Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La no tan normal vida del cazador por Allure

[Reviews - 258]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ni Supernatural o sus personajes me pertenecen, sino a sus creadores...bla,bla,bla

 Ahora Sam podía entender muy bien el enfado de su hermano, ser ahora él una damisela en apuros era una total mierda. Gabriel se veía como si fuese a saltarle encima a la mujer en cualquier segundo, en otras circunstancias verle así por él se sentiría bien pero en esos momentos en que su pequeña sobrina se encontraba en serio riesgo no le parecía tan emocionante. Adira lo mantenía tan firmemente sujeto que casi le era imposible moverse aunque fuera un poco para intentar zafarse de sus garras, miro a su hermano que lo miro también con una expresión tan grande de dolor que involuntariamente él se sintió de la misma forma.

-Bien ¿no les parece acaso un justo intercambio? Una vida a cambio de otra-Adira llevo uno de sus dedos al pecho de Sam e hizo que una de sus garras rasgara la camisa del humano-ustedes me entregaran este viejo y usado corazón y yo les entregare la oportunidad de ver crecer a su adorada hija-

-No te entregaremos nada, aleja tus garras de mi hermano antes que deje que Cass te envié al infierno-Dean debía admitir que esa era una de sus peores amenazas pero no es que se le pudiera ocurrir algo mejor mientras veía la vida de su hermano peligrar seriamente, quería salvar la vida de su amada Mary pero no a cambio de sacrificar la de su hermano menor-no te daremos nada más que la opción de dejarte vivir a cambio que pares lo que sea que estés haciéndole a mi hija-

-Wow…es una oferta difícil de ignorar y más viniendo de alguien a quien quieren destruido el infierno y el cielo por igual-Adira rio a la vez que trazaba sobre la piel del pecho de Sam la figura de un corazón-Dean Winchester, no hay demasiadas cosas que tu tengas y yo quiera, te lo repetiré dame a tu hija o dame el corazón de tu hermano ¿Qué prefieres?—

—Ninguna de tus opciones me gusta…así que yo te ofreceré otras dos que, según yo, son muchísimo mejores—Gabriel llevo la mano a su espalda y saco su espada—Deja ir a Sam y deja en paz a mi sobrina o…atente a las consecuencias y te aseguro que no seré nada amable contigo—

—Promesas…promesas…se bien que no van a hacerme nada, porque quiéranlo o no yo soy su única opción para salvar a esa mocosa—Gabriel la miro intentando averiguar que debía hacer ahora, jamás había estado antes en una situación de este tipo—el tiempo se les está acabando, con cada segundo que intentan decidir cuál es la mejor opción Mary está creciendo y pronto no tendrán de ella más que una adorable anciana—

—No te entregaremos el corazón de Sam, danos otra opción—la frialdad en la voz de Castiel hizo que un pequeñísimo escalofrió recorriera la espalda de Dean, el ángel estaba realmente enojado y Dean sabía que eso no era nada bonito—debe haber algo más que quieras, habla, dime que más quieres—

La sonrisa dibujada en el rostro de la mujer era una burla para Dean, quería romperle la cara a Adira pero mientras no conocieran la forma de detener el increíblemente rápido crecimiento de Mary ninguno de ellos podía hacerle algo, se sentía como un ratón atrapado en un laberinto y eso era algo que no le gustaba para nada. Si la mujer no fuera un dichoso nephilim habría terminado todo con un disparo hace mucho, conocía bien el hecho que si llegaran a herir o matar a Sam en el proceso de rescatarlo, Castiel o Gabriel podrían curarlo o encontrar la forma de resucitarlo pero ninguno quería arriesgarse a que la mujer tuviera algunos trucos más bajo la manga para joderles la existencia. Sam estaba mirándolo fijamente así que intento animarlo sonriéndole pero si debía ser sincero no tenía casi ninguna razón para hacerlo, su único hermano y su pequeña hija estaban en peligro de muerte y el cómo estaba haciéndose costumbre, no tenía ninguna forma de remediarlo.

—Está bien, como ustedes han tocado mi lado sensible les daré una tercera opción, pero quiero que sepas Castiel que esta es la última opción que tienen y deben sentirse afortunados de que así sea, son los únicos que han tenido esta oportunidad—la sonrisa de Adira se hizo más grande antes de voltear a Sam hacia ella y besarlo en los labios unos segundos antes de empujarlo hacia donde Gabriel se encontraba, el arcángel sostuvo al humano antes de ponerlo tras su espalda—no te preocupes tanto Gabriel, el chico no es tan delicioso como tú—

—Di de una vez que quieres—sintió como Sam se aferraba a su camisa, no iba a dejar que Adira volviera a tocarlo otra vez, aunque tuviese que asesinarla—o tendré que ponerme realmente rudo contigo—

