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Nuestra Historia por MKiSS88

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Notas del capitulo:

Bueno, aquí el segundo capítulo.

 

Espero les guste :B y RW para saber si les ha gustado también.

 

Metiéndome en terreno peligroso con EXO xD jajaja ♥

Hoy es el primer día del último año en la universidad. Venía con intenciones de divertirme al máximo y yo sabía que así sería. Fui en estado normal al campus. Todos me saludaban y como no, yo era el primer lugar en la carrera de danza. Era el favorito para ir a grandes escenarios, ya sea, parte de los bailarines de cantantes y artistas famosos o como coreógrafo profesional. Me encantaba esta admiración.

Pero hoy, algo me tenía inquieto… Sabía que irían nuevos estudiantes y todo lo que eso conlleva. Fiestas, tragos, sexo… Eso era lo que más me gustaba, el sexo. Y siempre lo conseguía. Era un seductor total, un casanova, y era muy probable que las chicas nuevas caerían a mis pies.

El domingo, un chico me pareció raro. No es que me interesara en el chico en sí, pero era extraña la sensación. Me dejó pensando el resto del día hasta ahora y sentí que posiblemente me lo encontraría… No sé dónde y cúando, pero estaba la posibilidad.

*   *   *   *   *

Cuando estuve en ese parque y me senté frente a la pileta. Ese chico me observaba constantemente. Me ponía nervioso de tanta mirada y cada vez que lo miraba, giraba su rostro como que estaba viendo a alguien si es que venía. Él debía saber que yo lo observaba, aunque trajera unos lentes puestos. Y eso me hizo interesar en que tal vez también era atractivo para un chico. No soy homosexual, pero… quizás no perdía la oportunidad de probar, aunque sea una vez.

Miraba de reojo a ese chico y como los cristales de mis lentes eran negros, no lo notaba. También me parecío extraño que hasta yo lo encontrara bellísimo. Confuso y raro para mí. Nunca en mi vida encontraba lindo, ni bellísimo, ni hermoso a un chico.

Tenía ojos grandes y unos labios carnosos, no tanto como los míos, pero igual de apetecibles. Hasta yo me sorprendía de mis pensamientos. Cabello rapado por los lados y de un color rojizo oscuro, le quedaba bien para su tez de piel, blanquecina como la nieve… Pequeño de estatura y parecía no complicarse. Traía una capucha color gris y pantalones moldeados a sus piernas. Eran un poco delgadas, quizás parecidas a la de una chica pero no tanto. De todas formas, el atuendo era perfecto para él. Habíamos coincidido en algo, las zapatillas. Converse negras. Al parecer teníamos el mismo gusto en marca.

De repente dirigió su vista hacia el grupo de escolares, ellos se reían de él. Quizás lo conocían, pero no les tomó atención y me miró. No quise girar la cabeza para que me siguiera mirando. Le brillaban los ojos aún cuando había poca luz por el día nublado, era encantador. Parecía un niño pequeño al cual dejaron en el parque y necesitaba ayuda de alguien.

Recordé que de un principio me iba a sentar en su banco y me arrepentí, para luego sentarme frente a la pileta sin agua para poder pensar. ¿Me arrepiento ahora? No mucho, lo podía ver directamente.

Inconscientemente volteé la cabeza y de nuevo él la retiró de mi vista. Esto parecía un juego y me gustaba jugarlo con él, aunque no lo conocía de nada. Volví mi mirada a la pileta y miré de reojo nuevamente. Un viejo pordiosero nos tapaba la vista y las palomas que eran correteadas por los perros callejeros.

Hubo un momento en que se distrajo y yo lo miré. Y cuando dirigió la mirada hacia mí, se sorprendió y al parecer, se sonrojó, agachando la mirada… Era muy tierno… ¿Tierno? Nunca había usado esa palabra en mi vida… otra vez…

Para mi mala suerte, entró una llamada a mi celular. Quitándome total atención hacia el chico. Era ella. La persona que estaba esperando en ese parque.

─¿Jongin? ─era Minah.

─Sí.

─Te llamo porque se presentaron unos problemas en casa y… ─la corté.

─Entonces no vendrás.

─No, lo siento mucho y… ─pero la corté nuevamente, antes de que me diera más explicaciones. Cosa que no tenía ánimos de oír.

