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SI TÚ TE ATREVES por Niiummy Sarang

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo, me alegra estar de vuelta aunque mi corazón esté destrozado esta vez.

Hmm… ¿cómo comenzar? A pesar de ser algo corto, el capítulo de hoy está cargado de emociones, emociones nada fáciles, he de decir. Después de haberlo escrito, no me siento con demasiados ánimos para charlar mucho ni con el derecho de decir mayor cosa…

Sin embargo, creo que al final todo esto me duele más de lo que debería, precisamente, y como si lo hubiera presagiado, algo malo le está ocurriendo a Jessica de SNSD ahora, y el solo pensar que podría abandonar GG me duele. Por si les interesa saber más… aquí les dejo la nota que publiqué en mi página sobre lo que pienso y sobre la situación de Sica, y también sobre todas las cosas malas que han estado ocurriendo con el kpop este año *Lágrimas*

Canción recomendada:

BoA –Between heaven and hell.

CAPÍTULO 25: Una pérdida.

Yoochun y Jessica comenzaron a forcejear por el poder del arma, en esas hubo un disparo perdido, y fue entonces cuando el pelinegro aprovechó el descuido de la menor para quitarle al fin el arma  mientras ella caía al suelo. Sin embargo, eran tres contra uno, y uno de los criminales tomó como rehén a Junsu en medio de su desesperación por recuperar el control y liberal a la rubia.

 

En realidad debería odiarte, cuanto más te abrazo, más duele

Sin embargo cuando llegue la mañana, te voy a buscar otra vez

 

 

–¿Qué creyó, Dr. Park? –Dijo el tipejo, cuya voz ninguno de los rehenes reconoció – ¿que nos quedaríamos de brazos cruzados y que ustedes saldrían bien de todo esto?

La cara de Yoochun perdió todo color al ver cómo Junsu era apresado por el encapuchado.

–Déjenlo ir… –pidió mientras otro de los criminales ayudaba a levantar a Jessica, quien, en el impacto al caer, había resultado lastimada. –Están cometiendo un grave error, tómenme a mí en su lugar pero no le hagan daño…

–No es por usted que estamos aquí y lo sabe –refutó Jessica.

Jessica y sus secuaces habían conseguido amordazar al personal de seguridad de la primera planta y apagar las cámaras de toda la clínica. Con lo que no contaron, era con que Sooyoung y Sunny habían instalado en sus celulares una aplicación que enviaba una señal a la policía en caso de que se encontraran en peligro, un sofisticado programa que Byun Baekhyun y Park Chanyeol, los amigos de Niiummy y Changmin, habían desarrollado. Así, las inteligentes secretarias consiguieron activar la aplicación sin ser descubiertas.

 

En realidad, debería deshacerme de este amor inútil

Porque el tiempo nos va a dejar en el olvido de alguna manera

 

 

El criminal estaba dispuesto a dispararle a Junsu de una vez y por todas, pero sin importarle nada más, Yoochun saltó sobre él para que dejara ir al rubio, sin embargo, otro de los matones lo golpeó con fuerza y al dejarlo en el piso, pateó sus costillas, sacándole un quejido de dolor mientras Junsu lloraba aterrorizado, no quería que lastimaran a Park. El pelinegro que ahora estaba en el piso presa de un fuerte dolor, fue incapaz de moverse y evitar que otro de los delincuentes pisara su mano con fuerza, Yoochun lo sintió perfectamente, le había partido la muñeca…

 

Lo siento, por seguir pensando en ti, por seguir amándote

Por no ser capaz de dejarte ir, al final

 

 

–¡No! –Gritó Junsu desgarradoramente –No, por favor, no...

Justo en ese instante entró la policía, era un escuadrón completo, y fue claro que los cuatro intrusos estaban perdidos, fueron apresados rápidamente y la policía se los llevó para que fueran judicializados de inmediato. Del mismo modo Yoochun fue trasmitido al hospital más cercano, tenían que examinar cuidadosamente sus heridas.

