Ambas serpiente vieron con estupefacción los objetos arrojados sobre el fino suelo, para mirarse entre ellos y luego mirar a ambas mujeres que estaban en frente. Eso no era posible, ¿Qué estaba pasando?
_ No lo voy a volver a repetir_ gruño la rubia con palpable enojo en su tono de voz, apretando sus puños con molestia_ Quiero que se vayan de aquí, ahora_ ordeno, enojando a la serpiente morena por recibir indicaciones de la sangre pura, pero no podía negarlo; les estaban dando el escape en bandeja de plata.
_ No entiendo_ confeso de repente el doncel oji-plata, ganándose todas las miradas_ ¿Por qué hacen esto?_ pregunto fingiendo demencia; no quería que esas mujeres supieran que su idea originar era escapar, pero si estas los estaban “ayudando”, el caería en el juego.
_ Malfoy_ hablo la joven que poseía un llamativo cabello de color verde_ Han estado mucho tiempo confinados aquí_ dijo comprensiva, pero se le podía escuchar cierto nerviosismo en su voz_ ¿Cuánto has sido? ¿Seis años?_
_ Cuatro_ corrigió Severus haciendo que los ojos de la chica mutante se abrieran en asombro y tristeza.
_ ¿Y no creen que ya es demasiado?_ interrumpió la rubia con voz seria_ Si no se dan cuenta, los maltratan_ hablo mordaz, ganándose un siseo amenazante del moreno_ Por favor, no me digas que no es verdad_ confeso con burla, estaba tentando el mestizo para que se enojara, y lo estaba logrando. Pero vio como el rubio le tomaba de la mano y le pedía que se calmara, haciendo que este suelte el aire de forma molesta.
_ Han perdido cuatro años de vida encerrados aquí_ siguió la chica con el gran vestido blanco_ La libertad no se le puede negar a nadie_ finalizo, viendo como los hombres se miraban intensamente.
_ ¿Qué hacemos?_ susurro el rubio; la mirada de Severus le dio la respuesta de inmediato.
_ No hay más que confiar en ellas… Es una oportunidad única Lucius, no podemos desperdiciarla_ respondió en un murmullo_… Aunque sea en su propio beneficio_ el rubio asintió, dándose cuenta de lo que intentaba decir.
Era obvio porque los querían fuera del camino. Sus prometidos les eran “infieles” con ellos, tenerlos ahí no era una opción; si querían al heredero de los Black y al licántropo, esas serpientes debían desaparecer.
_ Oigan_ se oyó la voz molesta de la rubia, sacándolos de su conversación_ No quiero interrumpir en su momento de reunión secreta, pero si no lo sabían, hay una boda en unos minutos_ recordó molesta, haciendo que la chica a su lado se moviera nerviosa. Ella realmente amaba a Remus, y casarse con el era un sueño que ese día podía cumplir; pero si ese rubio no accedía a irse, podía estar más que segura de que el oji-ámbar nunca le correspondería. Ni que decir de Sirius. La rubia sabía perfectamente como su prometido prácticamente babeaba por ese mal humorado moreno, dejándola sola por las noches para irse a revolcar con esa serpiente, sin saber que realmente solo iba a pasar con ella por la tranquilidad que esta le daba; tranquilidad que nunca tendría con esa mujer.
_ Lucius…_ le llamo suplicante la mutante, sorprendiendo a los dos Slytherin’s_... Por favor…_ rogo con voz quebrada, dejando atónito al aludido. Ella solo quería la felicidad junto a Remus, y Lucius ya lo sabía; ya que cuando se cruzaba con la chica en los pasillos podía ver su rostro demacrado en angustia; angustia por un amor no correspondido.
_ Severus…_ hablo el rubio, haciendo que el oji-negro lo mire de inmediato_… Nos vamos, no podemos perder tiempo_ hablo seriamente el sangre pura, tomando ambas varitas del suelo y entregando la del menor a su dueño. Se escuchó de pronto el sollozo de la novia, demostrando el alivio que esta sentía al ver como su sueño por fin se podía hacer realidad_ Tonks_ le hablo sereno, haciendo que la mujer lo mire con sus ojos bañados en lágrimas_ Necesitamos saber cuál es la ruta de escape más segura_
_ Está en la parte trasera del castillo_ respondió por la novia, viendo como esta no podía hablar por el llanto_ Deben ir por la parte izquierda del castillo, esos pasillos no son utilizados en estos momentos ya que todos usan los caminos principales ahora_ recordó certeramente la rubia_ Si se apresuran y no son descubiertos, tienen la libertad asegurada_ finalizo.
