CAPÍTULO 28: Una noche juntos
Cuando Yunho y Jaejoong llegaron al bar del que el primero hablaba, la música de jazz sonaba a un volumen moderado y las personas allí solo parecían conversar y pasar un agradable momento tranquilo.
–Vamos a beber algo –Yunho tomó la mano del menor casi sin notarlo, como por instinto, y Jaejoong no opuso resistencia alguna, como si todo aquello fuera más que natural para ambos.
Se sentaron frente a la barra y ordenaron una copa de whisky para empezar la noche, que era joven para ambos. Jaejoong estaba harto de lo que estaba sucediendo con Yoochun y solo buscaba des estresarse un poco, era una suerte que Yunho estuviera ahí para él. Sin duda alguna la compañía de Jung le hacía bien, era como si a su lado pudiera olvidarse de todos y cada uno de sus problemas.
Si camino cerca, tú te das vuelta y te alejas
No te alejes de mi
Me pregunto si tu no conoces mi corazón, o lo conoces y lo sigues haciendo
El tiempo está pasando.
–Clínica O Jung Ban Hap. Park-Kim–
Yoochun y Junsu habían acabado con su última cirugía del día y se preparaban para ir a casa como al final de cada día. Estando en la oficina del mayor de los dos, Junsu se cambió la bata de cirugía por su ropa común, estaban tan acostumbrados a verse en ropa interior que le daba lo mismo. Se acercó remisamente al gran espejo presente en el lugar y miró su vientre que crecía cada vez más. Yoochun lo observó en silencio a pesar de que el rubio ni siquiera lo había notado aún. Junsu acarició su pancita, Yoochun se acercó a él lentamente y apoyó delicadamente su barbilla en el hombro ajeno, rodeándolo en sus brazos y sobresaltándolo un poco.
–Eres perfecto… –susurró casi en su oído.
Junsu no pudo evitar sonrojarse.
–Estoy gordo –contestó, mirándole a través de su reflejo en el espejo.
–Un bebé crece dentro de ti, no hay nada más hermoso que eso. Además sigues siendo tan guapo como cuando te conocí.
El más bajo no pudo evitar reír aunque aún seguía avergonzado por encontrarse así con el mayor.
–¿Tú crees?
–¡Por supuesto! –Sonrió, tan encantadoramente que Junsu no pudo evitar sentir un calor sobrecogedor en sus mejillas. Se apartó un poco miró el vientre del menor – ¿puedo tocarlo?
El rubio rió.
–Claro.
Yoochun nunca fue bueno en cuanto a bebés se refería, le daba temor ver a las Ommas con vientres ya muy grandes haciendo cosas que para él eran peligrosas, era tonto y se comportaba como un niñato frente a los embarazos, por eso nunca se convenció de que pudiera ser un buen padre, le aterraba incluso cargar un bebé. Lentamente acercó una mano al vientre de Junsu y lo empezó a acariciar como si tuviera todo el tiempo del mundo para estar ahí.
Tú, quien me dejo, tú, quien dio la vuelta
Rezo para poder atraparte*
Un día, digo, estaremos juntos
Si es que me llevas en ese entonces
–Hola, bebé… –le habló al vientre, era consciente de que los fetos eran capaces de oír y percibir todo lo que sus Ommas –soy Yoochun... –el bebé dio una fuerte patada en ese momento.
–¡¿Sentiste eso?! –Exclamó emocionado.
–¡Sí! –Yoochun se emocionó igual –Por favor crece sano y fuerte, ¿sí? Hazlo por tus papás, quienes te esperan con mucho amor.
Se quedaron mirándose fijamente, ¿Quién era el padre del bebé? Aun era un misterio para ambos. Quizás con ese “tus papás te esperan” Yoochun se refería más a él que a Changmin…
El bebé volvió a moverse, como si también pudiera estar emocionado al igual que su omma. Yoochun sonrió enternecido, y fue entonces cuando comenzó a cantar sin dejar de acariciar el vientre de Junsu.
