Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La no tan normal vida del cazador por Allure

[Reviews - 258]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ni Supernatural o sus personajes me pertenecen, sino a sus respectivos creadores bla, bla...

Hace algun tiempo me vi en la obligacion economica de aceptar un trabajo que consume gran parte de mi tiempo, energia y alegria asi que lamento decir que los capitulos no los subire un dia establecido, sino cuando tenga tiempo...espero que me perdonen, pero no puedo hacer demasiado en este momento.

 

Para Dean, aparecer frente a la casa de Bobby sosteniendo a su pequeña hija fue una de las cosas mas extrañas que le hubiera ocurrido hace mucho tiempo. La última escena que podía recordar con total claridad era la que se había desarrollado en aquel bosque en Europa. Aunque se sorprendió un poco al darse cuenta que su Mary parecía ya una niña de siete años y no él bebe que el recordara haber cargado en sus brazos, no podía negar que aquella preciosa niña no fuese suya. Recordaba claramente la apariencia de la pequeña cuando la viera en su cabeza, además, allí estaban aquellos ojos tan únicos, que lo miraban con muchísimo amor. Algo había pasado después que Aziel apareciera frente a él, algo que no podía recordar con total claridad.

-Papi ¿no vas a irte otra vez, cierto?-repentinamente la voz de la niña lo devolvió al presente. Con todo el cuidado que pudo dejo a la niña en el suelo y se dedicó a mirarla, intentando grabarse cada uno de sus rasgos por si alguna vez volviera a perderla-mi papá Castiel te echa de menos—

—No voy a irme otra vez, princesa, yo también los extrañaba mucho—se agacho para besar a la niña en la frente—vamos con tu padre antes que se arranque el cabello al no encontrarte—

Sonriéndole volvió a cogerla entre sus brazos y comenzó a caminar en dirección a la casa, cuando llegara iba a exigirle a su ángel que le explicara porque su pequeña hija estaba vagando tan tarde fuera de casa, no quería ni imaginar que podría ocurrirle si uno de esos sujetos que obedecían al idiota de Aziel la encontraba. Sabía que Mary era una nephilim y que no muchas cosas o criaturas podrían dañarla pero aun así no deseaba ponerla en peligro. Repentinamente un movimiento frente a él lo trajo a la realidad, unos metros más allá Castiel había aparecido. Dean estaba seguro que ya se había dado cuenta de su presencia e iba a acercarse a el cuándo el ángel levanto sus ojos hacia el cielo, para después gritar algo que no alcanzo a comprender luego sus alas se extendieron, grandes y negras sin aquel brillo que las caracterizaba, al igual que sus ojos ahora se veían apagadas, después de gritar cayó al suelo de rodillas y golpeo la tierra delante de él. Confundido y un poco asustado por su comportamiento se apresuró en acercarse a él, Mary lo miraba de la misma forma pero se mantuvo en total silencio. Dean iba a pronunciar su nombre cuando Castiel alzo la mirada y se quedó mirándolo algunos segundos antes de ponerse de pie y correr hacia ellos.

—¿Estas bien, Cass?—pregunto Dean cuando el ángel los rodeo con sus brazos, Castiel lo apretó tan firmemente que creyó que iba a fracturarle una costilla, no ayudaba el hecho que estuviera sosteniendo entre ambos a Mary—estas aplastándonos…y tus alas me dan comezón—

—Mis disculpas, Dean—susurro enterrando su cara en el hueco de su cuello, inhalando profundamente su aroma, sin embargo no aparto sus alas de ellos e incluso los rodeo con ambas algo que le hizo pensar al cazador en un intento de protegerles —creí que los había perdido—

—Estamos bien, pero si sigues apretándome tendrás que llevarme a un hospital—sonrió algo enternecido por su comportamiento—vamos, Cass, llevemos a Mary a su cama—

Antes de que terminara de hablar Castiel ya los había transportado al cuarto de la niña, lentamente se alejó de ambos y se quedó mirándolos fijamente. Dean lo miro perplejo unos cuantos segundos, sin embargo, la pequeña en sus brazos había comenzado a bostezar sonoramente por lo que la llevo a la cama y la sentó en la orilla de esta.