Ambos asintieron decididos, ese era el momento. Caminaron hacia el armario, tomando un par de abrigos antes de dirigirse hacia la puerta, en caso de que luego hiciera frio. El moreno fue el primero en salir, dedicándole una mirada agradecida hacia la joven novia y una mirada mordaz a su rival, siendo correspondido de inmediato por un bufido.
_ Gracias_ agradeció el oji-plata hacia la rubia, ganándose una mirada aburrida de esta.
_ Solo apúrense y lárguense de aquí_ gruño, girando sobre sus talones para marcharse del lugar. Quedaron solo la mutante y el doncel, mirándose con cierta amargura, pero a su vez alivio.
Lucius se acercó y le dio un sorpresivo abrazo a la chica; era solo una niña enamorada… una niña enamorada de su licántropo.
_ Nymphadora… Cuídalo mucho_ le murmuro con tristeza, sintiendo como esta correspondía el abrazo con urgencia y asentía vivazmente_ Cuida que no haga ninguna estupidez, él es muy impulsivo, aunque no se note_
_ L-Lo hare_ respondió ahogada, sintiendo como los brazos del rubio la soltaba_ A-Apresúrense, Remus o Sirius podrían venir a buscarme si me tardo mucho_ al ver el asentimiento del más alto un nudo se apretó en su garganta_…Lucius…_ le llamo, antes de que el doncel saliera por la puerta_... Tú también cuídate_ le sonrió, agradecida por la oportunidad que le daba Malfoy junto al licántropo… Lucius asintió con tristeza_
_ Lo hare_ respondió, marchándose del lugar, siendo esperado por el moreno. Se escucharon los pasos de ambos caminando apresuradamente por el pasillo, haciendo que la novia soltara un suspiro aliviado. Cerro la puerta y conjuro el mismo hechizo que antes estaba, tratando se dejar la escena del crimen limpia.
Arreglo su vestido y camino hacia la salida principal… Intentaría, con todas sus fuerzas, hacer a Remus Lupin el hombre más feliz del mundo mágico.
Elizabeth la esperaba escaleras abajo, viendo el rostro sereno de la mujer que ahora poseía el cabello azul. La tomo del brazo y se dirigieron juntas hacia el transporte mágico que las llevaría hacia la boda.
Por fin… Por fin tenían el camino libre para hacer sus vidas junto a sus parejas.
Ambas serpientes corrían por el oscuro pasillo, tratando de ocultar su presencia de los últimos mayordomos que quedaban en la mansión. Bajaron las escaleras con sigilo, escapando de un elfo domestico que pasaba por allí, para retomar su camino con cuidado.
_ ¿Sabes dónde está la salida?_ pregunto intrigado el rubio con sótano de voz bajo, tratando de no ser oído por nadie excepto por el moreno.
_ Posiblemente es la salida hacia el invernadero_ menciono, recordando como un día Sirius le había llevado para que viera toda la botánica especial que tenía, permitiéndole tomar las plantas que quisiera para seguir con sus pociones_ Podríamos escapar por una de las ventanas_ analizo el otro caminando lentamente contra una pared, tratando de no llamar la atención.
Y luego de bajar nuevamente las escaleras, se encontraron con el primer piso de la mansión. Caminaron ocultos nuevamente, escondiéndose ante la presencia de los elfos que caminaban tranquilamente para realizar sus tareas. Y después de unos minutos, la encontraron; la puerta de cristal que daba pasó hacia el invernadero de los Black.
_ La encontramos_ murmuro con alegría el rubio, siendo detenido por el moreno que se aseguraba de que nadie los viera. Teniendo el camino libre, amos se internaron dentro de la habitación de cristal.
Cientos de especies se encontraban allí, algunas inmóviles, y otras incluso hablaban en su propio idioma; todas con su belleza única que las caracterizaba,
Severus acaricio una flor blanca que se encontraba allí, haciéndola reír por las caricias del moreno. Una sonrisa apareció en ambos rostros.
_ Oigan, ¿Qué hacen ustedes aquí?_ una voz desconocida los alerto, haciendo que sacaran sus varitas y apuntaran hacia su emisor. Un elfo estaba allí, con su entrecejo fruncido y con una regadera entre sus manos, además de los típicos ropajes_ Este es un lugar prohibido, no deberían estar aquí_ gruño acercándose a ellos, haciendo que ambos donceles se miraran extrañados.
