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En Aniversario de Lago por liqe_lishee

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Notas del capitulo:

Nyaa!! Despues de muchos contratiempos traigo para ti el capitulo II !!

Simplemente me ha llenado de muchas experiencias y sensaciones muy lindas el escribir este fic tanto que me gustaria que mucha gente lo leyera ... pero realmente no importa si lo lee demaciada gente o muy poca, lo importante es que quién lo lea, lo disfrute mucho y se emocione como yo me emociono al escribirlo. 

Bueno, despues de mi choro sentimental, te dejo disfrutar de este capitulo lleno de acción, drama, malos entendidos, confesiones y una pisquita de Lime :3 

 

 

La mente de Horokeu viajaba sin un rumbo preciso a pesar de que su cuerpo estuviese en aquel salón compartiendo su tiempo y presencia con el resto de los shamanes. Las palabras su amigo seguían retumbando dentro de su cabeza yendo de un lado a otro hiriéndolo en lo más profundo de su ser.  Desde un principio le había parecido algo extraordinario haber llegado tan lejos y aunque se repetía una y otra vez que aquello era simplemente un deseo cumplido sin futuro, las palabras de Ren fueron demasiado duras para afrontar.

 

 

El sudor le escurría por la frente pues hacia mucho tiempo que no se exigía tanto en un "entrenamiento". Ren Tao mantenía los puños fuertemente apretados aumentando la presión con cada golpe que daba al aire, en ningún momento dejaba de moverse pretendiendo huir de sus propios pensamientos, se encontraba tan ensimismado que no se percato de que era observado desde pocos metros. Fue cuando uno de sus golpes resulto mal y termino contra el suelo que sus ojos dorado se encontraron con unas orbes celestes que temblaban ansiosamente. Casi de inmediato desvió la mirada para volver a su entrenamiento.

 

-Ren- Le llamo el joven Ainu.

 

Pero el aludido ignoro completamente tanto su presencia como su voz y continuo con su entrenamiento en solitario. Los ojos del muchacho más grande soltaron de repente todo el dolor que lo llevaba carcomiendo desde la ultima vez que hablaron, dio un paso en dirección al otro chico pero antes de poder llamarlo de nuevo un grito grave proveniente del interior de la casa los hizo girar perdiendo la atmosfera tan estresante que los envolvía. Sin titubear ambos se introdujeron por el pasillo hasta llegar al gran salón en que la noche anterior todos habían celebrado sin control.

 

Al entrar se encontraron a todos los demás de pie con cara de susto viendo como el Jaguar negro se imponía frente a Ryu que estaba bastante golpeado sobre el piso. Sus ojos estaban llenos de ira falsa por lo que los dos recién llegados no se alarmaron más de lo necesario.

 

- Maldito degenerado - Grito Chocolove con la cara cubierta de rojo - ¡Te voy a matar! Prometí llegar puro y casto al matrimonio.

 

Gritaba mientras arremetía contra el mas alto de todos que lo miraba con la cara completamente confundida como si no supiera a que se refería. Fue entonces cuando Ren se percato de que Chocolove no llevaba la llamativa camisa floreada de la noche anterior teniendo todo su torso desnudo. Fue entonces cunado comprendió el motivo de la ira del moreno.

 

- No paso nada …- decía Ryu escudándose de cualquier acusación

- Entonces explícame ¿Por que me tenias bien apretujadito?-

- Yo que voy a saber-

- Ya me decía mi abuelita los hombres nunca se hacen responsables- decía el comediante exagerando las cosas como de costumbre.

 

Lo que realmente había sucedido había sido que en su inconsciente   Ryu se había girado a media noche soltando al pequeño Lyserg  y sustituyendo su cuerpo con la persona más cercana a su lado que por mala suerte era Chocolove, este al sentir el ahogo del abrazo se libero de su camisa de franela que era suficientemente caliente volviendo a "acorrucarse" en los brazos de Ryu. Al despertar Yoh dio un grito de alarma ante la imagen tan romántica que escenificaban ambos shamanes lo que despertó al resto haciendo de esa pequeña confusión un gran lio.

