CAPÍTULO 18: Añorando lo prohibido.
Habían pasado los días, pero Junsu no había dejado de preguntarse quién le había enviado aquellas fotografías de Changmin y su amante. ¿Quién podría estar tan interesado en que se descubriera la verdad? ¿Quién quería poner en evidencia a Shim? ¿A quién le convenía de alguna forma que la verdad saliera a la luz? No sospechaba de nadie aún, pero no podía dejar de pensar en ello. Además, ahora tenía más cosas en las que debía pensar, como el haber dormido con Park Yoochun, cuyo esposo estaba en embarazo ahora, seguía preguntándose qué era exactamente lo que sentía por el pelinegro. Y se reprimía, se reprimía al pensar que si era que se hubiese enamorado del mayor, ya era demasiado tarde para confesárselo e intentar hacer algo al respecto, mucho más porque ahora Yoochun tendría una familia y de ninguna manera Kim Junsu se convertiría en un rompe hogares. Además, ¿Dónde quedaba su matrimonio con Changmin? Era cierto que Min le había sido infiel primero, pero es que él mismo se había propuesto luchar por su matrimonio –o al menos intentar luchar por lo que quedaba de éste– incluso después de haberlo descubierto. Sin embargo, el pensar que Changmin podía seguirse viendo con ese chico lo desvelaba, él no podía permitir que eso sucediera, no, definitivamente no.
Por otro lado, también era cierto que en los últimos días Changmin llegaba temprano a casa y casi había vuelto a actuar como antaño, por lo que era muy probable que hubiese dejado de ver a su amante.
No obstante, la pregunta de su aun estaba dispuesto o no a luchar por su matrimonio era mayor para Kim Junsu, y la respuesta era desconocida aún hasta para él.
La persona que me hizo vivir en este mundo,
Vivo mis días por ti
No te vayas, no te vayas de mi lado
Porque eres mi amor
Habían transcurrido casi dos meses desde que dio por terminada su “aventura” (si es que así se le podía llamar) con Cho Kyuhyun, sin embargo, algo en lo profundo de él aún extrañaba al menor y no podía dejar de pensar en él día y noche; y se maldecía una y otra vez por hacerlo, ¿acaso se había enamorado de Kyuhyun? Pero no podía, o mejor, no debía, y no debía precisamente porque estaba casado, porque cuatro años atrás le había jurado amor eterno a Kim Junsu. Pero dejando de lado todo aquello, ahora el moreno no podía dejar de preguntarse cómo estaba el menor, cómo le estaba yendo en el Conservatorio, si estaba comiendo debidamente, si se abrigaba en los días fríos, si no había tenido accidentes como acostumbraba, y en la soledad de su oficina, inevitablemente sonrió al recordar las torpes acciones y las tontas expresiones tan típicas de Kyuhyun. ¡Lo extrañaba tanto! ¿Cuál era esa necesidad suya de querer estar con él? ¿En qué momento se había apegado tanto a él? Y lo más importante: ¿Cómo podía sacárselo de la cabeza ahora? El deseo de volver a abrazarlo, de tenerlo entre sus brazos y besarlo… aquel anhelante deseo que lo torturaba porque sabía que ya no lo podía cumplir.
No te vayas de mi lado
Te lo ruego, por favor, de mi lado
No creo que te pueda olvidar aunque me muera
No te vayas de mi lado
Te espero y te espero pero te extraño una vez más
Estaba sumido en sus pensamientos cuando unos golpes en la puerta lo hicieron regresar a la realidad.
–Adelante –dijo en voz alta.
Niiummy ingresó lentamente con unas carpetas.
–Oppa, traigo la información que me pediste sobre las sedes de América, Taeyeon me ayudó a organizarlos en el orden en el que se construyó cada edificio, por lo que la información está perfectamente organizada –declaró la pelirroja, enseñándole las carpetas –está todo lo que necesitas para el nuevo proyecto.
–Ya veo –le sonrió de a poco –muchas gracias.
Changmin regresó a su asiento y se dispuso a revisar lo que necesitaba, pero se detuvo al percatarse de que la menor no se había movido de su lugar y lo observaba expectante.
–¿Sucede algo, Niiummy?
–Esa es la misma pregunta que yo quiero hacerte, oppa.
–¿Huh?
La chica lo miró preocupada y él no podía estar más confundido.
–Oppa –se recostó sobre el escritorio del moreno para mirarlo de frente –no creas que no sabía cuánto querías a Kyuhyun cuando te pedí que dejaras de verlo. Ambos sabíamos que no te sería fácil el olvidarlo pero sabíamos que era lo correcto, sin embargo, por lo que veo, te ha resultado más difícil de lo que esperabas.