_ Ya nos íbamos_ respondió el moreno, bajando su varita_ Queríamos salir por aquí_ confeso, viendo como el elfo lo miraba molesto.
_ En este lugar solo pueden entrar los dueños de la casa_ sentencio con voz amarga haciendo que a Lucius le dé un respigo; conocía a ese elfo… Lo conocía perfectamente_ Aléjense de aquí si no quieren que alerte a los dueños de la-_
_ Kreacher_ interrumpió Malfoy de repente, haciendo que los ojos del elfo lo miraran con cierto asombro, sin cambiar su sembré molesto_ ¿Eres tu… Kreacher?_
_ ¿Quién te crees, cara bonita?_ hablo de forma acida mirando de muy mala manera_ ¿Cómo osas conocer mi nombre? No recuerdo haberte visto alguna vez_ gruño, dejando la regadera en el suelo. Severus miro asombrado a su amigo; ¿De dónde lo conocía?
_ Kreacher, debes ayudarnos_ le pidió el rubio, acercándose al elfo_ Debemos salir por aquí y tiene que ser ahora_ le confeso, haciendo que l de baja estatura frunciera aún más su entrecejo_… Por favor…_ rogo, hartando la paciencia de la criatura.
_ Suficiente_ bramo de repente_ Voy a llamar al amo Black, nadie osa entrar aquí sin su permiso y-_
_ Sé dónde está Regulus_ soltó de repente, haciendo que el elfo se quedara estático en su lugar. El rostro del más bajo cambio sorpresivamente, pasando a ser una de total sorpresa y cierta conmoción.
_… U-Usted conoce…_ pregunto de forma atónita_... ¿ E-El paradero del amo? _ pregunto con cierta esperanza, ganándose el asentimiento del rubio_ ¿Q-Quien es usted?_
_ Lucius Malfoy_ respondió, haciendo que el elfo quedara una más pasmado.
_ N-No es posible_ retrocedió en su lugar_ N-No es cierto… Usted había desaparecido dias después de la muerte de su padre_ dijo viendo el rostro de ese chico que ahora le hablaba, y no había duda, ese joven era un Malfoy; el cabello de un rubio platinado, esa tez tan blanca y esos ojos de color plata no mentían_ ¿Qué está haciendo aquí? ¿Vino por la unión del amo Remus y la señora Nymphadora?_ el rubio ladeo su cabeza.
_ Veníamos para escapar por aquí_ le aclaro_ Debemos salir por este lugar sin ser vistos lo más rápido posible_
_ No lo entiendo_ declaro el elfo_ ¿Por qué deberían escapar? Nadie de la familia está aquí, solo estamos los elfos… El señor Malfoy sería muy bien recibido aquí_
_ Kreacher_ le llamo el sangre pura, agachándose para estar a la altura de la criatura_ Por favor, solo queremos salir de aquí…_ el elfo pareció dudoso, viendo al acompañante de Malfoy que aseguraba que nadie los viera_ No tenemos tiempo_ apresuro el otro. El elfo lo miro decidió.
_ Aquella ventana es lo suficientemente grande para que un mago pase por ahí_ confeso, caminando hacia la ventana y abriéndola. Esta era un poco baja y pequeña, pero ellos podían agacharse y pasar por ahí sin problemas_ Apresúrese, joven Malfoy_ El rubio asintió y llamo a Severus, indicándole que pasara primero. Este solo flexiono sus piernas y paso su cabeza primero, deslizando su torso y finalmente sus piernas, quedando fuera. Antes de que el sangre pura saliera, el elfo lo tomo por la manga de su abrigo, deteniendo sus movimientos_ Joven Malfoy…_ el otro poso sus ojos plateados sobre el elfo, viendo la esperanza surgir de estos_ ¿Él está vivo?_
_ Espero que si_ respondiera tocando la mano de la criatura_ Cuando lo encuentre, le diré que te llame de inmediato_ le sonrió comprensivo_ Que un amigo lo extraña mucho_ las palabras calaron en el pequeño ser, haciendo que asintiera y lo soltara, dejándolo escapar.
_ Joven_ volvió a llamarlo mientras este ya estaba fuera, soltando una sonrisa_… Muchas gracias_ agradeció, viendo como la mano del rubio tomaba la suya por fuera de la ventana.