 

- ¡Kyaaa! Ya no podre casarme de blanco - bromeaba más tranquilo el jaguar que lentamente desvanecía su posesión de almas para comenzar a llorar fingidamente.

- ¡CALLENSE!- la intromisión de Anna hizo a todos petrificarse en sus lugares como era costumbre cada que esta se imponía - Que molestos son todos ustedes. No dejan dormir a nadie - continuo realmente enfurecida - No conformes con el escandalo de media noche del patio frontal…- comenzó a decir dirigiendo una mirada acusatoria a los shamanes que se encontraban más cerca de la entrada - me despiertan con sus estúpidas discusiones matutinas - Ren y Horo-Horo hundieron la cabeza lo más que pudieron sintiéndose evidenciados, pero parecía que nadie salvo Anna había notado nada - ¡Por eso!- Continuo la rubia poniendo en alerta a todos a espera de algún tipo de castigo - Me voy … - dijo refunfuñando - Mientras todos ustedes ridículos shamanes disfrutan de su encuentro me voy a visitar al señor Mikihiza  que se encuentra descansando en las montañas  Ozore, regresare en 15 días - dijo señalando levemente un par de maletas a sus costados - Mientras ustedes pueden hacer lo que les plazca - afilo los ojos antes de continuar con sus ultimas "instrucciones" - … Siempre y cuando no involucren a mi Yoh en sus depravaciones- Finalizo haciendo hincapié en la ultima frase que dirigió principalmente a dos de los shamanes ahí presentes.

 

Todos la miraron como si frente a ellos estuviese un respetable comandante de tropa sin intenciones de decir nada. Antes de salir dirigió una mirada seria a Horo-Horo y comenzó a avanzar con determinación hasta él. El chico estaba preocupado esperando cualquier comentario humillante proveniente de la sacerdotisa respecto a lo ocurrido la noche anterior, pero esta se acerco tranquilamente y se detuvo a menos de un metro de él.

 

- Pirika ira conmigo. Este "ambiente" no es sano para ella - Dijo y salió de la habitación. Dejando ver a la chica del cabello celeste que estaba esperándola en el pasillo. Esta dirigió una rápida mirada a su hermano y se despidió sacudiendo su mano derecha con el animo infantil de siempre.

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El desayuno transcurrió tranquilamente  ya que todos estaban tan hambrientos que apenas ponían atención a la presencia de los demás mientras engullían un poco de toda la comida que estaba sobre la mesa, comida que les había dejado preparada Pirika antes de partir con la señorita Anna.

 

- Yo no se ustedes pero comí hasta reventar- Comento el shaman de hielo que parecía haber recuperado su animo

- Vaya que tu hermanita cocina fantástico - agrego Chocolove

- ¿Qué les parece si hacemos un poco de ejercicio para bajar la comida? Si no nos pondremos gordos - Yoh estaba recostado sobre el piso con el estomago inflamado - ¿Les apetece un duelo amistoso? - Los ojos de todos los presentes brillaron repentinamente de la emoción, pues  después de que se cancelara el torneo de los shamanes ninguno de ellos había tenido oportunidad para una batalla.  Al terminar de comer todos se dirigieron a sus habitaciones para alistarse.

 

Ren terminó de ajustarse su traje de combate que no era más que una replica más grande de aquel traje que usaba cuando niño un conjunto azul oscuro con líneas amarillas que le daban esa personalidad  aguerrida. Se vio con nostalgia en el espejo sintiéndose joven de nuevo, tomo su cuchilla y llamo a Bason que en un segundo se materializo a sus espaldas con esa forma tan imponente grande y poderosa. Salió de la habitación invadido por la ansiedad de chocar poderes con sus viejos amigos, su rostro retomaba aquella seguridad que lo caracterizaba siempre dejando atrás su enfado y preocupación. Al salir se percato que la puerta de la habitación del frente también se abría y de esta salía el shaman de cabellos celestes que sujetaba en su mano izquierda una tabla para nieve, llevaba puesto igual una versión más grande de su atuendo de batalla que esta vez consistía en una chaqueta idéntica en diseño y un par de pantalones largos azul marino.

