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La no tan normal vida del cazador por Allure

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Notas del capitulo:

Ni Supernatural ni sus personajes me pertenecen...estoy muy triste por ello jajaja

Cada día Dean se sentía un poco más extraño no podía asegurarlo a ciencia cierta pero estaba casi seguro que su hermano y Cass lo miraban de forma distinta y es mas hasta actuaban de forma distinta, el menor se esmeraba por no hacerle enfadar mientras que el ángel se mantenía alejado de él y cuando era él quien se acercaba se desaparecía dejándolo completamente confundido…definitivamente ellos sabían algo que el no y eso…eso lo molestaba demasiado.

Desde aquella mañana que se había encontrado al pelilargo y al ángel juntos en la salita del cuarto del motel donde se estaban quedando todo era más raro de lo normal, aunque si había que darle el premio de la rareza a algo eso sería a su vientre pues para molestia suya este había vuelto a crecer y disimularlo ya se estaba convirtiendo en un suplicio, pero supo que todo había tocado un límite cuando una chica a la que estaba intentando ligarse lo rechazo “amablemente” diciéndole que ella no salía con panzones, esa noche el rubio volvió deprimido a la habitación donde su hermano se encontraba acostado sobre su cama revisando algunas páginas de internet en su computadora pero nada más ver a su hermano entrar en la habitación se apresuro en cerrar lo que hubiese sido lo que estaba viendo, Dean supuso que la soledad había vuelto a atacar a su hermanito y que este había intentado aplacarla con el buen porno de internet…definitivamente Sam debía conseguirse una mujer, sin querer darle más vueltas al asunto se sentó en la orilla de su cama y observo a su hermano

—Pensé que llegarías mas tarde o que no llegarías—dijo Sam a la vez que se incorporaba y dejaba el aparato sobre la mesita de noche entre ambas camas— ¿no te sientes mal, verdad?—

—¿Por qué me preguntas eso? Pareces mi madre— ¿desde cuándo su hermano le preguntaba eso? No supo bien con que expresión lo miro pero este unos segundos después aduciendo que debía ir a comprar algunas cosas se marcho de la habitación dejándole completamente solo, un poco intrigado por el comportamiento del otro Dean dirigió su atención a la computadora que su hermano dejara, sin querer admitirlo lo que esa tipa le había dicho había logrado afectar su ya resquebrajado ego así que intento subir su ánimo con algo que sabia siempre lo animaba PORNO ,bueno esa era una forma pero en ese momento no tenía a su ángel cerca así que ni hablar de tener sexo, a veces (muy a su pesar) pensaba que Castiel se había alejado de el por su apariencia física pero preferiría regalarle su amado auto a Gabriel antes de preguntarle al ojiazul si le molestaba su repentina gordura…deseo darse un tiro nada mas pensar eso, desde hacía algunos días se había atrapado teniendo unos pensamientos que ya hubiera querido cualquier guionista de telenovela barata en sus personajes.

Estaba comenzando a darle dolor de cabeza así que sin  ganas de darle más vueltas al asunto cogió el computador y tan seguro como que el sol brilla Dean abrió el historial de búsqueda confiado que la ultima pagina que había visto su hermano era Redtube, sin embargo, su sorpresa fue mayúscula nada mas descubrir que la pagina donde el menor había estado era una donde le daban consejos a las mujeres embarazadas

—¡¿A Sam le gustan las embarazadas?!—vale, eso sí que era algo que no llegaría a imaginarse ni en un millón de años pero quien era él para sacarle en cara algo a su hermano, después de todo ¿Quién follaba con un ángel de los dos? Soltó un suspiro e iba a iniciar una nueva búsqueda cuando algo en la dichosa pagina llamo su atención, en una sección nombraban los síntomas más comunes de las embarazadas durante sus primeros meses de gestación y por extraño que fuera la mayoría de ellos los estaba padeciendo él , desde las nauseas hasta las frecuentes ganas de orinar ¡el tenia los mismos síntomas!...su cabeza se quedo en blanco unos diez segundos antes de echarse a reír –debo estar volviéndome loco…¿yo embarazado?...eso no va a pasar ni en un millón de años—

Todavía riéndose por sus tontos temores entro en una página que conocía tan bien como su propia mano y ahí se hubiese quedado lo que quedaba de noche si no hubiese sido porque su celular comenzó a sonar, enfadado con quien se atrevía a interrumpir su “tiempo de calidad consigo mismo” acerco el teléfono a su oído y contesto