_ No, Kreacher_ el doncel apretó su mano_ Gracias a ti_ el elfo asintió, soltando la mano del sangre pura.
_ No diré nada_ decido el más bajo_ Salgan de aquí… Yo no diré nada_ vio la gran sonrisa del rubio y cerro la ventana, viendo como ambos magos salían corriendo del lugar. El elfo suspiro, con la esperanza a flor de piel; tomo la regadera y siguió cuidado a las plantas de la familia Black_ Joven Regulus_ suspiro con felicidad_ Espero que se encuentre bien_ susurro, regando aquella flor que había sido acariciada por el peli-negro, haciendo que esta comenzara a cantar dulcemente.
_ ¿El elfo de Regulus?_ pregunto asombrado viendo como el otro asentía.
_ No puedo creer la suerte que tuvimos_ dijo asombrado, frenando su carrera y escondiéndose contra una pared_ Luego de que Regulus de fuera de su casa, el no pudo reclamarlo, ya que este no fue liberado por su madre_ Él me decía por cartas cuanto lo extrañaba_ dijo con tristeza_ Si el aún está en ese burdel, le diré que Kreacher aún está aquí_ el otro asintió.
Miraron su camino; estaban en el jardín de los Black, donde un enorme campo los esperaba. Veían a los lejos la ciudad, pero estaba realmente lejos; debían caminar mucho para llegar hasta ese lugar.
_ Serán horas_ definió el rubio, el moreno asintió_ Debemos irnos ahora, nos tardaremos… mucho en…_ su voz se estaba apagando, tomando por sorpresa al otro.
_ ¿Lucius?_ el rubio parpadeaba constantemente, como si tratara de no dormirse en cualquier momento_ Oye, ¿estás bien?_ el otro no le contesto, solo se sostuvo de la pared y cayo suavemente recostado en esta, quedando sentado_ Lucius, no hagas esto ahora, no es un buen momento_ la desesperación en el moreno era palpable luego de ver como su amigo era sumergido en la inconciencia_ Maldito idiota, ¿cómo se te ocurre desmayarte en un momento como este?_ dijo molesto, tomando su varita para despertarlo.
_ No es mera casualidad que le pase esto…Mi muñequita francesa_ la sangre se Severus se helo de pronto, deteniendo su corazón de forma tan brusca que creyó que había muerto. Su cuerpo no respondió, sintió sus anatomía temblar del miedo de sentirse apresado, no pudiendo pensar claramente su situación. No quería voltearse… No quería voltearse y verlo allí, con su posible rostro arrogante y sus ojos azules mirándolo con superioridad; declarando su victoria ante el fallido intento de escape. Sus ojos se cerraron y sus labios temblaron, su garganta se cerró, imposibilitándolo a hacer alguna maldición para sacarlo de su camino… Estaba acorralado.
_ ¿Cuándo te diste cuenta?_ pregunto de forma ahogada, sintiendo como este se acercaba y se agachaba su altura.
_ Desde el inicio_ confeso, haciendo que los orbes negros chocaran contra los zafiros del heredero de los Black, Sirius_ ¿Creíste que iba a creerme ese abrupto cambio de actitud? Me ofendes, Severus_ se burló, pero no con maldad como lo creía el otro.
_… ¿Qué haces aquí?_ pregunto con su voz temblorosa. Temía a lo que fuera a decir a continuación y a lo que posiblemente sucedería, viéndolo sonreír de una forma extraña.
_... ¿No es obvio?..._ le cuestiono con una ceja levantada, como si fuera lo más obvio del mundo; sus esperanzas habían caído hasta lo más profundo de lo imaginable_... Vengo a despedirme_
… ¿Cómo?...
_ ¿Q-Q-Qué?_ su voz salió apenas en un hilo, haciendo que el otro se riera con ganas_ ¿Q-Qué demonios-?_
_ Shh, tranquilo_ trato de tranquilizarlo, posando su mano sobre el hombro de la serpiente_ No sé realmente a donde van, pero eso no me interesa… Solo quiero saber si ustedes estarán bien y que será un lugar alejado de aquí_ el otro asintió lentamente, tratando de analizar lo que estaba pasando_ Entonces, eso es todo_ dijo tranquilo, levantándose y caminando hacia otro lugar.
Los nervios de Severus se transformaron en ira pura al ver lo que estaba sucediendo. Sin pensarlo, tomo una roca que se encontraba cerca y la arrojo, golpeando al animago en la espalda, haciendo que este se encorvara y se quejara.