 

Después de que lo hubiesen examinado, más como una rutina que porque él lo pidiera, Kim Junsu no tenía idea de cómo darle la mala noticia a Jaejoong, ¿Qué se suponía que le dijera? “Ah, sí, lastimaron a tu esposo, el padre de tu hijo por defenderme a mí”. No, definitivamente no le podía decir eso. Al final Sunny llamó a Changmin para explicarle lo sucedido, y él y Niiummy tuvieron que encargarse de llegar hasta la casa de Jaejoong para intentar darle la noticia con el mayor tacto que pudieron.

Obviamente al castaño le extrañó mucho verlos en su casa tan repentinamente, mucho más al ver sus expresiones serias y apenadas.

–¿Qué sucede, chicos?

Niiummy desvió la mirada, apenada y Changmin apenas carraspeó.

–Jaejoong hyung… –empezó Min, intentando hablar lo más calmadamente posible para no asustar al mayor –La verdad es que estamos aquí porque le ha ocurrido algo inesperado a Yoochun hyung y ahora está en el Hospital General de Seúl.

La expresión del mayor de los tres se desencajó.

–¡¿Qué?! ¿A qué te refieres con ‘inesperado’?

Su respiración comenzó a agitarse.

Niiummy respondió, hablando también pausadamente:

–Lo cierto es que nosotros tampoco estamos muy informados al respecto porque quien nos notificó fue Sunny y apenas y le entendimos, además tampoco entró en detalles… –meneó la cabeza.

Jaejoong se puso de pie rápidamente.

–Debo verlo ya mismo.

–Jaejoong hyung, debes tranquilizarte –pidió Changmin –por favor… –suavizó algo su tono de voz.

Confundido y aterrado, Jaejoong tuvo que movilizarse hasta dicho hospital. Durante el camino, Niiummy no dejaba de juguetear con sus pulgares nerviosamente, intentando aún calmar a Jaejoong, y Changmin sufría para poder conducir bien en medio de tanta presión. Una vez llegaron, Junsu intentó ser tan explícito como pudo para poder explicarle bien lo ocurrido.

Jaejoong no se centró demasiado en el hecho de que Yoochun se encontrara así por proteger a Junsu, su esposo era lo que le importaba. Changmin se sintió agradecido con su amigo por cuidar así del rubio y de que tanto éste último como su hijo estuvieran bien, y Niiummy se reservó sus pensamientos suspicaces, filosofando que había algo más detrás de su amistad, y que la verdadera razón para haber hecho lo que hizo no era otra que en verdad, Yoochun quería demasiado a Junsu.

Así, a todos les figuró esperar por noticias de Yoochun. Un par de horas después apareció finalmente el doctor a cargo, y su semblante no fue precisamente alentador.

 

Déjame amarte solo por un día- es la mentira que dices otra vez

Pero cuando te veo, me olvido de ello mientras te sonrío

Y me enamoro de ti otra vez

 

 

Era el doctor Zhou Mi, quien gracias a su oficio conocía bien tanto a Yoochun como a Junsu y ahora se ocupaba del caso.

–Dr. Zhou Mi –espetó rápidamente el castaño – ¿Cómo está mi esposo?

El erudito hizo gesto de preocupación y frunció los labios.

–A pesar de los golpes que recibió, ninguna de sus heridas es de gravedad, lo que sí es grave es que cuando le pisaron la mano, se le rompió la muñeca, está completamente destrozada y la única manera es a través de cirugía, sin embargo, incluso después de ésta, es posible que no pueda volver a operar, puesto que su mano no será la misma.

–¿Qué…?

Jaejoong se derrumbó en el suelo, sin saber qué hacer, y Junsu por poco se desmaya, se sentía infinitamente culpable por lo que ahora le sucedía a Yoochun, sabía que si él estaba así era por protegerlo.

 

Voy a tratar olvidarte por un día- esas son palabras que no puedo guardar

Si no te veo, me dolerá otra vez, llorare.

Pero me lo sigo prometiendo a mi misma

Estoy entre el cielo y el infierno debido a ti

 

 

Changmin y Niiummy no dudaron en tratar de consolar como podían a los Kim, quienes ahora estaban en una especie de shock.

–Lo siento… –susurró Junsu al caer en los brazos de Changmin.

–Shh, tranquilo, todo estará bien, Su… –contestó, aunque en realidad él mismo quería convencerse de que era cierto lo que decía.

–Doctor –una de las enfermeras llegó hasta ellos –el paciente acaba de despertar.

