Días con mi Usagi. Parte 3
Desperté siendo rodeado por los grandes brazos de Usagi-san, tenía mi rostro contra su pecho e, inhale su deliciosa fragancia deleitándome de este monumento de hombre. Él hacía lo mismo, daba grandes respiraciones nasales olfateando mi cabello. No resistí la tentación y alce la mirada rezando para que no despertase y Dios escucho mis suplicas, su rostro era hermoso, esas facciones tan bellos y, su cabello alborotado daba mucho que desear, tenía una cara de Ángel pero, no lo era. Esos labios carnosos fueron los que llamaron mi atención, me alce un poco para posar los míos sobre ellos y, sentí una enorme satisfacción, me separe y, extrañamente aún seguía sin despertar aunque no me importaba, la vista que estaba presenciando era espectacular, solo yo podía disfrutarla y, eso me alegraba hasta lo más profundo de mi ser, ¿Qué haría yo sin esta persona? si alguna vez llegara a ser separado de él me derrumbaría, mi corazón y alma se romperían en mil pedazos. Inconscientemente por mis estúpidos pensamientos una lágrima se derramo de mi ojo derecho y, fue allí cuando los ojos de Usagi-san se abrieron precipitadamente y tomo mi rostro entre sus manos
-¡Misaki! ¿Qué sucede?- preguntó preocupado y sorprendiéndome por su repentino movimiento
-No...No es nada -dije aún aturdido por esos hermosos ojos los cuales, estaban sobre mi analizando cada uno de mis movimientos, me sentía desnudo, aunque no era de extrañar que estuviera desnudo ante él
-No me mientas-esta vez su voz sonó severa, sombría y, con cierto brillo de enojo
-“Dile la verdad, carajo” -dijo mi subconsciente asustado
-(Ahora es que vienes a aparecer, bastardo)- escuche como se reía y suspire en mis adentros
-Solamente pensé que...- me sonroje, me daba mucha vergüenza decir estas vergonzosas palabras-Si llegasen a separarme de tu lado, no lo soportaría- mi sonrojo invadió todo mi rostro
-Estúpido-me abrazó contra su pecho, su corazón latía de emoción y eso me hacía feliz -Nunca nadie nos separara, tenlo por seguro -me sentía protegido siendo abrazado por él, sintiendo su calor y escuchando esas sinceras palabras me hacían sentir muy bien
-¿Cómo sabias... que estaba a punto de llorar?- lo mire fijamente y él empezó a reír
-Estaba despierto mucho antes que tú- me quede por un rato pensando en sus palabras y, mi cara se encendió por la vergüenza
-¡¿Eh?!- grite y él solo tenía una sonrisa clavada en el rostro -¡Eres un Idiota!- grite dando pequeños golpes en su pecho y Usagi solo reía- Iré al baño- me acerque a la punta de la cama enojado y, cuando fui a levantarme lo primero que sentí fue el frío y duro suelo golpeando mi rostro
-Uy, eso debió doler. ¿Quieres que te lleve al baño?- me preguntó mientras sostenía su cabeza con su brazo derecho el cual estaba sobre la cama y, me miraba con sus ojos llenos de burla
-No hay necesidad -dije orgulloso levantándome
-“¡Sí que le ahí!”- grito mi subconsciente posando sus manos en su cadera
-(Silencio)- me dirigí al baño siendo seguido por la mirada lasciva de Usagi-san. Cerré la puerta con seguro y, me senté en el inodoro sintiendo un punzante dolor -Duele bastante, anoche Usagi-san estaba muy excitado- en ese instante mi estómago rugió inundando toda la habitación con ese sonido, anoche apenas y pude probar esa deliciosa carne por la repentina huida de Usagi-san
-“Manami es una persona extraña”- mencionó mi subconsciente cruzándose de brazos con el ceño fruncido mientras estaba en la bañera, llena de burbujas con un patito de hule flotando junto a él
-(¿A qué te refieres?)- me levanté para luego abrir el grifo y así llenar la enorme bañera que estaba frente a mí, mire el enorme espejo que estaba a un lado notando como mi trasero estaba rojo-Diablos
-“¿No lo notaste? esa mujer... no me da buena espina”
-(Es la esposa de Nii-chan)- la defendí aunque, muy en el fondo tenía las mismas sospechas
-“Podría ser la esposa del Rey de Inglaterra pero, igual me seguiría transmitiendo desconfianza, ¿no lo ves? la acalorada conversación que tuvo con nuestro Usagi no me gusto para nada”
(-A mí tampoco... espera, ¿Nuestro?)
