UN JUEGO
CAPITULO -2-
~*~
Taemin despierta con dificultad, el horrible chillido del despertador lo obliga, lo apaga con todo su odio. Entra al baño y toma una ducha que lo relaja, pero sale y todo se viene abajo. Minho estaba parado ahí, un ‘lo siento’ bastaba, pero no se atrevía a nada, no si el alto lo miraba sin sentimiento alguno en sus ojos, se hace a un lado, esquiva y sale a la velocidad de la luz.
Empieza a sentir como todo se salía de control, acaso no podía disculparse y seguir como si nada hubiera pasado, se pregunta. No, tenía la estúpida necesidad de huir cada que lo único que quería y necesitaba era hablar, ser escuchado.
- Bebé?
- …Umma…
Ni siquiera el mismo se había dado cuenta de cuando sus lágrimas empezaron a caer, pero no podía contenerse. Mierda. Le costaba tanto mentir o fingir que todo estaba bien cuando en realidad no era así.
Para nada.
Key lo ve derramar lágrimas, cierra la puerta e inmediatamente abraza al menor, no sabe lo que ocurre, pero se da cuenta de que no debe preguntar, solo esperar a que él le dijese algo. Se le estruja el corazón al ver ese rostro bañado por lágrimas tan amargas. Intenta que se calme, porque tienen una sesión de fotos.
- Bebé tranquilízate – un beso en sus cabellos y Taemin se siente algo mejor.
- Umma… - quiere hablar pero se contiene, quiere pero sabe que si dice algo pude arruinar al grupo
- Sabes que puedes contarme lo que sea – esas palabras le gustan, se siente menos solo.
- Gracias…
Unos instantes más se quedan abrazados, hasta que escuchan a Onew quejándose y lloriqueando por el desayuno que debía ser preparado por el rubio. Supuestamente.
Ambos ríen.
- Ve a lavarte y… - lo mira con pena, se da cuenta de que seguramente el menor estaría llorando por largas horas – yo veré que hago con esas ojeras…
- Lo siento – se disculpa, es que no podía estar pensando en el trabajo las veinticuatro horas. Tal vez sería lo mejor. Una punzada en el pecho y se muerde el labio para evitar volver a amargarse.
- Tan solo… prométeme que me contaras si? – el rubio le mira con cariño.
Taemin asiente y ambos salen de su cuarto, el rubio a la cocina y el menor al baño, esquiva las miradas de Jjonghyun y Onew, entra al baño y se mira al espejo, era un desastre, se refresca la cara con la esperanza de que por arte de magia el agua le quitara semejantes ojeras, se seca y sale, se sienta en el sillón, saluda y mira la televisión como si nada. Para nada normal.
Desayunan, Key no deja de mirarle con pena y ni que decir de los otros que tenían cara de preocupados. Mierda. La idea era no ser tan evidente y ahora era el centro de atención del universo. Lo peor, no podía evitar ver como Minho lo ignoraba y actuaba como si nada ocurriera. Ese debía ser su papel. Idiota.
Llegan a las instalaciones de la SM y las estilistas no paran de mirarle, y las noonas de mayor confianza le reñían por sus ojeras. Pero para ellas no había nada que no pudieran hacer y más con la ayuda del todopoderoso Key que conversaba y se ponía de acuerdo con ellas.
La semana empezaba de la peor forma. A donde que fuera estaba Minho pegado a su celular ignorándolo más de lo que resistía. Demasiado.
Los demás días seguían igual, solo que evitaba llorar para dejar de ser la víctima, porque no lo era, el mismo se había puesto esas cadenas que ahora le sabían demasiado pesadas.
- Taemin? – era Onew. Intenta sonreír para parecer normal – te encuentras bien? – la misma pregunta.
- Si hyung – no duda en responder.
- Sabes que puedes hablar conmigo verdad? – Onew siempre era tan bueno y comprensivo con él. Es más jamás le regañaba por nada.