Sonreíste para mí, a mi lado, sin una palabra
Changmin suspiró con pesadez al terminar de escuchar a la chica.
–Es verdad, lo extraño mucho –reconoció –siento que me estoy volviendo loco… cada día evito tomar la ruta en la que está la floristería Together, pero es como si algo en mi interior luchara por ir en esa dirección con la intención de verlo. –Se llevó las manos a la cabeza y arrugó el ceño – ¿Qué debo hacer?
Niiummy juntó el entrecejo, la situación la agobiaba también a ella.
–¿Tanto lo extrañas?
–Así y mucho más, Niiummy.
–Ay, Oppa… –Suspiró, para luego apretar los labios –no hay manera de que pueda ayudarte, pero creo que lo más conveniente es que te sepas tomar tu tiempo para escuchar tu corazón –lo miró fijamente –tal parece que esto no es sólo un capricho, que lo que sientes por Kyuhyun va más allá de otra cosa… por eso debes hacer lo que creas conveniente en realidad –extendió su frágil y delgada mano para acariciar delicadamente la mejilla del mayor –han sido tantas cosas por las que has tenido que pasar, tantas cosas que al final te han traído a esto… y sabes que lo único es que seas feliz, muy feliz.
Ambos recordaron cada cosa, como en una especie de película que se reproducía en sus mentes. Cuando Junsu se centraba más en su trabajo, haciendo que Min se sintiera solo… cuando Changmin conoció a Kyuhyun y su amistad se afianzó tanto que se convirtió en una relación secreta y prohibida. Luego, cuando Shim decidió dar por terminada aquella relación para intentar recuperar su matrimonio, y ahora, ahora que su vida era un caos, ahora que las cosas finalmente parecían ir bien con su esposo pero en su interior, quería volver a estar con su amante.
Te necesito–
Mi vida sin ti es más inquieta que el sol en la tarde
Mi vida sin ti, es nerviosa, como una persona sin trabajo que necesita dinero
Tengo que tirar las cosas a fin de obtener una cosa
Tengo que hacer eso para ganar amor
Mi felicidad eres tú, eres tú, mi cielo
Changmin atrapó la mano de Niiummy, la cual había estado acariciándole dulcemente, y le dedicó una sonrisa.
–Gracias por estar aquí, mocosa, gracias por escucharme siempre y aconsejarme sin importar lo loca que sea la situación.
Cuando Kim Jaejoong llegó al Conservatorio el lunes en la mañana y se dirigió a la sala de maestros, Hyunjoong no dudó en correr hacia él y abrazarlo emotivamente.
–¡Felicidades, Jaejoong-ni! ¡Vas a ser Omma! ¡Ay! –Dio un brinco de emoción –aun no lo puedo creer…
Las mejillas del mencionado se colorearon inmediatamente de rosa carmín.
–Shh –intentó acallarlo –baja la voz –dijo entre dientes –es muy pronto para que todo el mundo lo sepa, además haces demasiado ruido.
–Yo sabía que estabas muy raro últimamente –Hyunjoong moderó su tono de voz solo un poco –y no sabes cuánto me alegra que estés esperando un bebé, ¡es maravilloso! ¿Ya has pensado en un nombre? ¿Sabes si será niño o niña?
–Oh, vamos –viró los ojos –apenas y me enteré de que tengo casi cinco semanas de gestación, ¿Cómo crees que he pensado en tantas cosas si apenas estoy asimilando que seré Omma? Además, aun no se puede conocer el sexo del bebé, es muy pronto.
–Bueno… –Hyunjoong puso una de sus tan conocidas expresiones –supongo que tienes razón –se rascó la cabeza –pero…
Y no pudo terminar su nueva oración porque Kim Heechul llegó velozmente hasta ellos y no puso en duda su fama de diva cuando casi tumba a Jaejoong por abrazarlo y besarlo.
–¡¿Cómo está la Omma más hermosa del mundo?! –Dijo a medio grito, acariciando entusiasmadamente el pequeño vientre de Jaejoong – ¡Hola, bebé! –Le dijo a la pancita –yo soy el súper sexy tío Heechul.
–¡Dios! –Jaejoong al fin pudo reaccionar –Heechul… –Resopló –por favor, bájale, tu alboroto me pone nervioso.
–Oh –el pelicobrizo lo miró preocupado –lo siento, Jaejoong-nie –respiró profundo, intentando calmar su emoción –no era mi intensión.
Jaejoong también respiró profundamente.