-“Además” -ignoro completamente mis palabras y siguió contándome su hipótesis- “Debe de ser un Yakuza”- recordé las palabras de ella y de Usagi-san además de su cambió de semblante cada vez que Nii-chan volteaba a verla y, como se asustó por las palabras de Usagi-san
-”Mira quien habla, maestra del jardín de niños. Si supieran la verdad” -mencionó mi subconsciente, esas fueron las palabras de Usagi-san dirigidas a Manami quien se asustó al instante al escucharlas cambiando el tema instantáneamente- “Eso debe ser, la entrada a ese restaurante es exclusiva, ella y Usagi se deben conocer de antes y, su odio al otro es grande”-me adentre en la tina la cual, empezó a desbordar por mi falta de atención
-(¿Crees que deberíamos ir a casa de Nii-chan a averiguar un poco sobre esta mujer?)- era una buena idea
-“No creo que sea buena idea, esa mujer se ve peligrosa” -respondió mi subconsciente serio, rara vez estaba de esta manera y, cuando lo está tengo que tomar precauciones y tomar en cuenta sus advertencias. Decidí tomar un baño tranquilo para así lograr relajar un poco mi cuerpo, el agua era magnífica sin descartar estas burbujas
Salí después de un largo rato vistiendo una bata de baño la cual se encontraba dentro de esta cortesía del hotel y fue allí cuando tuve la oportunidad de observar la hermosa habitación. De un color azul cielo siendo iluminada por varias luces y, sin descartar la enorme ventana del tamaño de la pared siendo tapadas por unas cortinas blancas, la cama no se quedaba atrás, un enorme colchón tan espacioso y llenos de almohadas, el fondo de las sabanas era de un color blanco y, tenía un dibujo del mar, de las olas, parecía que las estuviera viendo, me dirigí a la ventana y abrí las cortinas, la vista era espectacular, podía ver casi toda la ciudad estando allí de pie, esta habitación era increíble. Nuevamente el rugido de mi estómago me interrumpió. Me encamine a la puerta la abrí y, no encontré a Usagi-san, camine por el enorme pasillo y, llegue por lo visto al comedor pero no estaba allí tampoco aunque, nuestras desayunos estuvieran servidos sobre la mesa
-¡No!- escuche un fuerte grito y golpe desde el living, me acerque sigilosamente y vi a Usagi-san hablando por teléfono mientras tenía su laptop sobre sus piernas -¡Creí que Manami estaba fuera de la ciudad, esa mujer no puede estar cerca de mí, me cabrea solo tenerla cerca!- se quedó en silencio y, nuevamente frunció el ceño- Masamune, recuerda que una vez esa mujer casi frustra nuestros planes y casi se queda con nuestro cargamento de cocaína, no le he hecho nada por consideración a Misaki y ahora, se conocen en el hotel, esto no es una casualidad, esa arpía nos tiene vigilados y eso no me agrada... si vuelve a intervenir en mis negocios o, aún peor entre Misaki y yo está muerta -me quede petrificado y con la boca abierta, ¿sería capaz de eso? matar a la esposa de Nii-chan o, aún peor, matarlo a él o a Mahiro -Ok te lo encargó- colgó el teléfono y lo lanzó junto a él mientras posaba la palma de su mano sobre su frente. Trague saliva y salí de mi escondite
-Usagi-san- llame su atención mientras me acercaba a él
-¿¡Que?!- gritó mientras volteaba verme, esa mirada tan fría y feroz, lleno de irá dispuesto a matar a cualquiera. Me estremecí con solo mirarla además de escuchar esa voz ronca llena de odio y resentimiento provocó que hasta mis huesos de tambalearan y retrocediera. Noto mi mirada llena de temor y, suavizo la mirada, apartó la laptop y se levantó- Misaki yo...- se acercó a mí para abrazarme pero, por instinto me aparte de él
-(¿Qué estoy haciendo?)- pensé y note como mis manos empezaron a temblar y, un recuerdo de mi pasado apareció ante mis ojos
-¡¿Cuántas veces te he dicho que lo haremos cuando quiera?!- gritó Riuk mientras me proporcionaba un latigazo en mi cabeza
-Riuk-sama- su sirviente apareció y me miraba con los ojos llenos de arrepentimiento
-¿Qué demonios quieres?!
