Capítulo 2
Ahí tenía a tres hombres mirándolo fijamente, de diferente manera cada uno, el primero no paraba de mirarlo de pies a pechos, porque nunca llegaba a la cabeza, el segundo, casi igual que el primero pero juraría que sus pensamientos era aún más pervertidos deteniéndose a mirar mejor sus pechos y caderas y el último lo recorría seriamente con la mirada, aunque sabía que nunca lo miraría con lujuria como el otro par, en su cara solo podía ver reflejada una gran preocupación.
-Naruto-habló primero calmadamente -¡Deja de verme los pechos!-pensó que con ese tono de voz, lograría que su mejor amigo dejara de verlo de esa manera, pero se equivoco.
-No-dijo como si nada Naruto y siguió mirando.
-Naruto-se puso de pie y camino hacia él, lo tomó de la barbilla, obligándolo a mirar su rostro -¡mis ojos están aquí!-señaló con la mano libre sus ojos.
-Ya los he visto muchas veces-le contestó Naruto molestó y con un manotazo quiso su mano, para postrar de nuevo sus ojos en el mismo.
-¿De qué color sin mis ojos?-
-Se ven negros, pero en realidad son marrones-Naruto no quitaba la vista de los pechos de Sasuke, es como si estuviera hipnotizado – bastante oscuros debería decir apenas y se te distingue el iris y el izquierdo y ligeramente más claro pero solo se nota con el sol.
No solamente Sasuke se quedó mirando a Naruto, también Kakashi e Itachi voltearon a verlo extrañados- bueno, parece que a Naruto le salió lo gay-dijo en esos momentos Kakashi.
-¡No soy gay!-bingo, ahí estaba la manera de hacer que Naruto dejará de verlo –pero como quieres que no sepa de qué color son sus ojos, cuando la mitad del tiempo se la pasa amenazándome con ellos, así que sí, los he visto muchas veces-se defendió de aquel comentario, pero por lo visto no había convencido a ninguno.
-¿De verdad uno de tus ojos es más claro Sasuke?-le preguntó Itachi.
-Sí…-contestó cansado –pero solo se nota cuando…ya lo dijo Naruto-
-Pero qué linda te ves sonrojada-dijo Kakashi al ver como las mejillas de Sasuke habían cambiado de color y justo en ese momento fue cuando Naruto por fin la mira a la cara, sentía que estaba poniéndose más roja así que tomo una almohada y se las lanzó a ambos.
-¡Quieren dejar de mirarme!-les exigió, pero dudaba mucho que eso ayudará un poco a su situación -¡Itachi!-pidió ayuda a su hermano, era el único en el que podía confiar en esos momentos.
-Naruto, Kakashi salgan a dar una vuelta necesito hablar con mi hermana, digo hermano-ambos hombres se molestaron ante la petición pero salieron, la verdad era que Itachi era una persona de temer cuando se molestaba. Cuando ambos salieron del apartamento Itachi volvió a mirar hacia donde estaba su hermano –date un baño, iremos a comprarte ropa, que con esa solo le provocarás un infarto a Naruto si se te cae con solo caminar-
Sasuke lo barrió con los ojos, pero le hizo caso. Camino hacia el baño, no le gustaba nada de lo que estaba pasando, espera que Itachi llegará y le dijera “no te preocupes Sasuke, aquí está tu medicina, se hombre de nuevo”, pero obviamente eso no pasó, al final su hermano estaba tan perdido como todos, sobre aquella situación de Sasuke.
Nunca había sido de las personas que tardaban en darse un baño, pero ahora con su nueva anatomía no puedo evitar explorarla un poco y perder el tiempo en ellos –Sasuke, más te vale que te apures antes de que regresen esos dos-lo amenazó Itachi y cerró la regadera.
Tuvo que vestirse con un pants, pues como era lo único que tenía un cordón, logró ajustar la prenda para que no se le cayera, pero aún así se sentía incómodo, sobre todo de la parte de arriba y de los pies, sus tenis le quedaban enormes.