–Está bien, no importa, sé que no es su intención, es sólo que todo su alboroto me pone nervioso, así que por favor eviten comportarse así en mi presencia.
–De acuerdo, lo sentimos.
–De acuerdo, lo sentimos. –Dijeron los otros dos al unísono, haciendo pucheros. Y luego Heechul continuó: –Pero debes entender nuestra emoción, vamos a ser tíos y esta felicidad nos supera.
Jaejoong suspiró.
Cuando la lluvia cae y esconde mis lágrimas
¿Aún pensaré en ti en la lluvia?
Me limpiaré las lágrimas y tomaré tu mano
Porque para mí, eres mi cielo
–Lo sé, Leeteuk y Changmin se reaccionaron de la misma manera cuando se enteraron…
Jaejoong recordó en ese instante que la expresión de Junsu al enterarse de la noticia había sido de completa confusión, aunque, bueno, él también había estado confundido cuando se enteró, sin embargo, lo que más extraño le pareció fue la manera en la que el rubio había abandonado el lugar de buenas a primeras asegurando que se sentía mal, ¿Qué le había sucedido aquella noche?
Las lágrimas caen, y ¿Por qué no puedo dormir? Y ¿Por qué pienso en ti todo el día?
Pero no puedo acercarme a ti y vagar a tu alrededor en dolor
–Y no es para menos –la voz de la Diva lo sacó de sus cavilaciones –hey –lo miró emocionado – ¿Qué te parece si al final del día vamos de compras para el bebé?
–¡Perfecto! –Hyunjoong comenzó a aplaudir y a aullar como un niñito pequeño al que lo comparán un dulce –ya quiero ver cosas lindas.
–Chicos, ¿No creen que es algo pronto para eso? –Jae se rascó tímidamente la nuca. –Ni siquiera conocemos el sexo del bebé.
–¡Claro que no es pronto! –Exclamó Heechul –ahora es perfecto, además hay muchas cosas neutras y muy lindas, por lo que servirán y se verán muy bien sin importar si es niño o niña. Yo mismo los elegiré, ya verás –dijo orgulloso de su estilo –y sabes que soy el mejor en elegir atuendos.
–Bien, como digas… –Soltó Jaejoong, suspirando resignado.
–¡No se diga más! –Declaró Chul – ¡al final del día iremos de compras para tu bebé!
–Hay que planear la fiesta del Baby Shower –comentó Hyunjoong.
–¡¿Qué?! ¿¡Fiesta de Baby Shower!? –Repitió Jae, confundido – ¿Y eso para qué?
–¿Cómo que para qué? –Heechul lo miró desconcertado –Oh, Kim Jaejoong, eres tan desconsiderado y tonto…
–Pero… –Jaejoong quiso defenderse.
–Pero nada –Chul lo interrumpió –organizaremos un Baby Shower para el bebé y no se hablará más del asunto. –Le enseñó la lengua. Fue entonces cuando el localizador de Heechul sonó. –Oh, vaya son las 9:15 am –dijo el pelicobrizo revisando la pantalla del aparato –es hora de mi próxima clase.
El despistado de Hyunjoong abrió los ojos sobremanera al escuchar aquello.
–¡Mi clase empezó hace 15 minutos! –Sacudió la cabeza –nos veremos luego, chicos.
Y tan rápido como había aparecido, Heechul y Hyunjoong desaparecieron, dejando a Jaejoong solo. El castaño cerró los ojos y suspiró, y cuando se dio media vuelta con la intención de dirigirse a su escritorio, su corazón latió desaforado al percatarse de que Jung Yunho estaba ahora frente a él y lo observaba con ojos tristes.
Sacudiste mi corazón tranquilo
Cuando era rebelde como un adolescente, tengo que conocerte
Era un bueno para nada, pero he cambiado,
Así que por favor sonríe siempre a mi lado
–Yunho… –Dijo casi en un murmullo que el viento arrastró. – ¿Hace cuánto estás ahí?
El mencionado se acercó un poco más a él, lo suficiente como para hablar.
–¿Es cierto? –Indagó Yunho sin dejar de mirarlo con nostalgia.
–¿Qué cosa? –Pretendió no saber a lo que se refería.
–Que ahora esperas un hijo.
–Oh… –Bajó la mirada y volvió a suspirar antes de contestarle –así es.
Yunho ya no pudo seguir negándose a sí mismo la posibilidad de que Jaejoong estaba en embarazo porque ahora él mismo se lo estaba diciendo, en ese momento todas sus esperanzas parecían acabarse. Era un tonto por haberse enamorado tan ciegamente de un imposible, pero en el corazón nadie manda.