 

Ambos se quedaron estáticos al toparse de frente pues ninguno se había percatado de que sus habitaciones estaban tan cerca. El más joven desvió la mirada de golpe volviendo a sentir la desesperación que invadía su cuerpo,  se giro sin siquiera prestar atención  la dirección que tomaba y comenzó a caminar bastante despreocupado fingiendo indiferencia. El ainu camino tras de él lleno de inquietudes que luchaban por salir.

 

- Ren- dijo casi para sí mismo siendo ignorado completamente. En su mente se proyecto el rostro vulnerable del chico que se aferraba a su brazo mientras sus palabras resonaron en su memoria "Esto fue un error … y no volverá a suceder" una presión contrajo su pecho y un par de lágrimas asomaron en sus ojos haciendo evidente todo el dolor que lo carcomía por dentro. Se forzó a decir algo con la voz más clara posible - ¿Ren, podemos hablar? - a pesar de la seriedad en sus palabras siguió siendo ignorado.

 

Los pasos de Ren se detuvieron de golpe no porque quisiera darle una oportunidad a su interlocutor si no por que se encontraba ante un callejón sin salida, aquel giro que había dado lo había conducido al final del pasillo donde solo había una puerta cerrada y una mesa pequeña con un jarrón, no había ninguna oportunidad de escapar del chico de Hokkaido. Su única escapatoria la puerta oscura conducía a la habitación de Anna que aunque sabía que ella no estaba allí la idea de adentrarse en ese lugar le produjo un escalofrió que le recorrió todo el cuerpo. No tenia opción debería escuchar lo que el otro shaman tenía que decir, se quedo parado dándole la espalda.

 

- ¿Podrías a menos darte la vuelta y verme? - pregunto muy nervioso pero ninguna respuesta se produjo del chino - Bien entonces, solo escúchame - dijo forzándose a hablar lo mas claramente posible - Discúlpame por lo que hice, en ningún momento mi intención fue lastimarte, simplemente me deje llevar por mis emociones. Desde que nos separamos hace 4 años cada día recordaba a todos, recordaba el tiempo que compartimos y el sin numero de batallas que enfrentamos como equipo - Ren escucho atentamente cada palabra sintiéndose doblegar a cada segundo - pero especialmente te recordaba a ti, con esa seguridad, ese rostro tan lleno de fuerza y perfección … - El corazón y los ojos dorados del otro reaccionaron ante esta ultima frase - Yo no se si me equivoque al hacer lo que hice … pero tu no me detuviste - continuo haciendo más serias sus palabras - así que si fue un error, fue  de ambos y juntos tenemos que cargar con lo que hicimos … - continuo enfureciéndose más a cada palabra - ¡Demonios Ren Mírame! - grito al tiempo que jalaba al pequeño por el hombro poniéndolo de frente a el.

 

La sola expresión de su rostro lo impacto haciendo más profundo su dolor, sus ojos dorados expresaban angustia y debilidad justo como la noche anterior, sus pupilas temblaban intensamente y se comenzaban a inundar de lagrimas ; sus mejillas estaban cubiertas por rubor y sus cejas  se inclinaban hacia los costados provocando un semblante lleno de tormento. Esto hizo estallar los deseos suprimibles del mayor que lo abrazo con mucha fuerza ahogando su rostro en su pecho.  Ren dejo de resistirse y correspondió a aquel abrazo haciendo enloquecer a su propio corazón, esta vez no eran unas pocas lagrimas las que corrían por su rostro estaba realmente inundado de ellas. Ambos corazones comenzaron a palpitar al mismo ritmo y con tal fuerza que ambos shamanes agradecieron estar solos en aquel lugar para que nadie pudiese escucharlos.

 

Horo-Horo despego con suavidad a su compañero para poder mirarlo, comenzó a pasear intermitentemente su mirada entre sus ojos y sus labios trémulos, buscando alguna señal. Trato de acercarse para sentir el consuelo de sus labios besar aquellos que no paraban de temblar justo cuando estuvo a punto de tocarlos Ren lo empujo con fuerza rompiendo aquella unión que hasta ese momento parecía perfecta.

