-¡James!- grito Sirius por encima de las personas que caminaban por el centro
James y Regulus que se había separado del grupo escucharon el grito de Sirius y se acercaron a sus amigos. Regulus se colocó a un lado de Severus provocando un pinchanzo de celos de Potter
-¿Dónde estabas? –pregunto Severus a su amigo. Al principio el pocionista había odiado a su amigo por dejarlo con dos Gryffindor pero al pasar los minutos realmente se había preocupado
-No te preocupes Snape, solo paseamos un rato- respondió James amargamente
No era secreto que ellos dos se odiaran más que cualquier otro miembro de los merodeadores o del trio de oro de los Slytherin, la razón era muy simple. En los primeros años de Hogwarts James y Sirius se pasaban molestando al Slytherin cosa que hiso que el encaprichamiento de James por la pelirroja Lily Evan se fuera al carajo. Pero la verdadera razón de James era los celos que sentía. Severus siempre estuvo más al lado de Regulus que de Lucius y éste igual, incluso ahora parecía que había algo más. Y ahora más que el pocionista pasaba las vacaciones en la casa Black siempre pagado a Regulus. Odiaba la relación que había entre ellos dos.
-¿Potter donde te metiste?-pregunto Sirius interrumpiendo la tensión que se había creado
-Solo fuimos a ver unas cuantas cosas, verdad Reg-James giño un ojo al menor de los Black asiendo que este se enrojeciera
Remus fingió una tos para que los otros lo miraran
-Lo mejor será que regresemos al callejón diagon, pero esta vez-dijo mirando a Sirius y James- por el ministerio. No quiero volver a encontrarme con problemas.
Los cuatro chicos asintieron con la cabeza. Después los cinco caminaron en total silencio hasta la cabina de teléfono. Una de las entradas públicas al ministerio. Marcaron el número indicado y cada uno dijo su nombre, después bajaron al ministerio y usaron unas de las chimeneas para salir al callejón diagon. De nuevo estaban en el callejón lleno de magia, brujas y magos de todas las edades.
- Y bien ¿qué hacemos ahora?- pregunto James
-Vamos a la tienda de artículos de Quidditc- sugirió Sirius después de giro hacia su hermano- Regulus quería una escoba nueva
Severus y Regulus se miraron en silencio. Había planeado que una vez de regreso al callejón diagon se separarían del trio de Gryffindor y seguiría por su camino pero eso incluía ir a la tienda de artículos para quidditc.
Sirius no les dio tiempo de responder. Tomo a su hermano por el brazo y lo llevo consigo a la tienda de quidditc, seguidos por los otros. En un segundo los dos Black y Potter se perdieron en el interior de la tienda. Cada artículo que veían parecía la cosa más fascínate del mundo, incluso el licántropo parecía entretenido con la conversación que los tres sangre pura había comenzado acerca de los equipos mundiales de quiddich
Severus suspiro aburrido. No era muy afán del juego aunque su mejor amigo fuera buscador en el equipo de Slytherin, prefería solo asistir a los juegos de quiddich cada vez que su casa jugaba. Salió de la tienda en silencio hasta llegar a Flourish & blotts la librería justo frente a los artículos de quiddich. Había una mesa fuera de la librería exhibiendo las nuevas adquisiciones y ediciones en las que Severus se entretuvo hasta que escucho a alguien acercarse
-Pensé que te gustaría un poco de compañía- dijo Remus
-¿Y los otros?
-Discutiendo por cual escoba es mejor. Decidí hacerte compañía, ya sabes que prefiero los libros a las escobas.
Severus asintió. El también prefería los libros
-Gracias por ayudarme con el regalo de Lucius-Remus tomo otro libro que se exhibía en la mesita
-No podía hacer otra cosa. Regulus desapareció con el idiota de Potter y solo quedaba yo
-No creo que James y Regulus hayan pasado un mal rato- respondio Remus con un tono de vos que hacia dudar sobre sus intenciones
El Slytherin volteo a verlo confundido. Remus sonreía mientras miraba por la ventana de la tienda de artículos quiddich a las tres sangres pura. Severus también los vio. Los tres parecían tontamente divertidos
-¿Así que también lo sabes?- más que una pregunta Severus afirmaba de las sospechas del licántropo. Dirigió su mirada a Sirius y sintió de nuevo ese pequeño estirón en el estómago cada vez que veía al Gryffindor. Se giró de nuevo y puso su concentración en el libro que tenía en las manos
-Si lo sé-respondió Remus y tras una mirada examinadora que le dirigió a Severus continuo-también… se lo tuyo con Sirius
Ahora Severus sintió un revuelto en el estómago nada agradable. Era inesperado que Black le hubiera contado a alguien lo sucedido. No. Remus Lupin era demasiado listo y observador, él solo era capaz de darse cuenta del cambio de actitud de Sirius.