Cuando estoy luchando, protégeme a mi lado,
Dime “Cariño, hazme volar”, así podré volar alto en el cielo
–Felicidades, Jaejoong –logró articular al fin.
–Gracias.
Un silencio que se tornó incómodo apareció, ya ninguno de los dos sabía qué decir.
–Discúlpame –dijo Yunho imprevistamente –me tengo que ir…
Yunho huyó del lugar tan rápido como le fue posible, corriendo al estacionamiento, y subiendo a su auto para conducir hasta el mirador del Seúl, una gran colina desde donde se podía ver la cuidad perfectamente. Allí, finalmente a solas, fue capaz de llorar libremente, se sentía como un idiota por amar a Kim Jaejoong, mucho más que de costumbre esta vez.
Cuando la lluvia cae y esconde mis lágrimas
¿Aún pensaré en ti en la lluvia?
Me limpiaré las lágrimas y tomaré tu mano
Porque para mí, eres mi cielo
¿Y Jaejoong? Solo pudo ver cómo Yunho se alejaba y sintió un dolor hueco en el pecho, un profundo sentimiento de tristeza lo embargó. No es tampoco que no quisiera tener ese bebé, es solo que en realidad nunca se sintió preparado para tener uno, y cuando accedió a intentarlo fue solo para complacer a Yoochun, solo el tiempo diría si había valido la pena el hacerlo. Por otro lado… era obvio que no podía ocultarle su embarazo a Yunho, pero por alguna razón, había estado pensando en la mejor manera de decírselo, precisamente para evitar que algo como lo que sucedió, pasara.
No te vayas, no te vayas por favor
Las lágrimas siguen cayendo, también lo sabes.
Porque eres mi amor, no te vayas
Pero entretanto, Park Yoochun se encontraba solo en su oficina, intentando pensar en la mejor manera de operar a un nuevo paciente, pero no se podía concentrar. Su gran sueño de ser padre se había cumplido al fin, o al menos se cumpliría dentro de unos meses; sin embargo, sentía que algo no lo dejaba disfrutar aquella felicidad del todo. La escena en la que un pálido y tembloroso –sólo Park notó que estaba así– Junsu, saliendo a toda prisa del lugar después de enterarse del embarazo, no lo dejaba en paz. Él mismo había sentido ira en contra de Shim Changmin por hacer sufrir a su amigo con su infidelidad, y ahora sentía que él había terminado igual, y que por su culpa, tanto Jaejoong como el mismo Junsu sufrirían ahora.
No te vayas de mi lado
Te lo ruego, por favor, de mi lado
No creo que te pueda olvidar aunque me muera
No te vayas de mi lado
¿En qué momento habían llegado a este punto? Y sobretodo ¿Qué fue eso que él y Junsu experimentaron cuando se enredaron en sábanas? Porque era un hecho que definitivamente se trataba de algo más que sexo, de algo que ninguno de los dos se atrevía a nombrar.
Desde aquella primera y única noche juntos, nunca volvieron a hablar de lo ocurrido e intentaron continuar con su relación como antes aunque a veces les resultara casi imposible.
Levantó la mirada y a través de las persianas abiertas de su oficina pudo ver a Junsu, hablando amablemente con dos de las enfermeras. Y entonces pensó que esa chico que sonreía divertido entre esa gente a su alrededor era un verdadero ángel; al final notó que su propia expresión se había vuelto idiota después de verlo sonreír, y entonces volvió a preguntarse qué era exactamente lo que sentía por él. Estaba enloqueciendo, todo esto lo atormentaba.
Tengo que tirar las cosas a fin de obtener una cosa
Tengo que hacer eso para ganar amor
Mi felicidad eres tú, eres tú, mi cielo.
Mi felicidad eres tú, eres tú, mi cielo.
En otro punto de la cuidad, lejos de haber aceptado la separación, Cho Kyuhyun seguía añorando a Shim Changmin aunque ni siquiera se imaginaba que el mayor se sentía de la misma manera por él. Así, extrañaba sus besos, sus caricias, sus sonrisas, el sexo con él –que a Cho le parecía más que eso–, sus chistes, sus comentarios sarcásticos… Era tarde para pensar en negar que se había enamorado locamente del moreno, pero ahora solo le quedaban recuerdos, recuerdos de aquellos días maravillosos juntos a Changmin. Porque había que reconocer que aunque su relación era clandestina, estaba mal vista ante la sociedad, y debían estarse escondiendo todo el tiempo, a Kyuhyun nunca le importó aquello, le bastaba el estar con Changmin.