─Está bien… Entonces nos veremos en otra ocasión, Adiós ─y finalicé la llamada. Llamada que jamás iba a realizar en el futuro, lo aseguro.

Estaba furioso, no por el hecho de que me dejara plantado y que nunca me habían plantado antes, sino porque ella me venía tramitando el estar viéndonos desde hace más de tres semanas.

Si nos habíamos visto durante las vacaciones. Todo un mes. Citas, cenas, cine, motel y hoteles para probar. Probar algo que nos gustaba a los dos, el sexo.

Pero ahora que se fuera al demonio porque no la volvería a ver y no me importaba.

Me quedé sentado un momento más antes de irme. Miré hacia el chico y un señor estaba hablando con él. Seguramente quería ayuda de algún tipo. Vi que negó con la cabeza y después asentir. Al parecer no había sido de mucha ayuda para el caballero porque se fue hasta la cabina de seguridad ciudadana. Yo lo seguía mirando y él miraba al cielo. Cielo nublado pero que entraba los primeros rayos de sol como para abrigar en este frío. Había cerrado los ojos, disfrutando del momento. Yo también lo quería hacer… pero el tiempo no me acompañaba. Así que observándolo por última vez, me levanté y me dirigí a casa.

*   *   *   *   *

Ahora reparo en que al chico que había visto, era nada más ni nada menos que amigo de LuHan. ¿Tanto cambió? Antes parecía un total nerd que pasaba desapercibido por la gente. Siempre usaba lentes al estilo hipster y está en la carrera de Literatura. No le tengo respeto porque no me gusta leer, para nada. O quizás un poco, por obligación. ¿Un libro por año, tal vez?

Tenía el pelo café oscuro, casi negro y siempre vestía ordenadamente… Nunca lo noté, en serio.

¿Acaso ahora se cambió de carrera para que cambiara tanto? Todavía no lo podía creer. Y más cuando me saludó. Le tomé la mano y es como si hubiera pasado electricidad en todo mi cuerpo. Lo miré y ver esos ojos tan cerca… y esos labios… No me había equivocado en la descripción en ese parque. Sin embargo, no se sonrojó como esa vez, solo me sonrió. Lo cual me dejó hipnotizado… Tenía una sonrisa perfecta, me encantaba. De niño lo tenía todo y podía no tenerlo nada, por como mi mente viajaba hasta lo más perverso de los acontecimiento sexuales.

Me soltó la mano para correr hacia su amigo y yo me quedé estático en el mismo lugar. No sabría decir que fuera como amor a primera vista, pero si podía decir que me encantaba ese chico… Tenía algo que me atraía.

No sé como lo hizo.

Reaccioné en el momento cuando uno de mis compañeros, Suho, se me acercó y juntos fuimos a lo que sería, el consejo inicial de bienvenida.

Entramos y como siempre, estaban todos esparcidos. Viejos y nuevos estudiantes. Atraje la mirada de muchas chicas que no conocía, seguramente nuevas. Me divertiría con ellas en estos momentos pero mi mente ocupó al chico. Lo busqué por el lugar y lo más fácil que pude hacer es buscar a Luhan y su nuevo color de pelo. Yo sabía que si él estaba por ahí, su amigo también. Y así fue.

Algo estaban conversando entre ellos y el chico le sonreía. No sé por qué pero me daba mala espina el que Luhan y él eran pareja… y me entró una curiosidad incontenible.

¿Esto… parecía obsesión hacia aquel pequeño? Espero que no, porque solo es curiosidad lo que tengo, nada más, ¿verdad?

Durante la clase, me quería acercar a Luhan y preguntarle sobre su amigo. Aunque se me haría demasiado notorio hacerlo ahora, cuando nunca le pregunté en un principio. Miré a Luhan y a su lado estaba mi amigo, Sehun. Yo sabía que a Sehun le gustaba al mayor de todos. Siempre que los veía juntos, este se sonrojaba a no más poder, era muy inocente el pobre. Tenemos la misma edad, somos los dos menores de la clase y entramos por “exclusividad” un año antes de salir de la preparatoria.

Todavía me acuerdo de ese día en que estábamos en clases y alguien entró al aula…

*   *   *   *   *

Todos lo miramos, parecía un señor de gran porte, porque la mayoria de la clase, estaba cuchicheando algo que ni nosotros entendíamos. ¿Acaso era tan importante como para generar tal “alboroto”?

