P.O.V NA EUN
Taemin me miró largo rato con una gran sonrisa en el rostro, una sonrisa que yo no sabía si era falsa o sincera. Desde hace un par de años que había salido con él en WGM… todos decían “¡Qué hermosa pareja hacen! Seguro que saldrán en la vida real”.
Y siempre me quedé esperando la invitación oficial de Taemin.
Me quedé esperando que apareciera frente a mi puerta con un ramo de rosas, al igual que en el programa, y que me dijera algo dulce… “Eun-ah… eres la chica de mis sueños y quiero pedirte que seas mi novia”.
Pero eso nunca pasó, salvo en mis alocados sueños; y siempre me pregunté si Taemin era verdaderamente heterosexual.
“¡Vamos Na Eun!” pensé “¡Claro que lo es! La SM solo les hace hacer fanservice… pero ellos son hombres. No existe algo como el 2MIN, el TaeKai o nada de esas ridiculeces”.
Y seguí albergando la esperanza de que Taemin me amaba en secreto, en silencio, y que callaba por temor a obtener un rechazo de mi parte, por eso siempre que podía rozaba su mano… le decía cosas lindas, halagos… todo con tal de que él me notara… de que reaccionara y dijera: “Seguro le gusto a Eun-ah”.
Yo, Na Eun, soy la patética chica que está enamorada del Maknae de Shinee, un chico dulce y cálido, el cual entendí al fin, que no me ama… y al que estoy obligando a casarse conmigo a base de engaños.
-¿Se-seguro que podrás?- Sí, me estaba entrando el remordimiento. El maldito remordimiento.
Tae asintió con suavidad dedicándome otra bella sonrisa.
-Está bien. Tengo todo listo, no te preocupes.
-Pero… oppa… yo…
-Shh… -posó uno de sus dedos sobre mis cálidos labios haciéndome derretir- dije que me casaría contigo ¿no? Hagámoslo.
“Dije que me casaría contigo…”
Él solamente estaba cumpliendo su palabra.
Él solo quería ayudarme.
-Nae… -sonreí algo más tranquila y caminé de su brazoadentrándonos de esa forma a aquel set de T.V. al que habíamos llamado un par de día atrás.
P.O.V TAE MIN
Devolví aquella sonrisa nuevamente sintiendo el agarre de Na Eun y entré con ella al edificio. Me veía seguro, pero por dentro sentía que me desangraba… Estaba cometiendo el error más grande de toda mi vida… ¡lo sabía! Pero no me importaba.
Quería arrancarme a Choi Min Ho del alma de una vez por todas… y si la boda con Na Eun era la única alternativa eso haría.
Me casaría y me mudaría.
Era lo mejor.
Seguramente Onew me mataría… él me había llamado cobarde por no luchar por el amor de Minho… ¡y era verdad! Yo era un cobarde y un egoísta. Un cobarde que prefería dejar al amor de su vida en vez de destruir sus carreras, en vez de enfrentar al mundo, en vez de hablar. Y era un egoísta que quería casarse, tener una vida, pero que Minho jamás lo olvidara. Un egoísta capaz de firmar un pacto con el mismo diablo para que el corazón de su hyung no pudiese aguardar a otra persona que no fuera Lee Tae Min.
-¡Taemin! ¡Na Eun!- nos saludaron efusivamente las dos conductoras y el conductor del programa en cuanto nos tocó entrar. Sentí como me abrazaban y daban pequeñas palmadas en mi espalda igual que hacían con Na Eun.
Nosotros sonreímos algo nerviosos y luego tomamos asientos, nos sentamos muy juntos rozando pierna con pierna, y dimos las gracias por permitirnos estar en tan importante lugar.
-Nada que agradecer, chicos- rio suavemente una de las reporteras mirándonos de forma curiosa antes de ver hacia la cámara- Querido público que nos mira desde sus casas, trabajos o escuelas, aquí tenemos al Maknae de Shinee… y a nuestra querida Na Eun… ¿cierto Minzy?
-Cierto, cierto- habló la otra conductora mientras simulaba leer un papel muy importante antes de reír y ver a la cámara al igual que la contraria- Ellos dijeron que están aquí con una sorpresa. ¿Qué será? Chicos nos tienen con la intriga.
Yo reí. Fue lo único que pude hacer.
Na Eun sonrió a mi lado.
-Y no sólo una sorpresa- intervino el conductor entrando a mi “rescate” o a hacer más lenta mi agonía- Sino que ELLOS están aquí para darnos un EXCLUSIVA. ¡EXCLUSIVA! Sí, como ustedes escucharon señoras y señores.
