Edificio de los estudios NG, oficina de Tohma Seguchi, dos días más tarde.
Si recurría a su cuñado era porque no tenía otra opción, las últimas cartas que iba a utilizar ya la había utilizado, teniendo el mismo resultado en todos los casos, ¿Cuál era? Sencillo: todos, absolutamente TODOS se negaban a darle la dirección o el numero de celular nuevo de su peli rosado, ¿Qué porque? Fácil: su pareja les amenazo con confesarle a todo el mundo sus más oscuros secretos, ¿Qué quienes eran todos? Pues eran Hiroshi, Suguru, Sakano-san, a excepción de Mr K que él ni por error lo pueden amenazar mucho menos su Shu. No podía decir que contaba con el apoyo de Sakuma porque a él especialmente su bola rosada le pidió que si alguna vez lo veía que jamás le dijera donde localizarlo, y ahora si le sumamos el hecho de que Tatsuha con tal de hacer feliz a su conejo loco aria cualquier cosa, eso incluye claro el hecho de negarse a ayudar a su hermano, ¡SU HERMANO!
Ahora no teniendo a dónde acudir, tuvo que llegar hasta la oficina de su cuñado para que lo ayudada, lo curioso era que para ver a Tohma tenía que haber hecho una cita con un mes de anticipación ¡UN MES! Es decir el era el gran Eiri Yuki, el afamado y amado escritor de las novelas mas románticas y nostálgicas de todo Japón ¿Cómo para ver al esposo de tu hermana mayor tenias que hacer cita con previa anticipación? ¿COMOOOOOOO? ¿Quién se creía que era ese *amo del universo* apellidado Seguchi?
“¿Me puedes decir por qué demonios para venir a pedir un favor a mi cuñado tengo que hacer cita con tu secretaria con un mes de anticipación? Demonios Tohma, ¿Qué rayos te pasa? ¿Se lo haces a todos los que vienen a verte o es solo a mi?” –dijo el escritor claramente molesto, entrando después de 30 minutos a la oficina de su cuñado, mientras que este revisaba unos papeles que necesitaba dejar bien antes de su gira con Nittle Grasper, sin poner atención al berrinche del rubio
“Buenos días Eiri-san ¿Qué deseas?” –hablo el ojo verde, sin apartar su vista de aquellos documentos, sin poner atención en lo absoluto a Yuki
“Necesito que me des el domicilio de Shuichi y si es posible su número de celular, necesito hablar con él y dado que su banda está de vacaciones se me es imposible localizarlo en su estudio de grabación, ayúdame es lo único que te pido Tohma” –hablo el escritor, sentándose frente al otro rubio, sacando un cigarrillo comenzando a fumar
“Lo siento Eiri-san, pero yo no te puedo proporcionar esa información” –respondió Seguchi, haciendo a un lado los papeles, fijando su vista al frio hombre de enfrente. Por otra parte estaba Yuki confundido, es decir ¿de cuando acá su cuñado se negaba a complacerlo en todo lo que deseaba?
“¿Qué dijiste Seguchi? ¿PORQUE DEMONIOS NO ME VAS A YUDAR? No ves que si no lo encuentro me mato, quiero arreglar las cosas con el Tohma, si los pierdo a ambos me muero, por favor, te lo suplico, eres el único con el que puedo contar” –suplico el rubio, llegando a la desesperación, pero el ojo verde no dio su brazo a torcer, no era que quisiera no apoyara a su cuñado sino que…
“No te puedo proporcionar aquella información porque fue el mismo Shindou-san el que me prohibió proporcionártela, no es que le haga caso a cualquier cantante de cuarta, pero Shuichi-san me advirtió que si te ayudaba a encontrarlo daría su carta de renuncia y abandonaría a Bad Luck y las instalaciones de NG, como podrás ver, no puedo arriesgarme a perder a la persona que tiene a Japón bajo sus pies, mucho menos que se vea perjudicada mi empresa, así que lo único que te puedo ofrecer es la seguridad de Shindou-san durante la gira que aremos, te notificare cuando nazca tu hijo y si se necesita de algo, te lo haré saber Eiri-san, eso es lo único que puedo ofrecerte como amigo y cuñado” –al escritor se le formaba un hueco en el corazón, era como si la vida se encargara de arrebatarle la única persona que fue capaz de salvarlo del infierno que tiene por vida y esa misma razón se encargaba de hacerle pagar tantos maltratos de su parte a su peli rosado.
