Capítulo 4: Oso consejero
Había pasado practicante un poco más de una semana desde aquello y no lo había vuelto a ver o a topar, tenía ganas de verle pero el ya no se mostraba ni nada solo podía ver su sombra en su casa por las mañanas. Ganas de salir de mi habitación no me quedaban y el viejo estaba mirando la tv en el piso de abajo lo que hice fue seguir acostado en mi cama; el sonar del timbre me saco de mis pensamientos.
-Kid, hay visitas baja a saludar te buscan - sin pensarlo me levante y arregle mi cabello lo más rápido que pude vistiéndome rápidamente ¡¿Era Law?!. Baje casi corriendo las escaleras mi corazón latió más rápido y casi me da un mini infarto al ver a la misma mujer de orejas extrañas esperando en el sofá.
-Soy Shirley vengo a darte un obsequio que te vendrá muy bien -Entre sus brazos llevaba un oso blanco, era un oso polar extraño con ropa amarilla.
-Oh... Un oso –Intente sonreír – ¿Me pregunto si le gustaran las navajas? – Saque una de mi bolsillo más ella lo hizo a un lado y sin decir nada se invitó a mi habitación, claro que le seguí; se sentó en mi cama y puso al oso en el suelo se quedó parado por unos instantes.
-Él se llama Bepo, más que un regalo es un favor que me ha pedido. Quiere que tú le cuides-
-¿Un oso… que le cuide? – Aquel peluche solohizo una reverencia y con una voz tímida comenzó a hablarme como si fuera humano.
-Puedo ayudarte con Law. Y siento aparecer repentinamente –Se disculpó inclinando la cabeza.
-Ja… -Sonreí arrojando mi navaja a unos centímetros cerca de el –Perfecto, cuéntamelo todo –El oso retrocedió unos pasos hasta chocar con la pared, solo media unos 30 cm de alto, creo que le asuste un poco así que mis ojos se posaron en Shirley quien me veía seriamente, ella seguía igual que la última vez que le había visto, joven y seria, junto a aquella mirada melancólica.
-Ahora que recuerdo, ¿Qué puedo hacer para recuperar mi camino? Me jode no saber a dónde ir en ese estúpido sueño de mierda- Cruzo sus piernas y me siguió mirando, con su dedo índice señalo el calendario, se levantó y apunto la fecha del día de hoy con su dedo índice.
-Es Domingo, Solo puedo decirte esto, tú debes buscar la solución, más quiero advertirte que la única solución no será definitiva si te alejas de ella el camino que es tuyo nuevamente se borrara ocultándose de tu alma, por eso siempre debes de estar con aquella solución presente. No puedo decirte más que eso. El domingo solo doy pistas para la solución de algún hechizo- Nos despedimos y realmente no esperaba verle nuevamente, encontraría la solución a mi problema.
Mire a aquel oso que estaba en una esquina de mi habitación observándome, ¿había dicho que me ayudaría no? Primero que nada quería quedar satisfecho con Law, saldríamos como al principio y estaría conmigo, después de aquello podría concentrarme en resolver mi problema del camino que debía seguir. Varios objetos de metal que tenía en mi cuarto salieron de sus lugares y se acomodaron en mi brazo formando un arma mortífera, estaba amenazando al oso de peluche, ¡le sacaría el relleno si no me ayudaba a cumplir mi objetivo!.
-Lo siento… Law… Él es ambicioso como tú, pero no es impulsivo, tiene sus metas y tiene muchas cosas planeadas para realizar lo que quiere. Law tiene una muy mala reputación en donde vivía le llamaban el cirujano de la muerte, él se mudó para no tener impedimentos que le permitieran seguir con su sueño. Podría parecer una persona retorcida y rara pero la realidad es que es una persona retorcida y rara - Sonreí al escuchar aquello, sabía que Law era una persona misteriosa con un pasado que seguramente me sorprendería ¿Cirujano de la muerte? Su apodo era maravilloso, no iba a mentir para nada realmente me había atraído su mirada grisácea y oscura, un aura muy inusual le rodeaba y me sentía atraído hacia él. Bepo no me contaría todo lo que sabía sobre Law ya que decía que yo debía conocerlo por mí mismo y no por otros, en eso estaba de acuerdo con el oso.
Me acosté en mi cama mirando el techo, cerré los ojos y sentí como aquel oso raro se acostaba en mi cama a mi lado, tenía ganas de destrozarlo con mi navaja y matarlo, escuche el leve ulular del viento.
-Bepo… ¿Crees que me deteste? Lo bese de repente, estúpido oso ¿Qué me aconsejas? –
-Se tú mismo, Law odia que le den ordenes – Moví mi pierna bruscamente arrojándole contrala pared, era divertido pro no tanto como sacarle el relleno.
-Ser yo mismo - ¿Cómo mierda se supone que iba a ser yo mismo?, bueno supongo que era yo mismo después de todo, entre todos mis pensamientos la imagen de mí en aquel sueño pareció, estaba frente al precipicio y más que ver el vacío yo sentía como se apoderaba de mí; abrí los ojos enseguida sentía que había algo que estaba dejando pasar mas no tenía idea de que era.
Antes yo estaba seguro que me aventaría inclusive siendo un sueño, pero en este simple pensamiento había algo que no me lo permitía, ¡Por supuesto, Law! Ese estúpido, debía ser él, él era la razón por la cual no lo había hecho.
-Bien soy yo mismo –Me gire en mi cama y observe a través de la ventana ya había anochecido y ni siquiera lo había notado, el tiempo pasa tan rápido.
Nunca creí que pensar en ser yo mismo me diera tanta lata, el oso raro me miraba y él estaba asomado por la ventana, le tome de la ropa arrojándolo contra la pared. Estaba harto de permanecer en mi casa, iría a ver a Law aun así tuviera que irrumpir en su casa.
¡Si está bien, te amo estúpido Law! Acepto que te me gustas un poco… Ni siquiera podía pensar sin gritarme mentalmente cosas que afloraban de la nada. No lo amaba, solo me gustaba y posiblemente era la única persona con la cual había podido ser yo mismo.
El sonido de un vidrio rompiéndose me provoco acercarme a la ventana con una gran preocupación. Una ventana del segundo piso en la casa de Law se había roto; intente mirar adenro pero solo podía ver parte de un brazo, seguramente algo había ocurrido y estaba tirado en esa habitación. ¡Quien se atreviera a haberle hecho algo a mi propiedad me las pagaría!
Mi ira se fundía con mi odio y deseos de matar, salte sin pensarlo por la ventana siendo seguido por aquel oso. En vez de tocar la puerta la golpeaba intentando romperla hasta que sedio, el primer piso estaba en tinieblas con la ligera luz que se colaba por la puerta de la cosina.
No me interesaba nada más que Law, irrumpiría en su mundo a la fuerza hasta lograr sacarle una respuesta. Yo sentía algo por él, nuestro beso era lo único que tenia de este hombre. No perdería a Law aunque sea debía convencerle de que por lo menos se quedara junto a mi, es lo único que necesitaba si lo hacía no le pediría nada mas aun que me costara.
To Be Continued…