—Bien, princesa, es hora de que te duermas, voy a quitarte tus alas y te dormirás—con todo el cuidado que pudo le quito las alas y las dejo en el suelo a su lado, después hizo lo mismo con sus pantuflas. Le ayudo a meterse bajo las mantas y dándole un beso en la frente la arropo—buenas noches, Mary—

—Buenas noches, papi…buenas noches papá—agrego mirando soñolienta a Castiel que le obsequio una sonrisa—no vayas a irte otra vez ¿sí?—

—No lo hare, preciosa, cuando despiertes estaré aquí –Dean se arrodillo al lado de la cama y sujeto la mano que la niña tenía sobre las mantas—tu papá y yo estaremos aquí para ti—

—Qué bueno…yo perdí mi Apple Jack…el tío Gabe…—los ojos de la niña empezaron a cerrarse y tras unos segundos Mary se durmió por fin. Enternecido por la imagen, Dean se inclinó sobre ella y volvió a besarla antes de alejarse lo más silenciosamente que pudo.

—Dean ¿Cómo pudiste escapar de…?—Castiel no quería ni siquiera nombrar al otro ángel, le odiaba tanto que casi se sentía humano al poseer tales emociones, sin embargo, Dean no dijo nada y solo se limitó a salir de la habitación. Castiel lo siguió hacia la escalera y antes que el otro subiera lo cogió por el brazo y lo obligo a detenerse.

—Suéltame, Cass, necesito hablar con Sam—Dean intento abrir la mano del ángel pero le fue imposible igualar su fuerza—mierda…déjame en paz—

—No lo hare, Dean…no a menos que me digas porque te comportas así conmigo—

—Estoy cansado, no todos somos ángeles que no necesitan descansar—el cazador sabía que no podía huir del ángel, no a menos que trazara con su sangre un sello pero la verdad es que no quería que Castiel lo soltara, si estaba dándole resistencia era por su jodido orgullo Winchester pues en realidad en ese momento necesitaba tanto que el ángel de ojos azules lo abrazara contra su pecho y le dijera que todo estaría bien—vamos, Cass, estoy hambriento, quiero comer algo y después…—

—Aziel te toco ¿verdad? Habla, Dean—el tono de la voz de Castiel no le dejo dudas que estaba hablando en serio y que no debía comportarse como un imbécil—si él te hizo algo yo…—

— ¿Qué harás? Dímelo Castiel ¿Qué harías si te digo que hace unos cuantos segundos pude recordar como ese bastardo me follaba?—instantáneamente la mano que sujetaba a Dean se aflojo, el cazador se sentía como una verdadera basura. El ángel lo observaba con los ojos bien abiertos, con una expresión que hizo que su estómago se retorciera. Maldiciendo entre dientes cambio de parecer e iba a dirigirse a la cocina cuando Castiel volvió a cerrar su mano en su brazo—por favor…solo déjame en paz, sé que debes odiarme ahora que sabes…—

—No podría odiarte por algo que él te obligo a hacer, sé muy bien que no fue tu culpa. Aziel te mantenía hipnotizado, haciéndote creer que ustedes eran una pareja—Dean desvío su mirada hacia el suelo, no recordaba todo lo que había sucedido mientras estaba con el otro ángel. No estaba totalmente seguro si quería rememorar todo eso, solo los recuerdos del sexo con ese tipo le provocaban arcadas—eres mi pareja, Dean, yo debía cuidar de ti…el único que debe sentir culpa soy yo—

—No soy una mujer a la que debas rescatar, Cass, si quieres puedes empezar a buscar una ahora mismo—el cazador levanto sus ojos pero no al rostro del ángel, se sentía terriblemente avergonzado. Mientras arropaba a su hija todos las cosas que Aziel le hiciera se estrellaron dentro de su cabeza haciéndole sentir asqueado de sí mismo—lamento si te desagrada saber que ese imbécil me hizo el amor…—

—No, Aziel solo se aprovechó de ti…el jamás podría hacerte el amor, sé que eso y tener sexo es completamente diferente— Castiel soltó su brazo y se quedó mirándolo fijamente. Con delicadeza sujeto su barbilla e hizo que lo mirara a la cara—antes dije que no me importaría regresar al infierno por ti y no me retractare de mis palabras. Ante mis ojos tú no has hecho nada malo—

