A pesar de lo desesperado que estaba Junmyeon, Zitao estaba relajado y tranquilo. No había prisa, no había necesidad de hacer las cosas con más rapidez. Parecía disfrutar a fondo simplemente besando a Junmyeon, de vez en cuando rodaba sus caderas como si quisiera burlarse del mayor con la fricción.
Junmyeon no había tenido mucho contacto con otra persona desde que él y su último novio rompieron hace un año, por lo que estaba destrozado incluso con estas acciones simples. Quería decirle a Zitao que se diera prisa, rogarle si era necesario, pero cada vez que abría la boca para decir algo, el joven le estaba besando otra vez y todo pensamiento coherente se deslizaba de su mente.
Después de lo que parecieron horas - a pesar de que eran probablemente sólo unos pocos minutos – las manos de Zitao cayeron del rostro de Junmyeon a su cintura. Las dejó descansar allí por un tiempo, empujando hacia arriba el tejido de la camiseta del mayor y frotando círculos calmantes en sus caderas prominentes con sus pulgares callosos. Aunque era pequeño el contacto de piel con piel, envió sacudidas de electricidad por la columna de Junmyeon y él se estremeció con anticipación.
Agarrando el dobladillo de la camiseta de Junmyeon, Zitao lentamente la sacó sobre la cabeza del mayor, revelando un pecho liso, lechoso. Dejó que sus labios se arrastran expertamente hacia debajo de la mandíbula de Junmyeon, por el cuello, a través de las clavículas lisas. Él chupó, pero nunca lo suficiente como para dejar marcas.
"¿Por qué llevas más ropa que yo?" Junmyeon jadeó, tirando de la camiseta que Zitao llevaba. "Eso no parece justo, ¿verdad?"
Zitao rió de nuevo, pero se echó hacia atrás lo suficiente como para permitir que Junmyeon quitara su camisa. El mayor tragó saliva cuando la camisa se había ido. Él sabía que Zitao era musculoso, pero no se había imaginado cuánto. Se sentía extrañamente inadecuado junto a tal perfección divina.
El joven pareció notar su repentina vacilación. "¿Qué pasa?", Preguntó, su cara mostraba una preocupación genuina.
"¡Eres tan caliente!" Junmyeon soltó sin pensar.
Zitao rió y Junmyeon se sonrojó. "Bueno, gracias", murmuró y sus labios retomaron su exploración meticulosa del pecho expuesto delante de él. "Estás muy bueno también."
Junmyeon se burló. "Por favor. No tienes que mentirme".
Zitao se echó hacia atrás para darle una mirada cómica ofendido. "Yo soy chino, hyung. Nosotros no mentimos".
Junmyeon no pudo evitar reír también. Zitao era increíblemente hábil ayudándole a relajarse, de liberarse de las inseguridades que lo plagaban. "Gracias", murmuró, permitiendo que sus ojos se cierren de nuevo cuando esos benditos labios se abrieron camino.
De repente se encontró a sí mismo de espalda en la cama, Zitao cernido sobre él. Se había movido tan rápido, levantado Junmyeon tan fácilmente, que atrapó al mayor completamente por sorpresa. Zitao le dio sonrisa infantilmente linda mezclada con algo más oscuro, la lujuria brilló. "Tú eres uno de los chicos más guapos de la escuela, hyung," dijo honestamente, capturando los labios hinchados de Junmyeon de nuevo mientras su mano libre vino a deshacer expertamente el botón y cremallera en los pantalones vaqueros del mayor. "Todo el mundo lo sabe."
"No todo el mundo", respondió secamente Junmyeon, pero él estaba distraído con algo más grande, la mano caliente de Zitao lo rozó a través de la mezclilla rígida de sus vaqueros. Él gimió; nunca había sido tocado como lo hizo ahora.
Zitao continuó con su palma a través de los pantalones, poniendo cada vez más presión en la entrepierna de Junmyeon. "No pienses en Kyungsoo y Jongin-ssi," Zitao aconsejó en voz baja, observando cada cambio de expresión necesitada de Junmyeon. "Vas a encontrar a alguien que te mire de esa manera pronto, hyung. Estoy seguro de ello".
