Sirius sintió como se corrían las cortinas de la camilla donde se hallaba recostado y se tapó aún más con las sabanas
-¿Sirius?- la vos de Remus. Claro que tenía que ser Remus quien lo visitara a la enfermería -¿Cómo te encuentras?
Sirius no contesto y se hundió más en la colcha fingiendo estar dormido con la esperanza de que Remus le creyera y lo dejara solo
-Sirius…-insistió Remus –Sabes que las personas dormidas tienen que respirar
-¿Cómo sabias que estaba despierto?- dijo Sirius mientras dejaba salir el aire que había retenido –Cuando entraste no me habías visto
-He dormido junto a ti durante 6 años
-Al menos lo intente- Sirius giró para ver a Remus –Por favor dime que no me has traído trabajo
-¿Cómo estás?-Remus sonrió al recordar las tantas veces que sus amigos habían terminado en la enfermería por culpa de sus juegos y bromas, y él amablemente les llevaba las tareas que encargaban durante las clases; claro que con toda la intención de que no se retrasaran en sus estudios
-Dormí después de bañarme con la ropa mojada. ¿Cómo me encontraste?
-Ni siquiera sabía que estabas aquí. No fuiste a ninguna clase ni al comedor. James dijo que no estabas en la torre y pensé que estabas escondido en algún rincón hasta que busque en el mapa y te encontré aquí. Pensé que te habías encontrado con Severus y estabas herido o algo
-Lo vi- Confirmo Sirius- Pero no estoy aquí por eso. Solo es una estúpida fiebre
Si no hubiera sido porque Remus había hablado con Madam Pomfrey antes de entrar con Sirius lo dudaría. Era verdad que la temperatura del cuerpo de Sirius era más alta de lo normal y sus mejillas tenían ese ligero tono rojo de un enfermo, pero también había la marca de un golpe en su rostro
-Lo siento – comenzó Remus- Lucius me lo confirmo
Pasaron unos segundos en total silencio. Sirius subió una mano al rostro y cubrió sus ojos
-Lo único que quiero es dormir. Esta maldita fiebre me está matando
-Perdona-Remus se separó de la cama- Le diré a Pomfrey que te de algo
-Ya lo intente. Dice que la fiebre es algo normal por lo que todo mago debería pasar al estilo muggle. Algo así como la fiebre de dragón que solo se cura con una buena alimentación y mucho reposo
Remus rio por debajo pero aun así el animago lo escucho
-Solo reza que no te toque tener fiebre en este maldito colegio- finalizo Sirius
-Eso espero. Te dejare dormir- Remus se quedó quieto antes de correr las cortinas. Quería decirle algo más a Sirius. Consolarlo. Decirle que todo estaría bien, que no tenia de que preocuparse. Pero no encontró las palabras. Sirius le había dado la espalda y se hundía de nuevo en las cobijas- Volveré más tarde
Después de salir de la enfermería Remus desdoblo el mapa del merodeador en busca de Severus. Como no lo había visto en el gran comedor ni en ninguna clase. Al principio había sospechado que estaba con Sirius hasta que Lucius le había confirmado que Severus y Corner si estaban saliendo, entonces había ido a buscar a Sirius
Desdoblo más el mapa hasta las mazmorras de Slytherin y ahí, en una de las habitaciones aparecía el nombre de Severus Snape y muy cerca de él, el nombre de Lucius Malfoy. Le molesto un poco que ambos estuvieran juntos. Severus le había roto el corazón a uno de sus amigos y Lucius era suyo. Por un momento Remus quiso golpearse ¿Cómo se le había ocurrido aquellos pensamientos? Primero Lucius no lo engañaría y menos con Severus los cuales se veían como hermanos. Y segunda Severus no podía hacerle eso a Sirius, él lo quería tanto o más.
Tenía que hablar con Severus evitando por todos los medios a Lucius hasta después de la luna llena para no levantar sospechas. Suspiro pesadamente, sería una semana larga.