 

- ¡Tonto! - Grito estallando de nuevo en llanto - Te dije que fue un error ¡No te me acerques! ¡No vuelvas a tocarme!- finalizo retrocediendo en el camino y dejando a su confundido compañero de pie sin intenciones de seguirlo.

 

El pecho del chino estaba palpitando escandalosamente con tanta fuerza que cada movimiento le hacia daño, a cada paso trataba de convencerse de que aquellas palabras eran reales, de que estaba seguro  de su decisión y que todo había sido un absurdo error , que todo lo que había pasado había sido simplemente influencia del sake en ambos y que no existía nada más ni en esos brazos ni en ese joven que dejaba a tras. Pero simplemente no comprendía por que entonces todo ese dolor se acumulaba en su pecho y por que esas ganas de volver lo invadían confundiendo su mente embriagándolo de aquellas sensaciones que habían despertado en su interior y que parecían no ser nada nuevo. Presa de la confusión de dejo caer golpeando sus rodillas contra el piso de madera y quedándose ahí con la cabeza agachada y derramando lagrimas impregnadas con todas sus dudas y su arrepentimiento.

 

*********************

 

En el campo de batalla se percibían grandes cantidades de poder espiritual estallando por todas partes. Chocolove estaba marcado por todo el cuerpo con manchas oscuras ya que él y Ryu habían decidido mantener un encuentro tranquilo utilizando únicamente su posesión de almas, el ambiente estaba encendido entre ellos  ya que el la mañana les había sido imposible terminar con su "asunto" por la intromisión de Anna. Al otro extremo Yoh desviaba los ataques de hielo del Ainu que no paraba de arrojar ataques llenos de fuerza pero con muy pocas intenciones de pelea realmente, por lo que fue fácil para su oponente atinarle varios golpes en un solo ataque arrojándolo contra el piso.

 

- Vamos Horo-Horo si no peleas enserio esto no será divertido -

 

El ainu se repuso de inmediato y al sentir el dolor en sus músculos atrofiados espabilo su mente y decidió atacar enserio, aumento el poder de su posesión y comenzó a embestir al samurái que en esta ocasión si tuvo muchas dificultades para esquivarlo y recibió la mayoría de sus ataques, justo cuando Yoh comenzaba a sucumbir ante los golpes apareció Fausto VIII detrás del joven ainu y lo golpeo con toda la fuerza de la guadaña de Eliza, el de cabellos celestes se estampo contra el piso aplastando el cuerpo de Yoh, aquella batalla de tres comenzaba a ser realmente estimulante para los participantes  que eran bastante buenos aunque sus poderes variaran.

 

Lyserg por su parte tenia muchos mas problemas al tratar de protegerse de Ren que atacaba sin consideración alguna, apenas recibía un golpe y tenia que tratar de esquivar el siguiente  por lo que el joven de mirada esmeralda se había agotado rápidamente. Su primer estrategia fue hacer un escudo con su péndulo para resistir los ataques pero la fuerza de Morphine  lentamente disminuía ya que tenia varias heridas en su pequeño cuerpo rosado.  El chico peliverde se encontraba realmente asustado pues había notado que la mirada de Ren se había deformado a tal punto que su iris era tan pequeño que era difícil saber hacia que lugar se concentraba. Los golpes seguían impactándose contra su cuerpo y no había mucho que pudiese hacer para protegerse. La posesión de objetos del mas pequeño aumentaba de tamaño y de poder desproporcionadamente lo que llamo la atención del resto de los shamanes que frenaron sus respectivos encuentros.  Yoh fue el primero en acercarse el lugar en que concentraba la fuerza de Ren, seguido por Fausto y Horo-Horo, este ultimo sintió su alma caer al piso cuando se percato de aquella mirada tan fría y llena de rencor que se posaba en el rostro de su amado.