─¿Desea algo señor? ─había preguntado nuestra profesora de turno.

─Vengo a buscar a dos alumnos suyos ─caminó hasta la profesora y le entregó un papel. Papel de alumno retirado. Bien lo conocía yo, porque mi madre me retiraba muchas veces por mentiras mías.

─Claro… ─dijo finalmente ella. Analizando el papel por ambos lados ─. Kim Jongin y Oh Sehun ─nos miramos los dos ─, pueden retirarse de clases… ─dijo un tanto extraña pero agregó algo más ─. De hecho, al parecer las clases en la preparatoria han terminado para ustedes dos.

─¿Qué? ─expresé yo, no por susto porque no había hecho nada. Y, Sehun, menos, si parecía un corderito inocente ─. ¿Nos van a expulsar?

Todos los de la clases comenzaron a murmurar, otra vez.

─No ─advirtió ella y la clase se quedó callada para saber lo que diría ─. No serán expulsados ni nada parecido. Ustedes… serán inscritos para ir a la Universidad Phönix el próximo año.

─¿Qué? ─pregunté anonadado esta vez y de lo irreal de la situación ─. Es broma, ¿verdad?

─No es broma, Kai… ─Sehun me tocó el brazo y miré hacia donde me indicaba.

En el traje del caballero, se veía claramente la insignia de dicha universidad. Entonces era cierto lo que estaba pasando y el por qué, no lo sabía aún y no lo supimos hasta que llegamos hasta la oficina del director y nos explicó. Eran “cazatalentos” en busca de personas de diferente preparatoria y en especial que estudiaran danza (mi amigo y yo éramos uno de ellos) para incentivar la carrera, ya que no tenían muchas personas inscritas.

*   *   *   *   *

Después averigüé del por qué no habían tantas personas. Eran casi maltratados los pobres chicos y chicas para llegar a la perfección. Maltratos que nosotros no aceptamos. Y me refiero a nosotros a todos los que estábamos en la sala de baile y que éramos simplemente… doce personas. Todas vienen de distintas preparatorias. Todos entraron con la esperanza de, quizás, llegar a ser grandes bailarines y destacados, como yo lo quiero ser. ¿Formar un grupo? Tal vez sí y traería a Sehun conmigo, porque más que amigo es como mi hermano menor y debía protegerlo.

Varios de ellos se conocían de la misma preparatoria proveniente. Como Suho, que era amigo de Xiumin y Lay. Tao y Kris también. Chanyeol, Baekhyun, Chen y Luhan, todos a parte. Este último, siendo el mayor de todos.

Según lo que nos contó una vez, es que esperó un año para entrar con su amigo. Amigo que se llamaba… No lo sé. No me acuerdo de su nombre… Soy malo recordando nombres, a excepción de mis compañeros de carrera (menos una persona que sentía que sobraba).

Había un chico que sinceramente, no me importó en un principio. Si bien había llegado como los cuatro últimos, solo, no se me hizo interesante. Ojalá que esta soledad lo haga retirarse. Llevábamos tres años ya cumplidos y la verdad es que no creía que ese chico se quedara tanto tiempo.

Era alguien que no participaba de nuestras rutinas, aunque era una y otra vez invitado por los chicos, no lo hacía. Y más vale que no lo hiciera porque la mayoria de los pasos eran hechas por mí. Mi rutina, mi baile y yo elijo a los que lo bailarán. Eran todos y yo, menos el chico. Soy egoísta, lo reconozco.

Apartando tal pensamiento y recuerdos. Miré nuevamente a Sehun, ahora parecía un tomate. No sé por qué pero nunca me puse a pensar porque los chicos se gustaban entre sí. Yo soy heterosexual a más no poder. No me asquean los gays, pero es raro. ¿Qué verán en ellos mismos? ¿Quizás las actitudes, su forma de ser, que no importa que sean hombres? ¿Se ven como chicas algunos o qué? No lo entendía.

─Sehun ─lo llamé, para que se le quitara lo rojo de la cara. Este se acercó a mí y le señalé que se sentara a mi lado ─. ¿Qué te pasa, hombre? ─le pregunté en un tono un poco… serio.