—Castiel…yo…—Dean podía decir que lo único que le faltaba para ser una mujer completamente era menstruar. Las palabras de su ángel habían alcanzado su fibra más sensible, haciéndole sentir que le temblaban las rodillas. Castiel lo quería a pesar de todo y debía admitir que eso lograba hacerle sentirse  enormemente emocionado –joder…siempre consigues hacerme sentir como una indefensa chica—

Dean le sonrió mientras deslizaba su mano por la nuca del ángel para acercarlo y robarle un beso que a pesar de haber comenzado como una suave caricia pronto se transformó en algo más cuando Castiel rodeo con sus brazos su cintura y lo llevo a la pared para seguir besándolo allí con más ansias. Apretó su cadera contra la suya haciéndole saber cuánto le había extrañado, Dean jadeo frotándose de la misma forma contra él, imitando perfectamente sus movimientos sintiendo como ambos miembros comenzaban a ponerse imposiblemente duros. Castiel lo besaba de forma demandante, mordiendo su labio inferior, introduciendo su lengua en su boca, consiguiendo volverle loco por el deseo y el calor que comenzaba a apoderarse de su cuerpo. El ángel gruño deslizando sus manos por su pecho, haciendo a un lado su chaqueta e intentando hacer lo mismo con su camiseta. Castiel hizo un camino de besos hasta el sensible lugar bajo su oreja, mordisqueo y chupo su cuello, arrancándole varios gemidos, el mismo se sentía terriblemente excitado solo de oír todos los sonidos que Dean estaba dejándole escuchar. El cazador enredo sus dedos en su cabello, desordenándolo un poco más de lo habitual.

—Dean…yo…—el ángel bajo un poco más por su cuello, disfrutando del sabor y el olor de la piel del cazador—te quiero…no importa si…—

—Follame, Cass— murmuro Dean, tan perdido en las sensaciones que la boca del otro estaba provocándole que había olvidado casi por completo en donde se encontraban—necesito que me…—

—Ejem—

Dean estaba seguro que había escuchado algo fuera de lugar, pero tener a su ángel atacando uno de sus puntos más sensibles lo tenía completamente desorientado, dejándose llevar por las sensaciones cerro sus ojos. Deslizo las manos por la fuerte espalda del otro, deleitándose con el poder contenido en ese cuerpo, sabía muy bien que Castiel podría hacerle mucho daño simplemente con un movimiento de su mano y eso por extraño que se oyera le excitaba muchísimo…

—EJEM—

Dean le dio un apretón a su trasero al mismo tiempo que elevaba una de sus piernas y la apoyaba en la cadera de Castiel en un intento de apretarse más contra su cuerpo…

—¡¡Por todos los infiernos, consíganse una maldita habitación!!— Dean abrió los ojos y los fijo en el hombre en silla de ruedas que los observaba enfadado desde la puerta de la cocina. Bobby no se veía feliz mientras hacía girar las ruedas de su silla en dirección a la pareja. Con un empujón, Dean, hizo a un lado al ángel e intento arreglar lo más rápido que pudo su ropa, por su parte el ángel se volteo a mirarlo con el ceño levemente fruncido—sé que no se ven hace mucho, pero recuerden que su hija está durmiendo en esa habitación—

—Eres un viejo cascarrabias, Bobby, te hace falta tener sexo. No te preocupes, de solo ver tu agradable rostro perdí totalmente las ganas—con una sonrisa burlona Dean paso a su lado y se dirigió a la cocina— ¡ven Cass, tengo hambre!—

—Ve, tu amo está llamándote—Bobby paso por el lado del ángel, desviando su mirada a cualquier parte menos a la enorme erección que podía verse en sus pantalones—iré a ver a mi nieta—

Castiel lo observo un rato más antes de seguir a Dean a la cocina, deslizo su mano sobre su entrepierna intentando aliviar un poco su calentura. Encontró al cazador inclinado frente al refrigerador buscando algo en su interior, Dean estaba tarareando y agitaba su lindo trasero al ritmo de la canción mientras seguía moviendo las cosas en el interior del aparato. Castiel sintió otra vez la lujuria apoderarse de el e iba a acercarse a él para intentar seguir con lo que habían empezado en el pasillo cuando la puerta de la cocina que daba al patio se abrió y el hermano menor de Dean entro.