—¡¿Qué?!—exclamo enfadado con quien estuviese al otro lado de la línea—¡Estoy muy ocupado!—

—Si llamas estar ocupado a masturbarte… te creo, hijo, ahora aleja la mano de tu pantalón y escúchame muy bien—Dean no lo admitiría nunca pero la voz de Bobby Singer enfadado era algo que no era cómodo de oír—Necesito que me hagan un favor—

Apenas Sam regreso, Dean, le hizo saber que Bobby los necesitaba y a primera hora por la mañana se dirigieron al lugar donde el cazador los había enviado, Dean no recordaba haber estado alguna vez en Prescott, Arizona pero el sitio parecía de lo más tranquilo ,bueno , eso hubiese sido lo normal pero los hermanos sabían que la normalidad siempre ocultaba ciertas cosas que hubiese estado mejor que se hubiesen quedado en la oscuridad de la que venían, lo primero era lo primero así que dieron algunas vueltas buscando algún motel que les sirviera  de refugio, nada mas localizar uno , se pusieron su mejor traje y se dirigieron al lugar donde Bobby los había enviado.

El Centro médico regional Yavapai al que para acortar solo llamare hospital Yavapai en ese momento estaba completamente atestado de gente, un autobús escolar se había volcado durante el trayecto de la mañana y el sitio estaba lleno de padres, parientes, amigos, reporteros y un largo etc. Después de un rato el equipo de seguridad había dispuesto que toda persona ajena al hospital debía abandonar las salas y aguardar en una sala de espera más alejada para dejar a los doctores y enfermeras trabajar mas cómodamente, Dean y Sam entraron en ese momento intentando ubicar a la persona de las que Bobby les había hablado pero al acercarse a la recepción uno de los guardias los hizo detenerse

—Lo siento, señores, no pueden estar aquí—los hermanos se miraron entre ellos antes de sacar de sus chaquetas unas identificaciones que se apresuraron en enseñarle al guardia

—Somos los agentes Richards y Smith del departamento de salud, vinimos a…—comenzó a decir pero sin mostrar interés alguno el tipo volvió a empujarlos hacia la salida—¡Hey! Si te atreves a tocarnos yo…—

—¿Así? ¿Qué harás, gordito?—

— ¿Qué te parece si meto mi bota en tu…?—

Dean ya estaba comenzando a perder la calma pero todo se tranquilizo con la llegada de una mujer afroamericana que llevaba una bata blanca, nada más verla el sujeto se puso pálido como el papel, la mujer aparentaba estar cerca de los cuarenta años y llevaba el cabello muy corto

—Los estaba esperando, agentes…vuelva a su puesto— se dirigió al guardia que agachando la cabeza se alejo de ellos—mis disculpas, no estaba segura a qué hora vendrían y la verdad esperaba que fuera su padre el que viniera—

— ¿Conocía a nuestro padre?—cuestiono el pelilargo mientras seguían a la doctora que los llevo a su oficina, después de cerrar la puerta tras ellos la mujer se apoyo en el escritorio a la vez que los cazadores ocupaban las sillas frente a ella

—Así es, lo conozco pues él me ayudo hace unos años—la mujer tenía una mirada severa pero también honesta—no tengo nada contra ustedes pero nos enfrentamos a algo muy peligroso—

—Va a tener que conformarse con nuestra ayuda, señora…nuestro padre murió hace tiempo—la mujer volteo a ver al rubio que le ofreció una sonrisa—pero no se preocupe somos bastante eficientes—

— ¡Dean!...lo siento mucho señora…mi hermano…—

—Eres muy valiente, Dean, yo soy Karen West, jefa de la sección de maternidad…y tú debes ser Sammuel, su padre me había hablado de ustedes—la mujer también sonrió, mostrando unos dientes blanquísimos—supongo que no tenemos otra opción, le pedí a Bobby que contactara a su padre pero como siempre el no me dijo toda la verdad… ¿pero que se puede esperar de alguien que se olvida hasta de nuestro primer aniversario?...como sea, muchachos, necesito su ayuda—

— ¿Qué…Bobby y usted…?...perdón, ¿puede decirnos que ocurre?—aquello jamás hubiese pasado por la cabeza del rubio, quería saber cómo Bobby se había perdido a la doctora pero el oportuno codazo de Sam lo devolvió al problema importante –Denos todos los detalles para empezar a trabajar—