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James salió de la enfermería. Había ido ahí con la intención de visitar a Sirius pero para su sorpresa ya no se encontraba ahí. Durante toda la mañana James había estado en clases esperando a Sirius pero este nunca llego, después lo habían ido a buscar. Primero a la torre y después por los pasillos hasta que Remus lo encontró en la enfermería. Pero cuando fue a visitarlo Madam P le había dicho que Sirius había regresado a la torre a descansar, tenía fiebre. Aunque James sospechaba que le había afectado enterarse del noviazgo de Severus aunque no estaba muy seguro del porqué. Sabía que a Sirius le interesaba quejicus pero no al grado de ponerse enfermo. O…tal vez… ¿Estaba enamorado? ¡Claro que no! Sirius era un playboy y un mujeriego en Hogwarts pero nunca se había enamorado. Tonteaba con muchas y muchos pero la mayoría de las cosas que se decían que hacían eran mentiras. Tenía presente que Sirius se había acostado con cuatro o cinco personas en toda su vida, a diferencia de lo que decían, que era la mitad de Hogwarts. La reputación de Sirius y él era por una o dos actos heroicos que habían sucedido y los chismes se habían encargado de lo demás. Y por creerse más de lo que eran no se habían molestado en rectificar lo que se decía, al contrario, ellos mismos aceptaban y engrandecían lo que se decía. Y hasta cierto punto a James le había beneficiado. Estaba enamorado de Regulus pero los chismes decían que él y Sirius nunca caerían ante nadie. Por eso Sirius no podía estar enamorado y menos de Severus Snape ¿O sí?
Siguió caminando rumbo a la torre de Gryffindor cuando por el pasillo aparecieron Malfoy y Regulus. Malfoy ni siquiera le prestó atención, en cambio Regulus lo miro durante breves segundos. James se quedó paralizado en su lugar mientras los dos Slytherin seguían su camino. Camino un poco hacia ellos con la intención de hablar con Regulus pero se obligó a detenerse ¿Qué le diría? ¿Lo obligaría de nuevo? Ya no podía continuar con lo mismo, Regulus ni siquiera sentía algo por él. Sentía algo profundo dentro. Culpa. Culpa por atormentar a Regulus, culpa por mentir y aferrarse a una mentira, sobre todo sentía culpa por ocultarle todo a Sirius y traicionarlo.
James sintió un dolor en el pecho. Sabía lo que tenía que hacer, sin embargo era doloroso. Giro sobre sus talones y siguió su camino hacia la torre de Gryffindor. Había tomado una decisión por el bien de todos. Debía dejar a Regulus.
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Sirius sintió como su cuerpo era forzado a moverse. Creía escuchar algo a lo lejos, el sonido de una vos que decía algo pero no era capaz de distinguirlo. Su cuerpo siguió siendo forzado mientras que la vos iba aumentando poco a poco hasta que distinguió que se trataba de James
-Si…-James decía algo que no llegaba a distinguir- Si…Sirius…desp… ¡Sirius despierta!
Giro hacia James con brusquedad y al momento sintió una punzada en la cabeza e hizo una mueca de dolor
-¿Estas bien? – pregunto preocupado James
-Cómo quieres que este bien si me acabas de despertar. Eres un bruto Bambi
-Lo siento- James comenzó a reír pensando que el humor de Sirius nunca cambiaba aunque estuviera enfermo- Remus dijo que tenía que despertarte y “obligarte” a comer
-No tengo hambre-dijo Sirius mientras se acomodaba en la cama para sentarse- ¿Dónde está Remus?
-Supongo que con Malfoy. Me dijo que tenías que comer y pienso lo mismo, los enfermos deben alimentarse bien para recuperarse también…
Sirius suspiro. Estaba cansado pero ya no se sentía enfermo, simplemente quería dormir y dormir
-Me siento bien, no estoy enfermo y no tengo hambre
-Pero tienes que…
-Pero nada…-interrumpió Sirius de manera brusca-Siento que si como algo vomitare, y si tu o Remus…
-¡¡Basta!! –Exclamo James enfadado- Escúchame Sirius Black. No sé qué mierda te haya pasado pero tú no eres así. O levantas tu trasero o lo levantare yo a golpes
James estaba realmente enfadado. Solo pocas veces había visto a Sirius doblegarse de tal manera pero siempre, después de un tiempo, lograba salir adelante, pero esta vez parecía diferente. Realmente lo veía decaído y eso lo hacía sentir impotente. No sabía cómo ayudar a su mejor amigo y su hermano.