Todos se conmocionaron ante la noticia. Así, cuando a Yoochun se le explicó lo que sucedía, en medio de su desespero solo pudo exigir que fuera Junsu quien lo operara, solo con él se sentía lo suficientemente a salvo como para dejar en sus manos todo lo que representaba su propia vida.

–¿Pero Junsu está bien? –Preguntó por enésima vez – ¿en serio?

–Ya te dije que sí, Yoochun –hablaba con calma a pesar de que le exasperaba la actitud de Yoochun, pero lo entendía y era paciente –pero volviendo al tema, es una operación realmente riesgosa –remató el doctor.

–Quiero que me opere Junsu, es el único en el que confío –declaró con decisión –sin ofender –carraspeó –tú me entiendes....

–Te entiendo, pero… ¿estás seguro? –Refutó Zhou Mi.

Yoochun asintió.

–Sólo puede ser él…

Nadie perdió tiempo.

Junsu se integró al equipo médico-cirujano de aquel hospital mientras que sus amigos se limitaban a esperar.

–Lo siento, Chunnie… –Fue lo que pronunció Junsu en el quirófano mientras anestesiaban a Yoochun.

–No pasa nada, Su, lo importante es que tú estás bien… –apenas y sonrió antes de que le adormecieran el brazo entero y él mismo se empezara a quedar dormido.

Pero sin duda quien más sufría era Jaejoong, hecho un manojo de nervios, cosa que no era nada buena, mucho menos en su estado. Era el bebé que ahora crecía en su vientre el que estaba llevando la peor parte de todo, pues sentía perfectamente las angustias y los miedos de su Omma.

 

Me odio por desesperarme cuando las cosas van mal

¿Cuando fue? ¿Cuando me miraste y sonreíste?

Sonreiré para que no te des cuentas de cómo está mi corazón

Porque al final no seré capaz de darte un corazón así

 

 

Pasó cerca de una semana antes de que Park Yoochun fuera dado de alta, aun así, todavía debía recuperarse hasta que pudiera estar listo para volver a operar como antes, o al menos intentarlo.

Pero siempre fue terco y obstinado, y cuando algo se le metía en la cabeza no había poder humano que lo hiciera cambiar de opinión. Resulta que estaba decidido a volver a operar y ni siquiera habían pasado dos semanas desde su operación de muñeca realizada por Junsu. Como era de esperarse, Jaejoong se opuso por completo, no permitiría que su esposo terminara haciéndose más daño cuando ni siquiera se había recuperado. Además, era peligroso para sus propios pacientes el que los operara en ese estado.

–Es peligroso para todos y lo sabes, Yoochun.

–Estoy bien –declaró Yoochun con la intención de salir de casa –no tienes que preocuparte por mí.

–No lo creo, debes recuperarte por completo como dijo el Dr. Zhou Mi, ya te lo dije.

–Y yo ya te dije que ya me recuperé, no puedo quedarme en casa haciendo nada mientras Junsu se satura de trabajo.

Jaejoong resopló, se cruzó de brazos y frunció el ceño con evidente enojo.

–¿Entonces es por él?

–¿Qué? –Frunció el ceño.

–¿Es por Junsu que te quieres largar cuando ni siquiera te has recuperado por completo?

–¿Qué estás insinuando?

–Incluso ahora estás así por defenderlo, no me digas que no es nada.

–¿Cómo te atreves…?

–Ya déjate de idioteces, Yoochun. Mejor dime de una maldita vez cuál es tu interés en estar cerca de Junsu todo el tiempo.

–¿De qué hablas? ¡¿Te estás escuchando si quiera?!

–¡¿Qué hay de ti?! ¡¿Estás siendo consciente de tus propios actos o solo has perdido la razón por completo?! ¡¿Por qué te has propuesto hacer las cosas difíciles para mí?! ¿Por qué…?

Pero Kim Jaejoong no pudo seguir gritando desesperadamente porque de repente un fuerte dolor apareció en su vientre, dolor que parecía expandirse y agravarse rápidamente, y las piernas le temblaron al punto de caer de no ser porque Yoochun lo atrapó en el aire.

–Jae… amor…. ¿Qué te pasa? ¿Estás…?

Pero ambos se aterraron a más no poder cuando Jaejoong empezó a sangrar desde su vientre bajo.