_ ¡Oye!_ le reclamo, volteándose a verlo con una mano en la espalda, sobando la zona afectada_ ¡¿Pero qué te sucede?!_ vio como el moreno tomaba una nueva munición y se la arrojaba, esquivándola_ ¡Cervatillo, ¿Pero que-?!_
_ ¡¡Eres un maldito enfermo!!_ le grito con rabia, arrojándole otra roca que se encontraba allí_ ¡¿Cómo pudiste?!_ le recrimino, arrojando más piedras, siendo esquivadas por el otro_ ¡¡Cuatro malditos años!!_ bramo con lágrimas en sus ojos, no podía ocultar toda la rabia acumulada por todos esos meses sin poder hacer nada… Nada para sacarlos de allí. Sin magia. Sin salida. Siendo abusados por ellos… ¿Y ahora los dejaban ir como si nada? Inaudito.
_ Severus, cálmate_ le ordeno seriamente el de bucles, viendo como este se paraba y se precipitaba contra él, dándole un certero golpe en la mejilla que no quiso esquivar… Se lo merecía… Se merecía es y mucho más.
_ ¡¿Cómo quieres que me calme, maldito estúpido?!_ le recrimino, golpeando su pecho con golpes desesperados_ ¡¿Cómo pudieron hacernos esto?! ¡A nosotros!_ el Black no respondía ni detenía nada, sol dejaba que el otro de desquitara a su manera. El dolor en su cuerpo era nulo comparado con el de su alma_ ¡¡Te amaba, animago estúpido!!... ¿C-Cómo pudiste?_ le escucho flaquear, escuchando el desgarrador llanto de la serpiente, abrazándolo contra su cuerpo al ver como a este se la iban las fuerzas e iba a caer contra el suelo. Le importaba una mierda que ahora este lo viera tan débil, tan vulnerable como estaba ahora, siendo sostenido por esos brazos que ya lo habían hecho miles de veces. Las lágrimas bañaban su rostro de forma continua, tratando de sacar toda su furia con ellas. Su voz era solo el llanto, solo eso escapaba se su garganta.
_ Severus, debes calmarte ahora mismo_ le obligo a pararse, ya que este había perdido la fuerza en las piernas y estaba prácticamente tirado sobre sus brazos, con su espalda curvada y sus manos tocando el suelo. Como si se tratara de una extraña posición de baile_ Creí que serias fuerte por el oxigenado_ eso solo aumento la angustia en el mestizo. Sirius solo suspiro e hizo lo que habría hecho desde un principio; atrayendo al menos hacia su cuerpo y abrazándolo protectoramente, sintiendo como este trataba de débilmente apartarlo pero al sentir los labios del Black tocar los suyos no pudo hacerlo.
Tomo la nuca del animago entre sus manos y la atrajo aún más, haciendo que el beso se tornara en uno totalmente apasionado y emocional. Enroca sus piernas en las caderas del más alto y este lo dejo contra la pared de pierda de la antigua mansión, dejando un espacio nulo entre ellos mientras sus lenguas danzaban con necesidad. Los dedos del moreno apretaban los bucles con fuerza, despeinándolo con maña mientras las manos del animago tomaban los muslos del otro para que se sostuviera mejor. No parecía importarles en lo absoluto que en solo unos minutos seria la boda de del licántropo, ni tampoco que el doncel rubio se encontraba inocente contra la muralla; solo estaban ellos dos ahí, mostrando la necesidad de amarse.
El Black separo bruscamente a su apasionado amante, que parecía querer volver a besarlo, pero lo detuvo nuevamente, calmando sus propias ansias de querer montarlo allí mismos.
_ No_ sentencio tratando de regularizar su respiración, viendo aquella piel de porcelana tornarse en un tono carmín sobre sus mejillas_ Remus vendrá en cualquier momento si nota que me tardo demasiado en volver.
Y ahí estaba; la coherencia y la lógica volvieron como un balde de agua fría para el mestizo, soltando el cuerpo del otro y apoyándose contra la pared.
No lo entendía. Había reaccionado de tal modo solo por un beso, un beso de ese enfermo que lo había apresado… Talvez el enfermo era el al haber cambiado abruptamente de actitud. El mestizo iba a decir algo, pero el otro lo interrumpió.
