Parecía que toda la escuela sabía que Kyungsoo y Jongin estaban saliendo cuando el lunes llegó. Incluso algunos de los maestros se detuvieron para mirar mientras los dos caminaban a clase juntos, tomados de la mano disimuladamente entre sus mochilas.
"No dejes que te afecte", dijo Jongin, dándole a la mano de su novio un breve apretón. "No importa lo que piensen."
"Lo sé" respondió Kyungsoo, pareciendo mucho más tranquilo de lo que sentía. Él se retorcía debajo de todas las miradas burlonas, y más a menudo aún, miradas celosas.
Se detuvieron frente a la clase de Kyungsoo y se quedaron allí, sin ganas de separarse. "Mensaje SMS entre las clases", dijo Jongin en voz baja, sin soltar la mano de Kyungsoo.
Kyungsoo rodó los ojos divertido. "Lo haré. Ve a clase antes de que llegues tarde".
"Está bien, está bien," se rió Jongin. Se inclinó y castamente rozó sus labios antes de dar a su mano un último apretón y soltarlo.
"Que tengas un buen día." Hizo un gesto y se alejó por el pasillo.
Todos sus compañeros lo miraron al entrar en el salón de clases, pero era más fácil que hacer frente a las decenas de estudiantes curiosos en el pasillo. Mantuvo la cabeza alta y se dirigió a su escritorio, agradecido de que estaba cerca de la puerta.
Junmyeon le dedicó una sonrisa simpática. "¿Cómo te va?" Era obvio a lo que él se refería, pero era demasiado educado para expresarlo en voz alta.
"Va bien", respondió Kyungsoo, hiperconsciente del hecho de que toda la clase se esforzaba para oír su conversación tranquila. "Espero que toda esta atención que tengo encima acabe después de unos pocos días."
"Estoy seguro de que lo hará," Junmyeon le aseguró.
Kyungsoo casi le creyó. Casi. Hasta que entró en la cafetería para el almuerzo.
Antes, Kyungsoo era sólo otra cara en el mar de los estudiantes. En realidad, nadie sabía quién era él, pasaba su día discretamente, sin llamar la atención. Ahora parecía que no había una sola persona que no conocía su nombre y su rostro. Al segundo que entró en la cafetería, parecía que todos los ojos se fijaron en él. Incluso aquellos que no lo odiaban por robarles el dios del sexo de Seonbi tenían curiosidad.
Parecía llevar un excepcionalmente largo tiempo conseguir su comida de ese día, y cuando finalmente lo pagó él se dirigió derecho a su mesa de siempre en la esquina. Chanyeol y Baekhyun ya estaban allí, junto con Jina. Él dejó escapar un suspiro de alivio cuando se deslizó en una silla vacía al lado Chanyeol.
Baekhyun le dirigió una mirada compasiva. "¿Un día duro?"
"Ugh, ¡simplemente no dejan de mirar!" Kyungsoo gimió en voz baja para que los que se sientan en las mesas cercanas no oyeran. "¿Por qué es tan importante para todo el mundo? ¡Pensé que había otros chicos gay aquí! "
"No es porque eres gay, tonto," Chanyeol rió, con los dedos unidos con Jina por debajo de la mesa. "Es porque estás saliendo con Jongin."
La persona en cuestión llegó a la mesa en ese momento, y parecía que toda la cafetería se quedó en silencio para ver qué pasaba. "Hola chicos" sonrió, inclinándose hacia abajo y besar a su novio en los labios antes de deslizarse en el asiento junto a él, llenando efectivamente todas las sillas en la mesa.
"En cierto te odio en este momento" Kyungsoo gruñó, empujando su comida alrededor con su plato a medias.
Jongin fingió un puchero. "¿Ha sido tan malo?"
Kyungsoo tuvo que apartar la mirada de la forma en que el labio inferior de Jongin sobresalía hacia él, sintiendo la tensión familiar en sus pantalones que siempre parecía acompañar a su novio, que era demasiado jodidamente sexy para su propio bien. "Me las arreglaré".
"Podemos salir de aquí esta noche si quieres" Jongin ofreció, con la mano dejándola descansar suavemente sobre la rodilla de Kyungsoo debajo de la mesa.
"Channie y yo vamos a ver una película esta noche" ofreció Jina. "Ustedes dos se nos podrían unir. Podríamos ir a una cita doble". Sólo Kyungsoo parecía ver la forma en la que la sonrisa de Baekhyun se hizo tensa.
Jongin dio un apretón en la rodilla. "¿Qué pasa con eso? ¿Qué te parece?"
"No lo sé", Kyungsoo se encogió de hombros, todavía empujando su comida alrededor sin comerla. "Creo que prefiero quedarme en casa y ver una película o algo así. Es una molestia salir con todo el mundo entrometiéndose en este momento".