“Si eso es todo lo que me quieres decir, me voy Seguchi, no tengo nada que hacer aquí” –antes de que saliera por la puerta de la oficina del otro rubio, fue la voz de Tohma el que lo detuvo
“Eiri-san, espera por favor, antes de irme de gira, quiero que tengas esta USB que encontré cuando paseaba por el estudio de tu ex novio, por lo que veo es de Shindou-san, tiene el color que tanto le gusta (rosa) consérvala, yo no puedo quedármela, además si llegas a tener la oportunidad podrás regresársela” –fue lo último que escucho antes de salir de la oficina de su cuñado con la USB de su baka.
Treinta minutos después, departamento de Yuki Eiri
Después de pasar por provisiones para él, llego a su departamento, las luces apagadas y las cortinas cerradas, le daban un ambiente frio al hogar que compartió alguna vez con su Shu, sin querer, recordó el frio y la soledad que hacía 5 años no experimentaba, después de todo, era el cantante el único con capacidad de tolerarlo y amarlo tan masoquistamente, que le parecía increíble que hace 6 meses ese lugar estaba tan lleno de alegría gracias a su peli rosado.De mala gana, dejo las cervezas que había comprado al refrigerador, junto con algunas cajas de cigarrillos que dejo sobre la mesa de la cocina, abrió una lata de cerveza, tomo un poco y la dejo sobre la mesa del comedor, para después entrar a su despacho por su computadora y llevarla de igual forma al comedor, para después buscar de entre sus ropas, la memoria que su cuñado le dio a conservar, después de todo, en cinco años, Shuichi tuvo que aprender a utilizar la tecnología ¿no? Y como SU PAREJA era su responsabilidad (y curiosidad) saber que secretos guardaba aquel pedazo de plástico de su revoltoso peli rosado
Espero que su laptop reconociera el dispositivo, después abrió la carpeta donde estaban todos los archivos de la memoria, para ver que únicamente había una carpeta con el nombre en mayúsculas de *PARA YUKI EIRI* la curiosidad pudo más que el sentimiento de soledad de su corazón, y no dudo en abrir aquella carpeta, para su sorpresa era una carpeta llena de puras canciones que aunque estaban grabadas en formato MP3 jamás había escuchado en su vida, ningún título de aquellas canciones no conocía, no aguanto más y dio doble clic a la primera canción de nombre *I miss you* al parecer su baka a aprendido al menos un poco de ingles
Itsu kara datta rou ? Kimi e no omoi ga
Boku no ichiban, oku de afureta Kisetsu hazure
no umibe ni Futari,
kizanda dekoboko na ashiato
Onaji kimochi ja nakattara Oshiete kitto,
soko made boku wa yuku kara
I miss you dore dake tooku
Hanarete ita toshite mo Onaji kimochi de onaji yoake wo
Mukaete iru futari da to shinjite itai
Sin querer recordó que el cantante hacia hasta lo imposible con tal de verlo feliz, no se oponía a la hora de tener sexo a pesar de que se moria de cansancio por el día, como no pudo verlo desde antes, con cada acción de su parte lo estaba perdiendo lentamente y esta canción reflejaba lo mucho que su baka sufría por su culpa y por culpa de su estúpido orgullo
“¿Por qué fui tan estúpido y porque no lo vi antes? Shu era el que estaba intentando salvar este amor y yo como siempre lo arruine, qué buena pareja y padre soy ¿no?”