Junmyeon quería responder, quería darle las gracias y pedirle otras cosas, pero Zitao eligió ese momento para dar un tirón hacia debajo de los pantalones vaqueros y la ropa interior de Junmyeon, dejándolo completamente desnudo. Era casi vergonzoso lo duro que estaba, ya goteando antes, pero su mente estaba demasiado nublada para funcionar adecuadamente en el momento.
Zitao sonrió antes de bajar la cabeza y tomar el miembro de Junmyeon en la boca. Junmyeon gritó por el húmedo calor repentino que lo envolvió, sus caderas empujaron hacia arriba automáticamente. Zitao se retiró inmediatamente, con arcadas.
"¡Lo siento mucho!", Exclamó, apoyándose sobre los codos para mirar al chico con la cara roja entre sus piernas. "¡Yo-yo no quería!"
"Está bien", le aseguró Zitao con una pequeña sonrisa, limpiándose la saliva de la barbilla. Él se sonrojó un poco tímidamente. "Esta es la primera vez que he dado una, así que no estoy muy experimentado con ello."
Junmyeon lo miró boquiabierto. "Estás jugando conmigo"
El más joven se echó a reír de nuevo. "Ya te lo dije, hyung, soy chino. Nosotros no mentimos".
"Pero pareces tan... experimentado..."
Una vez más, Zitao rió. "Puede parecer así, pero no lo soy. Sólo he tenido un novio antes, y yo nunca se lo hice".
Ahora Junmyeon se sintió repentinamente culpable. "Mira, si realmente eres inexperto con este tipo de cosas, yo no quiero ser el que te corrompa. Nosotros sólo podemos detenernos y!" Él fue sorprendido con como Zitao tragó de nuevo, una gran mano agarrando la base de su miembro palpitante.
Él sonrió hacia el mayor. "¿Qué estabas diciendo?", Bromeó. "Yo no quiero parar, hyung. Quiero que te sientas bien".
Junmyeon gimió y se dejó caer sobre las almohadas de nuevo. ¿Cómo podía decir que no a estas alturas? Así que cerró los ojos y dejó que la cálida boca de Zitao lo llevara al borde de la locura.
Entonces él se retiró.
Cuando Junmyeon abrió los ojos para mirar al joven, se encontró con los ojos de Zitao mientras se despojaba de sus jeans y todo pensamiento coherente escapó otra vez. Por un lado, Zitao era un dios. Él era todos músculos vigorosos y piel bronceada, era como un atleta. Por otro lado, la tenía grande. Junmyeon nunca había estado con alguien tan grande.
"¿Qué pasa?" Zitao preguntó con una pequeña sonrisa mientras buscaba algo para usar como lubricante.
La boca de Junmyeon se sintió excesivamente seca mientras observaba a Zitao encontrar una botella medio usado de lubricante en el cajón del escritorio de Jinki. "E-eres realmente intimidante", admitió, con voz seca y ronca.
Zitao ladró otra risa, cubriendo tres dedos liberalmente antes de reunirse con Junmyeon en su cama. "Voy a ser suave, te lo prometo" dijo en voz baja. "O, si prefieres hacerlo tú, no me importaría."
Junmyeon lo pensó alrededor de la mitad de un segundo, pero luego negó con la cabeza. "No me gusta", admitió.
"Voy a ser suave," Zitao prometió una vez más, abrió las piernas de Junmyeon aún más y arrastrando los dedos por la hendidura del mayor. Junmyeon tensó cuando sintió la punta de los dedos de Zitao arrastrándose alrededor de su entrada arrugada. "Relax, hyung," susurró Zitao, acariciando suavemente a Junmyeon con sus dedos.
Junmyeon lo intentó. Cerrando los ojos, trató de concentrarse en el placer que la mano de Zitao le estaba dando. Era difícil, sin embargo, cuando pensaba en lo bien dotado que estaba el menor, y por cuánto tiempo había pasado desde que alguien había entrado en él.
Por suerte para él, Zitao era la persona más dulce con la que jamás había tenido relaciones íntimas. Él no se vio afectado por el tiempo que le tomó a Junmyeon para relajarse, aparentemente inagotable. Eventualmente, sin embargo, las respiraciones jadeantes de Junmyeon de ansiedad se convirtieron en gemidos bajos de anticipación, y finalmente Zitao deslizó su dedo índice.