- Si… gracias hyung
Onew se para y entra en su habitación. Mientras él se queda mirando la televisión, recuerda que tardes cuando no tenían nada que hacer se la pasaba tan bien con el alto. Decide tomar aire, pero lo piensa bien, la idea de dedicarse las veinticuatro horas a trabajar tampoco era mala, se cambió y tomo una mochila y se fue a las instalaciones de la SM, quería practicar, hacer lo que más le gustaba.
Entra y siente como una bofetada la imagen de Minho y Sully charlando en el pasillo, ese pasillo por el que debía pasar. Sabe que no lo vieron, decide volver sobre sus pasos, pero choca con alguien.
- Taemin!!! – su nombre era gritado tan fuerte que seguro todo el edificio estaría enterado de que estaba ahí, es más toda Corea.
- Shht! Kai! – le regaña sin querer, y también es abrazado sin querer.
- Hyuung!! – era su dongseng y no le hacía caso – te he estado buscando como loco!! Ayúdame!!
- Lo hare si dejas de gritar – le regaña, pero el parece sonreír y se pone aún más eufórico. Y a este que le pasa! Se enfurece.
- Siiiiiiii!! Entonces vamos!!
Y sin más está pasando por ese horrible pasillo, Kai saludaba pero él está concentrado en no caerse al ser arrastrado de esa forma. Y lo agradece.
Mientras avanzan por el pasillo, trata de no parecer un costal y caminar al lado de su amigo. Las SNDS aparecen haciendo bulla, riendo y chillando, y se detienen a saludarles y a decirles que son muy bonitos o que son una monada, entre otras cosas que hace que se sienta demasiado niño.
Pero Kai era Kai así que continuo arrastrándolo hasta llegar a su sala de ensayo, estaba vacía, entran, y empiezan a practicar, le explica cómo debe moverse en ciertos momentos, hasta sacar a la perfección su coreografía.
Taemin agradece con el corazón el no a verse quedado solo o a verse marchado a casa y así aburrirse y martirizarse más.
- Hyung estas bien?
- No estoy tan cansado, podemos seguir… - malentiende la pregunta a propósito.
- No pregunte eso! – se queja Kai.
- Estoy bien! contento? – era una de las pocas veces que podía ser al mayor.
- No!
- Quieres que este mal?
- Nooo – se queja Kai enfadado
- Entonces? – pregunta sin muchas ganas de discutir.
- No lo sé – Taemin suelta un bufido, quien entendía a Kai – bueno si se… estas triste…
- Algo que no sepa… - responde sin pensar, y se abofetea mentalmente
- Que no estés de lapa con Minho hyung me parece muy raro… se pelearon?
No puede creer que sea tan fácil de leer, actuaba como si nada, es mas en las presentaciones había estado prolijo, sonreía e intercambiaba palabras con el alto, donde se había equivocado? no tenía idea.
- No… bueno algo así… no se… - recuerda con amargura el por qué – pero se arreglara no te preocupes – trata de creérselo el mismo.
- Si puedo ayudarte en algo…
- Me ayudaste hoy… me gusta bailar… lo sabes…
- Si hyung… - Kai no parece creérselo por completo – nos vamos?
- Si
Se alistan y salen de la sala, no saben cuánto tiempo estuvieron bailando y practicando que las luces de la ciudad ya estaban encendidas. Taemin camina distraído por el pasillo siguiendo los pasos de Kai y sin querer choca con alguien.
- Lo siento… - era Minho, Taemin se sobresalta
- También lo siento… - dice sin pensar, es que últimamente hacia todo sin pensar. Mierda. Mira que va de la mano con ella.
Unos segundos que parecen eternos y Kai ve como Sully se pone nerviosa, igual que todos ahí. Taemin parece perdido. Kai se acerca y le pone una mano en el hombro.
- Hyuung! – Kai sabe que debe actuar, como sea para sacar a su amigo de esa situación tan incómoda – apúrate!
- Eh! Si lo siento –al fin reacciona, se da cuenta de su estupidez – adiós…
Pero tampoco había respuesta y salieron disparados del lugar como balas. Taemin realmente estaba agradecido con la intervención de su amigo. Camina un poco más en silencio, es demasiado evidente.