-¿Y?-pregunto Remus. Severus se encogió de hombros- ¿Qué harás?
-Nada
Remus se rio interiormente. No quería involucrarse en las relaciones románticas de sus amigos, pero a veces llegaban a ser muy idiotas.
-¿Cuál es el problema?-Remus dudo- si tú y Sirius…
-Ese es el problema. Porque es Sirius-respondió Severus con enfado
-¿eso es lo que lo impide?
Severus sintió un pinchazo en el pecho. Se había negado una oportunidad porque se trataba de Sirius. El Gryffindor era un idiota, si, un inmaduro, impulsivo, infantil y no media las consecuencias de lo que hacía. También era atractivo, muy atractivo, fuerte, alegre, valiente. Pero estaba el hecho de que en los primeros años de conocerlo le había hecho la vida en Hogwarts imposible. “Sirius cambio” recordó las palabras de Remus. Y era verdad, él mismo había visto ese cambio. ¿Entonces porque no?
-bueno…-comenzó Severus –no creo que…
-¡Vaya un Gryffindor y un Slytherin juntos!-se escuchó una tercera vos interrumpiendo a Severus. – aunque no me sorprende. Lupin que haces con Severus. ¿Qué pensara tu novio Malfoy?
Severus y Remus se giraron para ver al chico recién llegado. Ambos se mostraron molestos cuando vieron frente a ellos a Corner
-Todos pensaran que solo te interesan los Slytherin-continuo Corner hacia Remus-no me mal intérpretes. Me sorprende que nadie de Hogwarts haya hablado de tu pequeño romance en el profeta. Seguro que le tienen más miedo a Malfoy.
-¿Qué quieres?- pregunto Severus
-Hablar contigo. Después de todo estamos en vacaciones y esta oportunidad no se da siempre
-Severus te espero con los otros-dijo Remus. Hizo un movimiento con la cabeza hacia el Ravenclaw en despedida y dio media vuelta hacia la tienda de artículos de quiddich
A Remus de verdad le desagradaba Marcus Corner. No le molestara que fuera orgullo o arrogante, pero no soportaba su prepotencia. Era verdad que este no le temía a Lucius como otros que lo había molestado y por miedo de las represalias del Slytherin se habían detenido. No, Corner era diferente. Desde un principio se había mostrado molesto y lo demostraba con comentarios sarcásticos e hirientes o incluso las burlas sobre las mezclas de sangre. Lo peor es que nunca daba la cara, se escondía tras la excusa de que solo eran bromas. Lo detestaba enormemente. Lucius tampoco podía hacer algo contra él.
El licántropo llego hasta sus amigos que seguían embobados con las escobas más rápidas de la tienda. Aún estaba molesto
-Remus…a donde habías ido –pregunto Sirius- ¿y Severus? Pensé que estaban juntos
-Así era-Remus puso los ojos en blanco. Cruzo los brazos sobre el pecho –hasta que llego Corner de Revenclaw. Sabes que lo detesto. No podía seguir ahí
Sirius sintió un mal sabor en la boca. Él también odiaba a Corner sobre todo porque sabía las intenciones que tenía hacia su Severus. Camino fuera de la tienda ignorando a Remus. Cuando dio con Severus con la mirada se dio cuenta que efectivamente Corner estaba ahí y no solo eso sino que tenía un brillo es su mirada que lo molesto aún más. Fue como si sus pies se movieran solos. De un momento a otro se encontraba junto a Severus tomándolo de la mano y jalándolo hacia él
- Hola Black-saludo Corner con sarcasmo- sabía que estabas cerca de aquí
Sirius se dio cuenta de que Severus estaba ligeramente rojo y no había replicado nada cuando lo tomo
-¿Qué quieres?-pregunto Sirius molesto
-Lo que yo quiera a ti no te importa-esta vez la voz de Corner mostro dureza.- es algo entre Severus y yo
-¿Qué dices?