─¿De qué o qué? ─se hacía el tontito además.

─Estás rojo como un tomate ─lo miré achinando mis ojos y supo de que le hablaba ─. ¿Qué tanto le ves a Luhan?

─Bueno… ─se sonrojó de nuevo ─, es talentoso y es… bonito ─afirmó.

─¿Bonito? ─quedé perplejo. Yo sabía que le gustaba, pero que me lo dijera, cambia mi perspectiva ─. Sehun… no eres gay.

─No, no lo soy, porque solo me interesa él ─otra vez perplejo. Me estaba hablando seguro de todo lo que sentía, cuando nunca en su vida lo había hecho ─. ¿Te molesta? ─preguntó con enfado.

─Oye, no es para que te enojes ni nada. Solo… quería saber, nada más.

─¿Tienes curiosidad? ─lo preguntó en modo gracioso. Claro, yo curioso, ¿de qué?

─Claro, soy el que ha tenido más sexo que tú y voy a tener curiosidad ─dije irónico.

─Curiosidad de lo que se siente por un hombre, ¿quizás? ─ok, estaba curioso. ¿Y por qué? Porque en el parque me sorprendí de darle tantos calificativos a un chico que no conocía. Entonces, sí, estaba interesado en el tema, pero solo para saber si estaba equivocado con respecto a lo que sentía por aquel chico.

Me contó con lujo de detalles lo que pensaba y sentía por Luhan. Hasta parecía que estuviera describiendo a una chica, lo cual me sorprendió. Entonces, ¿así es como se ven entre sí? Son las actitudes, son los tratos, es el habla, es el toque, es la mirada, es la sonrisa, es la risa, son los detalles, es la personalidad… es todo. Es lo mismo que yo pensaría de una chica. Bueno, como la chica que me gustaba cuando tenía 14 años, pero pareciera que es más especial en un hombre.

Miré a Sehun, todavía hablaba y yo solo asentía a todo, y mientras lo escuchaba, trataba de relacionar todo a ese chico. La perfecta sonrisa, la mirada… Esa mirada que me gustó desde que lo vi en ese parque, el toque de  nuestras manos, sus sonrojos… y me hundí en mis pensamientos. No lo conocía, pero sin embargo, me interesó y entonces me pregunté: Si ahora era interesante, ¿qué pasará cuándo tenga que hablar con él? ¿Será enloquecedoramente interesante? ¿Tan interesante cómo para… intentar ser… gay?

Me vino las palabras de mi amigo a la cabeza: No, no lo soy, porque solo me interesaría él. Entonces será lo mismo conmigo, ¿verdad? ¿Y si me llegara a gustar y lo intentara con muchos más? O sea… me pasaría al lado bisexual. Me gustaría el Fu y el Fa. Pero me encanta el Fu. Pero… ¿y si después pruebo el Fa y deja de gustarme el Fu? Sería completamente homosexual. Me odiaba por tener tal debate mental, cuando estaba seguro que soy heterosexual, me encantan las chicas, me he acostado con muchas de la universidad. ¿Por qué un chico cambiaría eso?

─¿Kai? ─me llamó Sehun y desperté del trance.

─¿Sí?

─Estabas durmiendo despierto ─dijo divertido.

─Disculpa… Entonces, ¿Luhan es especial para tí? ─pregunté ya resignado.

─Sí, lo es… ─y los dos miramos a Luhan como conversaban con nuestros compañeros. Tan feliz, interactivo como siempre, y mi amigo suspiró profundamente. Tal vez en su mente procesaba el hecho de poder confesársele antes de que termine el año.

Yo solo me levanté y le acaricie la cabeza. Soy su amigo, pero no sé si tendría la voluntad de aconsejarle algo cuando su corazón debía decidir. Al igual que yo, entre ser hetero, homo o bisexual. Aunque no sé por qué debatirme ahora si todavía no tenía sexo con un chico. ¿Debería intentarlo acaso? Bufé al momento de cerrar la puerta de la sala y comencé a caminar por los pasillos de la universidad. Estaba totalmente vacío. Todos estaban en clases. Así tendría tranquilidad para pensar cosas y también de lo que sería el próximo baile para conmemorar al mejor año de la carrera de danza en la universidad.