- Hyung… arregla las cosas. Debo irme. Me están esperando en casa. Adiós.
Se queda pensando un segundo más, y ve salir a Minho de la empresa, las palabras de Kai se le antojan oportunas, debía poner un stop a eso, no quería perder a la persona que más quería, debía ir a disculparse.
Pero otra imagen lo golpea, otra vez Sully tomándole de la mano. Ella podía hacer y deshacer, sin llamar tanto la atención como el, observa por última vez esa sonrisa que solo era para él. Ya no. Siente ganas de llorar, pero un taxi se acerca y lo toma sin dudarlo.
Una semana horrible.
Llega a casa e inmediatamente entra a su habitación, quiere llorar pero sabe que su piel es tan delicada que se sus ojos terminan demasiado hinchados y luego termina siendo el centro de atención. Siente que ya no puede mas, el nudo que se forma en su garganta le hace sentirse un imbécil, quiere gritarle al mundo entero todo lo que le ocurria, pero solo debe callarse.
- Bebé?
- Umma… - Key siente una especie de alivio al no verlo llorar, pero su semblante lo dice todo
Entra y se sienta a su lado, un silencio para nada incomodo, haciéndose compañía, Taemin sabe que en cualquier momento terminara haciendo una locura, así que decide contarle.
- Umma?
- Bebé confía en mi… - el rubio ruega.
- Siento mucho esto…no quiero arruinar el grupo – carraspea para no quebrarse – pero ya no lo soporto… - es inevitable, un par de lágrimas se le escapan y el rubio se dedica a limpiarlas como si fueran rocío - … me esta matando! – dice y al fin solloza sin contenerse, Key llora con él, no puede soportar ver así a su bebé y lo peor, tenía un presentimiento, desde hacía mucho tiempo… - no sé cómo hacer para dejar de sentir esto… me gusta tanto que me duele… porque sé que es imposible… - habría preferido equivocarse, el rubio lo mira con cariño - y no sé si tan solo sea un gusto, siento que el centro de mi mundo me fue arrebatado – mierda. El rubio ya conoce el nombre del culpable – Umma! – lloriquea sujetándose con fuerza a la camisa del rubio – perdón por arruinar el grupo – Taemin se arma de valor, debe decirlo o sabe que su corazón podría ceder en cualquier momento – estoy enamorado de Minho hyung… - lo dijo, y en ves del rechazo, siente como el rubio lo abrazaba con más fuerza y acaricia sus cabellos.
Ambos se quedan abrazados, sin decir nada. Key entiende a la perfección los sentimientos del menor, tanto que se siente igual que él, aunque en el fondo siente que su amor podría ser correspondido, pero sabe que con Minho era otra cosa, la historia era diferente. No quiere dejar que su bebé se sienta solo y menos que siga creyendo que con sus sentimientos arruinaría el grupo.
- Bebé?
- M? – Taemin intenta calmarse, se siente mejor después de contarlo.
- Yo te entiendo… - cree que son palabras de consuelo – me pasa lo mismo con Jjong… - se acomoda para mirar mejor a su madre postiza, no puede creerlo, lo piensa un momento y empieza a entender…
- En serio? – tiene que preguntar aunque sea tontamente obvio
- Si y por eso deja de pensar que arruinaras el grupo, entiendes? – Taemin asiente, se queda en silencio un momento, pero no sus pensamientos que si se pudieran escuchar serian ruidos horribles.
- Desde cuándo? – otra estupidez.
- Desde que lo conocí – era obvio, recuerda cada detalle de los dos y debía estar ciego para no darse cuenta antes. Imbécil. Se abofetea mentalmente – tu? – otra pregunta obvia.
- Yo… me di cuenta recién… - lo piensa mejor, no quiere admitirlo, pero su amigo madre es sincero, se lo debe… – pero creo que estoy igual…
Key va a su habitación a ponerse un pijama y vuelve de inmediato. Taemin hace lo mismo, se siente más liviano por a ver hablado, ahora tenía con quien compartirlo, alguien que de seguro lo apoyaría.
