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2MIN S.O.S TIME por Kang_princessM

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El tiempo se detuvo. Taemin sintió un escalofrío recorrerlo de pies a cabeza y de un momento a otro su piernas parecieron flaquear, por lo que se tambaleó y en menos de un santiamén Minho ya se encontraba a su lado sosteniéndolo por ambos brazos evitando así que pudiese caer.

De alguna u otra forma se las había ingeniado para bajar de un salto de la plataforma donde se encontraba mirando su bello traje frente al espejo y ahora sus manos se encontraba rozando la piel de Taemin. El menor pudo sentir su tacto, esa calidez que durante años no había sentido.

La piel de Minho seguía tan caliente como siempre. No importaba si en Corea del Sur el clima era casi helado en invierno, Minho siempre despedía un delicioso calor que a Taemin le fascinaba. Duranta Navidad, cuando se acurrucaba en sus brazos bajo la cama, solía decirle que él no necesitaba invertir en la compra de un calefactor porque él ya tenía el propio, y ese era su novio.

“No todos son tan suertudos como yo, señor Choi. ¡Sólo yo tengo un novio que me da calorcito en invierno!”

Minho solamente reía. Siempre aguantaba pacientemente cada uno de los comentarios de Taemin. Todo cuanto brotaba de boca de su novio le parecía increíblemente adorable, incluso si se trataba de algún insulto, porque cuando Taemin se enojaba quizá solamente Ki Bum podría ganarle.

—¿Estás bien? —cuestionó en tono suave y ligeramente ronco, carraspeando un poco en cuanto hubo terminado la oración.

Taemin tragó en seco y parpadeó lentamente. Su cuerpo no solamente estaba frío, sino que se encontraba completamente rígido. Todo lo contrario a lo que había sentido antes de que Minho lo atrapara.

De alguna u otra forma, muy en su interior seguía pensando que lo veía en ese momento no era más que un producto de su imaginación. Quiso pensar que no se trataba más que del nerviosismo porque dentro de pocas horas vería a su ex gran amor en la boda de ______________. Pero, ¡joder! ¿por qué ese hombre que le miraba atento, con un dejo de preocupación en el rostro, era tan idéntico a Minho?

Pese a la firmeza de su agarre, Minho comenzó a sentir como al paso de los segundos sus manos experimentaban un ligero cosquilleo y su garganta se cerraba, pidiendo a gritos que carraspeara para sentir que la voz podría salirle de nuevo. Tenía tanto tiempo sin sentirse así. Con esa sensación de un nudo en el estómago, cuando no sabes cómo actuar. Esa sensación que sentía siempre antes de subir al escenario. Ese nerviosismo de querer que todo saliera bien, mezclado con la incertidumbre y el miedo a cometer un error durante el performance.

—¿Todo bien con su traje, señor Choi? —cuestionó el ansiano entrando a la estancia. Y de inmediato Minho soltó a Taemin para mirar al dueño de la elegante tienda.

Carraspeó y tosió un poco cubriendo su boca con el puño de su diestra en un ademán bastante varonil.

—Todo bien, gracias. Sólo tenía un poco de problema con el moño.

El anciano observó con una sonrisa divertida.

—Bueno, supongo que la futura señora Choi estará encantada de ayudarlo con ese problema. Ella no tarda en volver, salió un momento a atender una llamada del extranjero. Al parecer de sus familiares —comentó sin borrar la sonrisa de su rostro.

Minho asintió sonriendo igualmente con amabilidad. El traje que llevaba puesto era de un tono azul marino, poco más claro que el de Siwon. Sí, ____________ había querido que Siwon usara un traje azul marino para el día de su boda y no el negro tan usual. Y bueno, Siwon siempre quería complacer a la mujer que amaba.

En su caso, Minho no estaba para discutir con su mejor amiga. No después de haberla tenido abandonada durante tres años.

________________ amaba el color azul y por eso quería que su padrino llevara un traje azul con un moño a juego en el cuello.

Por su parte, Taemin permaneció estátetico. Verdaderamente no lograb salir de su trance. Durante tres años se había querido hacer a la idea de que Minho era un fantasma, un muerto que nunca volvería a cruzarse en su camino, pero allí estaba. Más vivo que nunca.

Y era él. Era él porque escuchó que el dueño lo llamo “señor Choi”. Era él. Choi Minho. Su Minho. No. No era suyo… trató de repetirse mentalmente, justo en el instante que en los grandes ojos de Minho se toparon con los propios y un rubor traicionero inundó sus mejillas.

—Joven Taemin —llamó el hombre sonriente.

Sólo hasta ese momento tanto Minho como Taemin notaron la caja que llevaba en manos.