—No me hagas desear algo que no vas a darme, Gaby , sé muy bien que tú y el chico son algo más que amigos, tiene tu olor saliendo por todos sus poros—Adira soltó una carcajada al ver la mirada de incredulidad que Dean Winchester le dirigía a su hermano, quizás había hablado de más pero era tonto arrepentirse ahora, además, ver lo que sucedería entre los hermanos ahora que la verdad estaba a la vista era una diversión que no quería perderse—puede que su malhumorado hermano no lo sepa pero Sam está obteniendo algo más que protección del arcángel aquí presente…¿te lo imaginas, Gabe? Si su relación continúa probablemente ustedes también puedan tener un lindo niño, bueno, eso sí me dejan viva—

—Eso no pasara, Adira, te juro que esta es la última vez que  te dejare hacerlo—

—Te hare una pregunta, Gabriel ,si he estado tanto tiempo haciendo que los ángeles puedan concebir hijos con los humanos ¿Cómo es que el cielo no ha intervenido jamás en mis pequeños tratos?—la mujer levanto su mano derecha y las garras desaparecieron lentamente sin que quedara rastro alguno de ellas en su blanca mano, flexiono sus dedos logrando la total atención de los cuatro—sabes cuánto odio al cielo por lo que le hicieron a mi familia pero lo que no sabes es cuanto ellos desean verme muerta, así que tuve que hacer algo que en un principio odie con todas mis fuerzas…me alié con el cielo, Gabriel—

 

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

 

Bobby se sentía terriblemente, luego de acostar a Mary en la cama se quedó a su lado viendo como la pequeña mantenía sus ojos fijos en el techo, en ella no quedaban ninguno de los rasgos de la bebe que conociera hacia unas cuantas horas, Mary se veía exactamente como debe verse una niña de cinco años. El cabello le había crecido hasta la cintura y era de un color muy parecido al de Dean, sus ojos en cambio eran la perfecta unión de sus dos padres: uno era verde y el otro azul, Bobby debía concordar con los muchachos al decir que cuando Mary creciera sería una hermosa mujer, bueno, eso si continuaba con vida. En su experiencia como cazador sobrenatural, Bobby no se había topado nunca con algo como lo era la bruja que estaba tras el nacimiento de la pequeña, pero quizás se debía a que esa criatura no era lo que parecía, al final la mujer había resultado ser algo que se suponía ya no existía.

La niña se movió inquieta en la cama como si el vestido de color blanco que Dean le pusiera, antes de marcharse junto a su hermano y el arcángel rubio, estuviese incomodándole. El hombre se acercó un poco más y tomo su pequeña mano entre sus dedos intentando calmarla, durante algún tiempo él y su esposa habían estado buscando el tener niños pero jamás habían logrado concebir, la niña se calmó unos segundos después pero sus ojos se mantuvieron fijos. Sabía que los hermanos y Gabriel habían seguido a Castiel después que este se marchara para encontrar a la bruja y conseguir que esta detuviera el inusual crecimiento de la pequeña. Dean le pidió que cuidara a Mary mientras ellos no estaban, había visto al rubio derramar algunas lágrimas mientras le ponía  a su hija el vestido que Gabriel hiciera aparecer para ella, el arcángel le había dicho que él podría con solo un chasquido de dedos ponérselo pero el rubio se negó diciendo que él quería hacerlo. Sinceramente no comprendía lo del amor entre dos hombres pero si podía comprender el enorme afecto que el ojiverde sentía por su pequeña hija, Dean la amaba y por la expresión de Castiel el ángel hacia exactamente lo mismo.

—Todo estará bien, cariño—susurro intentando recordar alguna canción de cuna para poder tranquilizar a la niña pero ninguna llego a su cabeza más que una canción de un viejo comercial de biberones e iba a cantársela cuando unos ruidos en la sala llamaron por completo su atención, de inmediato guardo completo silencio los segundos necesarios para intentar identificar la fuente de ruido, sin embargo, su experiencia le decía que esos ruidos estaban completamente fuera de lugar y que lo mejor sería moverse lo más rápido que pudiera, inclinándose cogió a la niña, la recostó en su regazo y se dirigió a unos de los armarios que estaba cerca de la puerta, abrió la puerta para buscar en su interior un rifle que había guardado allí en caso de que visitantes indeseados se apareciesen en su casa, armado y con la niña en sentada en su regazo se dirigió a la puerta que abrió lo más suavemente que pudo para intentar no alertar a quien sea que se hubiese atrevido a entrar en su casa.