Como todo lo demás acerca de él, las manos de Zitao eran grandes. Su largo dedo fue prácticamente absorbido por el calor del Junmyeon y casi de inmediato encontró la próstata de Junmyeon. El mayor estaba llorando de placer puro y hasta ahora sólo tenía un dedo dentro. Entre más ansioso, más fácil era para Zitao prepararlo. Cada dedo adicional provocó una mueca de dolor, pero pronto Zitao estaba trabajando tres dedos dentro y fuera de él a un ritmo rápido.
"¿Estás listo, hyung?" Zitao jadeó, sonando casi tan destrozado como Junmyeon.
Junmyeon quería decirle que sí, pero no le salían palabras por lo que él simplemente asintió y luego sintió la punta de Zitao presionado contra su entrada estirada.
Al igual que con todo lo demás, Zitao fue lentamente empujando mientras el mayor se retorcía bajo él. Empujó centímetro a centímetro hasta que fue completamente enfundado dentro de Junmyeon, ambos cubiertos en una fina capa de sudor.
"Mierda", Junmyeon jadeó, y eran raras las veces en que él maldecía. "¡T-te sientes t-tan bien, Zitao-Yah!"
Zitao se inclinó para capturar sus labios, sin darse cuenta que presionaba contra su próstata mientras lo hacía. "T-tú también, hyung," él se quedó sin aliento. "Se siente increíble..."
Se quedaron así durante aproximadamente medio minuto, Junmyeon acostumbrándose a la sensación de ser estirado por algo más grande que cualquier cosa que había tenido antes, Zitao acostumbrándose al calor increíblemente apretado alrededor de su erección. A continuación, las caderas de Junmyeon dieron una invitación silenciosa, y Zitao comenzó a moverse.
Su capacidad atlética resultó ser un regalo del cielo que parecía incansable en sus movimientos. Él era potente y elegante, rodando sus caderas, empujando en Junmyeon con suficiente fuerza que estaba contra la cabecera después de sólo un minuto más o menos. Era como un baile sensual y Junmyeon obligó a sus ojos abiertos para que pudiera ver la hermosa forma en que lo tomaba.
Estaba tan concentrado en los hermosos movimientos del cuerpo divino de Zitao que casi ni se dio cuenta de que estaba apunto de venirse. Pero allí estaba, el endurecimiento en la boca del estómago, el cosquilleo de anticipación inundando sus venas. Y entonces él estaba tirando la cabeza hacia atrás en un grito ahogado, explotando en un momento cegador de pura felicidad.
Zitao todavía estaba empujando cuando flotó hacia abajo desde su clímax, sus extremidades entumecidas. Fue el más intenso que había tenido, cada nervio de su cuerpo lo sintió. Él claramente podía sentir los dedos de Zitao en sus caderas cuando él los llevó hasta el colchón, recogiendo el ritmo.
Junmyeon fue fuerte y vocal cuando él se vino, y Zitao era, como siempre, tranquilo y reservado. Él cerró los ojos, la boca formando una pequeña 'o' de placer, mientras sus caderas rodaron y se liberaba en el interior del mayor. Continuó empujando hasta que había sacado todo, y luego rodó hacia un lado.
Se quedaron allí por un largo tiempo, casi acariciándose, pero no del todo, simplemente disfrutando de la presencia de otro cuerpo caliente contra el suyo. El único sonido eran sus respiraciones lentas, la luz fuera de la ventana cambiando lentamente a medida que se acercaba el atardecer.
Finalmente, Junmyeon se apoyó sobre un codo para mirar al joven. "¿Qué sucede, hyung?", preguntó Zitao cortésmente, con voz ronca y agotada.
"Gracias", respondió simplemente Junmyeon, inclinándose para presionar un casto beso en contra de los labios del joven. "Tenías razón. Realmente necesitaba esto. "
Zitao le devolvió la sonrisa, tratando de alcanzar la mano de Junmyeon y dándole un apretón reconfortante. "Lo sé, hyung. Vamos a encontrar a alguien que amamos y que nos ama pronto. Estoy seguro de ello".
Junmyeon se recostó, abrazándose más cerca. "¿Sabes que? Puede que tengas razón. Creo que sólo voy a confiar en ti a partir de ahora".
Zitao sonrió en respuesta.