Yo correría, volaría,
Si tu entraras a mi corazón
Entonces podría quedarme junto a ti como el agua que fluye en el río
Si tu entraras a mi corazón…
Justo en ese instante Kim Junsu se preguntó cómo habría sido su vida se hubiera casado con Yoochun en lugar de Changmin, ¿Qué habría sucedido con ese matrimonio entonces? Además, aun existía la posibilidad de que el bebé que esperaba sí fuera del hombre que ahora acariciaba su vientre con ternura, ¿Qué sucedería con ellos en adelante?
Por favor, toma mi mano
Abrázame por ahora
Tú te vas como una mariposa
Quiero mi corazón adentro
No hay que decir adiós
No puedo dejarte ir
–Bar XieXie–
–Debo ir al baño –le anunció a su acompañante después de algunas pocas copas.
–Aquí te esperaré –contestó Yunho con una encantadora sonrisa llena de seducción que casi aturde a Jaejoong, lo podía aturdir aun más que el alcohol y eso era pasarse.
El menor asintió con la cabeza y se dirigió al baño. Yunho suspiró, aun con aquella tonta sonrisa en su rostro. Siempre estuvo enamorado de Jaejoong pero éste no podía corresponderle. Sin embargo ahora las cosas parecían estar cambiando de a poco, y aunque parecía que Jaejoong se llevaría todo de él, cada una de sus sonrisas le daban una nueva ilusión a Jung.
Se giró en su butaca un poco, y se sorprendió al reconocer que Kyuhyun reía junto a otro hombre joven que él no conocía.
–¿Kyuhyun? –Lo llamó en voz alta.
Cho escuchó la voz de su primo, y aunque sorprendido, y algo avergonzado por la escena, no dudó en saludarle junto a Changmin.
–¡Primo! –Exclamó con una sonrisa –mira, él es Changmin hyung –le presentó a su acompañante –Min –se dirigió al moreno –éste es mi primo Yunho.
Los hasta ese momento desconocidos estrecharon sus manos amigablemente.
–Jung Yunho –se presentó–; un gusto.
–El gusto es mío, soy Shim Changmin.
Yunho sonrió y asintió con la cabeza.
–¿Estás solo? –Indagó Kyuhyun.
–No, en realidad no, pero luego te cuento –sonrió divertido.
Kyuhyun soltó una risita socarrona.
–Quién te viera, ¡no! –Rió.
–¡Oye! –Se quejó, sin desvanecer aun su sonrisa –tu amigo pensará cosas raras de mí.
Changmin sonrió instintivamente, como si conociera a Jung desde hacía mucho tiempo.
–No pensaría cosas malas de ti.
–¡Eso espero, eh!
Los tres rieron divertidos.
–Bueno, creo que será mejor que nos vayamos antes de que llegue tu acompañante –dijo Kyuhyun.
–Tienes razón, eso sería incómodo –Changmin meneó la cabeza.
Volvieron a reír.
–Bien, te veo luego.
–Ajá. Espero volver a verte también a ti, Changmin.
–Espero lo mismo. Hasta luego.
Si tan solo Yunho hubiese sabido que aquel hombre que acababa de conocer era el esposo de la persona con la que se acostó alguna vez por casualidad…
Tú, quien me dejo, tú, quien dio la vuelta
Rezo para poder atraparte
Yunho volvió a quedar solo, esperando a que Jaejoong regresara del baño cuando el celular de éste sonó. El castaño lo tomó con cuidado.
Si Jaejoong hubiese llegado unos minutos antes probablemente hubiese descubierto la infidelidad de Changmin con quien era su más preciado alumno…
–¿Bueno? –Dijo tomando la llamada.
–¿Quién habla? –Indagó una voz profunda del otro lado de la línea, la cual Yunho reconoció al instante.
–Ah… eres tú –viró los ojos con evidente fastidio –Park Yoochun...
–¿Jung Yunho? ¿Por qué contestas el celular de mi esposo? –Remarcó la última palabra con un tono posesivo, como si pudiera darle a entender que Jaejoong tenía dueño.
Yunho hizo una mueca de desagrado.
