Era la tercera vez que Lucius murmura algo que Severus no alcanzaba a oír. El mayor llevaba todo el almuerzo sin decir ni una palabra de lo que lo molestaba, aunque claro para Severus no era ningún secreto, solo bastaba analizar un poco la situación para darse cuenta que su amigo había peleado con Remus, aunque ninguno de los dos estaba dispuesto a aceptarlo, el licántropo no había dicho nada por su parte y Lucius era una tumba.
-Ya paso más de una semana -dijo Severus cansado del comportamiento tan infantil del Sly –porque no hablas con él de una vez
-Crees que no lo he intentado- contesto el rubio sin despegar la mirada de la mesa de los Gryffindor-me está evitando
Antes de que Severus pudiera agregar algo, Regulus apareció sentándose frente a ellos
-Es un gryffindor ¿Qué más esperabas?-replico Regulus con burla
Lucius frunció el ceño molesto. Nadie, repito nadie insultaba a su león
-Tú debes saber mucho sobre los Gryffindor- contesto Lucius con amargura- Porqué estas con Potter ¿no?
Regulus que en ese momento había tomado jugo de calabaza, escupió todo el líquido sobre Severus
-¡Gracias Regulus!- se quejó Severus
En cambio Regulus había ignorado por completo la queja del menor y mira con temor a Lucius. Su rostro se había tornado de color rojo ¿acaso Lucius sabía algo de lo paso? No, eso no era posible, nadie los había visto en el bosque y en el castillo evadía a Potter todo lo posible, como si no hubiera pasado nada.
-No sé de qué me hablas-mintió, pero en su vos había un deje de vergüenza que basto para confirmar las sospechas de Lucius
En ese momento dos lechuzas entraron volando. Una se dirigió a la mesa de los Gryffindor y la otra voló hasta Severus que se limpiaba el rostro con un pañuelo. El Slytherin tomo la carta del pico de la lechuza y la leyó en silencio, mientras iba leyendo su rostro cambio de estar tranquilo a molesto y después a preocupación
-¿Qué sucede?- pregunto Lucius
Severus levanto la mirada hacia la mesa de los Gryffindor y se encontró con los ojos de Sirius que también traía en sus manos la carta que le había entregado su lechuza
-McGonagall quiere que volvamos a ir al bosque Prohibido- hablo Severus con un hilo de vos –Hoy mismo
A Regulus se le cayó el alma a los pies, giró hacia la mesa de los Gryffindor y vio a James que estaba leyendo por encima del hombro de su hermano el pergamino, noto como los ojos del Gryffindor se abrían como platos y podía jurar que vio en ellos un brillo mientras que una sonrisa disimulada se dibujaba en su rostro y lo miraban.
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-¡¡Eres un estúpido Potter!!-grito Regulus-co…como se te ocurre….
Regulus y James estaban dentro de una pequeña cueva que formaban un conjunto de rocas enormes.
-Pensé que sería divertido- dijo James entre jadeos. Se llevó una mano a la barbilla y limpio el sudor que caía de su rostro
- ¿Crees que es divertido atacar un nido de acromantulas? Tienes un sentido muy bizarro de la diversión
James se encogió de hombros. La verdad no había sido su plan que las Acromantulas se fueran contra ellos, solo quería asustarlas un poco para que Regulus se molestara o hiciera algo más que mantener silencio. Desde que se habían separado en las parejas de búsqueda de la flor en el bosque prohibido el Slytherin había estado más que silencioso, intento de todo para hacer hablar al menor pero nada funciono hasta que vio el nido de las arañas gigantes y las ataco a distancia pero las Acromantulas los atacaron y tuvieron que correr. Por muy poco se libraron de las arañas y lograron esconderse en la pequeña cueva.
-Esas… mal…malditas ar…arañas no nos deja…dejan de cazar- hablo entrecortado Regulus
-Se les pasara en un rato- contesto después se acercó a la salida y saco su varita
-¿Qué haces?-pregunto el Slytherin viendo como James murmuraba algo
-Coloco un hechizo de protección. Así las Acromatulas no detectaran nuestro olor y se cansaran de buscarnos
Después de cinco minutos ambos habían recuperado el aliento, sentía adolorido el cuerpo a causa de la carrera y sin embargo ninguno de los dos hablaba.
James miro por el rabillo del ojo al Slytherin tenía los brazos cruzados sobre el pecho y la mirada perdida hacia el bosque, se dio cuenta que en la mejilla del menor había un hilo de sangre. Levanto su mano para tocar la mejilla de Regulus pero el menor se estremeció y se alejo
-Lo siento, pero tienes sangre en el rostro
Regulus se llevó la mano al lugar donde James apuntaba y sintió la sangre entre sus dedos
-Fue por tu culpa, Por molestar a las Acromatulas- reprocho el Slytherin- si no hubiéramos salido corriendo como locos por el bosque nada hubiera pasado
-Solo es un rasguño Regulus, déjame curarlo…
-No
-¿Por qué no quieres que te toque?- pregunto James y vio como el rostro Regulus se ruborizaba
Hasta ese momento James se dio cuenta del porqué del comportamiento tan extraño y distante del menor. Varios días atrás en la fiesta de disfraces lo había besado y lo invito a ir a un lugar más íntimo. Hace unas semanas Regulus lo evitaba. Y más atrás habían tenido sexo casual, aunque en el concepto de James lo había obligado a tener sexo con él y nunca se habían detenido a hablar de lo sucedido.