De pronto, mi mirada se encontró con ese alguien que tanto me martilló la cabeza en la mañana. Estaba él… Maldecía por no saber su nombre. Pronto le preguntaría a Luhan.

Se encontraba frente a su casillero. Guardando y sacando libros. Ya sabía que estudiaba Literatura y de hecho, era lo único que sabía de él. En una de esas, se le cayeron unos libros y quise ayudarle, pero algo me lo impedía. ¿Orgullo? ¿Miedo? No lo sabía…

Y cuando tenía decidido ir, alguien corrió por mi lado, dirigiéndose hacia el pequeño (sí, ahora le diría pequeño), era Xiumin. Le ayudó a levantar unos libros y los sostuvo mientras que el pequeño organizaba su casillero nuevamente y agradecía su ayuda, sonriéndole. No era la misma sonrisa que me dio antes de entrar, era distinta, era de más confianza. ¿Acaso se conocían? Se quedaron hablando un momento, después de que él cerrara el casillero. Se reían los dos de algo que comentó Xiumin. Y yo mirando esa escena como si descubriera tal “infidelidad”. Rara situación, pero cierto, tenía un poco de celos… ¿Celos? Debo estar volviéndome loco.

Se fueron juntos y yo los miraba como un bobo desilusionado parado en medio del pasillo vacío.

Después de darme unas cuantas vueltas por el campus y meditar sobre los pasos que tenía en mente, y pensar en el pequeño, volví al salón. Estaban todos relajados y eso de por sí era casi siempre. Enseyábamos muy poco por no tener profesor, cosa que decidimos nosotros. Si querían que las espectativas subieran, nosotros nos encargábamos de ello, al menos en la carrera.

Me senté en un rincón y me percaté de algo que los de aquí no lo hicieron. El chico misterioso no estaba. Bueno, sería menos incómodo mostrarle los pasos a él. De repente, entra Luhan, no me di cuenta de que él no estaba. Estaba hecho una furia andante y con ganas de pelea. Muy pocas veces se le veía así.

─¡Xiumin! ─gritó y todos voltearon a verlo sobresaltados. Ellos sabían lo mismo que yo. Pocas veces enojado, pero no tan enojado… ─. ¡Maldito idiota! ¡Casi matas a Soo! ─¿Soo? ¿Quién era Soo?

─¿De-de qué hablas? ─respondió Xiumin asustado, mientras era zarandeado del cuello de la camiseta por Luhan.

Yo no me metía en problemas de aquel tipo. No era el lider, por así decirlo. De eso se encargaban Suho o Kris.

─¿Le recomendaste un libro? ─preguntó en su aparente tranquilidad.

─S-sí…

─Pues, verás. Por andar buscando tu maldito libro de mierda, ¡casi tuvo un accidente, pendejo!

Y todos lo miraron, impactados por tal declaración. Yo también lo miré, pero no asombrado. No me importaba mucho la vida de los demás, excepto la de Sehun y quizás el pequeño, desde ahora. No conocía a Soo, así que no le tomé importancia.

─Terminemos con esto, ¿quieren? ─se acercó Suho a hablar con ellos y los separó ─. Cuéntanos como fueron las cosas, no puedes echarle simplemente la culpa a Xiumin ─dijo serio.

─Bueno… ─suspiró Luhan ─. Lo que me contó Soo, fue que iba a buscar un libro recomendado por este enano… ─lo indicó con furia ─… y que al no poder alcanzar, porque estaba muy alto, se resbaló. Un chico salió de la nada, amortiguando la caída y al final, fue él el que se fracturó la columna ─se tocaba la sien, como si le hubiera dado dolor de cabeza el haber pensado mucho.

─¿Pero Soo está bien? ─preguntó Xiumin asustado.

─Claro que está bien. No seas idiota ─respondió Luhan y yo todavía seguía sin saber quién era Soo.

Después se calmaron las cosas. Todos hablaron aparentemente tranquilos, se sentaron en un círculo para conversar sobre el tema. Me invitaron, pero no fui porque no tenía ganas de hablar. Al parecer la conversación fue alentador para la clase porque finalmente Luhan se disculpó con Xiumin y este lloraba de culpabilidad por tener que ser el que causó el accidente indirectamente.

¿Y saben qué? Yo todavía seguía sin saber quién era Soo.

Notas finales:

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