En cuanto encontró algo de su talla en una tienda, Itachi lo hizo meterse al baño y cambiarse inmediatamente, cuando salió debía de aceptar que se sentía más cómodo y al parecer su hermano igual, quien se relajó al instante en que lo vio vestido con ropa de chica –Bien, Sasuke ahora a comprarte más ropa-
-Itachi-le dijo mientras caminaban- ¿crees que esto durará más tiempo, seguro que no se debe a un cambio hormonal?-preguntó esperanzado.
-Sasuke, las hormonas no te hacen cambiar completamente de sexo, que yo sepa ya no tienes pene- lo último lo dijo casi como un susurro.
-No ya no tengo, y es muy incómodo por cierto, pero de verdad no crees que sea una enfermedad-
-Lo dudo mucho Sasuke, y si así lo fuera sería nueva, pero esto realmente parece como si fuera magia-
-¿Crees que en esas tonterías?-
-Las verdad es que no lo hacía, pero después de verte esta mañana ya no se qué pensar-
Volvieron al apartamento de Sasuke y Naruto como a eso de las ocho de la noche, Kakashi ya se había ido y Naruto estaba sentado viendo televisión como era de esperarse. Itachi se despidió de él, prometiéndole que volvería al siguiente día y lo mejor era que se relajara –ten cuidado con Naruto-le dijo mirando de reojo al chico que no despagaba sus ojos de la tele.
-No te preocupes, no creo que haga nada-dijo para tranquilizar a su hermano, quien después de esto se fue dejándolo solo con ese pervertido sentado en el sofá.
Se fue a sentar junto a Naruto, esperaba que al estar este entretenido no tuviera que soportar el que no le quitara la mirada encima.
-¿Cómo estuvo tu día de compras Sasuki?-le preguntó Naruto.
-¿Cómo me llamaste?-
-Sa-su-ki- supo perfectamente que Naruto estaba retándolo y más con semejante nombre- será mejor que no me vuelvas a llamar de esa manera Naruto.
-Pues no puedo evitarlo, ya no eres Sasuke, ahora eres Sasuki-
-¡Soy Sasuke!-
-Bueno sí, pero con cuerpo de chica, además mientras estés en ese cuerpo, lo mejor será que lleves un nombre femenino, Sasuki me gusta-
-¡No te pedí tu opinión y no usaré ese ridículo nombre!-Naruto pudo ver claramente que el carácter de Sasuke seguía siendo el mismo, se enojaba con facilidad, así que se preguntó cómo sería su amigo cuando estuviera en sus días, tal vez se largaría de la casa y lo dejaría solo.
-Ya cálmate Sasuke, solo era una opción, no es para que te pongas como siempre, ni que hubiera tirado tu libro de En llamas a la basura-
-¿No lo hiciste cierto?-
-No-
-¡Párate!-le ordenó de pronto a Naruto quien solo la miró sin intenciones de hacer lo que le había dicho.
-Ahora que-se quejó su amigo, estaba casando como para soportar a Sasuke dándole ordenes.
-Vendrás conmigo, después de todo tu tuviste la culpa-lo tomó de la muñeca y jaló. Le costó trabajo lograr que se levantará, siendo una mujer tenía menos fuerza, eso sería una desventaja.
-¿A dónde vamos?-le exigió Naruto y se quedó parado en medio de la sala, Sasuke intentó moverlo pero era inútil ahora Naruto tenía más fuerza.
-Iremos con el tipo que me llevaste a noche, estoy seguro que el debe de saber algo, el me hizo esto-
-Voy con una condición-le dijo muy digno el rubio.
-¿Qué cosa?-
-Acuéstate conmigo-dicho esto Sasuke le lanzó la misma mirada que le lanzaba a Naruto cuando este hacía algo malo, esperaba que al menos le sirviera en esas situaciones, porque sabía perfectamente el rubio que se estaba propasando.