-Black no eres ciego, creo que sabes lo que quiero-Corner frunció el ceño- Le acabo de decir a Severus que quiero que salga conmigo. Que sea solo mío y que lo conseguiré como sea
-¡Eso no te lo permito!-rujió Sirius sin importarle quien lo oyera y apretó más a Severus entre sus brazos
-¡¿Y es como lo vas a lograr?!- también Corner levanto el tono de su vos- él no te pertenece
El Gryffindor sintió como ardía en su interior el odio
-¡Cállate!- rujió Sirius y sin esperar alguna respuesta tomo a Severus del brazo y comenzó a correr llevándose al Slytherin con él
Avanzaron unas cuantas cuadras por el callejón diagon hasta perderse. En algún momento habían doblado por las esquinas por lo que se encontraban cerca del callejón knockturn. Sirius se detuvo en una pequeña apertura entre las tiendas desoladas, arrojo a Severus contra el muro y coloca ambas manos alrededor del cuerpo del Slytherin para no dejarlo escapar
Severus no se resistió cuando Sirius lo acorralo. Bajo la cabeza y espero a que llegara algo pero nada paso. Sirius se mantuvo en total silencio. Por primera vez Severus se sintió frágil ante una situación así. Corner le había dicho que lo quería o más bien con palabras fuertes que quería poseerlo que lo deseaba y que sería de él pasara lo que pasara. Al principio no sabía que responder, se sintió tan avergonzado y enfadado que se quedó mudo y en ese momento había llegado Sirius. Y las palabras del Gryffindor lo habían afectado más, tanto que no pudo interferir en la discusión. Le habría gustado gritarle a los dos que lo dejaran en paz pero no pudo. Porque el tonto de Sirius lo había protegido.
-¿Dime que sientes?-pregunto de pronto Sirius sacándolo de sus pensamiento -¿Qué sientes por mí?
-No sé de qué hablas – fingió
-Te he dicho muchas veces que me gustas, que te quiero ¿Cuántas veces más tengo que decirlo para que me des una oportunidad?
Severus se quedó en silencio. No sabía si realmente podía darle una oportunidad. Vio como lentamente Sirius se acercaba a él, a su rostro. Y sin querer evitarlo lo beso. Al principio fue un beso dulce lleno de necesidad que Severus respondió con ternura pero fue cambiando con intensidad, tuvo que agarrarse de la playera de Sirius para no perderse. Era difícil seguir el ritmo del Gryffindor pero lo hacía porque muy en el fondo sabía que lo deseaba que también lo quería.
De pronto escucho un fuerte ¡Crak! Proveniente del callejón knockturn que lo hizo regresar a la realidad. Se encontraba en medio de un callejón besándose con Sirius Black. Como pudo aparto al Gryffindor de él.
-¿Dime lo que sientes?- insistió Sirius e intento besar de nuevo al Slytherin pero Severus lo evadió -¿acaso crees que el tenerte cerca no me afecta? Crees que no me hubiera gustado romperle la cara a ese maldito. Me he estado controlando mucho
-Pero…
-No estoy jugando contigo, si es lo que crees, lo que te detiene-musito Sirius- ¿entonces porque no?
-No…no lo sé-respondió Severus. Aunque quería a Sirius tenía miedo mucho miedo de lo que llegara a pasar.
Sirius respiro pesadamente y se apartó de Severus, lo tomo de la mano y ambos salieron del callejón. Cuando llegaron al callejón diagon lo soltó
-Busquemos a los otros- dijo Sirius volteando a ver a Severus de nuevo con su marcara de sonrisa despreocupada.
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Severus tembló bajo el cuerpo desnudo de Sirius. Cada embestida del Gryffindor era una enorme ola de placer que recorría todo su cuerpo. Se encontraban en la enorme cama con sabanas verdes que apretaba con fuerza cuando Sirius lo envestía en la habitación que le habían dado en GP.
Era sorprendente la forma en la que el cuerpo de Sirius encajaba perfectamente con el suyo. El Gryffindor se detuvo para besarlo con ferocidad. Los labios de Severus estaban hinchados de tantos besos como esos que se habían dado con anterioridad y los pequeños besos en todo su cuerpo que el mayor dejaba, sobre todo en el cuello donde seguramente había dejado grandes marcas del deseo y la pasión que se presenciaba esa noche.