-Bueno, bueno, basta de tanta charla- intervino de nuevo la primera conductora- ¿Qué es eso de lo que nos quieren hablar chicos? ¿Un nuevo proyecto juntos?
-¿Acaso participarán nuevamente en WGM?- inquirió en tono divertido la mujer llamada Minzy y yo guarde silencio.
Tomé una gran bocanada de aire y luché internamente porque no me diera un ataque de pánico como a veces solía ocurrirme al estar bajo presión.
“No puedes colapsar, Taemin. ¡Estás al aire!” Me grité en la mente a mi mismo, pero era mentira. La verdadera razón por la que no quería colapsar era porque sabía que Minho no estaría conmigo.
Durante todos los años que llevábamos perteneciendo a Shinee, incluso antes de ser novios, era él quien se encargaba de abrazarme y decirme palabras lindas para que yo no colapsara. Pero no estaba ahí.
Yo debía aprender a controlarme.
-No, nada de eso- sonreí mordiéndome el labio tratando de dar una “perfecta” actuación de chico enamorado- Aigoo… no sé quien de los dos está más capacitado para decir esto, yeobo…
El rostro de Na Eun se tiñó de todos los colores existentes al escuchar que le llamé “yeobo”, y el rostro de los conductores lo hizo de la misma forma.
-Aigoo… ¡Minnie-ah!- me gritó divertida golpeando de forma infantil mi hombro mientras ocultaba su rostro en mi hombro y yo soltaba una falsa risita, esperando que todos la creyeran.
-¡Omo! Pero… ¿han oído eso?
-¿Yeobo? ¿has dicho yeobo?
-Aigoo… me va a dar algo señores… ¿qué está pasando aquí?- comenzó a reír la conductora mirándonos directamente a nosotros y yo supe que, en ese momento, todos y cada uno de los reporteros de Corea del Sur ya estaban sacando el material necesario para hacer una nota sobre nosotros.
-Bueno… -comencé con una sonrisa avergonzada- La verdad es que… Na Eun y yo hemos estado saliendo en secreto desde hace un par de meses…
En ese momento todos los conductores comenzaron a gritar y aplaudir y a invadirnos de preguntar, yo no supe que respondí, pero al parecer actué bien porque todos nos miraban felices.
Yo rezaba por acabar pronto, pero faltaba lo mejor.
-Y pues… a pesar de que nosotros venimos con la intención de revelar nuestra relación al público… la verdad es que… bueno, yo vine con otra intención.
La propia Na Eun me miró con terror en su mirada, ella no entendía lo que yo estaba a punto de hacer. Eso no estaba en el plan.
Yo le prometí que nos casaríamos, le prometí que revelaríamos públicamente que teníamos una relación… pero jamás le dije que le propondría matrimonio frente a miles de espectadores.
-Eun-ah…. –susurré tiernamente arrodillándome frente a ella con una cajita de terciopelo, no sé de dónde saqué fuerza, pero lo hice- ¿Tú… te casarías conmigo…?
Los ojos de Na Eun se llenaron de lágrimas y soltó un gritito ahogado que de inmediato cubrió con sus manos mientras su rostro se teñía de rojo.
-¡Sí, sí quiero!
-¡Eun-ah!- grité fingiendo emoción y coloqué el anillo color plata en su dedo antes de levantarme y envolverla en mis brazos ocultando mi propio rostro en su cuello.
Ella comenzó a reír en medio de varios sollozos y se aferró a mi cuello… entonces lo supe. NA EUN… ESTABA ENAMORADA DE MI.
Yo comencé a llorar silenciosamente contra ella sin atreverme a mirar a la cámara… Estaba hecho. No había marcha atrás.
ADIÓS, MINHO.
P.O.V MINHO
-¡Lo siento, saeng!- me disculpé por milésima vez con el pequeño D.O el cual caminaba cruzado de brazos a mi lado. Le había prometido que lo acompañaría a comprar el regalo de Kai al centro comercial, pero no le había prestado absolutamente nada de atención a todo lo que me decía- Es que… te juro que…
-No importa, está bien… -suspiró con tristeza dedicándome una tierna sonrisa- Si quieres puedo llamar a Suho o a Kris para que…
-Ani- negué de inmediato tomándolo con suavidad de su brazo para guiarlo a la joyería a la que habíamos ido primero- de por si tu canela pasión ya está celoso de mi… ¡ahora imagina si te ve con Kris!