Por otro lado Sirius estaba sorprendido. No en muchas ocasiones James le gritaba de esa manera. Sintió algo incómodo en su interior. Estaba agradecido por sus amigos pero se sentía terriblemente mal ocultándoles algo
-Debo confesarte algo- Sirius suspiro profundamente haciendo una larga pausa. Miro a James que esperaba que continuara- Yo…escucha esto no es fácil así que lo diré solo una vez ¿entiendes?
James asintió
-Bien entonces- Sirius tomo aire para continuar- Me gusta Severus
-Eso ya lo sabía-dijo James – Creo que eres muy obvio
-No James, tu no entiendes- Sirius se llevó las manos a la cabeza-No solo me gusta. ¡Lo quiero! Lo quiero tanto desesperadamente.
James abrió mucho los ojos. Podía decir que si estaba sorprendido, una cosa era que a Sirius le gustara Severus y otra muy distinta era que estuviera enamorado. Vio a Sirius cabizbajo y de alguna manera se sintió en la misma posición al sufrir por sentimientos no correspondidos. James suspiro y se sentó junto a Sirius en la cama.
-Soy patético ¿No crees?- continuo Sirius
-No –respondió James y coloco su hombro con el de Sirius para que diera cuanta que lo comprendía – No es patético, solo es amor, supongo
Sirius sonrió. Pasaron unos largos segundos en silencio, cada uno estaba sumergido en sus propios pensamientos
-Así que…-James le sonrió-El gran Sirius Black enamorado eh ¿Quién lo hubiera pensado? Ah y no de cualquiera, sino de más ni menos que de Severus Snape. Un gran pocionista y un sorprendente buen duelista
-¡Cállate Bambi!- Sirius se dejó caer en la cama- Parece un sueño ¿no?
-No en realidad. Creo que eras muy obvio que te interesaba o algo así. –James se encogió de hombros- Ya sabes. Lo molestabas mucho y a veces sin razón alguna. En primer año era divertido meterse con él, claro que en bromas, por lo de Lili, pero fuiste más insistente tú. Siempre quisiste llamar más su atención. Y debo confesarte que me tomo algo de tiempo darme cuenta de eso y aún más tiempo digerirlo. Aunque creo que lo descubrí primero que tu
-Acertaste-respondió Sirius mientras se cubrió el rostro con el largo de su brazo –No me di cuenta hasta hace poco. Sabía que me atraía y gustaba un poco, pero jamás que estuviera enamorado de él. Y ahora creo que no sirve de nada
James guardo silencio. Sabia a lo que se refería Sirius (ahora Severus salía con Corner) y sintió un poco de lastima
-Sobre queji…-James se detuvo al casi pronunciar el apodo que ellos le habían puesto a Severus porque sintió la mirada pesado de Sirius y rápidamente corrigió lo que iba a decir-Sobre Snape ¿Qué piensas hacer?
-Nada
-¿Cómo que nada?
-¡Nada James! Severus está ahora saliendo con Corner y no quiero causar más problemas
-No es problema si intentas conseguir lo que quieres-dijo James recordando que había hecho muchas cosas para conseguir a Regulus
-Pero él no siente nada por mí-respondió Sirius más afligido- Si tan solo mostrara un poco de interés o me quisiera un poco, entonces seguiría adelante
James sonrió para sí dándose cuenta que compartía más cosas de las que pensaba con Sirius. Él también seguiría adelante si tan solo Regulus mostrara interés
-No creo que seas de total indiferencia para Snape –dijo James animando- Al menos no de la manera que crees
-No lo sé. Todo últimamente es muy complicado
Sirius suspiro. Se sentía tan cansado y no solo porque estaba enfermo, también se sentía sin ánimos para todo ni mucho menos para salir por los pasillos de Hogwarts y correr el riesgo de ver a Severus o Corner. No tenía idea de lo podía llegar a hacer si se encontraba con Corner, probablemente lo golpearía. Pero lo que temía era encontrarse con Severus, ahí si no estaba seguro de lo que podía hacer.