—Pruebe este traje, ¿sí? Un cliente me lo encargó hace poco, pero era tan indeciso que al final quiso un traje rojo y éste me lo dejó. Es de su talla y usted es tan guapo que seguro lo lucirá mejor que ningún otro.

—Gracias… —murmuró algo confundido mientras tomaba la caja algo dudoso y miraba a su alrededor—. Creo que… esperaré a que el probador se desocupe y…

—No, adelante. —Se apresuró Minho señalando en dirección al probador—. Yo esperaré a ___________. Usted puede ocupar probador si lo desea.

Usted.

Ese usted mató lentamente a Taemin. Sintió un cruel desgarro en su interior. Minho ni siquiera le llamaba por su nombre. Minho le hablaba como si nunca se hubieran conocido, algo ridículo, tomando en cuanto que en todo Corea del Sur era bien sabido que habían pertenecido al mismo grupo. No había nadie en Corea del Sur que no conociera a Minho, podían existir personas ajenas a Shinee, pero nunca a Choi Minho, la estrella de k-pop que un día decidió truncar su exitosa carrera y perderse en alguna parte del planeta sin que los mejores reporteros, ni siquiera el mismo Soo Man, pudiesen dar con su paradero.

El hombre que mantuvo el anonimato durante tres años. El muerto viviente.

—¡Regresé! —exclamó una entusiasmada ___________ entrando al área donde Minho y Taemin se encontraban en compañía del dueño, quien justo iba de salida.

—Compermiso.

—Adelante. —Sonrió la chica dejando pasar al hombre que sin duda alguna iba a atender a las clientas que esperaban en la recepción. —¿Qué tal te quedó el…?

La pregunta de __________ se quedó en el aire. Sus bellos ojos color miel miraron alternativamente de su mejor amigo a Taemin y tragó en seco. ¿Era en serio? No podía creer que Taemin y Minho pudieran estar juntos en un mismo tiempo y espacio sin que se desatara la tercera guerra mundial.

Se preguntó si de pura casualidad les había llegado la madurez. O si, quizá, Minho en verdad amaba a Hansol y no sentía absolutamente nada por Taemin. En los pocos segundos que se quedó pasmada analizando a ambos hombres pudo notar el semblante de Minho completamente tranquilo, como si la persona frente a él fuese cualquier desconocido y no quien juró durante mucho tiempo ser el gran amor de su vida. Por su parte, Taemin no podía ocultar lo mucho que le afectaba la figura frente a él.

Ambos se encontraban relativamente cerca el uno del otro. _____________ se preguntó si habían tenido algún tipo de contacto.

—Hola, Taemin… —saludó por fin la chica mostrando una sonrisa dulce— No pensé que te encontraríamos aquí…

—Hola, ____________ —le devolvió la sonrisa con educación dando una leve cabezada al aire en señal de respeto—. Aprovecho ese encuentro para agradecerte de manera personal la invitación a tu boda.

—No hay nada qué agradecer. En verdad… me dará gusto verte… ese fue el deseo de mi futuro esposo y… si él es feliz con eso yo también lo soy.

Pese a la calidez en las palabras de la chica y la sonrisa que nunca se borró de sus labios, Taemin sabía que ella aún no lo perdonaba. Sabía perfectamente bien que si pudiera retroceder el tiempo y volverlo a abofetear después de la partida de Minho lo haría con gusto.

_________ nunca le perdonaría haberle destrozado el corazón a su mejor amigo. Nunca le perdonaría haber sido la causa de que Minho la abandonara durante tres años. Nunca le perdonaría ser él, ser Lee Tae Min.

—Aún no me perdonas… ¿verdad? —preguntó a la chica de golpe con una sonrisa nostálgica. No supo por qué lo hizo. La pregunta salió de sus labios sin razonarla.

____________ miró a Minho y su amigo avanzó hacia el otro lado de la habitación dando la espalda a ambos, mientras metía ambas manos en los bolsillos de su pantalón. Aunque Taemin y ___________ no podían ver su rostro, su amiga sabía perfectamente bien que Choi Minho tenía los ojos cerrados y que su rostro reflejaba un profundo dolor.

—Ninguno de ustedes lo ha hecho… —murmuró con un dejo de tristeza en la voz aferrando la caja a su pecho.

La mirada de ___________ se enterneció al ver aquella tristeza casi sincera, a su parecer, en el rostro del solista y negó un poco.

—Este no es el momento ni el lugar para hablar de odios o perdones, Taemin.

—Lo siento, _________. Sinceramente lo siento.

_____________ observó al joven con lástima y entreabrió los labios para decir algo, pero Taemin dio unos pasos en dirección a Minho y se adelantó.

—Minho….

