Si sus cuentas no le fallaban, su pequeño Shu tendría cuatro meses y medio de embarazo. El solo imaginar el tipo de ropa que llevara puesto el cantante o su rostro lleno de vida al ver la ropita y todo lo que su bebe necesitara para cuando llegara a este mundo le provocaba un doloroso nudo en la garganta, un fuerte dolor en el pecho le decía que no estaría feliz el cantante por verlo, pero, si no lo hacía ahora jamás podría hacerlo, si quería arreglar las cosas con su peli rosado tenía que tragarse su maldito orgullo y ser amable con Shuichi si quería tenerlo en sus brazos para siempre y criar juntos a su hijo.
Imaginar pasar el resto de sus días junto a la persona que tanto le dio por cinco años, tanto cariño, amor, comprensión, y sobre todo perdón por parte del menor era algo que iba tener siempre presente en la vida, después de todo, nadie a parte de Shuichi era capaz de soportar el genio del que era propietario Eiri Yuki
“De ser necesario lo retendré en mis brazos, de ser necesario lo secuestrare del lugar donde este y si nada de esto no funciona, le rogare de rodillas que no se valla de mi vida, que me permita ser le persona más importante para él en el mundo, pero algo que si tengo seguro, es que no planeo rendirme, el baka regresara conmigo, se casara conmigo y me encargare que no les falte nada a él y a nuestro hijo, eso es una promesa” –pensó decidido el escritor, subiendo al avión cohete que lo llevaría a la velocidad de la luz a su cita con el destino, su Shu y su bebe, aunque no sabía cómo su baka reaccionaria cuando lo viera en frente de su departamento.
Treinta minutos después, Tokio
Llego a su edificio y lo primero que hizo fue ir al elevador que lo llevaría a su departamento y si sus cálculos no se equivocaban, el cantante estaría en escasos minutos en el departamento que alguna vez compartió con el escritor y quería darle la *sorpresa* de su regreso. Llego a la puerta de su hogar, saco las llaves que creyó que no iba a volver a utilizar y abrió la puerta de un solo golpe. Lo que vio lo dejaba sin palabras, los muebles de la sala cubiertas por unas mantas blancas para cubrirlos del polvo, el piso totalmente descuidado, los aparatos desconectados y de igual forma cubiertos pero con hule, no daba crédito a lo que veían sus ojos, el lugar estaba vacío, un momento si así estaba el lugar y nadie habitaba en ese departamento
¿Dónde demonios estaba Shuichi? Desesperado por encontrar alguna pista del paradero del cantante, busco por los rincones del desolado departamento alguna hoja, alguna nota que le dijeran algo ¡cualquier cosa! Entro a su habitación y la encontró tal y como la dejo hace 3 meses, excepto por el polvo, pero en medio del lecho había un sobre con su nombre escrito, reconocía la letra de esa carta, era la de Shuichi, sin dudarlo abrió el sobre y se sentó en la cama para comenzar a leer el contenido de aquel papel:
Eiri Yuki.
No quiero que hagas un drama sino me encuentras en tu departamento, después de todo fuiste tú el que se fue de él en primer lugar. Si te escribo esto es porque quiero dejar claro que no pienso depender de ti ni de nadie, así que si quieres saber algo de mí y mi hijo será mejor que no me busques ni con Hiro, ni con mis padres, esfuérzate un poco más si quieres saber algo de nosotros. ¿Sabes? Creí que con la noticia del bebe se arreglarían las cosas entre nosotros, pero me equivoque, creo que se empeoraron las cosas más de lo que ya estaban. Eso ya no importa. No me sorprendería si no nos buscaras, después de todo, fuiste capaz de creer que te fui infiel aun sabiendo que todo el amor que siento y transpiro es por ti, que el niño o niña que estoy esperando no es tuyo sino de Sakuma-san, ¿Cómo pudiste imaginar que te traicionaría con Ryuichi? ¿Qué nunca viste en mis ojos que el único hombre que quería en mi vida eras tú, Yuki? Creo que no.
Si solo supieras que mi alma está enferma de amor,
Si tan solo notaras que en pedazos esta mi corazón..
Y una lluvia de mar arrastraría lo que sufro yo,
Pues me dedique a morir,desde tu adiós..
Si supieras que en un tiempo, no ha borrado el ayer..
Y la pena es un camino sin salida que no se recorrer
Me dejaste en la mitad de mi destino, sin decir por qué..
No soy nadie sin tu voz..