Se hundió más en la cama. Vio de reojo el semblante de James y hasta ese momento no se había dado cuenta que su amigo parecía igual o más afligido que él. Lo había visto antes estar en las nubes y demasiado ausente pero por estar pensando en Severus, hasta ese no había caído en cuenta que algo le sucedía a James. Y si lo pensaba bien también Remus parecía preocupado desde la estación del tren. Sirius se sintió el peor amigo del mundo
Se levantó de la cama y le dio un codazo en el hombro a James con suavidad.
-Estaré bien- dijo Sirius con suavidad- No tienes por qué preocuparte por mi
-Claro que sí. Eres mi amigo-hermano
-Gracias.- unos segundos en silencio- Pero también debes preocuparte por ti. Sé que te pasa algo
James lo miro sorprendido. Esperaba que Sirius fuera el único que no se diera cuenta de su problema, había estado años ocultando lo que sentía y ahora lo había descubierto
-De verdad lo siento Sirius no pude evitarlo- comenzó James nervioso
-¿Qué?
-Sé que estas cosas son difíciles- a James le sudaban las manos- Pero trate de hacerlo. Lo juro
-Espera…espera ¿de qué hablas?
-Eh ¿Tú de que hablas? –pregunto asustado
-No sé qué te sucede James pero también me preocupo por ti
-Ah eso- suspiro James aliviado
-¿Tu de que hablabas?- pregunto con curiosidad Sirius
-Pues…- James se sintió más nervioso. Había estado a punto cagarla y soltarle toda la verdad.
Miro a su amigo. Sirius estaba realmente preocupado por él. Pensó que decirle la verdad ahora no sería tan malo, al fin y al cabo ya había decidido dejar en paz a Regulus pero tampoco olvidaba que ya había tenido sexo con él y por un momento imagino cuál sería la reacción del mayor de los Black. Sirius era por más sobreprotector con su hermanito aunque tratara de disimularlo. Aun no olvidaba su reacción cuando a Regulus lo habían enviado a la casa de Slytherin o cuando estos tenían alguna pelea. Trataba de disimularlo pero en ocasiones Sirius se quedaba encerrado en la torre.
Solo tendrías dos reacciones. Una podía ser que se enojara demasiado con él y dejara de ser su amigo. Y la otra que Sirius cayera aún más deprimido por su traición. No estaba en condiciones de soportar ninguna. Ya había dejado a Regulus y Sirius no tendría por qué enterarse de nada
James continúo
-Pues… por lo de Snape por haberme burlado todo este tiempo de él –invento –le he estado dando vueltas a eso. Puede que nunca me perdones por hacer que Snape nos odiara
-No tienes la culpa de nada- dijo Sirius- Si Severus me odia será solo por mi culpa. Yo fui el idiota que no sabía cómo acercarse a él
-Encontraremos la manera-dijo James mientras se ponía de pie- Severus Snape caerá enamorado de ti
-Gracias James- Sirius sonrió un poco. Quería creer en las palabras de James aunque hubiera muy pocas posibilidades
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Remus estaa recargado sobre la fría pared de uno de los pasillos del tercer piso. Traía consigo el mapa del merodeador y esperaba a que Severus saliera de una de las aulas. Tenía esperando alrededor de 20 minutos desde que lo había localizado en el mapa, hasta que escucho como una puerta se abría y de ella salía Severus que al verlo se quedó estático
-Hola – saludo Remus
Severus salió de su estupor y siguió su camino hacía Remus
-Supongo que me estabas esperando
-No quería interrumpirte ahí adentro-Remus apunto hacia el aula donde Severus, a disposición del director, solía trabajar hasta tarde en sus pociones- Tampoco quería que nadie nos interrumpiera.
