por un helado, y entonces vio a un pequeño haciéndole muecas a su padre y corriendo divertido por ahí mientras el hombre simulaba correr tras él sin llegar a alcanzarlo para hacerle creer al pequeño que era más rápido que su padre. Aquella escena le gustó, y no pudo evitar sonreír al ver que quien seguramente era la madre, los observaba enternecida; se veía la felicidad en sus ojos. ¿Algún día él y Yoochun tendrían esa clase de familia? Entonces, como a manera de flash, varias imágenes llegaron a su mente como el recorrido de un tren: cuando conoció a Yoochun, cuando se convirtieron en grandes amigos, cuando se hicieron novios, cuando Yoochun le propuso matrimonio, cuando se casaron… la mayor parte de su felicidad se basaba en Park Yoochun y en todo lo que junto a él vivía.

Pero sin que él lo supiera, una semana atrás el hombre que tanto amaba se había acostado con su mejor amigo, y si se hubiese enterado de aquello en ese momento, de seguro se le habría roto el corazón en mil pedazos. Un corazón roto como el de Kim Junsu cuando se acostó con Yoochun.

 

Para mí aún eres sólo tú

Con el estallido de mis lágrimas, grito

Yo grito por ti

 

Tal y como Leeteuk se lo indicó, Jaejoong regresó al hospital dos horas después, y se extrañó al ver que la expresión del doctor era más idiota que de costumbre.

–¿Sucedió algo bueno, Teuk? –Indagó Jaejoong, sentándose irreverentemente frente al escritorio del doctor. –Sonríes más tontamente que hace un rato, no me digas que te hiciste novio de la enfermera –lo miró traviesamente.

–Nada de eso. Ya tengo los resultados de tus exámenes.

–Eso ya lo sé, no creas que he regresado a verte por gusto –bromeó.

Leeteuk viró los ojos y al final agregó:

–Felicidades, Jaejoong –volvió a sonreírle mientras le enseñaba los resultados médicos –estás esperando un hijo.

El mundo entero de Kim Jaejoong pareció cambiar en ese preciso instante, ¿aquello era real?

–Debes venir cada dos semanas para realizar los controles pre-natales –Leeteuk siguió hablando mientras que Jaejoong no despegaba los ojos de los papeles que le acababan de entregar –trae también a Yoochun para que pueda estar al tanto del desarrollo de su hijo. En cuanto salgas, Suzy te dará una lista de los alimentos que debes comer, la clase de gimnasia que te conviene para el embarazo, y las cosas que se deben y que no se deben hacer, ¿está bien?

Jaejoong al fin logró salir de su estado de estupefacción y asintió con la cabeza.

–Eso quiere decir que ahora –se tocó el vientre delicadamente – ¿Un ser crece dentro de mí?

–Así es –seguía sonriéndole, emocionado –voy a ser tío al fin. Felicidades, mi amigo –se puso de pie en tanto Jaejoong hacía lo mismo y lo abrazó –serás Omma.

Un nuevo y diferente Kim Jaejoong salió de aquel lugar, a partir de entonces nada volvería a ser lo mismo, no ahora que estaba a punto de convertirse en Omma.

 

Entre el difuso humo del tabaco

Te dispersas

Comienzas a grabarte dentro de lo más profundo en blanco

Yo no te puedo olvidar

 

 

Como en el mutuo acuerdo de Yoochun y Junsu se acordó no mencionar nada acerca de la infidelidad de Changmin y actuar como si nada hubiese sucedido, ambos actuaron de forma natural y los tres se reunieron en la casa de los Park-Kim. Changmin, mientras tanto, los convenció de que cenaran esa noche juntos, así que los tres esperaron a que Jaejoong regresara a casa. Sin embargo, la tensión crecía entre los dos cirujanos, pues la presencia de Changmin inevitablemente los sumergía en un mar de emociones. Primero estaba la culpa por haberlo traicionado, pero luego llegaba la rabia al recordar que él había traicionado primero a Junsu. Pero lograron actuar de manera natural hasta que Jaejoong llegó a su casa y se sorprendió al encontrar a sus dos amigos allí también, sentados en la sala de estar.

–Chicos, están aquí… –Sonrió, pero no se esperaba encontrarlos allí, estaba cansado y pensó que lo mejor sería darle la noticia a Yoochun en la cena, quería relajarse y dormir, pero por lo visto eso no sería posible esa noche –Chunnie, no me dijiste que teníamos visita –miró a su esposo.

–Lo lamento, Jae –Yoochun se puso de pie y se acercó a él para abrazarlo –se me pasó. Changmin insistió de improviso sobre cenar los cuatro juntos, y ya sabes cómo es… –Hizo un gesto gracioso.

Y cuanto Yoochun remató con aquella última frase, su mirada se encontró con la de Junsu, quien de inmediato evitó aquel contacto visual.

 

Oh girl

Gritando como un loco, te amo sólo a ti

Lo lamento, te lo ruego

Te pido

 

–No queremos incomodar –declaró Junsu, poniéndose de pie y mirando a su esposo –Jaejoong hyung parece estar cansado, Min, creo que será mejor dejarlos solos.

–Pero… –Changmin hizo un puchero.

–Hace mucho tiempo que no cenamos juntos –declaró Jaejoong –me encantaría.

–¿Entonces sí? –Preguntó Changmin con una sonrisa traviesa.

–Por supuesto.

–¿Estás seguro de que no te incomoda? –Inquirió Junsu, y a Yoochun le pareció que más bien el rubio no quería cenar con ellos esa noche, quizás sólo buscaba el evitar que se reunieran los cuatro.

–Claro que no –contestó Jaejoong.

Y tal y como habían dicho, los cuatro fueron a un refinado restaurante, donde se dispusieron a cenar comida deliciosa.

Entonces, Jaejoong se sintió especialmente conmovido con las atenciones que sus amigos le brindaban, con el cariño que Yoochun le demostraba y con las tiernas acciones que Changmin estaba demostrando de la nada. Y es que se encontraba más que sensible, lo cual era comprensible debido a su condición actual. Así que ya no quiso esperar más y habló:

–La verdad es que quería esperar un poco más para darles la noticia –miró a sus dos amigos, sentados juntos frente a él y luego a Yoochun, sentado a su lado –en realidad planeaba decírtelo esta noche solo a ti… pero las cosas salieron de otra manera –sonrió –la verdad es… que estoy esperando un hijo –Tomó la mano de un aún aturdido Yoochun y la puso delicadamente sobre su vientre –Chunnie… vas a ser padre.

 

No necesitas hacerlo de esta manera

Te llevaste mi amor y lo mataste niña

¿Por qué mi corazón llora?

Oh girl, Es como si me matara

Te llevaste mi amor y lo mataste niña

Baby... lo mataste

 

Por favor... No me dejes...

Kim Hyunjoong –PLEASE

 

 

Notas finales:

Hola de nuevo! ¿Qué tal el capi? Tenían razón con sus sospechas! Jae está en embarazo, ¿qué creen que sucederá ahora? Y quién creen que envió esas fotografías para poner en evidencia a Min? Jumm No dejen de leer y comentar, gracias por todo.

Ah... acabo de subir un One Shot sobre Versailles♥ No sé, si se les antoja, aquí pueden leerlo.


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