Se cuentan casi todo hasta la amanecida, se sienten ridículos, sienten miedo, sienten que enamorarse es lo mejor, pero que se sufre demasiado.
~*~
El despertador suena y lo apaga sin ningún problema, es que no había podido pegar el ojo en toda la noche. Minho se levanta sin ganas, las que lo caracterizan, no quiere ir a correr, no quiere nada, no desde ese choque en el pasillo, no después de ver tristeza en sus ojos. Había decidido que lo mejor sería alejarse del menor pero tan solo empeoraba todo, con ese simple contacto había sentido como lo extrañaba, quería que todo fuera igual que antes, cuando jugaban y peleaban por lo que sea, competían en baile, en comida, en cosas inimaginables, claro que era él que le obligaba a competir.
Extrañaba a su lapa. Recuerda como Jjonghyun hablaba del menor, es que hacían todo juntos, como siameses. Se sentía realmente perdido, y empezaba a odiarse por eso. Se siente inseguro, como nunca en toda su vida.
Piensa en la tristeza que vio en su rostro y sus ojos, era el mismo desde hace días, incluso antes de que el mismo decidiera empeorar las cosas. O sea no era su culpa o sí? mierda.
La situación era tan simple, algo lo tenía realmente mal y preocupado, de paso él sólo ayuda a empeorarlo todo. Silencia sus pensamientos por un hermoso momento. Ve salir al menor de su habitación, sabe que la hora de disculparse a llegado. Si el menor no quería que supiera porque estaba mal, pues estaba en su derecho, pero no por eso perdería por completo su amistad.
~*~
Taemin sale de habitación, lo primero que ve, Minho. Le da una punzada en el pecho, sabe que será ignorado un día más. Sus miradas se cruzan por un segundo, recuerda que el alto era completamente inocente y que quien lo estaba arrastrando con sus tragedias era él mismo. Avanza hacia la cocina, un estúpido pensamiento se le cruza por la cabeza “si hay leche con sabor a plátano le pido disculpas ahora!” Abre el refrigerador, sonríe.
Era una estúpida apuesta, porque estaba consciente de que el rubio siempre se la compraba en cantidades colosales. Sujeta una y se gira sobre sus pasos para hacer lo que debió hacer hace varios días. Pero se lo encuentra en la puerta, respira hondo, como intentando conseguir algo de valor.
- Minho hyung siento todo, te alce la voz y dije cosas tontas, lo lamento.
El alto se queda mirándole, era la misma disculpa que había estado practicando, conoce el corazón del menor, jamás sería capaz de guardar ni un ápice de odio o rencor.
- Yo también lo siento. Jamás debí tratarte así…
El menor no necesita más, sin querer le ofrece una mano, una especie de pacto de la disculpa, siente la mano de su hyung estrechándola y se arrepiente de a verlo hecho. Solo un poquito.
La semana termina mejor de lo que creen, Onew sabe que hicieron las pases, los felicita como si estuvieran creciendo, Jjonghyun se burla de ellos diciéndoles que parecían idiotas, tan sincero y sin pelos en la lengua, Key sabe lo que eso implica y prefiere seguir fastidiando al alto.
Ambos vuelven a hablar, pero no tanto como quisieran, algo aun andaba mal. Algo que no les dejaba conectarse, que los dejaba fuera.
Taemin continúa su martirio, cada que tiene que hacer algo con el alto, pero sabe actuar, lo intenta y da lo mejor de sí mismo, hasta que su torre de naipes termina por caer cada que ve a Minho… con Sully. Siente un apretón en el hombro, es su amigo rubio que le regala una sonrisa, una de esas maternales que hacen sentir un poco mejor. Ya no estaba solo.
Llega otro fin de semana y la SM los invita a una fiesta de celebración por quien sabe que rayos. No es tanto una invitación, es obligatorio.
~*~