-Ah entonces también lo sabes-Severus se encogió de hombros- Para ser un secreto muchos lo saben
-¿Qué quieres decir?
-Corner no quiere que nadie se entere
-Oh entonces…- Remus pareció meritar lo que estaba a punto de decir
-Si vas a preguntar si es verdad-interrumpió Severus- Si, es verdad. Creí que Lucius te lo había dicho
-Lo hiso pero yo tenía que comprar mis propias dudas. Sobre Sirius, lo que hablamos en el callejón Diagon
La sola mención de Sirius hiso que el corazón de Severus se estremeciera
-Ese día dije que no pasaría nada con Sirius y lo sostengo
-Si no quieres nada con Sirius lo entiendo, pero ¿Por qué estas con Corner?
Severus se quedó mudo. Si había una persona a la que no podía mentirle tan fácil era a Remus, no convivía mucho con él pero había aprendido a leerlo tan fácilmente que otros
-No es la forma correcta de alejar a Sirius- declaro Remus
-Correcto o no, No es de tu incumbencia- dijo Severus enfadado y comenzó a caminar lejos pero antes de que pudiera avanzar lo suficiente Remus lo tomo del brazo y lo sostuvo
-Sirius es mi amigo y no dejare que le pase nada. Sé que ocurre algo más y descubriré de qué se trata
-¿Es una amenaza?-Severus lo fulmino con la mirada
- Es una advertencia
-Cuidado Lupin no soy el único que oculta cosas- amenazo Severus soltando el agarre de Remus y siguiendo su camino
Sabía que Remus era una persona que ocultaba algo aunque no estaba seguro de que y por lo tanto era alguien de quien se debía cuidar. Su grupito de amigo siempre se metían en cualquier lado, por algo los llamaban merodeadores y Remus era el más listo y el de más cuidado.
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-¿Qué haces Potter?- pregunto Regulus
-Soy sonámbulo
-¿De verdad? O es que tu cerebro no logra procesar otra cosa-respondió cruzando los brazos- Creí que tendrías mejore escusas que esas
Se encontraban frente el uno al otro en un pasillo oscuro que daba a los jardines de Hogwarts, era media noche y los pasillos estaban desiertos. James había ido a despejar su mente y conseguir comida para él y Sirius que no podían dormir. Mientras que Regulus en un intento de alejarse, y no volver a pelear con Severus, salió a caminar pero no imaginaba que se encontraría con quien menos lo deseaba, James. Últimamente Regulus pasaba el tiempo pensando demasiado, para su gusto, en Potter. Incluso había ocasiones en las que quería golpearse la cabeza contra lo primero que tuviera pero podía decir que por suerte sucedió lo de Severus. Eso le había traído otra cosa en que pensar, hasta ese día en la tarde, cuando lo había visto cuando iba con Lucius y Potter ni siquiera había reparado en ellos. En ese momento sintió un cosquilleo molesto
James se encogió de hombros
-¿Tu qué haces?
-No es de tu incumbencia- Respondió Regulus
James lo miro durante unos segundos sin responder pensando en que sería lo mejor de hacer, Regulus lo miraba molesto pero no se apartaba. Tal vez seguía preocupado por Sirius
-Voy a las cocinas ¿Quieres acompañarme? Los elfos nos darán cualquier cosa que les pidamos
-Que yo vaya contigo-se burló el menor de los Black- No estoy loco Potter
A James le dolió un poco la actitud de Regulus, pero así había sido siempre y él solo lo vería como el hermano de su mejor amigo. Solo se encogió de hombros, puso su mano sobre el cabello del otro y lo revolvió un poco
-Nos vemos después entonces-James se despidió y siguió su camino
Regulus se quedó estático. Decir que estaba sorprendido era poco. Cuando James había tocado su cabeza de esa manera tan sencilla, íntima y especial por un momento sintió como un pequeño calor cubría todo su cuerpo y creyó que algo pasaría. Así era Potter, siempre comenzaba con pequeñas carisias para terminar en algo más. Por un momento se sintió desilusionado