<<Ni una llamada, ni un texto… tal parece que en verdad ya me olvidó…>> Pensó, revisando su celular con la esperanza de obtener noticias de Changmin. Suspiró con pesadez y se dirigió a la sala de estar de su apartamento para tomar una copa de vodka; fue en ese momento que llegó Yunho con un semblante de profunda tristeza y señales de haber llorado que se reflejaban en su rostro. El mayor de los dos ingresó al apartamento y se sentó junto a Kyuhyun en el sofá negro de cuero, tomó una copa limpia y vertió un poco de vodka en él. Kyuhyun de inmediato notó que su primo no se encontraba precisamente alegre.
–¿Qué sucedió? –Indagó el menor. –Nunca llegas a beber así.
–Siempre suceden cosas, Kyuhyun –contestó, sirviéndose una nueva copa que bebió casi de inmediato. –Pero a veces el alcohol es la mejor solución para olvidar lo que no queremos recordar.
El menor lo observó en silencio.
–¿Supiste que el maestro Jaejoong está en embarazo? –Kyu notó que en cuanto pronunció aquellas palabras Yunho estrujó la copa con fuerza, presa de la furia que lo invadió –es la razón por la cual no se sentía bien últimamente.
–Lo sé –contestó secamente.
Un silencio cortante se hizo presente hasta que repentinamente Kyuhyun lo rompió:
–¿Es él, verdad?
–¿Huh? –Yunho lo miró, confundido.
–El hombre casado del que me hablaste cuando llegaste al Conservatorio por primera vez, el que te había flechado a primera vista… –Bebió tranquilamente de su copa a sabiendas de que un desconcertado Yunho no le quitaba la mirada de encima –es el maestro Jaejoong, ¿verdad?
Jung Yunho suspiró con pesadez, ¿Qué más daba si su primo se enteraba? De todas formas nada valía la pena.
–Es cierto, es él –reconoció al fin –soy un idiota, ¿verdad? –Suspiró con pesadez –enamorándome de un hombre casado… –Se reprochó –y lo peor… lo peor fue guardar la secreta esperanza de que pudiera divorciarse del imbécil de su esposo –Kyuhyun se sorprendió ante tales palabras, más no se inmutó ante el hecho, y simplemente lo dejó terminar –pero nada de eso pasó, una vez más mis esperanzas fueron demasiado superficiales… Ahora lleva en su vientre un hijo del infeliz de Park Yoochun y no habrá nada que pueda hacer para impedir que su familia se consolide y Jaejoong tenga un motivo más para quedarse junto a Park. Ay, Kyuhyun… –Abrazó al mencionado por el cuello – ¿Qué puedo hacer? Soy un perfecto idiota.
–Todos somos idiotas cuando se trata del amor, por eso la gente tiene miedo de enamorarse. –Declaró el menor, bebiendo de su copa lentamente –El amor es una mierda, nos vuelve idiotas, vulnerables, manipulables…
–Es cierto –negó con la cabeza –pero… –Lo miró inquisitivo –nunca me dijiste que sucedió contigo y aquel hombre casado que conociste aquella vez.
Al principio Kyuhyun se tensó ante tal pregunta, pero pensó que si no confiaba en su primo para hablarle de sus asientos, ¿en quién lo haría?
–No te negaré que salimos a escondidas unas semanas –Yunho se notó sorprendido ante la confesión de su primo –sí –reconoció despreocupado –me convertí en el amante de un hombre casado –confesó mientras bebía un poco más –pero no me arrepiento de nada –declaró decidido –me enamoré de él, y te juro que si pudiera revertir el tiempo, haría exactamente todo lo que hice de la misma manera.
–Vaya… –sirvió un poco más de vodka en su copa –no tengo autoridad moral para reprocharte nada, y es que en realidad te envidio… al menos pudiste estar con el hombre que amabas aunque fuera de ese modo.
–Tal parece que seguimos siendo un par de primos con mala suerte en el amor –sonrió tristemente, levantando su copa –salud, por nosotros.
–Salud –brindó con él –por lo primos desdichados en el amor…
Esta era la vida de seis hombres completamente distintos, cuyos intereses y caminos se habían cruzado para hacer verdaderos estragos en sus vidas.
Ahora ninguno de ellos parecía estar con quien realmente quería, ¿acaso se habían enamorado imprevistamente de alguien a quien se suponía que no debían amar?
Cuando la lluvia cae y esconde mis lágrimas
¿Aún pensaré en ti en la lluvia?
Me limpiaré las lágrimas y tomaré tu mano
Porque para mí, eres mi cielo.
MBLAQ –Winter rain.