Park Yoochun condujo como loco a través de la autopista, y bien pudo causar algún accidente por ahí pero nada le importó, no al ver que la salud de su esposo y de su hijo podría estar en riesgo. Pero cuando llegaron al hospital, los médicos y enfermeras a cargo se llevaron al rubio y dejaron a Park solo en la sala de espera, incapaz de hacer algo al respecto y con la única esperanza de que le informarían cualquier novedad.

Pasaron las horas y nadie le decía nada, no tenía idea de lo que sucedía pero estaba más que asustado, temía una y otra vez por las vidas de Jaejoong y el bebé, ¿Por qué había sangrado? Esa no era buena señal, ¿verdad?

Y después de todo no fue buena señal cuando se le informó al pelinegro que su esposo había sido remitido a cirugía.

Al fin, después de tanto esperar, Park Leeteuk apareció al final del pasillo, y en cuanto lo vio, Yoochun se puso de pie, esperando que le diera noticias del estado de su esposo. El doctor caminó lentamente hasta él, y casi que todo el trayecto miró al suelo, parecía atormentado, desanimado, triste…

 

Déjame amarte solo por un día- es la mentira que dices otra vez

Pero cuando te veo, me olvido de ello mientras te sonrío

Y me enamoro de ti otra vez

 

 

–¿Cómo están? –Se apresuró a preguntar Yoochun una vez estuvieron lo suficientemente cerca. Pero Leeteuk no le respondió: – ¡Leeteuk! –Casi que lo sacudió por el cuello de la camisa – ¡¿Cómo están mi esposo y mi hijo?!

El rubio carraspeó un poco, y sin ser capaz de enfrentar las orbes oscuras que lo escrutaban, dijo a media voz:

–No sé lo que le hiciste… pero Jaejoong tuvo una emoción muy fuerte.

Yoochun palideció.

–¿Qué…? ¿Pero está bien? ¡¿Y el bebé?!

Silencio.

–¡Leeteuk…!

–El susto que pasó hace poco por tu accidente con esos matones apenas y fue asimilable para él, pero ahora…

El doctor se detuvo de improvisto.

–¿Ahora? –Le instó a continuar.

Leeteuk suspiró con pesadez.

–Jaejoong quiere decirte algo personalmente –declaró al fin –lo siento...

El pelinegro no entendió bien la verdadera razón tras aquellas dos últimas palabras por parte del doctor, pero se concentró más en ir a ver al menor.

Uno, dos, tres…

Park Yoochun ingresó a la habitación en la que había sido recluido Jaejoong después de haber estado en el quirófano.

Allí le vio. Pálido, ojeroso, débil… Kim Jaejoong yacía recostado en una cama. Al ver a Yoochun, las dos enfermeras que allí estaban salieron, haciendo una leve reverencia ante él y mirándole algo apesadumbradas. Yoochun aun no entendía nada.

–¿Qué sucedió, Jae? –Exclamó, en cuanto quedaron a solas. – ¿Estás bien?

–Estoy bien –alcanzó a decir –pero… –de repente sintió la vista borrosa por las lágrimas que ya brotaban nuevamente de sus ojos –El bebé… –Musitó, apenas audible y con la mirada perdida –el bebé ya no está en mi vientre…

 

Voy a tratar olvidarte por un día- esas son palabras que no puedo guardar

Si no te veo, me dolerá otra vez, lloraré.

Pero me lo sigo prometiendo a mi misma

Estoy entre el cielo y el infierno debido a ti

BoA –Between heaven and hell

Notas finales:

Sí, sí, sé lo que están pensando, sé que soy muy cruel… Sé bien que este capítulo tuvo emociones difíciles e inesperadas…

Y para tratar de explicarles aunque sea un poco mejor cómo me siento, originalmente escribí una carta a mano para ustedes, pero después la trascribí y la he subido a mi página, allí les explico un poco lo que siento y les doy mis motivos al por qué de este capítulo, tómenlo como un pie de página, una segunda nota final del capítulo, y por favor léanla de principio a fin, después de todo, no es muy larga que digamos.

Aquí la nota.

Ojalá puedan hacerme saber lo que opinan y cómo se sienten.

Gracias por todo…


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