Mientras sostenía el rifle con una mano y hacia girar las ruedas de su silla, Bobby maldijo la inutilidad de sus piernas, lo único de lo que se alegraba era que Mary estuviese callada y completamente inmóvil, salió al pasillo y llego a la sala que encontró completamente vacía, si su instinto de cazador no le fallaba eso no podía estar nada bien. El cazador siguió moviéndose a través de la casa rogando a quien estuviese en el cielo que lo que sea que estuviese dentro de su casa no fuera algo peligroso o algo de lo que no pudiera deshacerse, su idea inicial de llegar al cuarto de pánico se fue literalmente al carajo cuando vio de pie cerca de la escalera a un hombre de aproximados cuarenta años y vestido con un traje que lo miraba con una sonrisa malvada.

—Debo suponer que usted es Bobby ¿no? Y esa hermosa niña debe ser Mary—el sujeto se arregló la chaqueta intentando cubrir su gran estómago, algo que fue inútil—lo sé, lo se…tuve que tomar este horrible cuerpo pero quiero que sepa que no es algo que yo quisiera realmente—

— ¿Quién eres tú y que haces en mi casa?—Bobby no sabía con claridad a lo que se enfrentaba, pero lo más probable es que el hombre que estaba frente a el fuera uno de los sirvientes de la bruja que posesionara el cuerpo de un hombre inocente—si no te largas de aquí en menos de cinco segundos me asegurare de llenarte de plomo el trasero—

—Es una buena amenaza de verdad, pero tengo ordenes claras…me llevare a la niña y usted no podrá impedírmelo—

— ¿Por qué crees que será tan fácil? Puede que este inmovilizado en esta silla pero aún tengo la fuerza suficiente para cumplir mis amenazas y déjame decirte que tu tiempo se acabó—pidiéndole mentalmente perdón al sujeto al que le robaran su cuerpo, Bobby abrió fuego contra el intruso quien para su sorpresa se quedó quieto mientras muchas balas atravesaban  su cuerpo, segundos más tarde la misma sonrisa permanecía en el rostro del hombre quien comenzó a acercarse a Bobby—no dejare que te la lleves—

—Es una lástima, sinceramente no me gusta la violencia pero no creo que tengamos otra opción—el sujeto extendió su brazo y el hombre en silla de ruedas salió despedido hacia la pared, dejando caer a Mary que quedo extendida sobre el suelo—espero no haberle lastimado demasiado pero usted no me dejo alternativa—

Quejándose por el dolor, Bobby lanzo como pudo su silla a un lado y comenzó a arrastrarse hacia el hombre que se inclinó para levantar a la niña del suelo, agitando su mano a modo de despedida desapareció de la vista del viejo cazador, quien dejo salir un grito de ira y frustración.

 

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

 

Si lo que la mujer dijera había logrado sorprender a Dean, el ver como un sujeto vestido con un feo traje aparecía al lado de Adira cargando en sus brazos a su pequeña hija hizo que prácticamente su corazón se detuviera y de no haber sido por Castiel se hubiera lanzado contra la mujer que en ese momento cogía a la niña en sus brazos.

—Ahora que todos estamos presentes me gustaría empezar esta negociación—Dean estaba viendo rojo, no había cosa que deseara más en el mundo que despedazar a Adira pero el firme agarre de su ángel se lo impedía—mi socio me ha hecho una petición y a pesar de que me pareció bastante bizarra me he visto en la obligación de cumplirla asi que Dean Winchester a cambio de la vida de tu hija…entréganos la tuya…permanentemente—

— ¡No haremos tal cosa!—el color desapareció del rostro de Castiel y soltando al ojiverde se adelantó unos pasos hacia la bruja— ¡entrégame a mi hija de inmediato!—

—Me parece que aquí hay demasiadas personas sin importancia…acércate, Christian—el hombre que había traído a Mary se acercó a la bruja y de un solo tirón se abrió la camisa revelándoles su torso…aun sangrante por el sello anti ángeles, al verlo Gabriel y Castiel se apresuraron en moverse pero el hombre ya había puesto su mano sobre él y sin poder impedirlo ambos ángeles fueron enviados muy lejos—ya que esos molestos dos han debido marcharse les presentare a un buen amigo mío—

La nieve comenzó a caer sobre el bosque, cubriéndolo todo con su frio manto pero  eso para Dean no tenía mayor importancia, todo a su alrededor estaba derrumbándose al ver a Mary en las garras de la bruja que quería devorarla, sin Castiel que lo detuviera Dean se lanzó contra la bruja más que dispuesto a asesinarla con sus propias manos pero detuvo sus movimientos al ver aparecer en su camino a quien menos esperaba ver en aquel momento. Aziel sonreía a la vez que le extendía una mano el rubio retrocediendo unos pasos.

—T-Tu…—eso no podía ser cierto, pensó Dean mirando fijamente al ángel que se suponía era el más acérrimo enemigo de Adira—¡hijo de perra ¡—

—Cuida tu lenguaje, Dean, no quiero tener que empezar nuestra relación con el pie izquierdo—

 

Notas finales:

Continuara...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).