_ Hay dos caballos del otro lado, me asegure de que ningún elfo apareciera por allí_ el otro lo miro atónito_ Son muggles, no son alados ni nada_ el otro asintió confundido, viendo como el más alto sacaba algo de su bolsillo y se lo entregaba. El sonido metálico característico de los galeones lo dejo aún más sorprendido_ Esto puede servirles para que compren una casa lo más alejado de aquí, les daría Grimmauld Place pero sería el primer lugar donde Lunático comenzaría a buscar_ eso hizo un ruido en la mente de Severus… ¿Remus no sabía que ellos estaban escapando?_ En lo posible, queden se en el mundo muggle, será más difícil de buscar… Y si es en otro país, mejor_
_ ¿Por qué haces esto?_ pregunto atónito el otro, apretando con fuerza la bolsa de dinero entre sus manos_ Si sabias de nuestro plan, ¿Por qué demonios nos encerraste en el cuarto con magia?_ la rabia comenzaba a afectar al menor; pero al ver la mirada sorprendida del otro lo comprendió: no había sido él.
_ Yo solo manipule a Remus, diciéndole que sería mejor que los dejáramos allí por la comodidad del cuarto_ así que por eso habían despertado allí_ ... Le mentí, diciéndole que iban a estar mal tanto tiempo sin nosotros y que sería mejor llevarlos allí… El debió dudar y seguramente hechizo la puerta, asustado por la idea de que Malfoy escapara o algo así_
Vio como Sirius miraba su reloj, suspirando cansado; ya era la hora.
_ Debo irme, la boda empieza ahora_ dijo tomando por los hombros al aun conmocionado moreno_ Severus, ni se te ocurra enviar alguna carta_
_ No pensaba hacerlo, arrogante de mierda_ escucho la risa del Black ante tan acido comentario. La duda lo carcomía_… ¿Y por qué no?_ la risa del más alto se detuvo, mirándolo con un rostro totalmente serio.
_ La desesperación de un hombre lobo es muy peligrosa y violenta; ante cualquier pequeño aroma de su pareja estas enloquecen al grado de ser indomables… No quiero que todo este plan de escape quede arruinado por un pequeño error_ vio como suspiraba intranquilo_… Ni que tampoco le haga nada a mi sobrina_ confeso, temiendo por la vida de la prometida de su mejor amigo.
Los ojos ónix se posaron contra los de color cielo, dándole las gracias de alguna manera.
_ Tienen solo unas semanas, yo y Elizabeth volveremos de Alemania en tres semanas… Y deberé decirle lo que paso_ el otro lo miro asustado_… Tendré que decir que de alguna forma ustedes escaparon… Ya que si llego a decirle eso cuando él llegue seguramente arremeterá contra mí por no decírselo antes_ entendió perfectamente la situación, Sirius quedaría expuesto totalmente si no le decía antes lo que supuestamente había sucedido.
_ ¿Crees que te crea? _
_ Posiblemente… Soy muy buen actor_ el bufido de la serpiente lo hizo reír_ Pude engañarte a ti; puedo engañar a cualquiera si lo logre contigo_ la mirada del más bajo lo miro con angustia.
_ ¿Por qué lo hiciste?_ pregunto dolido, viendo la determinación en los ojos azules del otro_ Podría haber entendido lo del matrimonio perfectamente…_ Sirius lo miro concierta rabia en sus ojos; él estaba arrepentido… pero no del todo.
_ ¿Qué prefieres tú?_ le pregunto repentinamente, dejándolo aturdido_ ¿Prefieres mantener oculta a la persona que más amas en este mundo… o verlo morir a manos de tu propia familia?_
La pregunta dejo totalmente congelada a la serpiente… ¿Morir? ¿De qué se estaba refiriendo?
_ Lo que hice no tiene justificación, Severus, y nunca voy a perdonarme lo que hice_ la mano del Black se posó en la mejilla del menor_ Pero no me arrepiento… Ya que puedo ver como la persona que amo escapa con vida de todo esto_ Severus vio como el mayor le daba un pequeño beso, antes de soltarlo y comenzó a caminar nuevamente hacia la salida principal de la mansión_ Cuida a la rubia y ocúltense bien, en lo posible cambien sus nombres y oculten el aroma de ambos_ le dijo ya algo alejado del moreno.