Así que, después de salir de clase, Kyungsoo fue directamente a su habitación. Él no quería enfrentarse a la cafetería de nuevo, por lo que había decidido utilizar sólo la cocina de su piso para hacer algo rápido y fácil para él y su novio. Jongin estaba allí cuando él llegó, y estaba quitándose la chaqueta y aflojando la corbata.
Se detuvo inmediatamente, aunque la corbata todavía colgaba alrededor de su cuello y agarró la cara de Kyungsoo en sus manos, devorando los labios del otro. Kyungsoo jadeaba cuando finalmente se retiró. "Q-¿qué fue eso?" Tartamudeó.
Jongin sonrió. "Te extrañé."
Kyungsoo se sonrojó, como siempre lo hacía cuando su novio decía cosas embarazosas como esa. "Tengo hambre". Él se encogió para salir de los brazos de Jongin. "¿Tienes hambre?"
"Tengo hambre de ti" Jongin ronroneó, presionando besos suaves contra el cuello sensible del mayor.
Le tomó toda su fuerza de voluntad a Kyungsoo para empujar al chico más alto y mantener distancia. "J-Jongin," jadeó con sus mejillas rojas.
"Lo sé, lo sé", suspiró el joven con una sonrisa exasperada. "Manos a mí mismo. Ya lo tengo. ¿Necesitas ayuda para preparar la cena?"
Kyungsoo se sintió un poco culpable - bien, muy culpable- cuando se puso a hacer sus famosos espaguetis para los dos. Sabía que Jongin estaba haciendo un gran sacrificio por él. Realmente apreciaba que lo hiciera. Pero él no estaba seguro de si estaba listo para dar el siguiente paso. No quería hacerlo si no se sentía seguro.
Jongin entró en la cocina distrayéndolo de nuevo. Estaban sólo ellos dos ya que muy pocos estudiantes utilizan realmente las cocinas de los dormitorios. "¿Te puedo ayudar en algo?" ofreció dulce, llegando a colocarse detrás de su novio, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Kyungsoo.
Kyungsoo inadvertidamente se recostó en el abrazo cálido de Jongin, descansando brevemente su cabeza en el hombro del otro. "No, todo lo que realmente tengo que hacer es dejar que esto hierva a fuego lento durante un rato."
"¿Es así?" Preguntó Jongin, presionando más ligeros y tiernos besos sobre la piel caliente del mayor. Hizo una pausa. "¿Cómo lo llevas?"
Kyungsoo no tuvo que preguntar para saber de lo que estaba hablando. "Estoy bien", murmuró, y esperaba que fuera cierto.
El agarre de Jongin en su cintura se hizo más firme, como si supiera lo que estaba pensando Kyungsoo. "Todo este chisme se apagará pronto, ya sabes."
Kyungsoo se dio la vuelta para que se enfrentaran entre sí, con los brazos dejándolos caer alrededor del cuello del chico más alto. "¿Me lo prometes?"
Jongin conectó sus labios tiernamente, una suave presión. "Por supuesto."
El mayor abrió los labios para que su novio pudiera profundizar el beso, explorando su cavidad húmeda con la lengua. Los dedos de Kyungsoo se enredaron en el cabello sedoso del más alto, y el apretón de Jongin en su cintura era lo suficientemente fuerte que incluso podría dejarle contusiones notorias el día de mañana.
Esa era la forma en que se encontraban cuando la puerta se abrió de nuevo. Kyungsoo saltó hacia atrás a la vez, mirando con aire de culpabilidad al chico que se había detenido en la puerta. Era un chico Kyungsoo había visto en el dormitorio un par de veces, aunque no sabía su nombre. El muchacho se había congelado con un paquete de ramen en la mano, mirando de Kyungsoo a Jongin y de nuevo con un rubor avergonzado.
"A-ah lo siento", murmuró, volviendo a salir.
"Oh, no nos importa", dijo Jongin, sonriendo perezosamente y liberando a Kyungsoo con un último apretón. "Ya me iba de todos modos."
Kyungsoo quería asesinar a su novio por escapar dejándolo a él hacer frente a la situación incómoda, pero Jongin sólo guiñó un ojo y salió. Kyungsoo se quedó con el niño que lo observaba torpemente.
Después de un minuto, el chico llevó su ramen y su olla a otra estufa y se puso a hacer él mismo su comida barata. Echó un vistazo por encima del hombro con frecuencia para mirar a Kyungsoo. Cuando Kyungsoo lo sorprendió mirando fijamente, le espetó: "¿Así que estás realmente saliendo con Kim Jongin?"
Kyungsoo se negó a mirar hacia otro lado. "Sí" dijo desafiante, con el rubor delator en sus mejillas.
El muchacho casi hizo un puchero. "Tienes suerte."
"Lo sé," respondió Kyungsoo, ya que, por lo menos, era la verdad.