-Es solo que…-Regulus dudo en seguir hablando
James abrió mucho los ojos. Quería controlarse, pedirle disculpas y arreglar las cosas pero imposible teniendo enfrente al objeto de sus deseos en la forma en la que se encontraba titubeando, nervioso y completamente rojo. Sonrió para sí. ¿Desde hace cuánto quería al Slytherin para él?
-Sé que te pongo nervioso-dijo James y dio un paso hacia Regulus mientras que el Slytherin retrocedió uno- que te provoco…
Otro paso hacia adelante y uno más hacia atrás
- Y no puedes evitarlo –continúo James a cada paso que daba
Regulus retrocedió todo lo que pudo para mantener alejado lo más posible a James hasta que su espalda toco la fría pared de roca
-¿Por qué me huyes Regulus? –James toma el mentón del menor y lo levanto para que sus ojos se encontraran
Fue solo una fracción de segundo en la que ambas miradas se conectaron. James podía jurar que en los ojos del Slytherin había el mismo fuego que el día en la casa de barcas.
-Si no quieres – continuo –entonces solo dilo
Y entonces junto sus labios con los de Regulus que no se resistió
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En cuanto llegaron de recorrer el bosque prohibido de nuevo en vano ya que no habían encontrado la flor Severus se alejó de Sirius y se dirigió al castillo
-¿No esperaras a Regulus?-pregunto Sirius
-No –fue la única respuesta de Severus
“Rayos, sí que Severus estaba enfadado” –pensó Sirius. Vio al Slytherin alejarse rumbo al castillo, resignado se giró hacia el bosque. James no daba señales de estar cerca. Se sentó sobre una piedra y se pateó mentalmente. ¿Cómo jodidos se había alejado tanto de Severus? Pensó que después de haberse confesado en la fiesta las cosas irían a mejor pero nada de eso. Había notado a Severus nervioso y él ¡carajo! Aunque le doliera admitirlo tenía miedo de la reacción del Slytherin. Por esa reacción no había hecho nada en el bosque ni un pequeño movimiento.
Se levantó molesto y se dirigió al castillo. No podía esperar a James su cabeza explotaría de tanto pensar.
Dio varias vueltas por el castillo pero seguía con la sensación de que algo andaba mal. Golpeo una de las paredes, estaba desesperado y necesitaba ayuda. En ese momento vio un grupito de chicas pasar por el otro pasillo, sus ojos se abrieron ya tenía una respuesta
Anduvo dando vueltas por todo el Hogwarts. Primero pensó en ir a busca a James pero después de pensarlo dos veces decidió que no era la mejor opción ¿Qué era lo que le iba a decir a su mejor amigo? “Sabes James me gusta quejicus y quiero que salga conmigo, ¡ayúdame!” ¡Claro que no!. James no lo entendería y tampoco podía contárselo a Peter. Al que necesitaba era a Remus pero… ¿dónde coño se había metido el licántropo?
Primero busco a Remus en la biblioteca el lugar favorito del licántropo, como no lo encontró fue a los jardines, después junto al lago. Tampoco lo encontró ahí y ya casi resignado regreso al castillo donde siguió buscando a Remus como un completo idiota.
Después de casi dos horas subió resignado a una de las torres de astronomía, necesitaba estar solo y pensar. Se dejó caer sobre la pared fría
¡Joder! Donde estaban sus amigos cuando más los necesitaba
Levanto la vista y contemplo en anochecer, así se quedó un rato hasta que escucho como alguien más subía por las escaleras. Una figura conocida apareció segundos después
-¡Regulus!
-¡Sirius !- exclamo Regulus más sorprendido que su hermano
Los dos se quedaron mirándose en silencio. Regulus se apoyó en un pie y después en otro
Mientras que Sirius observo a su hermano menor, era la primera vez desde hace mucho tiempo que lo hacía. ¡Como había cambiado en los años de Hogwarts! Regulus ya no era el niño tierno, mimado e inocente de antes; en cambio se había convertido en una persona arrogante y orgullosa.
-¿Qué haces aquí? –pregunto Sirius
-Nada. Solo me gusta venir aquí pero veo que está ocupado, así que no te molesto más-Regulus se giró para marcharse
-Espera…-lo llamo Sirius- ¿Qué te sucede?