_ Sirius_ lo llamo de repente, haciendo que este se detuviera y se volteara con una enorme sonrisa en su rostro. No lo soporto; corrió hacia el hombre de bucles y le dio un último beso, tomándolo por la nuca y haciéndolo apasionado; la amarga despedida hacia la persona amada. Se separó del sangre pura y lo abrazo, misturando un “Gracias” antes de que este correspondiera apretando su cuerpo con sus fuertes brazos.
_ Cuídate mucho, muñeca francesa_ se despidió, corriendo hacia la salida, sacando un traslador de su bolsillo y desapareciendo de la vista del moreno… no podía creerlo.
Decidió dejar su asombro para después y despertar de una vez al inconsciente rubio, no podían perder tiempo; tenían que salir de ahí ahora mismo.
Con su varita deshizo el hechizo que le había lanzado Sirius a su amigo, viendo como este se reincorporaba lentamente.
_ ¿Q-Que?_ pregunto adormilado, acariciando su frente, demostrando que le dolía la cabeza_ ¿S-Severus?_ le llamo.
_ Lucius, debemos irnos ahora_ le ayudo a levantarse_ Vi unos caballos, llegaremos más rápido en ellos_
_ ¿Unos qué?_ pregunto confundido, sintiendo como su hermano lo jalaba hasta el lugar, mostrándole un par de sementales de color castaño_ ¿Unicornios sin cuerno?_ pregunto extrañado, viendo como Severus tomaba las sogas que mantenían atados a los caballos, dándole una a su amigo_ ¿No se darán cuenta que los robamos?_
_ No_ respondió el moreno, subiendo en el caballo más oscuro, viendo como este se dejaba mansamente. Lucius se subió en el caballo que le correspondía, viendo que este le era dócil.
Vieron cerca de allí una puerta abierta en la gran reja que limitaba la mansión.
_ ¿Esto no te parece demasiada suerte?_ pregunto extrañado el rubio, viendo como estaba a su favor_ Esto ya comienza a dar miedo_
El moreno sonrió agradecido.
_ “Ese pulgoso…”_ sin pensarlo, le ordeno al animal que empezara a trotar, pasando por la abertura, siendo seguido por Lucius. Los caballos eran rápidos, pero se tardarían por lo menos unas dos horas en llegar a la civilización_ ¿Estas bien?_ le pregunto al rubio, viendo como esta estaba algo temeroso por montar al hermoso equino.
_ S-Si_ dijo algo nervioso, escuchando como el caballo le bufaba, haciéndolo sonreír_ Si… Estoy bien_
Tardano más de lo pensado, ambos magos habían llegado a la ciudad, viendo con asombro los extraños transportes de los muggles sobre las grandes calles. Se habían detenido a descansar, ya que los caballos estaban algo sudorosos y cansados por no haberse detenido por ningún momento, mostrando la necesidad de comida y bebida.
_ Necesitamos un lugar para pasar la noche_ declaro el moreno, mirando algún lugar donde podrían descansar apropiadamente. No quería abandonar a los equinos, estos habían sido fieles en todo momento, ayudándolos a escapar sin alertar a nadie. Ahora estaban en un parque poco poblado, dejando que los animales comieran del césped y bebieran algo de un pequeño estanque que les ofrecía el lugar. Escucho como es estomago del rubio había resonado de forma ruidosa, sacando un sonrojo del sangre pura_… Y algo que comer_
_ No desayunamos ni almorzamos nada_ declaro avergonzado, tocando su abdomen. Vio con asombro como su hermano había sacado una extraña bolsa, extrayendo de la misma un poco de dinero_ ¿D-De donde lo sacaste?_ pregunto atónito, viendo como este levantaba sus hombros sin interés.
_ Lo robe de la mansión_ el otro lo miro aún más asombrado_ No creo que lo necesiten, tienen mucho más dinero_
_ Eres un cleptómano_ le acuso, haciéndolo sonreír con división_... Aléjate de mi ropa_ la infantil acusación hizo que el moreno se riera con ganas, contagiando al rubio.
Minutos después, quedaron en silencio, sintiendo una brisa sobre sus cuerpos… Una que hasta ahora no habían sentido, el aroma a libertad se sentía tan bien que se habían olvidado totalmente del hambre o sueño… Estaban tan felices de estar fuera de la mansión que querían quedarse en ese lugar un tiempo más.
El relinchar de los caballos los saco de su ensoñación, parándose de la banca en la que estaban sentados.
