Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor y odio por saotaky

[Reviews - 47]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Tendría que estar estudiando para rendir dos materias la semana que viene...pero bueno. Valoren eso jajajaja. Ojala les guste :)))

Luego del fogoso encuentro, Inuyasha se sentía algo vergonzoso aunque al mismo tiempo complacido. Mientras que Koga desbordaba de la alegría y no lo disimulaba. Se ofreció a acompañar a Inuyasha hasta la aldea, no solo para asegurarse de que no volvieran a atacarlo, sino también para poder hacer lo que hizo todo el camino…Abrazarlo y besarlo como un desquiciado. El peliplata se mostraba tímido y reacio al principio, pero no pudo con las demostraciones afectuosas del lobo.

Inuyasha: ¡Oye tranquilízate un poco, nos vamos a caer! –caminando con dificultad ya que Koga lo abrazaba por detrás siguiendo sus pasos.

Koga: Es culpa tuya por ser tan adictivo –dijo hundiendo su cabeza en la nuca de Inuyasha, aspirando su aroma.

Inuyasha: Ya para –reprochó con una risa generada por el aliento de Koga en su cuello.

Koga: No –dijo dándolo vuelta para comenzar a besar su cuello nuevamente-. Menos ahora que encontré un punto débil en el gran Inuyasha.

Inuyasha: Espera… n-no te precipites –alejándose un poco-. Yo…yo solo te dejé besarme, pero eso no significa nada –cruzó sus brazos y miró hacia otro lado.

Koga: Sabía que no me la harías tan fácil –suspiró-. Está bien, pero ya verás, lograré que hasta me supliques que te bese.

El peliplata revoleó los ojos y el moreno rió ante la arrogancia de su amado. Siguieron caminando hasta que finalmente llegaron a la aldea. Inuyasha pidió disculpas por el excesivo retraso…Partió a la mañana y llegó casi al anochecer. Pero los aldeanos no se molestaron, menos cuando les mencionó que su atraso se debió al ataque de un ogro. En ese momento, los aldeanos fueron quienes se disculparon pero Inuyasha muy tranquilo les dijo que no se preocuparan, ya que Koga evitó que algo peor sucediera. Todos agradecieron al lobo por haber salvado la vida de su querido Inuyasha, principalmente los amigos del peliplata, que se pusieron muy contentos al saber que pasaron el día juntos. Morían de intriga por saber que había sucedido entre ellos, pues se notaba en el ambiente que algo había cambiado, pero no era el momento ni el lugar para esas preguntas.

Koga tuvo que rechazar la invitación a quedarse nuevamente a cenar en la aldea, se disculpó diciendo que tenía asuntos que arreglar con su tío en el norte. Inuyasha lo miró algo asombrado, y al entender la mirada el moreno le dijo más por lo bajo que mañana le contaría todo. Sin decir más, se despidió con una sonrisa y se fue en su remolino.

Ni bien el lobo se desvaneció, un monje y una exterminadora apresaron por ambos brazos a Inuyasha y lo arrastraron a toda velocidad hasta la cabaña en que vivían.

Inuyasha: ¿¡Oigan que tienen, están locos!?

Sango: ¿Le dijiste que sí? –juntando ambas manos.

Inuyasha: ¿Eh?

Miroku: ¡A Koga! ¿Aceptaste su propuesta? ¿Le confesaste tus sentimientos?

Inuyasha: ¡Sí que están locos! ¿De qué sentimientos hablan? ¡No tengo nada que confesarle, y no pasó nada!

Miroku: Ay si, ni que no te conociéramos –irónico.

Sango: Anda Inuyasha. Sabemos que te gusta, no entiendo porque te cuesta tanto reconocerlo.

Miroku: Ya es hora de que madures amigo.

Sango: Es cierto. Reconocer lo que le pasa al corazón es crecer.

Inuyasha: ¡Ay ya cállense! –agarrándose la cabeza-. ¿Si les digo que pasó me van a dejar tranquilo?

Miroku/Sango: Por supuesto –dijeron al unísono.

Inuyasha: ¡Bien, ustedes ganan! –suspiró-. Solonosbesamos –dijo muy bajo y casi sin abrir la boca.

Miroku: ¿Qué?