-Ay… Jong In no me ve como todo el mundo cree… -suspiró deshaciéndose de mi agarre y caminando a mi lado a su propio ritmo, con la mirada gacha- ¿no escuchaste nada de lo que dije antes, verdad?
-No…
-Bueno, en resumen… Jong In me ve solamente como un gran amigo…
-Pero ustedes…
-¡Lo sé! Nosotros nos besamos… nos abrazamos… a veces dormimos juntos… ¡pero no tenemos nada!- gritó hacia mí y yo di la gracias de que no estuviera pasando nadie, íbamos “disfrazados”, pero igual podían conocernos.
-D.O…
-No me ama… solo soy un juego, hyung… algo con lo que él juega para no aburrirse… -lloró silenciosamente y yo lo apreté contra mi pecho cálidamente hasta que se calmó, después de ello entramos a la joyería.
Tras un largo debate y un “arreglo” con el dueño, logramos que nos tuviera en dos días una pulsera de plata con letras de oro donde se leyera la frase italiana: “Mi dícono che quando parlo di te, mi brillano gli occhi” (Me dicen que cuando hablo de ti me brillan los ojos). El pequeño Kyung Soo quedó muy contento con el pedido y pareció olvidarse por un momento de que Kai no lo trataba tan bien como el deseaba.
-Omo hyung… ¿viste eso? Toda la gente anda como loca…
-Cierto…-asentí tirando suave de él para alejarlo de una bola de chicas que pasó a nuestro ladro gritando y corriendo con teléfonos en la mano hacia donde estaban las pantallas de t.v en venta mostrando diversos canales, entre ellos uno de chismes que era el de mayor rating en el país- Chismes everywhere… -susurré moviendo la cabeza de lado a lado- Vámonos, saeng.
-Nae, hyung… por cierto, ¿y mi helado?- me detuvo con una pequeña sonrisa y yo suspiré sin poder negarme con una sonrisa igual.
-Arasseo… vayamos por el helado, pero ten cuidado porque tendremos que pasar por en medio de esa multitud… -comenté señalando el montón de gente frente a los televisores y me coloqué mejor los lentes negros y la gorra.
“¡Ah! ¡Tae Min oppa y Na Eun” escuché que empezaron a gritar las chicas y no pude hacer más que detenerme justo frente a uno de esos televisores y D.O. a mi lado.
-¡hyung!- me llamó confundido ante mi repentina parada.
-Taemin… -susurré mirando la pantalla fijamente mientras me retiraba lentamente los lentes oscuros, agradeciendo estar de espaldas a la gente para que no me reconocieran.
-¿Taemin…? ¿pero qu…- la voz del pequeño D.O se detuvo y supe que él también tenía la mirada puesta en la tv.
Novios.
Eran novios… “desde hace un par de meses”… justo cuando me dejó.
Eso lo explicaba todo… ¡por eso los encontré abrazados!
Sentí que la rabia se apoderaba de todo mi ser. Tuve ganas de gritarle a Taemin que era un puto, un cualquiera ¡que lo odiaba! Pero no me dio tiempo.
Lo vi sacar una caja de terciopelo oscura.
Le vi sonreír con nerviosismo.
Le vi arrodillarse frente a Na Eun.
-No…- susurré con lágrimas en los ojos- No lo hagas…
-Hyung…-susurró D.O tomando mi mano en un gesto cariñoso- hyung..
-No… no lo hagas, mi amor… -susurré de nuevo sintiendo como una lágrima bajaba por mi mejilla.
“Eun-ah…. ¿Tú… te casarías conmigo…?”
-No… Tae… no…
“¡Sí, sí quiero!”
Sentí como algo se quebraba dentro de mi pecho. Mis piernas se doblaron y estuve a punto de caer de rodillas en el suelo, pero unas manos me detuvieron con mucho esfuerzo.
-Aquí no, hyung… aquí no… -susurró D.O. tirando de mi.
Yo no lo escuché.
-¡Suéltame!- grité empuando a Kyungsoo con todas las fuerzas que tuve, haciendo que él me viera confundido- ¡déjame solo!
-Hyung…
-¡Déjame!- grité de nuevo y salí como alma que lleva el diablo hacia mi auto. Iba llorando… llorando como la vez que ganamos a mejor canción del año.
Por un instante al comenzar a conducir se cruzó por mi mente que en esas condiciones podía chocar… podía incluso morir. Tal vez sería lo mejor, solo la muerte terminaría con mi dolor.
Un momento… Yo ya estaba muerto.
Lee Tae Min me había matado.
¡Me había matado, maldita sea!
Y con ese pensamiento pisé más fuerte el acelerador.