Ya había pasado una semana, dos semanas, un mes y Naruto no se comunicaba con Sasuke, y Sasuke por el trato que tenían no podía marcarle o mandarle un mensaje, sino era de suma importancia, pero el azabache dejo de pensar en eso y se concentró en sus estudios, ir a la universidad le distraía la mente bastante, sin embargo, no saber nada del rubio lo atolondraba demasiado.
-Sasuke – El maestro lo saco de sus pensamientos – Lee el siguiente texto
-Sí – bufo molesto y se levantó con su libro en mano - “No entregues todo, porque el todo al final es nada y la nada se transforma en tristeza…” - miro el texto pensativo, parecía mas una indirecta
-Sasuke – lo volvió a llamar el maestro
-¿Qué? - contesto molesto ¿Cuántas veces lo tiene que interrumpir mientras piensa?
-Termine de le... - el timbre de salida sonó y el maestro suspiro cansado – Está bien, la tarea es hacer un poema para quien ustedes elijan.
-Sí – contestaron todos antes de salir a almorzar
Tenía que ver cómo hacerle para olvidarse de su rubia obsesión, pero no sabía qué hacer para lograrlo, sus únicos amigos no sabían nada de lo que le pasaba al azabache y no le preguntarían por que conocían su carácter.
-Oye Sasuke, este fin de semana iremos a un bar ¿quieres venir? - preguntó suigetsu un poco cohibido
se iba a negar pero pensó que el primer paso para olvidar a alguien era comenzar a salir con sus amigos, así que dio una afirmación, sorprendiendo a todos, bueno, no es como si el azabache no socializara al contrario le gustaba mucho salir, era sólo que siempre le tenían que decir dos o tres veces para que aceptara o le gustaba ir solo. Le dieron la dirección del bar y se pusieron de acuerdo con la hora en la que se verían, todos estaban muy animados y así fue como termino el receso
>En otro lado<
Naruto se encontraba haciendo el esfuerzo por no quedarse dormido en clases, pero es que la materia era tan pesada y aburrida que daba sueño, sus ojos se cerraban lentamente ¿a quién no le da sueño tener la clase de literatura a las 7 de la mañana? Sólo a un loco se le ocurriría hacer eso
-¡Naruto! - despertó el maestro golpeando la mesa del pupitre con un libro
El rubio dio un brinco del susto que le metió ese golpe y miro con ojos aterrados al maestro, todos en la clase comenzaron a reír por la reacción de su compañero
-¿Cuántas veces te he dicho que no te duermas en mi clase? - Gritó
-Lo siento sensei – dijo sincero – pero su clase es muy aburrida – hizo puchero
Al maestro le salió una venita en la cien del enojo
-Mejor ponte a leer algo en vez de estar perdiendo el tiempo – gruño y se fue delante de la clase a seguir con lo que estaba
-Y recuerden lo que les he dicho – sonrió
-No sé qué dijo – peleo Naruto
-Pues estabas dormido – gruño de nuevo – Me sacas de quicio Uzumaki
-Ñam, ñam, ñam – giro los ojos dándole el avión en un son aburrido, recargo su mejilla en su mano – ¿Me dirá o no? Ebisu-sensei
El castaño acomodo sus lentes y miro de mala gana a su alumno.
-Que tienes que traer firmado el permiso para poder irnos de viaje – alzo una hoja y la señalo con la otra mano
-Ah sí – dijo indiferente
Lo odiaba, Ebisu odiaba a Naruto, era como si su existencia nunca debió ser y sus características marquitas fueran de un demonio, aparte de que sus notas son bajas era como una manzana podrida en un reluciente y frondoso árbol.
Así paso la hora de ese maestro, y la tortura de Naruto termino, fue a almorzar con sus amigos como era costumbre y platicaron de todo un rato hasta el punto de salir el fin de semana, era normal en ellos salir, siempre iban de bar en bar o de antro en antro y así buscando un poco de diversión. Naruto fue a buscar a su koi antes de que el receso terminara para pasar un rato con él, pero no lo encontraba, hasta que se le ocurrió un lugar solo y con buena vista, como lo pensó, estaba en la azotea mirando el paisaje
-Es bonito – sonrió
-...- el pelirrojo solo miró al que lo interrumpió y le sonrió
-¿Qué haces acá tan solo?