De nuevo el vaivén comenzó. Sirius lo sostenía de la cintura haciendo que las estocadas fueran tan profundas para que jamás las olvidara. Severus suspiro, su cuerpo distinguía cada movimiento. Sirius sabía cómo y en donde tocarlo para hacerlo gemir de placer incluso besarlo en el momento indicado. Un pinchazo recorrió la columna vertebral de Severus, de inmediato supo que orgasmo no tardaría en llegar y noto que Sirius tampoco tardaría mucho. En dos estocadas más profundas y placenteras el Gryffindor se descargó dentro de él. Eso fue demasiado para el Slytherin que también termino en un último gemido de placer
Tras unos segundos de éxtasis ambas respiraciones volvían a la normalidad. Sirius beso dulcemente a Severus en la boca, después paso sus dedos por debajo de los ojos del Slytherin recorriendo las marcas que habían dejado las lágrimas al salir cuando lo penetro por primera vez
-Severus te quiero
-También te quiero Sirius
Y ahí fue el momento en que Severus abrió los ojos.
Se encontraba solo en la enorme cama dentro de su habitación en GP. Se llevó las manos al rostro ¡Por merlín! Había tenido un sueño erótico con Sirius. Dio varias vueltas en la cama y se cobijó totalmente tratando de olvidar el sueño pero las imágenes eran tan vivas que su cuerpo aun recordaba la falsa sensación de las envestidas de Sirius. ¡Mierda! tenía un serio problema en la entrepierna. Agradeció enormemente que ese día fuera navidad, según Regulus los elfos nos los molestarían hasta que ellos decidieran levantarse. Así que decidió darse un baño rápido para solucionar su problema.
Aun no podía creer su sueño, todo por lo que había sucedido en el callejón diagon. Por lo menos las fiestas habían pasado y así podía evitar al Gryffindor. La noche pasada los señores Black había celebrado con ellos pero comunicaron que los siguientes días la pasarían en Paris con gente muy importantes, por lo tanto le habían dicho a Sirius que podía invitar a un amigo a pasarla con él. Solo un tonto no pensaría que Sirius invitaría a Potter para que lo acompañara. Mejor para Severus, así los dos Gryffindor podían perderse en su mundo y él evitar todo lo posible a Sirius estando con Regulus.
Después de la ducha Severus se arregló rápido y sencillo, camino hasta el cuarto de Regulus y toco suavemente la puerta hasta que la vos de Regulus le dio permiso de pasar
-Sev porque estas despierto a estas horas- se quejó Regulus que aun estaba dentro de la cama
-No es tan temprano- respondió Severus con una sonrisa. Su amigo siempre se quejaba como un niño pequeño cuando se despertaba temprano
-Está bien. Dame un momento- Regulus entro a la habitación del baño. Severus se quedó ojeando la revista de quiddich de su amigo. Después de varios minutos Regulus salió con una bata de baño y su cabello húmedo
-Sabes que odio despertar temprano después de una celebración-volvió a repetir Regulus
Severus se encogió de hombro
-Te esperare abajo- dijo y después salió sin escuchar respuesta.
Camino hasta la escalera. Tenía pensado pedirle a los elfos que prepararan algo para los dos, cuando se encontró de frente con James Potter. Sirius no había perdido el tiempo en invitar a Potter
James frunció el ceño claramente molesto
Severus es cambio sonrió y apunto el camino por el que venia
-Regulus está en la última habitación
-Se dónde está la habitación de Regulus-respondió James con dureza. No quería ni necesitaba la ayuda de quejicus, había ido muchas veces antes a la casa de los Black y conocía donde estaban casi todos los lugares
-Bien
Durante un minuto ambas miradas se encontraron hasta que Severus sonrió maliciosamente y paso de largo de James para bajar las escaleras.
James se quedó ahí durante unos momentos. Estaba irritado por la presencia de Severus pero definitivamente el Slytherin sabía algo, esa sonrisa solo se ponía en su rostro cuando ganaba. Tan arrogante como siempre. Siguió caminando hasta la habitación de Regulus.
Abrió lentamente y entro. Regulus se encontraba de espaldas a él. Traía puesta una bata de baño verde esmeralda que apenas le llegaba a las rodillas y dejaba ver sus largas piernas, de su cabello húmedo caían pequeñas gotitas de agua que caían en su rostro y cuello para después recorrerle todo el cuerpo
James sintió una punzada en su entrepierna ¿Cómo era posible que un chico lo provocara tanto? Se acercó despacio y en silencio, cuando estuvo lo suficientemente cerca, Regulus se giró sobre sí; sus ojos demostraron sorpresa y sus mejillas se tornaron rojas
-¿Qué haces aquí Potter?-pregunto Regulus
James sonrió para sí. La vos del Slytherin estaba ronca y titubeaba. Se notaba que estaba nervioso
-Sirius mando una lechuza a mi casa y llegue a primera de la mañana-se llevó las manos dentro de pantalón en un acto de inocencia
Regulus frunció el ceño claramente molesto. En ningún momento se había dado cuenta de la presencia de Potter hasta el momento en el que había girado ¿en qué momento había entrado?