- Akira-sama lo llama, dice que es urgente -estaba arrodillado con las piernas abierta sobre su cama y, tenía unas cadenas en las manos y, su otro extremo estaba colgando del techo además de estar con un bozal
-Ya regreso, mi hermoso gatito -retiro el bozal para luego plantar un beso sobre mis labios. Había sido castigado por él ya que, no quise tener relaciones sexuales
-¡Misaki! ¡Misaki!- regrese a la realidad por los gritos de Usagi y, como me tomaba de los hombros para moverme hacia delante y atrás
-Ah... estoy bien-sabía perfectamente que mi mirada transmitía horror y sufrimiento así que trate de transfórmala en una cálida y confortable. Jure nunca volver recordar el pasado pero, es inevitable ya que este me persigue como una sombra- Venia a buscarte, desayunemos juntos- lo tome de la mano y nos dirigimos a la mesa, su mirada estaba clavada sobre mí, supongo que él desconoce esa parte de mi vida y, quiero que siga siendo un misterio
Nos sentamos en la mesa para luego empezar a comer con deleite el desayuno, estaba delicioso pero, este silencio me hacía sentir mal. Claramente Usagi nunca espero tal reacción de mi parte, apártalo con esa brusquedad, ¿Qué pensara? ¿Qué le tengo miedo? suspire y, note como en todo este tiempo apenas y ha comido su mirada estaba sobre mí, observando cada uno de mis movimientos y tratando de descifrar mi mirada. Sentí como trataba de penetrar mi alma, averiguar la verdad y, descifrar mis pensamientos, investigar a través de mí ese pasado el cual, he tratado de huir por mucho tiempo
-Usagi-san -el silencio era insoportable- Siento lo de antes -desvié la mirada, el que debía apartarla no era yo sino él, por su culpa mis recuerdos volvieron de golpe
-No... Soy yo el que debería disculparme, lo siento- me sorprendí por sus palabras, el gran Usagi Akihiko pidiendo perdón, esto no se ve todos los días. Su mirada mostraba claramente arrepentimiento por la falta de brillo en sus penetrantes ojos y, como volteaba la mirada evitando la mía. Tenía que acabar con esta tensión formada entre nosotros
-Te perdono- dije con una amplia sonrisa y, Usagi-san se sorprendió un poco por mi cambio de ánimo- Hagamos como si nunca hubiera pasado -después de un rato Usagi-san sonrió al igual que yo. Terminamos de desayunar y recogí los platos para luego empezar a lavarlos. Sentí los enormes brazos de Usagi rodearme todo el cuerpo por detrás
-¿Usagi-san?
-De verdad lo siento -deje los platos en el fregadero y, olvide por completo que estábamos en el hotel, no tenía que hacer eso- Misaki, te amo -planto una serie de besos en mi cuello y lo lamia, sentí un cosquilleo dominar mi cuerpo y, además de un estremecimiento el cual recorrió todo mi cuerpo
-U...usagi...san -desato la bata de baño y empezó a pellizcar mis tetillas -O...oye, esto es... ¡Ah!- solté un gemido al sentir como daba un chupetón en mi cuello. Lagrimas empezaron a acumularse en mis ojos -¡Ah! ¡Ah!- empecé a gemir más fuertes múltiples chupones me proporcionaba Usagi además de darme caricias en el cuerpo. Me apoyé en el fregadero ya que, mis piernas empezaron a tambalearse, estas sensaciones eran increíbles
-Misaki, prefiero morir antes de causarte algún daño- empezó a bajar con lentitud mi ropa interior, torturándome- Así que, deja tu vida en mis manos -mi ropa interior cayó al suelo mientras que las expertas manos de Usagi-san se dirigieron a mi entrepierna donde, con una mano acariciaba mi erección y la otra subió hasta mis labios donde, introdujo dos de su dedos. Mientras el me masturbaba tan deliciosamente yo chupaba con excitación sus dedos, sentí un bulto volviéndose más grande a cada segundo en mi trasero. Saco sus dedos e, introdujo uno en mi dolorido trasero. Aguante el gritó para que Usagi no se percatara, logre mi cometido ya que, introdujo el otro y empezó girarlos
-Esp... espera -voltee a verlo y, note su mirada llena de deseó y pasión, mi sonrojo aumentó mientras que, él aprovecho que voltease el rostro y giro todo mi cuerpo
-Abre las piernas -eso hice, bajo el pantalón que traía junto a los boxers y, allí estaba, su enorme erección la cual palpitaba esperando con ansias entrar en mí. Me tomo de mi cintura y me alzó para que luego entrelazara mis piernas en su cintura chocando nuestras intimidades y me sonroje, el solo formo una mirada picara, me elevo un poco más -Recárgate de mis hombros -eso hice para luego sentir como retiraba una de sus manos, segundos después introdujo su pene en mi ano
-¡Ah!- pegue un gritó por la sorpresa y, el me bajo para luego recargarme en su hombro. El dolor era notable pero, era un dolor exquisito, delicioso porque me lo provocaba el placer, el placer dirigido de Usagi-san. Empezó a moverse y empecé a gemir con más rapidez mientras que sus gemidos eran roncos llenos de excitación- U...usagi-san- lo mire a los ojos, entendió de inmediato, sonrió y me besó devorando mi boca, fue allí cuando empezó a ir mas rápido, mis gemidos se ahogaban en su boca mientras nuestras lenguas tenían una batalla a muerte llena de deseo- Usagi-san... no lo soportó más- dije al separarme de él
-Solo... un poco más- su agarre fue más fuerte al igual que sus últimas embestidas. Se corrió dentro de mí y soltamos juntos un grito de placer ya que, esta era la primera vez que nos corríamos al mismo tiempo. Agradezco a Dios que mañana es sábado por el simple hecho de que no me levantare de la cama ni muerto