–Jaejoong está ocupado, deja de molestar.
–¿Qué? ¿Cómo te atreves…? –Pero no pudo seguir hablando porque el castaño del otro lado de la línea le había colgado. Apretó los puños con rabia, de verdad odiaba a Jung Yunho.
Entretanto, Yunho cortaba la llamada y sostenía el celular de Jaejoong en su mano para cuando éste llegó.
–¿Qué sucede? –Indagó Kim.
–Ah… lo siento, J… es que tu celular estaba sonando… y… –pasó incómodamente una mano tras su cuello –contesté.
–Oh, ¿en serio? –Recibió el aparato y verificó que la última llamada entrante había sido de Yoochun. Hizo un gesto de desdén –No importa –se encogió de hombros ¿Por qué no apagamos esta cosa? –Sonrió.
Yunho no podía estar más feliz de ver a Jaejoong así, como si pudiera ser un chico fresco y despreocupado del mundo, y eso le encantaba.
–Me parece una excelente idea –concordó.
Algún día, digo, estaremos juntos
Si me abrazas entonces
Yoochun estaba enfadado, pensaba llamar a Jaejoong para invitarlo a cenar pero resultaba que él estaba con Jung Yunho, ¡le parecía el colmo! Pero él no se iría solo a casa, mucho menos cuando Junsu también estaba ahí. Lo alcanzó antes de que llegara al aparcamiento por su auto y le propuso cenar con él, el menor vaciló un poco.
–Está bien –aceptó al fin el rubio –después de todo Changmin no parece estar en casa aun.
–Excelente –sonrió seductor.
Y como el caballero que era, Yoochun no dudó en abrirle la portezuela del auto a su amigo y ambos se dirigieron al que siempre fue restaurante favorito de ambos, sin preocuparse por nada más.
Es que en el fondo se amaban pero ninguno de los dos era capaz de aceptarlo y luchar por aquel amor. Esa noche, en la que sus respectivos esposos se encontraban junto a otra persona, decidieron dedicarse un tiempo juntos, solo los dos, disfrutando de la dulce compañía del otro como una pareja de casados normal que ahora esperaba un hijo.
Yo correría, volaría,
Si tu entraras a mi corazón
Entonces podría quedarme junto a ti como el agua que fluye en el río
Si tu entraras a mi corazón
Y es que definitivamente Shim Changmin no llegaría a casa esa noche. Pues después de las copas que había estado bebiendo con Cho Kyuhyun, ninguno de los razonó demasiado y ahora se hallaban en una habitación de hotel, recorriendo el lugar entre besos y caricias anhelantes y deseosas.
–¿Serás mío una vez más? –Indagó Changmin sobre los labios del menor.
–Jamás dejé de ser tuyo –contestó con voz profunda –simplemente no puedo dejar de amarte, Changmin.
Y es que aunque no lo demostrara y se tragara todo su dolor él solo, Kyuhyun sufría mucho por causa de aquel amor sin remedio que no tenía sentido.
Por otro lado, el moreno sintió cómo algo en su interior se sacudía, ahora sabía que él también estaba enamorado de Kyuhyun, ¿pero qué debía hacer al respecto si ahora su esposo ahora esperaba un hijo que creía suyo? Incluso aunque antes pudo simplemente divorciarse de Junsu, ahora no podría, no dejaría a su hijo sin padre.
Ya no lo pensó demasiado, sino que devoró los labios del rubio sin dejarle pensar en nada más tampoco, llevándolos a ambos a una dimensión de placer y amor solo para los dos.
Después de tanto tiempo volvían a ser uno, volvían a fundirse en el cuerpo del otro, haciendo suyo al otro, absorbiéndole lentamente.
¿Volverían a su aventura de antes?
Las cosas estaban destinadas a cambiar para siempre.
Tú, quien sacudió demasiado mi corazón
Tú sabes que no me puedo ir
Mírame, no dejes ir
Las dos manos que están tomadas ahora.
Si tu entraras a mi corazón.
MBLAQ –If you come into my heart