-Observando y pensando
-Pensar mucho hace daño – se acercó para abrazarlo
-Lo sé, solo mírate – se burlo
El rubio hizo una mueca de disgusto por aquel comentario, pero después le restó importancia por medio de un beso, cada vez se hacía más profundo e intenso, caminaron sin dejar de besarse hasta llegar a la malla de la azotea y ahí se recargaron Naruto apoyando sus manos en los huecos que tenía la malla y Gaara se aferraba al cuello del otro. El beso duro más de lo esperado y aunque les faltaba aire no se separaron, hasta después, cuando de verdad ocupaban el oxígeno, se sentaron y comenzaron a platicar, Naruto invitó a su pelirrojo a la salida del fin de semana, y le hablo del viaje que se haría, le gustaba pasar tiempo con él, en ningún momento le pasaba por la cabeza la imagen de Sasuke, o su nombre. Toco la campana y tuvieron que regresar a clases.
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Había un día muy bonito para salir a pasear, el sol era brillante y no tan caliente como otros días, el aire que hacía se ocupaba de que el calor no se hiciera presente, los árboles se movían al ritmo del viento, las clases habían terminado para los universitarios, muchos iban a sus trabajos o a sus casas dependiendo de sus responsabilidades del día.
Los amigos de Sasuke junto a él, decidieron ir a comer a una hamburguesería que no quedaba muy cerca pero tampoco muy lejos, se fueron caminando ya que no tenían mucho dinero, bueno solo su amigo peliblanco y todos vieron la posibilidad de ir a pie.
-Que hermoso día - comentó la única chica del grupo - Es uno de esos en los que te dan ganas de ir a la playa - miro el cielo y todos la imitaron
-Sí, tienes razón - La apoyo Suigetsu - Lastima que aquí no hay
Todos suspiraron resignados
Llegaron al restaurant y se sentaron en una de las mesas que estaban casi en la entrada, el lugar era un poco moderno las mesas eran de plastico y cabian más de 6 personas, las sillas era una banca para que las personas se sentarán un poco más juntas de lo deseado, en la parte del frente tenía el menu donde se tenían que parar a ordenar, Sasuke optó que solo uno fuera a ordenar para que no les ganaran el asiento, los demás aceptaron gustosos y como fue la idea del pelinegro él fue el "indicado" para ir a ordenar.
De mala gana se levantó del asiento en el que estaba, juntó el dinero de todos y se diriguió con la cajera para pedir lo que sus amigos querían, el pidio una hamburguesa grande con papas y una coca-cola.
-Puede ir a su asiento, enseguida se lo llevamos - sonrió la chica de la caja amablemente después de que el azabache le pagará
-Gracias - No dijo más
Siguió sus pasos de regreso, pero veía el lugar con más detenimiento, al fondo como para ir al baño vio una cabellera rubia, le recordo a Naruto, así que con despiste se fue por ahí, al estar a unos centímetros de distancia su alegre voz llegó a sus oídos, a paso rápido continuó su camino al los lavabos, cerro la puerta tras de sí angustiado
-¿Qué hace él, aquí? - Se cuestionó mirando el espejo
-Es un país libre teme - Escucho atrás de él
Se voltió como si hubiese visto un fantasma al otro lado del espejo y espero paciente, en realidad con muchos nervios, pero espero a que el rubio dijera algo
-Cuánto tiempo sin verte - murmuro
-¿Y de quién es la culpa? - Sonó más agresivo de lo que esperaba
-Mmh... ¿no me darás mi beso de reencuentro? - sonrió de lado y lo miró - eres hermoso
-Calláte bastardo - Gruño
-Venga Sasuke, ¿no me extrañas?
-No y alejáte de mí - Dijo cuando ya lo tenía acorralado contra el lavabo
El rubio no dijo nada y agarró la nuca del otro atrayéndolo para besar sus deliciosos labios, no recordaba ese sabor ni esa textura, siempre que lo besaba se volvía más adictivo y no podía compararlo con su pelirrojo, no, claro que no, cada uno tenía una cosa que lo volvían loco. Paso sus manos por abajo de la camisa para sentir la piel del albo, pero se resistía, hasta que Sasuke lo mordió para que se alejará
-¿No te das cuenta dónde estamos? - Susurro como si estuviera cometiendo un delito
-Parecía que te gustaba - Señaló su entrepierna
El azabache se sonrojo y maldijo encerrandose en un baño
-Ya vete - Gritó cuando sintió que su cuerpo se relajo
-Por que me corres si acabo de llegar
Esa voz no era la de su rubio
-¿Qué? - salió desconcertado
-¿Tan rápido peleas con desconocidos sasuke?
-Juugo... mmh... tsk, ¿ya acabaste? - Preguntó aún molesto
El pelinaranja asintió y ambos salieron del baño, Sasuke miró en dirección a donde había visto a Naruto pero ya no estaba.
"Esto no se quedará así"
Mando el mensaje sin importarle la maldita regla, ya no le importaba nada, comienron sus alimentos entre risas y platicas, llegó a su casa y aventó sus cosas a un lado de la cama, miró su celular una vez más pero no había recibido respuesta.
-Bueno es mejor así - susurro.
Continuará