Inuyasha: Quesolonosbesamos –del mismo modo otra vez.

Sango: ¡Ya dilo bien, no te entendemos!

Inuyasha: ¡Que nos besamos! ¡NOS BE SA MOS! –reconoció finalmente.

El peliplata enrojeció ni bien cayó en conciencia de la confesión que había hecho a sus amigos, mientras que éstos estallaron en un grito célebre que lo dejó aturdido. Lo felicitaron contentos y orgullosos de que por fin haya actuado maduramente desde que lo conocen. Inuyasha dejó en claro que no había nada con Koga, que solo fue un beso, y aunque sus amigos hicieron de cuenta que le creían, sabían que para él no había sido solo un beso y ya. Y es que realmente, hasta Inuyasha sabía que ese beso le movió el mundo por completo. Lo que sintió su cuerpo y su corazón en el instante en que Koga apresó sus labios, no lo había sentido cuando besó a Kagome…ni siquiera cuando besaba a Kikyo. Esto último lo inquietaba. ¿Sería Koga la persona indicada para sacar finalmente a Inuyasha de aquel pasado de trágico amor, hacerlo vivir el presente y regalarle un futuro?

-----------------------------------------------------------------------------

A unos cuentos kilómetros, un joven demonio lobo llegaba a los aposentos de su tío, el líder del clan norte. Para su suerte, la aldea de donde había partido hacia unos minutos, estaba ubicada casi en el límite de las fronteras, y si a eso se le suma su excesiva velocidad, Koga no tardó casi nada en llegar desde el condominio de las tierras oeste hasta la cueva madre de la tribu norte.

A toda velocidad, como perseguido por un enemigo, Koga entró en la cueva saludando a los apurones a cada solado o sirviente que se encontraba, hasta llegar finalmente hasta donde se encontraba su tío.

Koga: ¡TÍO, TÍO!

Okazu: ¿Koga, que sucede? ¿Te pasó algo? ¿Estás bien? – se anticipó suponiendo algo malo.

Koga: ¡De maravilla! –respondió Koga, tranquilizando a su tío al saber que eran buenas noticias.

Okazu: ¡Me has pegado un gran susto apareciendo así, creí que te había sucedido algo malo! ¿A qué se debe tanto sobresalto?

Koga: ¡Lo besé tío! ¡Lo besé! –zamarreándolo.

Okazu: Oye oye tranquilo sobrino –rió soltándose de su agarre-. ¡Te felicito! ¿Es decir que ya accedió a casarse contigo?

Koga: ¡Tío que cosas dices! Lo besé, ¿pero sabes cuánto me falta para que acceda a casarse conmigo? Ni siquiera estamos en una relación… –suspiró-. No será fácil, pero estoy dispuesto a enamorarlo a como dé lugar.

Okazu: Me parece bien Koga. Esa es la actitud digna de un futuro líder.

Koga: Mañana le comentaré todo lo de la boda y este maldito asunto del concejo. No quiero que se sienta presionado, pero debe saber que no pienso casarme con nadie que no sea él.

Kenta: Que gusto verte tan enamorado hermanito –dijo apareciendo con una sonrisa-. Te felicito por tu avance. De seguro en poco tiempo lo tendrás a tus pies.

Koga: Gracias hermano –rió-. Pero no lo conoces, no sabes lo testarudo que puede llegar a ser.

Okazu: ¿Porque mientras tomamos un té no nos cuentas más de él? –ambos hermanos asintieron.

Kenta: Me encantaría, pero tengo asuntos que hablar con el concejo de la tribu este. Luego me cuentas Koga –dijo despeinando los cabellos de su hermano para luego salir.

Okazu y el menor de sus sobrinos, se sentaron a la pequeña mesa de los aposentos del jefe, llamaron a un sirviente y en pocos minutos tenían sus bebidas.

Okazu: Cuéntame Koga. ¿Quién es el afortunado?

Koga: Su nombre es Inuyasha. Es un hanyou –su tío abrió los ojos sorprendido-. Sí ya se, siempre he despreciado a los hanyous como a los humanos, que ironía, bla bla bla –dijo sarcástico haciéndolo reír.

Okazu: ¿Y donde lo conociste?

