La verdad era que ni Sam se esperaba que aquella anciana pudiese moverse así de rápido por lo que cuando vio que hería a su hermano y lo lanzaba casi al otro lado de la habitación actuó sin pensar y tras descargarle la escopeta a la bruja directo en el pecho, cogió la estaca que Dean había dejado caer durante el ataque y corrió hacia ella para clavársela, sin embargo, una vez más la criatura les demostró su fuerza al atrapar al castaño, levantarlo en el aire y arrojarlo al mismo lugar donde Dean todavía estaba tirado.
—Pobrecitos…aun no entiendo porque todos los cazadores son tan idiotas al creer que yo soy una presa fácil…eso es discriminación—rio la vieja mientras caminaba hacia la mujer que todavía estaba desmayada unos metros más allá, se inclino a su lado y le acaricio la frente, Sam se levanto lo suficiente para mirar a su hermano que se quejaba en voz baja, sabía que el rubio podía soportar mucho más que eso así que se enfoco en volver a levantarse y encarar al monstruo que volteo a mirarlo con una sonrisa en su horrible boca—eres muy…¿Cómo decirlo?...valiente, eso me gusta en un hombre…si tuviera 100 años menos te arrancaría la ropa y luego te devoraría…¿Qué te parece, muchacho?—
—Es una idea genial señora pero no tengo ningún interés en ser el plato de fondo de un monstruo—busco con la mirada la estaca que se le había caído cuando la criatura lo lanzara, localizándola cerca de sus pies quiso suspirar pero no podía darse el lujo de parecer débil frente a la bruja—Además no creo que tenga buen sabor—
—Eso tendría que juzgarlo yo misma ¿no lo crees?—con una sonrisa la vieja ante el asombro de Sam se agacho y recogió el arma—Así que ¿querían matarme con esto?...jajaja son tan lindos, ahora ven aquí e intenta matarme otra vez, no sabes cómo me divierte que los hombres jóvenes y guapos intenten cosas imposibles—
—S-Sam…termínala de una vez…—murmuro a duras penas el rubio abriendo los ojos para saber que estaba pasando, tirado en el suelo se cubría el estomago con una mano mientras trataba de detener la sangre que se escapaba lentamente—si pudiera pararme la hubiera matado hace mucho…—
—Pues si yo fuera tu no estaría quejándome e intentaría ser de más ayuda—gruño el menor mientras intentaba rodear a la criatura para poder acercarse a la mujer que continuaba en el suelo—intenta llamar a Cass o algo—
Al parecer la bruja quería divertirse a costa de los hermanos pues ni siquiera dio un paso cuando el castaño se arrodillo al lado de la mujer, la remeció suavemente intentando despertarla para que pudiese huir y así quitarse otra preocupación de encima, poco a poco la mujer abrió los ojos y con algo de alivio Sam comprobó que la chica estaba bien
—Por favor vete, nosotros nos encargamos— dijo ayudándola a levantarse—afuera esta nuestro auto…—
—Pero el está herido…no puedo dejarlos así—la mujer sin hacer caso al menor corrió hasta donde Dean se encontraba agachándose a su lado para empezar a revisarlo—estarás bien, soy paramédico, llamaremos a la policía y…—
—No, no, no…mi pequeña Amber nada estará bien, además, nosotras aun tenemos un asunto que tratar, recuerda que te prometí que Edward y tu estarían juntos por siempre—la criatura sonrió caminando unos pasos hacia ellos—me encargare de estos entrometidos y todo estará bien—
— ¿esa cosa es real?... ¿no estoy teniendo una pesadilla?—la mujer ayudo a incorporarse a Dean que a duras penas le obsequio una sonrisa—solo quería que Edward se fijara en mi—
—Pues ese tal Edward debe ser un idiota si no se da cuenta que eres un bombón—la mujer lo miro confusa—si salimos con vida de esta te invitare a…—
—No será necesario, Dean— la sonrisa desapareció del rostro del rubio al ver parado frente a ellos a cierto ángel de increíbles ojos azules, le daba la espalda pero aun así sabía que tenía toda su atención—yo me encargo—