— ¿D-Dean…eres tú?— Sam corrió hacia donde Dean se encontraba y cuando este se incorporó le dio un fuerte abrazo—Dios…Castiel dijo que Mary ya no estaba y tu… ¡¿Dónde está Mary?!—

—Dormida, acabo de meterla en la cama—Dean le devolvió el abrazo…por cinco segundos antes de darle unos golpecitos en el hombro—bien, Sammy, esto está poniéndose extraño—

—Lo siento, es que estaba tan preocupado por ustedes—Sam le sonrió tímidamente retrocediendo hasta la mesa de la cocina para ocupar una silla frente a ella. Su mirada se encontró con la de Castiel que imitándolo se sentó al otro lado de la mesa—pudiste salvarlos, no sabes cuánto te agradezco que lo hicieras—

—Yo no fui quien rescato a Dean—respondió el ángel mirando al aludido que saco del refrigerador un par de cervezas—él se salvó por su cuenta—

—No estés tan seguro, Cass lo último que recuerdo es ver a Mary…luego estaba con ella en mis brazos, parado a unos cuantos metros de la casa—Dean se sentó al lado de Castiel y puso una de las botellas frente a su hermano, quien la recibió sin decir nada—recuerdo que me había dormido y que de pronto estaba en “ese” lugar dentro de mi cabeza, Mary estaba allí y se lanzó al agua…yo intente rescatarla y cuando creí que iba a ahogarme aparecimos aquí—

— ¿No crees que haya sido ella, cierto?—Sam miro alternadamente al ángel y a su hermano— ¿Qué clase de poderes tienen los nephilim?—

—Pues, según creo, se parecen bastante a los de los ángeles, aunque son algo así como una copia barata—Sam soltó un poco masculino gritito cuando el hermano mayor de Castiel, Gabriel, apareció de improviso a su lado y le arrebato la cerveza de su mano para darle un largo trago—gracias, Sammy, como a mí me gusta, tiene la temperatura perfecta…es bueno verte otra vez, cuñado—

—Sí, no alcanzas a imaginar la felicidad que siento al verte—respondió Dean, luego de beber el también— ¿Qué sabes sobre los nephilim? Supongo que después de tirarte una las debes conocer a fondo—

—No tan bien como quisiera pero lo suficiente para decir que lo único que puede matarlos, al igual que nosotros, son nuestras espadas, aparte son muy fuertes y pueden ver nuestra verdadera forma sin quemarse los ojos—

— ¿Nada más?—Dean señalo a Gabriel con la botella mientras hablaba— ¿algún poder que tú no conozcas?—

—Puede ser, pero es difícil saberlo si no lo conozco—Gabriel rio mientras le devolvía la botella a Sam que lo miro con una ceja alzada— ¿no la quieres? No importa, más para mí—

—Gabriel, creo que fue Mary quien me rescato pero no entiendo cómo pudo llegar hasta donde yo me encontraba— la sonrisa en el rostro de Gabriel se borró al oír las palabras de Dean. Volvió a beber un trago de cerveza y se quedó mirando fijamente a  su hermano.

—Si eso es cierto, entonces solo se me ocurre una persona que pueda darnos una pista, aunque les advierto que no les gustara saber que aun esta con vida—

—¿Estás hablando de Adira, verdad?—fue Sam quien rompió el silencio que siguió a las palabras del arcángel, debía concordar con él al decir que aquello no le gustaba nada—estaba seguro que después de lo que nos había hecho pasar ya la habrías matado—

—Pues me alegra decir que no tuve la oportunidad de hacerlo, necesitamos su ayuda ahora—Gabriel desvió su atención a la botella entre sus manos, estaba seguro que Sam estaba echando chispas—nuestra querida bruja ha estado ocupada y se exactamente dónde se encuentra—

Notas finales:

Continuara...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).