Llamándome Y aquí estoy, solitario y solo.. Extrañando todo..
Desde que tú te despediste de mi.. Sin hallar el modo..
De reencontrarme con el hombre que fui! Por quererte asiii..
No pienso ser yo el que se rompa primero en llanto y valla como un loco y estúpido ir a buscarte ¿A dónde? Si siempre que te ibas por alguna tontería jamás me decías a donde te largabas o con quien estabas, créeme después de cinco años deje que esto se volviera una maldita rutina de tu poco amor que según profesabas por mí, pero ya no, si de verdad te importara mi estado o el de este pequeño hubieras regresado en tres días, como lo hiciste siempre, pero jamás lo hiciste. El departamento que alguna vez compartimos se siente tan frio y vacío desde que te fuiste que fue por eso que decidí dejarlo tal y como esta, no soportaba la idea de seguir en el lugar donde aun tu fantasma me lastimaba y me torturaba cada vez que llegaba la noche.
Tu sombra se mueve entre las sabanas al despertar
Y no logro llegar al mediodía sin echarme a llorar..
Tu fantasma camina por la casa, y me hace temblar
No puedo respirar, no puedo mas.. Y aquí estoy, solitario y solo..
Extrañando todo..
Desde que tú te despediste de mi..
Sin hallar el modo..
El amor que alguna vez te dije que sentía por ti está muriendo lenta y dolorosamente que se me hace increíble que el bebe este en excelentes condiciones, ahora este amor le corresponde a otra personita, aquella que tú te encargaste de negar como tu hijo. El día que supe que estaba embarazado imagine a nuestro hijo con tú físico y alguna que otra cualidad tuya que me hicieron enamorarme de ti perdidamente pero con mi vitalidad y energía con los que me conociste alguna vez, me hubieras visto cuando supe de que esperaría un bebe de la persona que mas amaba en el mundo, llore lagrimas de felicidad y de emoción que tú te encargaste de destruir mis ilusiones cuando te fuiste por última vez, la ultima en la que yo derramaría lagrimas de dolor y decepción por tu culpa ¿Por qué lo hiciste Yuki? ¿Ya no me amabas? Si era así lo entiendo pero, este pequeño qué culpa tiene de ser víctima de tu indiferencia y de que le dijeras *bastardo*. No Eiri, seré yo lo que quieras, pero este niño no lo volverás a llamar de esa forma. Con esto me despido de ti amor mío, aunque no sé si sea correcto decirte mío porque jamás lo fuiste solo espero que puedas seguir con tu vida en la cual yo era solo un intruso en ella, por favor, se feliz y fuerte como yo lo seré por mi y por este niño que es mi inocente y amado hijo.
De reencontrarme con el hombre que fuii!
Por quererte asiii..
Dime que sabes del dolor..
Dime si nunca te paso..
Tener un nudo en la garganta..
No se a que dios le debo rezar..
Como hacer para olvidar..
Tu amorr,, tu amorr Y aquí estoy, solitario y solo.. Extrañando todo..
Desde que tú te despediste de mi..
Sin hallar el modo..
De reencontrarme con el hombre que fuii!
Por quererte asiiiii..
Atentamente:
Shuichi Shindou
P: D jamás estuve solo y ahora con la llegada de este pequeño jamás lo estaré. Estate tranquilo que me asegurare que a este pequeño no le falte nada… si te interesa.
Acabo de leer la carta y no pudo evitar soltar unas lágrimas de sus ojos dorados. Se sentía miserable, lo peor de lo peor de la tierra. Nunca imagino que su baka sufriera tanto después de saber la noticia de que esperaba a su hijo. Ahora se sentía peor a como llego a Tokio, lo había perdido, lo lastimo en lo que más le dolía al cantante, tenía razón, el jamás le dio motivos para que el desconfiara así de Shuichi, en cambio él, el… bueno jamás fue el mejor novio, ni el más fiel, ni el más detallista, ni el mas romántico, mucho menos el mas cariñoso y amoroso, pero por su Shu era capaz de ir y venir del cielo al infierno y viceversa de un momento a otro, pero ahora…
“Solo te pido que me esperes baka, solo te pido eso, me encargare de que el amor que le des a mi hijo también sea para mí, no dejare que pase más tiempo sin ver tu barriguita que indica el estado de gestación de mi bebe, no desapareceré de nuevo, quiero que ese niño o niña se sienta orgulloso de ti y de mi y porque no, darle un hermanito”