_ Es hora_ declaro el rubio, el otro asintió_ ¿Recuerdas las calles?_
_ Si_ dijo subiendo de nuevo a su caballo_ nos tomara un tiempo llegar, la ciudad es muy grande_
_ ¿Y estas seguro que era en el mundo Muggle?_ el otro lo vio subirse al caballo, comenzando a mover el suyo propio, con camino hacia el lugar que podía ayudarlos.
_ Totalmente_ aseguro, aumentando el paso del animal.
La gente miraba extrañada a ese par de sujetos que usaban caballos como transporte, pareciéndoles anticuado, dejando de prestarles atención para seguir con lo suyo. Lucius veía fascinado todo el mundo de los “sin magia”; para no poseer poderes, esos muggles sabían ingeniárselas muy bien. Los carteles llamativos y llenos de luz, ropa tan informal y práctica, además de ser tan abiertos los uno con los otros. Siempre los había repudiado, pero los haba juzgado mal; eran tan parecidos a ellos que la falta de magia no parecía ningún impedimento para ellos.
No se dio cuenta cuando su caballo se había detenido junto al de su hermano, que estaba bajándose del mismo con cuidado. No hizo falta preguntar; su mirada diviso frente a él un enorme lugar, colocado en una esquina de aquellas calles, donde un lujoso edificio les daba la bienvenida. Las puertas estaban cerradas, eran de un roble fino y con dos enormes serpientes talladas en ellas; esto indicaba perfectamente que el dueño del lugar era un Slytherin. El verde oscuro era el color detonante, siendo acompañado de un sutil color gris en los bordes de ventanas y marcos de las mismas. Parecía poseer un segundo piso, donde las ventanas estaban cubiertas por finas cortinas de color blanco. El lugar no tenía ese aire que se esperaba del supuesto Burdel, tenía un aire más familiar y agradable.
Severus se armó de valor y golpeo la puerta con un extraño llamador en forma de calavera que estaba a un lado, esperando pacientemente. El rubio se bajó y espero junto a su hermano, sin escuchar ningún ruido de su interior. La decepción se veía en sus rostros.
_ ¿Es aquí realmente?_ pregunto esperanzado el oji-plata, pensando que, posiblemente, se habían equivocado de lugar.
_ No, es aquí_ declaro totalmente seguro, escuchando el suspiro del embarazado.
_ Tal vez no están aquí_ la idea era lógica.
_ Pero debería estar alguien aquí, por lo menos una persona… Si es un Burdel tan reconocido, por lo menos-_ de pronto se vio como la puerta se abría estrepitosamente delante de sus narices, dejando ver a un castaño exaltado y completamente furioso, asustando a ambas serpientes que retrocedieron instintivamente.
_ ¡Me las vas a pagas, por tu culpa no llegare a ceremonia!_ grito el castaño que, al parecer, no se había percatado de las dos presencias delante de él.
_ Si es tu amigo, debería entenderlo_ se escuchó una voz madura del otro lado, haciendo gruñir al recién salido_ Hay gente en la puerta, atiéndelos como se debe_ le regaño, escuchando pasos alejarse del lugar.
_ Estúpido viejo_ murmuro de forma infantil, mirando a los sorprendidos chicos_ Disculpen eso, no se dejen guiar por la primera apariencia_ dijo en un tono completamente diferente, siendo amable con las dos serpientes.
El castaño no se había dado cuenta, pero el moreno miraba a ese chico como si le hubiese salido una segunda cabeza.
_ No se preocupe_ dijo cortes el rubio, sin darse cuenta de quien estaba justo en frente de sus narices. El castaño miro alegremente a ambos sujetos, pero al ver el rostro abrumado del más bajo, se preocupó.
_ Oye, ¿Estas bien?... ¿Eres así de pálido o estas enfermo?_ pregunto divertido el chico de ojos café. Se acercó al oji-negro y trato de ver su rostro más de cerca, dándose cuenta_ ¡Por Merlín!_ chillo con un tono sorprendido, tomando a Severus por los hombros y apartarlo un poco para ver su rostro totalmente_ ¡Snape, ¿eres tú?! ¡Quejicus, no has cambiado nada!_ rio el otro sin burla, dejando asombrado al rubio.
Solo había cuadro idiotas que sabían ese apodo… Exactamente, de dos de ellos se habían escapado, mientras que el paradero del rubio regordete era desconocido. Y al ver esos lentes redondos enmarcando esos ojos marrones no había duda. Habían encontrado al merodeador faltante
_ Potter_ soltó Severus en un hilo de voz.