Koga: Él también estaba tras Naraku. Lo conocí en los tiempos de la guerra con ese maldito. Pero en ese entonces él y yo nos llevábamos realmente muy mal. No entiendo como nunca me di cuenta de lo hermoso que era.

Okazu: Quizás siempre te atrajo, pero por alguna razón no podías darte cuenta.

Koga: Puede ser… En esa época, tanto Inuyasha como yo creíamos estar enamorados de la misma mujer. Pero luego ambos nos dimos cuenta que no era amor. Él estaba confundido, porque ella le hacía recordar mucho a su primer amor, pero no la quería más que como amiga. Y yo también me di cuenta que me atrajo de ella su bondad y dulzura, pero nunca me enamoré. Quizás, sabiendo que ni él ni yo teníamos motivos para seguir siendo rivales, me permití mirarlo con otros ojos…

Okazu: ¿Y cómo tomo él tu declaración? Si permitió que lo besaras no le eres para nada indiferente sobrinito.

Koga: Lo sé –sonrió -. Se puso algo loco al principio, es bastante temperamental. Pero luego se ablandó. Lo que pasa con Inuyasha es que él es un chico que ha sufrido mucho toda su vida. Y no se deja querer por desconfianza.

Okazu: Es típico… Los hanyous no suelen tener vidas fáciles.

Koga: Además él quedó solo desde muy pequeño según sé. Su madre era humana, y murió cuando era apenas un niño. Y desde ese entonces se las ha tenido que arreglar solo. La primera vez que confió en alguien no le salieron las cosas muy bien. Se había enamorado de una sacerdotisa pero por culpa de Naraku no solo se terminaron odiando, sino que ella murió y él quedó dormido por 50 años bajo un conjuro.

Okazu: Vaya…Que vida la de este chico –asombrado-. ¿Y su padre? Él era el demonio supongo.

Koga: Sí, el era. Murió el mismo día en que el nació. Era Inu No Taisho.

Okazu se atragantó con el sorbo de té que estaba dando en ese mismo momento. Miró a su sobrino con los ojos cual platos.

Okazu: ¿Hijo de Inu No Taisho? ¡¿El lord del oeste?!

Koga: Sí –nervioso-. ¿Lo conociste?

Okazu: Murió hace mucho tiempo, pero yo he vivido el suficiente como para no solamente haberlo conocido sino para también haber tenido una relación muy buena con él. Aunque con mi hermano no se llevaba tan bien… Ya sabes cómo era tu padre. No le gustaba que nadie lo pasara por encima.

Koga: Me imagino –rió recordando con nostalgia a su amado padre.

Okazu: ¿Y entonces supongo que es hermano del futuro lord Sesshomaru?

Koga: Así es. Y él también será un lord –Okazu volvió a atragantarse con su té-. ¡Tío ya deja eso!

Okazu: ¡Pero qué quieres si tu tiras grandes noticias así como así! –recuperando el aliento-. Cuéntame sobre eso.

Koga: Inuyasha y su hermano se llevaron muy mal toda la vida, pero como ambos se ayudaron en la derrota de Naraku empezaron a llevarse mejor una vez que ese maldito murió. Y recientemente Sesshomaru le propuso a Inuyasha gobernar junto a él las tierras de su padre. Según lo que me contó Inu.

Okazu: ¿Así que…es hermano de Sesshomaru? –preguntó para sí mismo.

Koga: Sí, ¿qué hay con eso? –replicó el menor que escuchó perfectamente bien.

Okazu: Eh… –cayendo a tierra-. No, nada, nada. No hagas caso a este viejo –rió nervioso.

Koga no se conformó con esa respuesta, pero dejó el tema ahí de todos modos. Continuó hablando con su tío un largo rato más, hasta altas horas de la noche. Adoraba hablar con ese viejito.

----------------------------------------------------------------------------

Inuyasha dormía plácidamente en la rama de un gran árbol. Sentía los rayos de sol pegarle en su angelical rostro, pero no tenía intenciones de despertarse aún. Aunque no contaba con que alguien decidiera por él…

Sesshomaru: ¡Oye! ¡Despierta perezoso! ¡Inuyasha despierta!