—Como ya sabrán me encargo del área de maternidad y desde hace un mes aproximadamente varias de las pacientes han perdido a sus hijos cuando apenas tenían tres o cuatro meses de gestación, al principio pensé que era normal pero después de extraer el feto para hacer los estudios me di cuenta que la causa de muerte era anti natural, jamás he visto algo así…a todos los fetos les faltaba el corazón—

Sam no pudo evitar sentir un escalofrió después de salir del hospital, la reciente conversación que habían tenido con la doctora West lo había hecho sentirse realmente nervioso, el monstruo con el que debían enfrentarse era uno de los mas malvados con el que se toparan pues atacaba a las mujeres embarazadas y devoraba los corazones de las indefensas criaturas en su interior, definitivamente debían destruirlo.

Pese a saber que era imposible que un hombre pudiese estar embarazado, en especial su hermano, inconscientemente quería proteger a su sobrino y que un monstruo que asesinaba bebes anduviera suelto por allí no lo hacía sentirse cómodo , había buscado en todos los sitios posibles lo que estaba pasando pero todas sus investigaciones lo llevaban a un callejón sin salida, todos los textos que había leído decían que era imposible lo que estaba pasando, aquello lo desanimaba pues veía como todos los días su hermano cambiaba un poco mas físicamente y pese a que ni siquiera quería tocar el tema sabía que Dean estaba comenzando a deprimirse por su físico y para terminar de empeorar las cosas Castiel se había desaparecido, tenía muchas preguntas pero nadie podía responderlas…hasta ahora, repentinamente un foco se encendió en su cerebro ¿Cómo no lo había pensado antes? Acababa de hablar con una experta en el tema de los embarazos y si había alguien a quien pudiese recurrir en aquel desesperado momento era a la doctora West, sin pensarlo demasiado dio media vuelta y regreso sobre sus pasos

—Tengo que hablar con la doctora de…algo—le grito a su hermano que ya estaba subiendo al impala— Nos vemos más tarde—

— ¿Eh? Lo que sea me iré a comer—no estaba seguro que estaba pasando por la cabeza de su hermano pero repentinamente sentía unas incontrolables ganas de comer cerezas…bañadas en jarabe de chocolate. Acelero el motor y se dirigió al supermercado por el que habían pasado cuando se dirigían al hospital, aparco en el estacionamiento y entro en busca de la sección de las frutas, cogió una gran bolsa de cerezas y después fue en búsqueda del jarabe de chocolate, con una gran sonrisa dibujada en el rostro volvió al motel, después de ponerse ropa mas cómoda se acostó sobre su cama para abrir la bolsa, sin embargo, un presentimiento lo hizo mirar hacia la ventana encontrándose con los ojos azules de cierto ángel que lo traía bien cogido

—Hola, Dean…Necesito hablar con tu hermano— aquello fue demasiado, el maldito ángel lo había esquivado casi la semana completa y ahora se aparecía allí buscando a Sam

—Pues…que mala suerte tienes, Sam se quedo en el lugar donde Bobby nos pidió que investigáramos—se incorporo lo suficiente para tomar la botella de jarabe de la mesita a su lado—te daré la dirección para que te vayas y me dejes en paz—

— ¿Estas enfadado conmigo, Dean?—el ángel se quedo mirándolo con aquella expresión que le recordaba bastante a un cervatillo— ¿He hecho algo malo?—

—No, Cass, no has hecho absolutamente nada—Dean sabía que estaba hablando como si fuese una mujer despechada pero no podía evitarlo, abrió la botella y derramo una buena cantidad de chocolate sobre la fruta que empezó a comer rápidamente—así que si no te molesta me gustaría estar solo—

—Pareces dolido…No deberías comer esto, no es saludable— el rubio se quedo mirándolo como si fuese a saltarle encima y eso le dolió un poco al ángel, no quería que él lo odiara pero tampoco podía acercársele mientras no supiera con seguridad que pasaba con su cuerpo, no se acercaría al humano a pesar de lo apetecible que se viera con la boca manchada de chocolate ,el mismo que se escurría por entre sus dedos y que le manchaba un poco el cuello…No,no,no…no acabaría con esa escasa distancia que los separaba y jamás se le pasaría por la cabeza sentarse a su lado y arrebatarle aquella maldita cereza que había estado lamiendo desde hacía un buen rato…no, Castiel no se abandonaría a sus deseos y dejaría que estos lo impulsaran a la boca del ojiverde…lamentablemente fue una vergonzosa derrota para su autocontrol, el ángel se lanzo a la boca de Dean para arrebatarle un beso que casi le dejo sin aire en los pulmones.