_________ leyó claramente la intención de pedir perdón, quizá por la sorpresa de re encontrarse con quien hubiese sido una persona bastante importante en su vida, pero Minho no parecía dispuesto a querer escucharlo. Dio la vuelta subiendo presuroso de vuelta a la plataforma sin darla la cara a ninguno de los presentes.

—Me quitaré el traje y nos vamos.

Fue lo único que dijo con voz firme, casi molesta, yendo presuroso hacia el probador. Su amiga le obervó perderse al fondo, tras una cortina y suspiró hondo llevando un mano a su plano vientre, como si pensara que su pequeño bebé estaba tan sorprendido como ella y quisiera calmarlo.

—Nunca me perdonará… ¿verdad?

____________ miró a Taemin con la misma lástima con que lo había hecho minutos antes y volvió a suspirar.

—Estuve tres años sin mi mejor amigo, Taemin —habló finalmente tras unos cuantos segundos en los que pareció meditar muy bien su respuesta—. Muchas cosas cambiaron en Minho durante esos tres años… Justo ahora, a pesar de haberme puesto al día con los acontecimientos de su vida en las últimas 48 horas, yo… no estoy segura de conocerlo tan bien como el día en que dejó Corea.

—Yo…

—No, Taemin… —se apresuró a negar, prohibiéndole así que siguiera hablando—. No es el momento para hablar con él. No ahora. Él no está listo y no estoy segura de que algún día llegue a estarlo.

Lee Tae Min bajó la mirada. Los pasos de Minho resonaron por el pasillo anunciando su retorno.

—Es todo, vámonos.

Apenas hubo pronunciado aquello cuando ya iba hacia la salida del área de probadores con la caja de su traje en manos.

—¡Minho! —le llamó __________ haciendo una mueca al ver que iba casi como alma que echaba el diablo—. Bien… —miró a Taemin sintiendo un dejo de culpa al verle tan cabizbajo—. Te veo en la boda… ¿quieres que le llame a alguien? ¿A Jong In tal vez? No te ves bien…

—Estoy bien… preocúpate por tu amigo, por favor. Yo… no merezco la preocupación de alguien tan buena como tú…

—Oh, Taemin…

Taemin se alejó de ___________ impidiendo que la mano de la chica le tocara el hombro, y ésta dio la vuelta para ir tras su amigo, quien se encontraba en el mostrador recibiendo el traje de Hansol. Un traje a juego con el suyo, pero varias tallas más chico.

—Vámonos —urgió en cuanto su amiga llegó a su lado.

—Minho.

—Vámonos dije.

—¡Minho espera! —le gritó dándole alcance a la salida, justo a unos cuantos metros del audi de Siwon—. ¡Deja de huir!

—¡No estoy huyendo, __________!

—¡Claro que lo estás haciendo! —gritó—. ¡Acabas de huir de Lee Tae Min!

—¡No menciones ese nombre!

—¡Lee Tae Min! —repitió en el mismo tono mientras Minho llegaba al convertible y lanzaba las cajas al interior casi con furia.

—¡CÁLLATE!

—¡No lo haré! ¡Quiero que me digas por qué demonios has huido! ¡Ya pasaron tres años, Minho! ¡Deja de huir!

—¡No puedo, ________!

—¡Si puedes! ¡No quiero que el padrino de mi hijo huya, Minho! ¡No quiero! ¡Me niego a que te vayas de nuevo! —gritó en medio de un llanto que se soltó de repente. Era sensible y el embarazo la ponía aún más sensible que de constumbre—. ¡No quiero que te vayas, Minho…! ¡No quiero!

—Yo…

—Sólo quiero que te quedes… —casi suplicó posando ambas manos en su vientre—. Todos te queremos mucho… no queremso que te vayas, no otra vez… ¡Poco me importa si vuelves con Lee Taemin o te casas con Hansol! Sólo quiero que te quedes y seas feliz… quiero que afrontes tus miedos, no que huyas…

—Soy bueno huyendo.

—Hace tres años estaba bien, no ahora… Es tiempo de madurar, Choi Minho.

Minho observó a su amiga con un nudo en la garganta. No sabía si se trataba de la maternidad, pero por primera vez vio a una mujer y no a una niña en su mirada.

Por primera vez supo que ella tenía razón.

No correría más.

No.

Notas finales:

¡Hola!

Este capítulo es muy corto... sucede que entré a ver los comentarios... y vi que aún esperaban actualización <3 así que escribí este pedacito y no quise esperar más y enviárselos. Mañana les escribo el resto.

Y también espero actualizar "LOS GUARDAESPALDAS".

 

Gracias por sus comentarios chicas.

 

 

¡Un abrazo!


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