No sabía cómo explicarlo pero Sirius notaba algo extraño en el Slytherin
-No pasa nada-respondió Regulus, aún tenía un ligero rubor en su rostro que no paso desapercibido
-Quédate un rato Regulus- invito Sirius
Regulus se sorprendió. ¿Quedarse con Sirius? La oveja negra de su familia, el revoltoso alumno de Hogwarts y uno de los merodeadores. No, Sirius era un Gryffindor y él un Slytherin era imposible que se llevaran bien, ni siquiera en casa lo hacían
-vamos Reg. No muerdo –insistió Sirius
Regulus arqueo una ceja “Reg.” Hace años que Sirius no lo llamaba de esa forma tan familiar, se dirigió hacia su hermano y se dejó caer junto a él
Sirius sonrió para sí. Era tan extraño tener a Regulus junto a él, los dos solos sin peleas, ni siquiera en casa estaban así sin discutir.
No habían estado así desde que Sirius había entrado a Hogwarts y lo habían mandado a Gryffindor, desde ese momento se marcó una línea entre su familia y él sin embargo había esperado que eso no pasara con su hermanito a quien enviaba cartas cada semana pero nunca recibía respuestas. Al principio había pensado que Regulus seguía con la viruela de dragón razón por la cual no había ido a Hogwarts ese año y tomaba cursos particulares en su casa para no perder ningún año. Cuando llego a casa para navidad su madre le había dicho que Regulus pasaría las vacaciones en casa de sus primas, y lo mismo pasó al final del curso. Para el nuevo año escolar cuando Regulus fue seleccionado para la casa de Slytherin Sirius se había sentido triste, esperaba que su hermanito compartiera la misma casa que él pero no había sido así, en la primera broma hacia los Slytherin algo había salido mal y Regulus salió afectado, desde ese momento sintió como ambos se distanciaban
-¿Qué es gracioso?-pregunto Regulus que se dio cuenta de la sonrisa del Gryffindor
-Recordaba cuando eras un niño pequeño y llorabas por todo
-Muy gracioso Sirius-dijo Regulus con el ceño ligeramente fruncido aunque en su vos había un tono de diversión- si mal no recuerdo siempre nos castigaban por tu culpa
-sí, pero siempre estabas conmigo, hasta que entraste a Slytherin y te hiciste amigo de Malfoy y de sus calañas
-Hermano tú te hiciste amigo de Potter y creaste ese grupo de Merodeadores- reproche Regulus, cruzo sus brazos por su pecho y miro a Sirius con inocencia
Para Sirius era tan extraño ver de nuevo al antiguo Regulus pero algo que había dicho le recordó cierta cuestión
-¿Por qué últimamente parece que huyes de James?
-¿Qué? Estás loco Sirius
-no creas que estoy ciego, te escondes detrás de mí y James ha estado de lo más extraño ¿Qué sucedió?
-Nada Sirius! Estas paranoico además eres tu quien persigue a Severus
Sirius se puso nervioso y se alarmo pero lo disimulo lo mejor que pudo y dijo:
-Es que…alguien me conto un secreto y quería verificarlo- vio como Regulus abría la boca para preguntar pero antes de eso continuo-Severus se quedara aquí para las vacaciones ¿lo sabias? ¿Por qué no lo invitas a pasar navidad en nuestra casa?
Regulus abrió los ojos
-¡Claro! ¿Para que puedas hacerle todas las bromas que quieras?
-Si lo invitas, prometo comportarme-Sirius se puso de pie y le tendió una mano a Regulus-es hora de cenar ¡vámonos!
Regulus acepto la mano y se levantó. Ambos “hermanos Black” se dirigieron juntos al gran comedor. Era tan extraño estar con Sirius sin pelear pero aunque parecía ridículo sintió de nuevo esa calidez de su hermano, definitivamente las cosas entre ellos ya no serían iguales y tal vez volverían a hacer como antes cuando eran niños.
Cuando entraron en el gran comedor cada uno se dirigió a su mesa. Regulus llego hasta Lucius y Severus que parecían discutir por algo
-Deja de enfadarte por todo –dijo Severus
-¿Qué sucede?-pregunto Regulus sentándose frente a ellos, tomo una tostada y la mordió
-Narcisa volvió a hacerse a Lucius-comento Severus-Remus los vio y volvió a molestarse y Lucius no…
-Cállate –rugió Lucius
-Lo ves –continuo el menor- ahora lo aguantaremos así
-Pero a Lupin no parece molestarle-Regulus se giró hacia la mesa de los Gryffindor –hasta se divierte
Lucius y Severus levantaron sus cabezas. Como había dicho Regulus, al licántropo parecía no importarle, estaba como siempre con su grupito de Merodeadores pero también estaba Lily y su otra amiga que estaba muy cerca de Remus.
Severus sintió como Lucius se levantaba de su lugar. Lo vio dirigirse hacia la mesa de los Gryffindor hasta Remus, vio como lo tomaba por el brazo, lo levantaba de la mesa y ahí enfrente de todos y sin importarle nada ¡lo beso!