Dean no sabía que pasaba por la cabeza del ángel, primero lo había ignorado y ahora estaba allí besándole con tanta pasión que creía que podría encenderse en llamas, quería negarse y conservar un poco de orgullo pero aquella distancia entre ambos había estado carcomiéndole el cerebro al imaginar que el ángel ya no lo deseaba  por su físico, abrió los ojos al sentir como sus manos le recorrían lentamente el pecho y el vientre quiso separarse de él, no quería que tocara su hinchado estomago pero Castiel lo sujeto firmemente contra sí mismo y mientras clavaba sus ojos en los suyos siguió besándolo…no podía pelear contra eso, se sentía como una adolescente a la que le están robando su primer beso…Dios, que alguien le explicara porque cada vez que ese tipo lo besaba se sentía como si pudiese derretirse entre sus brazos…pero no pudo pensar mucho en eso mientras Castiel con una mano cogía la bolsa de cerezas y la lanzaba al lado de la cama mientras que con la otra le levantaba la camiseta hasta el pecho

—N—no me mires…yo…—sabía que podía parar al ángel en el momento que quisiera pero la verdad es que no quería volver a separarse de el por lo menos lo que le quedaba de vida, los ojos azules lo recorrieron sin reparo, siguiendo la curva que su estomago formaba, poso con una inusitada delicadeza la mano sobre su vientre y al instante Dean noto como un suave calorcillo se extendía por su cuerpo—Cass… ¿Hay algo que yo deba saber?—

—Confía en mí, Dean, aun no puedo hablar, necesito un poco más de tiempo… ¿lo harás? ¿Confiarías en mi?—el ángel estaba mirándolo como si fuese lo más bello del mundo y en su interior Dean sabía que no podía negarle nada cuando lo miraba de esa forma, asintió en silencio mientras una sonrisa se dibujaba en la boca del ángel que volvió a bajar su cabeza para besarle otra vez…aunque esta vez sus labios se posaron en su estomago—Eres hermoso, no importa lo que pueda pasar en el futuro…aunque no me veas, siempre estaré con ustedes—

Dean quiso preguntarle que significaban aquellas palabras pero olvido todo mientras el ángel comenzaba a repartir besos por su piel , subió por su pecho lamiendo con delicadeza uno de sus pezones hasta lograr endurecerlo, Dean gemía con cada movimiento de su boca en aquella parte de su anatomía, no estaba seguro pero por alguna extraña razón notaba que esa parte era más sensible a las atenciones del castaño ,llevo una mano al bulto en sus pantalones en un intento de bajar la tensión que sentía pero el otro fue más rápido que él y con un movimiento le bajo los pantalones y la ropa interior dejando libre su erección

—Cass…por favor…—el ángel asintió, sabía bien lo que el humano quería de el y aunque el apocalipsis empezara en ese segundo le daría lo que quisiera sin dudarlo un segundo, llevo una mano a su propio pantalón que bajo con igual rapidez antes de afianzarse entre sus piernas y penetrarle sin necesidad de preparación alguna ,un gruñido abandono la garganta del rubio mientras trataba de acomodarse en la cama pero sin darle más tiempo el ojiazul comenzó a moverse, balanceándose contra su cuerpo ,restregando el pene del rubio contra su propio estomago—Cass…J-joder…—

Le levanto las piernas sujetándolas por las rodillas al mismo tiempo que aceleraba sus movimientos, durante todo ese tiempo no dejo de mirarlo ni una vez, quería grabarse cada una de las expresiones del rubio en su cabeza por si llegaba aquel día del que su hermano Gabriel le había hablado…no sabía cómo es que el humano había podido embarazarse de el…lo único que sabía es que no dejaría que nadie le hiciera daño a Dean o al ser que crecía en su vientre, pero no podía evitar sentir un poco de miedo después de todo el cielo tenia reglas sobre procrear con humanos y la última vez que algo así había sucedido Dios había inundado la tierra para castigarles…miro a Dean mientras el orgasmo le llenaba todo el cuerpo…iba a protegerle aunque tuviese que pelear contra todos los ángeles del cielo.

Notas finales:

Continuara...


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