Nami ga oto wo tate kaze ni yureru kami wo ageru Nanigenai
no ni mata, kimi ni koi wo shiteru Muzukashii
ne donna kotoba narabete mo Kono omoi
sae zenbu wa todokanai Sou kimi ga iru nara
Ah muri shita tte soko ni yuku kara
I miss you ato sukoshi soba ni itai
Futoshita maboroshi da toshite mo
Kimi ga ite hoshii soko ni ite hoshii Mukae ni iku uketomete hoshii'n da
“Creo que le hice un favor cuando me fui de nueva cuenta de su vida, siempre fui un estúpido para las relaciones amorosas y ahora que soy padre estoy cometiendo muchos errores, mas de los que tengo permitido cometer en la vida, no tenía idea que mi baka sufría tanto por mi causa, ¿es así como te sentías cada vez que me largaba del departamento sin darte una explicación coherente? No quiero perderte Shu, eres lo mas importante para mi, y sin ti mi vida se acaba, ahora entiendo porque no deseas que te encuentre, cinco años en los que tu eras el único interesado en salvar nuestra relación mientras yo… yo… bueno, es mejor que no lo recuerde a no ser de que no quiera encontrarte y hablar contigo” –pensó el escritor, dándole un gran trago a su cerveza, mientras un suspiro salía de sus labios, tenía razón, el pasado es pasado, lo vivido es vivido y los errores se pueden arreglar si se desea ser feliz.
Iiwake no "isogashii" sonna no ja nai kimi no "samishii yo"
Surechigai nantonaku Wakatte ita no ni shiranai
furi shita Mou kesshite minogasanai yo
I miss you kore kara ikiru
Michi no ue ni itsu demo Kimi ga ite hoshii
soba ni ite hoshii Mukae ni iku uketomete
hoshii'n da Kyou wa tookute dore
dake Hanarete ita to shite mo Onaji kimochi
de onaji yoake wo Kitto kimi to mitsukeru kara
Sin saber cuándo, sus ojos se cerraron con pesadez sintiendo como su respiración era lenta y pesada. No supo cuando se quedo dormido en medio de su comedor sino hasta que Tatsuha llego al departamento que por estos momentos comparte con su hermano, el pelo negro al ver la computadora del escritor encendida, la cerro por un momento mientras intentaba despertar a su hermano, no sabía cuanto tiempo estaba Yuki en esa posición mucho menos a qué hora se durmió
“¡Hey Eiri!, hermano despierta, ya es tarde y de seguro que no has comido, ¡Vale! Ya despierta, necesito hablar contigo” –con pesadez el mayor abrió los ojos, mientras fulminaba con la vista a su hermano dado que lo interrumpió cuando estaba en el mejor momento de su sueño que compartía con su peli rosa
“¿Qué demonios quieres Tatsuha?” –hablo de mal modo el mayor, quitándose el sueño que aun tenia “Lo que quiero hablar contigo es importante, se trata de la gira que tendrá tu novio junto con mi Ryu-chan. Lo que quiero decir es… yo planeo irme junto con Ryuichi en su gira internacional, ¿quieres ir conmigo y lograr rescatar tu relación con Shindou-san?” –el escritor no supo que decir, una nueva y única oportunidad se le presentaba de nuevo en su vida y esta vez no la desperdiciaría, si él no lograba localizar a su Shu en Japón lo seguiría por todo el mundo de ser necesario, ni loco se perdería el nacimiento de su hijo, sin dudarlo dos veces dijo
“Voy contigo Tatsuha, ¿a qué hora sale el vuelo de Shuichi y Sakuma?”
Y así, da comienzo una nueva aventura para el escritor Eiri Yuki para rescatar el amor que alguna vez el cantante Shuichi Shindou sintió por él y ver crecer juntos a su primer hijo.