-Sí me acuesto con alguien, será con Jennifer Lawrence, no contigo-
-Yuri-dijo Naruto con una gran sonrisa-me gusta, ¿crees que podría verlas mientras lo hacen?-
-Vete al diablo-lo soltó de la muñeca y salió de la casa, Naruto era imposible de tratar en aquellos momentos.
-¡Sasuke!-le gritó con la esperanza de que no se fuera, pero todo fue en vano, así que no le quedó otra que salir detrás de él.
Por suerte Sasuke había caminado poco, así que lo encontró solo a dos casas del edificio donde vivían –Sasuke espérame- tuvo que correr como lo había hecho varias veces detrás del moreno, sabía que era fácil sacar de sus casillas a su amigo pero no podía negar que le divertía mucho.
Logró alcanzar el ritmo de Sasuke, debía de estar muy molesto, pues en cuanto estuvo a su lado no dijo ni una palabra, ni siquiera lo maldijo como lo hacía siempre, no supo si debía de temer a eso –lo siento solo fue una broma- pero Sasuke no dijo nada siguió caminando hasta que llegaron a la casa en la que habían estado hace algunos días.
Sasuke tocó fuertemente la puerta, se notaba su desesperación, pero Naruto no podía culparlo, tardaron bastante en abrirles, sin embargo no lo hizo la misma persona que les abrió aquel día, ahora se trataba de una mujer rubia, ojos cafés y un gran busto, volteó a ver a Sasuke y se encontró con la misma persona malhumorada.
-¿Se te ofrece algo muchacha?- le preguntó la señora.
-La mujer que lee el tarot, ¿dónde está?- preguntó Sasuke intentando ocultar su desesperación.
-¿Mujer, tarot? , no sé de quién hablas chica-
-¡Claro que sí, hace unos días venimos a que nos leyeran las cartas a esta casa una mujer horrorosa, por cierto, no hizo ese estúpido favor, ¿quiero saber dónde está?-
-Oh ya claro, Orochimaru, no es una mujer es un hombre, un travestí mejor dicho, pero el ya no está se fue-
-¿Cómo que se fue?-
Naruto se acercó a Sasuke y lo tomó de la muñeca, sabía que en cualquier momento su amigo podría lanzar un golpe, el moreno intentó soltarse pero no lo consiguió.
-Verá señora, mi amigo, amiga al parecer fue maldecida por ese tal Orochimaru-
-¿Maldecida?-la mujer echó los ojos hacia atrás –no puede ser pasen-
Ambos entraron a la casa, al parecer eso calmó un poco a Sasuke, aún así Naruto no dejaba de sostenerle la muñeca, se sentaron en un sillón y esperaron a que la mujer hiciera lo mismo.
-Muy bien, díganme porque dices que tu amiga fue maldecida, yo la veo muy bien-dijo la mujer.
-Esa es la cosa no es amiga, es amigo, el era hombre hasta hace unas horas-le respondió Naruto.
La mujer maldijo por lo bajo, por lo que Sasuke supuso que ese tipo había hecho varias de ese tipo de cosas antes.
-¿Dime que no tocaste su bola de cristal?-le preguntó la mujer a Sasuke.
-Sí lo hizo y la aventó-respondió Naruto por su amigo.
-Ay chica, perdón chico, no sabes en la que te metiste-
-¡Ya dígamelo de una vez, se que usted sabe algo!-
-Tranquilo, veo que tienes un pésimo carácter. Verás Orochimaru en efecto te maldijo, no debiste tocar su bola de cristal, nadie la puede tocar-
-¿Por qué me convirtió en mujer?- preguntó desesperado Sasuke a la mujer.
-Eso lamentablemente no puedo respondértelo, cuando él hace este tipo de cosas, solo él sabe porque lanza un determinado malefició contra alguien, tal vez quería que aprendieras una lección, no se-
-¿Dónde puede encontrarlo?-
-No puedes-
¡Qué!-gritaron al mismo tiempo tanto Naruto como Sasuke.