—Esto sí que no me lo esperaba, el ángel ha venido a ayudar a su “amiguito”—la bruja rio y su risa se oyó como si un cuervo estuviese graznando, Dean presentía que algo no iba bien, no podía decir exactamente qué cosa pero no pudo evitar sentir que un escalofrió le recorría la espalda al ver a la criatura dar un paso hacia Castiel—esto me hace preguntarme si ustedes no tienen nada mejor que hacer allá arriba que venir a inmiscuirse en los asuntos de los demás—
—Lo que suceda en el cielo no es de interés de una criatura como tu— miro al monstruo como si fuese algo que se le hubiera pegado al zapato y sin esperar más se lanzo contra ella, la criatura grito cuando el ojiazul poso sus dedos en su frente, lo sujeto por la garganta tratando de asfixiarle pero el ángel se mantuvo estoico y siguió en su lugar hasta que aquella abominación cayo con un grito, Sam se acerco dispuesto a rociar el cuerpo con bencina para encenderle fuego , sin embargo, nada mas acercarse el cuerpo de la bruja comenzó a descomponerse a una velocidad inaudita y segundos después solo era un montón de polvo en el suelo. Castiel se dio la vuelta esperando ver el agradecimiento en los ojos de su cazador pero lo único que vio fue como este le hacía ojitos a la mujer que habían rescatado, conocía a la perfección la personalidad del rubio así que era totalmente normal verle comportarse de esa forma aunque saberlo no le quitaba el enojo
— ¿Estás bien, Cass? Ese monstruo parecía poderoso— a duras penas el ángel logro desviar su atención hacia el menor de los Winchester— ¿Dean te llamo, no? Creí que esto iba a terminar mal cuando lo hirió—
—No sabía que Dean estuviese llamándome o que estuviese herido—respondió arreglándose la gabardina que se le había arrugado cuando la bruja lo cogiera—me encargare de el ahora—
No había necesitado que el rubio lo llamara por la simple razón que había estado observando la batalla desde no muy lejos y cuando había visto que herían a su rubio tuvo que aguantarse las ganas de ir a patearle el trasero a la criatura pues no quería herir el amor propio de los cazadores, mientras se acercaba al cazador vio que la mujer sacaba una botella de su bolso y se la ofrecía a Dean que sin borrar la sonrisa de su rostro se bebía el contenido por completo, aquello saco de quicio al ángel…una cosa era que coqueteara y la otra muy diferente era que coqueteara ¡herido!, sin querer pensar que estaba sufriendo un gran ataque de celos Castiel se arrodillo al lado del rubio y poniendo sus dedos en la frente del cazador se lo llevo con él al motel donde estaban quedándose los hermanos
— ¡¿Q—que demonios?!...Cass, te olvidaste traer a Sam con nosotros—Dean se incorporo notando que estaba acostado en su cama y no en el suelo de aquella vieja granja—además esa chica estaba a punto de darme su número de teléfono—
— ¿Para qué lo necesitas, Dean?—cuestiono el ángel tomando asiento al lado del rubio, apoyo su mano delicadamente en el vientre del humano— ¿no tienes suficientes ya?—
—Los números de las chicas nunca son suficientes y menos las que están a si de buenas—rio notando que la mano sobre su estomago estaba aplastándolo, sin querer soltó un jadeo de dolor— ¡no hagas eso!...estoy herido, cúrame—
— ¿Por qué debería hacerlo?—esta vez fue el turno del ángel de sonreír—te veías muy feliz junto a esa mujer—
—No me vengas con que tienes celos porque eso ni loco te lo creo—esta vez fue el rubio el que esbozo una sonrisa, los ojos de Castiel brillaban , el otro comprendía perfectamente lo que quería decir aquel gesto y sin esperar a que el castaño dijera algo se levanto la camisa revelándole una herida lo bastante grande para hacerle desear haber hecho sufrir mucho más a la bruja por haberse atrevido a lastimar la piel de Dean, acerco su boca al borde de la herida depositando un beso que hizo temblar ligeramente al rubio—apresúrate, no creo que pueda aguantar mucho mas—