 

Chocolove no se detuvo y trato de intervenir en el encuentro pues se dio cuenta que el pequeño Lyserg estaba bastante lastimado, pero lo único que consiguió fue salir proyectado contra una gran pared de tierra y quedar inconsciente. Rápidamente Yoh formulo un plan silencioso junto con fausto que con el echo de cruzar miradas comprendió inmediatamente lo que debía hacer. El samurái dio un salto en dirección de al chico que estaba a punto de perder la conciencia para poder sujetarlo mientras que el doctor se materializaba a espaldas de Ren y lo golpeaba a traición en la nunca con la única intención de dejarlo inconsciente, cosa que por la fuerza con que lo golpeo resulto de inmediato. Siendo testigo de aquella escena el shaman de hielo no pudo evitar la gran culpabilidad que se formaba en su interior, su mente estaba completamente conquistada por la mirada enloquecida del chico al que amaba.

 

****

 

Todos regresaron en silencio a Funbary. Yoh estaba bastante preocupado por las heridas de Lyserg a quien llevaba colgando prácticamente de su cuerpo pero estaba más preocupado por la reacción que había tenido el descendiente de la dinastía Tao  en el campo de batalla, estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando el chico recobro el conocimiento. Los ojos esmeralda del chico se toparon con la imagen tan próxima del shaman samurái lo que lo hizo ruborizarse al instante, cuando se percato de su situación se sintió realmente avergonzado pero sabia que aunque quisiera le seria imposible desprenderse para caminar pos su propia cuenta. Aprovecho la oportunidad para observar a detalle aquel perfil que había observado por tanto tiempo desde lejos pero que en ese momento tenia a su alcance total. Respiro profundamente llenando sus pulmones de la esencia de aquel shaman. Su cuerpo se tenso al sentir el choque de sus cuerpos a cada paso que daban y se dejo seducir por todas aquellas circunstancias.

 

Pronto llegaron a la puerta de la habitación de Lyserg y el castaño introdujo ambos cuerpos entre la puerta y se dirigió a la cama para poder recostar el cuerpo de su amigo que estaba seguro que lo que mejor le haría seria un buen descanso. Acomodo su rodilla sobre el colchón y comenzó a deslizar con cuidado el cuerpo del chico que se fingía inconsciente para aprovechar el momento, todo su cuerpo estaba sobre la cama excepto su brazo derecho que se mantenía aferrado a su cuello, por un segundo la idea de que aquel brazo o cualquier parte del cuerpo de Lyserg pudiese haber recibido un gran daño dejándolo inservible golpeo la mente de Yoh lo que lo volvió a llenar de una preocupación enorme.

 

-¡Lyserg..!- 

 

Trato de despertarlo para desaparecer sus sospechas pero apenas termino de decir su nombre el peliverde levanto su rostro a la altura del de Yoh y poso sus suaves labios sobre los de él. El contacto no fue rechazado por el shaman y correspondió a aquel fugaz beso llenando de alegría el corazón del ingles que dirigió su otra mano a su  cuello para aferrarse con más fuerza. Las sensaciones que ese beso despertó en ambos comenzaron a hacerse mayores cuando el mayor acaricio el rostro del joven que estaba debajo. De alguna extraña manera ambos comenzaron a entregarse el uno al otro en un encuentro de caricias compartidas. Aquello parecía un sueño cumplido para el mas joven que se sentía estallar con cada una de las caricias que cubrían su cuerpo. Lentamente el mayor comenzó a desabrocharle la  camisa  dejando al descubierto su pecho tan fino y delicado, comienza a recorrerlo con la punta de sus dedos consiguiendo erizar toda esa blanca piel frente a él. En un ademan de desesperación Lyserg jala la camisa de su superior arrancándole los botones  dejándole desnudo el torso bronceado que lo llama a saborearlo, comienza a besarlo son control memorizando el sabor que tiene cada centímetro de su  cuerpo.

 

 El rumbo de sus besos va descendiendo con sensualidad hasta que se topa con la orilla del pantalón que aun cubre el perfecto cuerpo de aquel shaman. Con bastante torpeza trata de desabrochar el botón para continuar con su camino pero la mano de Yoh lo detiene dirigiéndole una mirada y un gesto de negativa.  Esto sin duda lo llena de decepción pero no parece completamente desilusionado, endereza su cuerpo dirigiendo una sonrisa traviesa al castaño que lo mira un poco confundido sin entender por que a pesar de haberse negado a continuar sigue tan contento. Es cuando la siguiente imagen llena ese espacio de duda, Lyserg lleva sus propias manos a su pantalón y comienza a desabrochando creyendo que es a lo que se refiere el mayor que prefiere que él sea el primero en desnudarse por completo, pero su  mano nuevamente lo detiene esta vez con una expresión de ligero arrepentimiento.