-Lo siento chico pero así es Orochimaru, el va de un lugar a otro, cuando lanza un maldición el desaparece y no se vuelve a saber de él, hasta que él lo decida-
-¿Me está diciendo-Sasuke ya se había puesto de pie- que me quedaré de esta manera para siempre, solo porque su amigo es un idiota?-
-No creo que te quedes así de esa manera-trato de decirlo de una manera en que el chico o chica que estaba frente a ella se calmara- las maldiciones se rompen, bueno a veces-
-¿Cómo que a veces?-Sasuke había dado un paso enfrente, Naruto temía porque se le lanzará encima en cualquier momento a la señora que los estaba atendiendo, así que se paró y de nuevo lo tomó de la muñeca.
-Lo siento chico, hay veces en las maldiciones que el lanza se rompen, así nada más, otras son para toda la vida, pero te puedo decir algo, a pesar de ser maldiciones, siempre tienen una finalidad y es ayudar a la víctima, así que relájate-
-¡¿Quiere que me relaje?, cuando ayer era un hombre y ahora soy una chica, cuando mi mejor amigo no dejaba de mirarme con ganas quitarme la ropa en cuanto me ve, en serio quiere que este calmada!-
-Lo siento muchacho, pero no hay de otra, como te digo Orochimaru desaparezca y no vuelve a aparecer hasta que él lo decida y punto-
-¡Pues que…-Naruto le tapó la boca con una mano.
-Gracias por consideración-le dijo Naruto a la mujer –perdón por las molestias ya nos vamos. Y así se llevó a Sasuke hasta sacarlo de aquella casa. En cuanto soltó al moreno, como era de esperarse este comenzó a caminar rápidamente para volver a su casa.
-Lo siento-fue lo único que le dijo Naruto a Sasuke para intentar calmarlo –se que fue mi culpa, pero solo quería divertirme un rato, no creía que de verdad el tipo ese fuera un mago o algo así, entenderé si no quieres volver a verme-
Sasuke se volteó de golpe, pensó que le soltaría un puñetazo, pero no, permaneció con los brazos cruzados, mirándolo fijamente –lo único que quiero, es que dejes de mirarme como un pedazo de carne-
-De acuerdo-dijo Naruto bajando la mirada.
-Además necesito un chofer-
-¿Para qué?-ahí estaba, ya sabía que Sasuke no era de los que se quedaba tranquilos cuando les hacían algo, siempre encontraba la manera de vengarse.
-Primero no tengo permiso de conducir, ya que el mío tiene la foto de un hombre no la de una mujer, segundo mañana me llevarás a buscar a todos los magos o lectores de tarot lo que sea de todo Japón, entendido, debe de haber uno de esos farsantes que puede arreglarme-
-De acuerdo-dijo de mala gana.
-Y otra cosa-
-¿Qué?-
-Necesito hables con tu amigo Gaara-
-¿Para qué lo quieres?-
-El te sacaba tus identificaciones falsas cuando tenías 16, bueno ahora necesito que me saqué unas a mí-
-Está bien, en cuanto lleguemos a la casa le marcaré-
-Bien-
De ahí en adelante no se dirigieron la palabra para nada, Naruto ahora se sentía culpable, al inicio no, pero ahora que sabía que de verdad ese tipo era quien le había mandado la maldición a su amigo se arrepentía de haberlo obligado a ir a esa casa aquella noche, de no haberlo hecho todo hubiera seguido como antes, aunque algo lo intrigaba, la mujer había dicho que ese hombre a pesar de lanzar maldiciones lo hacía por alguna razón, así que cual era la razón de haber convertido a Sasuke en una mujer, no podía responderse tal interrogante, ya que, Sasuke nunca había sido femenino ni nada y no trataba mal a las mujeres, solo se alejaba de ellas pero no lo culpaba porque siempre estaban encima de él. Lo único que rogaba por ahora es que alguien de verdad logrará que su amigo fuera el de siempre, antes de él acabara volviéndose loco.