—Aguantaras lo que yo diga que puedas, Dean—volvió a depositar un beso esta vez un poco más abajo exactamente en el lugar en que empezaba a nacer el vello, debajo suyo el cazador se movió inquieto, el dolor y los besos de Cass en su vientre lo estaban comenzando a alterar—¿lo entiendes?—
Y sin dejarle responder, Castiel se abalanzo sobre el besándole en los labios, en un contacto que le arrebato la mayor parte del oxigeno, incorporándose nuevamente el ángel miro unos segundos atentamente al humano antes de volver a poner su mano sobre el estomago del ojiverde, esta vez sobre la herida y en menos de un segundo el daño había desaparecido por completo sin dejar ninguna cicatriz que revelara lo que el cazador tuviese que pasar ,Castiel volvió a inclinarse sobre él para besarle mientras movía la mano sobre su vientre hasta el botón que cerraba su pantalón el que prácticamente arranco de su sitio para después descender un poco mas hasta la cremallera y bajarla
—No me gusta que hagas cosas tan arriesgadas—murmuro sobre sus labios a la vez que acariciaba por encima de la ropa la evidente erección que allí se encontraba—no siempre estaré contigo—
—Entonces aprovechare bien nuestro tiempo juntos—sonrió de esa forma que solo el sabia, aquella sonrisa que había logrado hacerle cuestionarse al ángel todo lo que siempre había conocido alguna vez, sin borrar aquel gesto de su rostro acerco su boca hasta la oreja del ángel para susurrarle algo que sabia por experiencia que lo enloquecía—follame, Cass—
Dejando salir un gemido el castaño se abalanzo otra vez sobre los labios del cazador besándole de forma hambrienta, casi animal, introdujo la lengua en aquella cálida cavidad comenzando a jugar con la de Dean incitándolo a empezar una batalla que termino cuando el rubio lo empujo suavemente
—Sabes que necesito respirar ¿no?— rio acariciando su espalda—a veces eres algo lento para ciertas cosas—
—Lo siento, Dean—pese a que dijo aquello el humano sabía que no lo sentía para nada, a veces el ángel podía ser un verdadero demonio y eso personalmente le encantaba—olvide que eres humano—
—Y a mí me gustaría olvidar que eres el ángel más raro de toda la creación pero supongo que eso es lo que me toco—rio bajito entretanto el otro se acomodaba sobre el—Sam puede llegar en cualquier segundo y no se tu pero yo necesito que hagas lo que te pedí hace un rato—
Sin hacerse más de rogar el ángel se arrodillo a su lado sobre la cama y de un solo tirón le bajo el pantalón y la ropa interior hasta las rodillas descubriendo una erección que casi gritaba por atención que él no iba a negarle, sujeto su miembro para comenzar a masturbarle a la vez que llevaba su mano libre hasta la entrada del rubio, no tuvo que prepararle demasiado, solo lo suficiente para oírle gemir un poco antes de hacerle girar hasta dejarlo de lado, dándole la espalda
Sabia que Sam se tardaría por lo menos media hora más pues debía llevar a la mujer ,víctima de la bruja, hasta su casa pero él no iba a aguantar mucho mas oír los jadeos de Dean y sus protestas para que le follase de una vez, notaba su propio miembro palpitando dolorosamente dentro de sus pantalones que se apresuro en bajar antes de tumbarse a su lado, arrimo su pene al trasero del rubio gimiendo al sentir el calor que su cuerpo desprendía, sabía que debía hacerlo rápido pero no pudo evitar sostenerlo contra la suave piel del cazador y frotarlo contra ella unos segundos antes de penetrarlo
—Oh…Dios, Cass…—fue lo más coherente que salió de la boca de Dean cuando el miembro de Castiel se coló en su interior, una de las cosas que le gustaba de él era que a pesar de ser un ángel ,el ojiazul le hacía el amor como a él exactamente le gustaba…duro, después de penetrarle comenzó a embestirlo rápidamente hasta alcanzar un ritmo que le hizo jadear y suplicar por mas, sin parar sus movimientos Castiel volvió a sujetar su miembro para comenzar a masturbarle otra vez siguiendo el mismo ritmo de sus embestidas, le acariciaba el glande esparciendo por el resto de su pene el liquido pre seminal que estaba comenzando a gotear de el –C-Cass…joder…—