 

- Lo lamento Lyserg… pero esto no puede ser - Le dice con temor a herirlo pero con la seguridad de que es lo mejor para ambos - siento mucho hacer llegado tan lejos. Pero… no puedo corresponder realmente a tus sentimientos - termina depositando un ultimo beso en los labios temblorosos del mas pequeño que lo observa con impaciencia. El shaman  se pone de pie y camina hacia la puerta sin mirarlo realmente y sale dejándolo hundirse en aquella soledad.

 

Yoh permanece de pie en las afueras de la habitación sintiéndose bastante culpable por lo que acaba de hacer, pero este sentimiento se disipa rápidamente en cuanto recuerda cuan preocupado estaba por Ren, gira en dirección a la habitación del chino con la esperanza de encontrarlo más tranquilo y despierto , pues una serie de preguntas que quiere hacerle comienzan a dar vueltas en su cabeza.

 

 La oscuridad de la habitación es realmente profunda pero no consigue igualar a la que se forma en el corazón de Tao. Aquel chico lleva más de tres horas sentado sobre la cama sin muchas intenciones de cambiar de posición  o salir de su habitación. Aquella sensación de vacío que provocaba la mirada del joven ainu era bastante clara en su interior. Todo lo que hasta hace unos momentos eran sensaciones aleatorias  sin razón comenzaban a tomar sentido el vacío, la ansiedad y el temor solo eran claros indicadores de lo que el se había forzado a negar, estaba realmente enamorado del shaman de hielo.

 

Un suspiro ronco salió de su pecho expresando su total resignación y una nueva sensación de debilidad que le provoco fastidio nació en lo mas profundo de su interior, apretó los ojos en un intento inútil de suprimir todas aquellas emociones que esta vez lo invadían incontrolablemente, entonces se dio cuenta de que realmente estaba agotado y es que la angustia y el tormento no lo habían dejado descansar nada en las ultimas noches. Apenas sintió desvanecerse su conciencia cuando unos golpes a su puerta lo volvieron a despertar. Su rostro fue invadido por una mueca de fastidió y pensó de inmediato en ignorar él llamado pero cuando los golpes se repitieron la fugaz idea de que pudiera ser "él" lo llevo a levantarse instintivamente y dirigirse a la puerta, pero justo cuando su mano se poso en la perilla una voz conocida se hizo presente llenándolo de decepción.

 

- Te encuentras bien ¿Ren? - la voz de Yoh sonaba bastante preocupada con esto y con que realmente en ese momento necesitaba alguien con quien hablar abrió  pero no se atrevió a mirar al chico que estaba del otro lado de la puerta. Soltó la manija y  camino nuevamente hacia la cama dejando caer su cuerpo de golpe.

 

Yoh entro en la habitación y cerro la puerta con cuidado, en silencio se acerco a su amigo  y se sentó a un lado de el tan delicadamente que no sintió que sus cuerpos estaban pegados.

 

- Yoh …- comenzó a hablar el mas pequeño sin necesidad de cuestionarlo - No estoy bien… creo que… hay algo en mi que esta realmente mal - prosiguió sin ser muy claro.

- Te escucho - se limito a responder el castaño.

- Estoy muy confundido- extrañamente y después de todo lo que habían pasado con aquel shaman era con la única persona que Ren podía ser tan sincero y simple a la vez -  creo … creo que estoy enamorado de alguien… pero -  se detuvo.

Los ojos de Yoh se abrieron bastante asombrados -  Y entonces… ¿Cuál es el problema? - indago el mayor dirigiendo una mirada alegre y confundida a la vez - ¿Acaso no te atreves a decírselo o es que ella…?  - Pero le fue imposible terminar la frase pues el menor lo interrumpió saltando de la cama lleno de furia.