Por más que gritaba su hermano menor no mostraba indicios de siquiera escucharlo. Dio un salto elevándose hasta su altura y lo empujó de la rama haciendo que Inuyasha cayera de cara al piso, lo que le trajo recuerdos de los “abajo” de Kagome.

Inuyasha: ¿¡Cuál es tu maldito problema!? –dijo incorporándose y encarando a su hermano.

Sesshomaru: Buenos días.

Inuyasha: Buenos para ti, que ningún loco te despertó a golpes –frotándose la cara.

Sesshomaru: Sígueme. Vamos a caminar un rato.

Inuyasha suspiró y siguió a su hermano, sabía no podía contradecirlo. Lo que no se esperaba, era lo que vino a continuación durante la caminata en el bosque.

Sesshomaru: Inuyasha…Si vamos a gobernar juntos y empezar a tener una buena relación de hermanos, es necesario que cerremos el mal pasado que tuvimos, y para eso creo que lo que corresponde es que te pida disculpas, ¿no crees?

Inuyasha: ¿Qué? –asombrado.

Sesshomaru: Perdóname Inuyasha… –mirándolo-. Perdóname por todo lo que te dije e hice durante estos largos años, por nunca haber sido un buen hermano. Yo sé que mucha de la inseguridad que te atormenta se debe a mi –en ese momento Inuyasha se dio cuenta de que sus amigos quizás le habían contado algo a Sesshomaru, pero no se enfadó-. Sé que no será fácil, pero me gustaría que me perdonaras.

Inuyasha: Wow, nunca creí que llegaría este momento… –rió-. Está bien Sesshomaru, no hay cuidado. No se puede hacer nada sobre lo que ya pasó, pero en verdad quiero llevarme bien contigo de aquí en adelante. Además, si bien tú me has hecho la vida imposible bastantes veces, eso me ha servido para fortalecerme. No hay rencores, en serio.

Sesshomaru: Gracias Inuyasha –su hermano menor lo miró sin creer que esas dos palabras habían salido de su boca-. Ahora…tu turno.

Inuyasha: ¿De qué?

Sesshomaru: De pedirme disculpas a mí.

Inuyasha: ¡¿Y yo que te he hecho?!

Sesshomaru: ¿Arrancarme el brazo izquierdo te parece poca cosa?

Inuyasha: ¡Estás loco!

Sesshomaru rió. Él no reía casi nunca…mejor dicho nunca. Las pocas veces que había reído o sonreído era causa de la pequeña Rin. Nunca llegó a pensar que podía pasarla tan bien con su hermano.

Sesshomaru: Bien Inuyasha, es hora que conozcas el castillo que un día habitarás.

Inuyasha: ¿En serio? ¿Viviré en un castillo?

Sesshomaru: Ajam –asintió-. Démonos prisa, mi madre ansía que la conozcas.

Inuyasha: ¡¿Tu madre quiere conocerme?! –Inuyasha siempre creyó que esa mujer lo detestaba tanto como en ese  entonces su hermano lo hacía, después de todo, el era el hijo extramatrimonial de la mujer por la que su esposo dio la vida.

Sesshomaru: Ella ya te conoce. Quiere que tú la conozcas.

Inuyasha: ¿Ya me… conoce? –preguntó para sí mismo sin entender nada.

Sesshomaru: Bien, vamos a volar. A pie tardaremos mucho.

Inuyasha: ¿Me llevaras tú?

Sesshomaru: ¿Me viste cara de mula o qué? Volarás por tu cuenta.

Inuyasha: ¡No puedo volar idiota!

Sesshomaru: Sí puedes. Tienes todas las mimas capacidades que yo, solo que al ser medio demonio las tienes dormidas, no innatas como yo desde que nací.

Inuyasha: ¡¿Eh?!

Sesshomaru: Bienvenido a tu primera lección: volar.

En un tiempo mínimo Sesshomaru le había dicho tantas cosas que descolocaron a Inuyasha que ya le estaba costando mantenerse de pie. Primero se disculpaba, luego le daba las gracias, después le decía que viviría en un castillo, que la mujer que creyó que lo detestaba lo conoce y muere porque la conozca, y por último que tiene todos los mismos poderes que él y su padre. Apenas hacia media hora que estaba despierto y ya se había enterado de todo esto…Sin duda sería un día de muchas emociones para Inuyasha.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).