El ángel empezó a besarle la nuca mientras aceleraba el movimiento de sus caderas y el de su mano, sabía cuanto al cazador le gustaba que le mordiese y sin hacerle esperar más clavo sus dientes en su cuello provocándole un gemido que lleno la habitación y que logro excitarlo(si eso era posible) aun mas, sus embestidas se volvieron un poco mas irregulares pues sabía que se acercaba el momento del clímax y sin poder aguantar más se dejo llevar por el orgasmo, corriéndose dentro del ardiente cuerpo del cazador que unos cuantos segundos más tarde se libero en su mano…
Cuando el menor de los Winchester llego a la habitación del motel se encontró a su hermano dormido en la cama y al ángel parado cerca de la ventana mirándolo como si estuviese cuidando su sueño, en silencio el pelilargo se acerco al ojiazul que lo miro a su vez con su apatía natural
— ¿Esta mejor? Ya sabes, después de que lo hirieron y que te lo hayas llevado pensé que algo iba mal pero no podía dejar a esa chica ahí y tuve que…—
—Dean está bien ahora ¿y tú? –Pregunto más que nada para cambiar de tema y no tener que mentirle a Sam—no pareces tener heridas—
—Lo peor se lo llevo el cabeza hueca de Dean así que puedo decir que estoy bien—sonrió dirigiéndose al baño—pero me sentiré mejor cuando me dé una ducha y me vaya a la cama ¿Qué harás tu, Cass?... ¿eh? ¿Cass?—
Pero nadie le contesto el ángel se había marchado como siempre, sin darle mayor importancia el menor siguió con su plan y entro al cuarto de baño sin saber que Castiel solo había desaparecido para volver a aparecer fuera del motel y hacer lo que siempre hacia desde que se diera cuenta que Dean era mucho más para el que lo que se suponía debía ser…vigilaría su sueño esa noche y todas las que hicieran falta.
Mientras tanto los cazadores se tomaban un merecido descanso lejos de allí una oscura sombra se colaba en la casa de la chica que rescataran hacia solo una hora, Amber estaba sentada en su cama cuando la puerta de su habitación se abrió lentamente apareciendo en el umbral una encorvada figura pero lejos de asustarse la mujer sonrió encendiendo la luz de la mesita de noche, los horribles rasgos de la bruja que supuestamente el ángel había aniquilado se revelaron a la luz logrando que la chica temblara
— ¿Por qué tiemblas, pequeña?—cuestiono la criatura acercándose hasta la orilla de la cama—Has hecho un trabajo excelente, lograste que ese idiota se bebiera por completo lo que te di ¿No?—
—Si lo hizo pero no puedo dejar de pensar que hice mal al…—empezó a decir la mujer mientras una sonrisa aparecía en el rostro de la vieja –ellos solo querían ayudar y yo…¿Está segura que ellos…?—
—Querida, ellos estarán de maravilla…ahora déjame darte lo que te prometí—con un chasquido de sus huesudos dedos la criatura hizo aparecer en el cuarto a un hombre que parecía más dormido que despierto, una sonrisa se dibujo en el rostro de la mujer que corrió a abrazarse al hombre que la recibió entre sus brazos—te traje a tu Edward…ahora estarán juntos hasta que la muerte los separe…o sea…ahora—
Con otro chasquido de dedos el rostro del hombre se transformo en uno de autentica ira, sujeto a la mujer por el cuello y con un movimiento lo rompió para después dejar caer el cuerpo inerte de Amber otra vez en la cama
—Oh!...el amor joven nunca dura—se burlo la criatura sentándose en la cama y sujetando la mano del hombre que la miro con adoración—bueno, es inútil quejarse…lo hecho esta hecho…ahora solo nos queda esperar a que Dean Winchester y su querido angelito nos den una deliciosa cena…¿Sabes, Ed? siempre me ha gustado comer cosas distintas y únicas…y no se tu pero yo jamás he oído de una de mis hermanas que haya probado el fruto de un ángel con un humano—
La risa de la criatura no se dejo esperar y varios kilómetros más lejos, Dean tembló entre sueños mientras sin siquiera sospecharlo una nueva vida se comenzaba a gestar en su interior.