- ¡Ese es precisamente el problema! - Grito lleno de furia pero se contuvo de inmediato y prosiguió - no se trata de ella… se trata de … es un chico -dijo y pareció ahogarse con sus propias palabras - Estoy enamorado de otro hombre - confeso sonrojado y mirando insistentemente a su interlocutor.

 

Los ojos de Yoh parecieron salir de sus orbitas, su cuerpo se tenso de inmediato y su rostro se desfiguro con una expresión mezcla de miedo y preocupación.

 

- ¡¡¿¿QUEEE??!! - grito finalmente llenando el cuerpo de Ren de un sentimiento de culpa y rechazo - No Ren…. Tu no …  no puedes…- dijo casi para sí mismo.

Ren sonrió amargamente - ¿Tan malo es? - pregunto lleno de frustración. Los ojos de Yoh reflejaron que se había dado cuenta de su error esa no era la forma de afrontar la situación, retomo la seriedad de apenas unos minutos atrás.

- No Ren… No tiene nada de malo ¡Disculpa! - dijo al tiempo que hacia una pequeña reverencia - Es solo que es mucho por un día, primero … el lindo de Lyserg … y ahora tú - su rostro se ruborizo al tiempo que los enlistaba cubriendo sus palabras de nerviosismo.

- ¿Lyserg? - Comenta con un poco de sorpresa el joven al tiempo que afila su mirada dorada - bueno… la verdad es que no me sorprende mucho de él -

- ¿He.. No te sorprende? … Si yo también lo creo - comenta bastante intranquilo, respira profundamente y continua con su dialogo - Lo siento mucho Ren pero… yo no puedo corresponder a tus sentimientos… aunque no puedo negar que eres muy lindo - comenta mientras dirige una mirada  invasiva de arriba abajo observando todo el cuerpo de Ren poniéndolo bastante nervioso - La verdad es que… Yo solo puedo querer a mi linda Anna - termina de decir casi arrepentido de tener que rechazar a aquel chico que tan dulce que  tiene al frente.

 

Los ojos de Ren se dirigen hacia el suelo llenos de una profunda melancolía que se disipa de golpe cuando las palabras que acaba de decir Yoh toman sentido en su mente.

 

- ¡¡Que!!... No… eh - grita por fin alejándose instintivamente del otro shaman que en ese momento parecía estar casi sobre de él, dándole un mensaje muy diferente con su cuerpo al que acababa de pronunciar con sus labios - Tu no… tu no me gustas Yoh - dice al fin completamente nervioso.

 

Incomprensiblemente el rostro del aludido se pinta con una pizca de desilusión - ¡Oh!  Ya veo, que bueno. Me daría mucha pena tener que rechazar a un chico tan lindo como tu  Ren - confiesa entre risas haciendo enrojecer al mas pequeño.

 

<<¿Lindo?>>  esas palabras resuenan en su cabeza acompañadas por la estruendosa risa de su amigo.

 

- Bueno y dime… entonces ¿De quién se trata- indaga el chico lleno de incertidumbre.

 

Por unos segundos Ren duda si decir o no quién es el chico del que hace poco se dio cuenta de que estaba enamorado, en su interior sabe que no hay nadie mejor que Yoh para confiar una realidad tan delicada y personal como esa. Respira profundamente y fija sus ojos dorados en los castaños de su acompañante, la sola intención de pronunciar aquel nombre le hace hervir la sangre colorando su rostro de inmediato.

 

- Es… Ho… Horokeu -

 

 

CONTINUARA… 

Notas finales:

Todo esto pinta muy prometedor... ¿Te gusto? ¿Lo amaste? ¿Lo odiaste? ¿Que produjo en ti este capitulo un poco largo? 

Me encanta escribir como no tienes idea pero me gusta mucho más conocer la opinion de quienes leen lo que escribo asi que dejame un RW con todo lo que piesas de esta historia taan dramatica ...!! Me harias muy feliz :3 

 

El proximo domingo actualizo ;3

 

Abrazos y besos friios 


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