-¿Qué haces en mi habitación?
-Quería saludarte y darte tu regalo de navidad
Regulus rodo los ojos y cruzo los brazos por delante del pecho. ¿Acaso creía Potter que era tonto?
-¿Y crees que voy a aceptar un regalo tuyo? No soy ningún niño que puedes comprar
-Eso lo sé-respondió James mientras se acercaba peligrosamente- por eso mi regalo es más físico
Regulus sintió una pinchada en el pecho. ¿Acaso lo estaban provocando? No caería de nuevo
-Lárgate Potter. Mi hermano seguro te está esperando y yo tengo cosas que hacer con Severus
Regulus camino por un lado de James ignorándolo pero sintió como una de las manos de este lo tomaba por el brazo y lo arrojaba a la cama poniéndose sobre él. El slytherin trato de incorporarse pero las manos de James lo detuvieron aferrando sus muñecas con una mano sobre su cabeza.
-¿Sabes lo irritante que es cuando menciones a Severus?-hablo James si despegar la mirada de Regulus
-¿Estas celoso Potter?
-locamente-dijo James para después besar a Regulus
Regulus se revolvió bajo el peso de James intentando zafarse de los labios de este. Se sentía extremadamente expuesto, traía solamente una bata de baño y si James lo seguía besando no tardaría en responderle
-¡Quítate!-exigió Regulus- estas pesado
-oooh eso no te ha importado antes ¿o es esto? – James sonrió mientras que su mano libre la introducía dentro de la bata de Regulus tocando la piel expuesta. Después recorrió la piel hasta llegar al lugar donde con ayuda de un listón se sostenía la bata. Con gran agilidad se deshizo del nudo dejando expuesto el cuerpo totalmente desnudo de Regulus debajo del suyo. Su mano hasta donde alcanzaba recorrió el cuerpo subiendo a la barbilla para sujetarlo y volver besarlo
Pasaron unos minutos hasta que Regulus finalmente respondió a los besos y gimió cuando la mano de James tomo su miembro. Aun conservaba un poco de la vos en su cabeza que se negaba a lo que estaba sucediendo.
-Basta- dijo Regulus aprovechando que James se había concentrado en besar su cuello pero fue ignorado. No sabía en qué momento James había soltado sus manos, pero una de echas estaba pegada a la espalda del Gryffindor hundiéndola cada vez que sentía una ola de placer- No…no puedo. Detente
James al escuchar eso se detuvo poco a poco. No volvería a forzar Regulus. Pero aun había algo que podía hacer. James continuo descendiendo los besos hasta que llegaron justo a la cadera, con la lengua dejo un rastro de saliva hasta la erección de Regulus que después de unos segundos lambio en su extensión.
Regulus gimió más fuerte y miro asustado a James que lo miraba con deseo y sonrió, después metió todo el miembro en su boca. Las manos del slytherin se enredaron en el cabello negro guiando a James, exigiendo más y en qué momento exacto erguir todo el miembro y al mismo tiempo movía sus caderas al ritmo de la boca.
Regulus dejó caer su cabeza hacia atrás. Los gemidos salían solos de su boca que se obligó a poner una de sus manos encima para hacerse callar. Severus y Sirius estaban en la casa y podían escucharlo o peor, en cualquier momento podían entrar en la habitación. ¡Diablos! Apretó más sus manos cuando James comenzó a succionar metiendo cada vez más adentro su miembro. De pronto sintió como su miembro se tensaba. Intento apartar a Potter pero el Gryffindor se negó a apartarse y sin poder controlarlo eyaculo dentro de la boca del mayor.
James con mucho cuidado de no tragar el semen de Regulus, se acomodó de nuevo a la altura del rostro del Slytherin y lo volvió a besar obligándolo a tomar su propio semen.
Regulus sintió un escalofrió por todo el cuerpo. Lo que estaba haciendo Potter con él era innombrable pero a la vez tan erótico. James se separó de él y con el dedo índice limpio un poco de semen que había quedado en la barbilla
-¡Feliz navidad! –dijo James con una sonrisa y beso tiernamente los labios de Regulus