Mes y medio después
P.O.V TAEMIN
Los días fueron pasando lentamente, tan lento que noche a noche lloraba en silencio empapando mi almohada mientras escuchaba el sonido del agua dentro del baño cayendo por todo tu cuerpo. Los primeros días los pasaste en el cuarto de Onew… yo tampoco te dejé entrar. Mañana a mañana encontré regalos en mi puerta todos con una carta de perdón, carta que rompía a pedazos y la lanzaba al cesto con todo y chocolates. Seguro lo viste.
Tu serenata… la ignoré totalmente. Todos y cada uno de los esfuerzos que hiciste para recuperarme durante la primera semana fueron inútiles, solamente te afronté para decir de nuevo “ya no te amo”.
¿Qué pasó? No lo sé. Después de aquella vez no volviste a mirarme, parecía como si mi contacto te quemara la piel, siempre pasabas alejado de mi cuerpo y solamente sonreías estando frente a cámaras o ante los demás. Conmigo todo era seriedad.
Volviste al dormitorio ¿para qué? Pensé que podría controlarme, pensé que podría ignorar tu presencia pero por las noches no podía hacer sino llorar. Recuerdo la noche que no pude más y abrí la puerta del baño… necesitaba verte, me hacía tanta falta. Tú no escuchaste el sonido, ni tampoco notaste mi presencia, estabas de espaldas a la entrada y enjabonabas placenteramente tu corto cabello castaño, yo tragué en seco.
El vapor impregnado en los vidrios del baño no me dejó apreciar tu figura entera pero lo que veía lograba que mi cuerpo reaccionara de inmediato. Tus hombros anchos, los músculos de tu espalda, tu figura de ensueño. ¡Dios Minho!
No imaginas cuantas ganas tuve de correr hacia ti, de pedirte que me tomaras de nuevo, de suplicarte que me amaras una noche, ¡una noche nada más!
“¿Puedes olvidar lo que dije una noche? ¿puedes tomarme, dormir, y al despertar fingir que nada pasó?”
¡Dios!
¿Por qué llegué a pensar que esto no dolería?
Tengo tantas ganas de preguntarte si me odias, si has dejado de amarme… tu frialdad me hiere el alma.
-¿Sigues despierto?- escucho tu voz saliendo del baño y me incorporo de golpe mirando hacia otra parte, ya no lloro, pero no quiero que veas lo enrojecido de mis ojos- Mañana no querrás despertar.
-Mañana es nuestro día libre- comento encendiendo la lámpara del centro mientras apago la luz del cuarto dejando todo levemente iluminado hacia el lado donde te encuentras y oscuro donde yo estoy sentado, sé que tú solo vez mi silueta.
-Ah… cierto- comentas en voz baja, al parecer realmente lo has olvidado, ¿recuerdas el último día libre que tuvimos? Me invitaste a un hotel… y nos amamos sin reservas, mas eso fue varios meses atrás.
Ahora todo es silencio. Noto que te sientas en el borde de la cama, de improviso, y cierras los ojos con fuerza llevando ambas manos a tu frente, parece que aprietas tu cabeza un poco.
Me preocupo.
-¿Estás bien… hyung?- lo siento, no puedo evitar preocuparme, sé que no debo decirte hyung si no estamos frente a las cámaras, sé que esa era tu palabra favorita. Lo siento, pero me preocupas. Lo siento, pero te amo.
-Solo quiero dormir- contestas con frialdad sin girarte a mirarme, tomas las sábanas del ropero y te acuestas en tu cama dándome la espalda. Yo ya no digo más, no tengo más que añadir.
A la mañana siguiente despierto con pesadez pero con una gran sonrisa en el rostro, tú ya no estás en tu cama, imagino que debes estar desayunando con el resto, a mí se me ha vuelto a hacer tarde. Me levanto despacio y voy al baño, me miro en el espejo radiante, feliz, y suelto un gran suspiro, ¡tuve un sueño maravilloso!
Sí, soñé contigo, mi amor.
Soñé que me tomabas entre tus brazos, soñé que mojabas mis mejillas con sus lágrimas antes de besarme como si la vida se te fuera en ello. Instintivamente acaricié mis labios y les sentí húmedos, seguramente los lamí mientras dormía haciendo que se mojaran con mi propia saliva, no es la primera vez que pasaría.
Casi una hora después bajo totalmente arreglado y encuentro a todos en la sala, Key y tú están viendo la t.v. aunque la diva parecer ser el único que pone atención, tú miras sin prestar atención, ni siquiera te ríes en las partes graciosas. Estás pálido.
De nuevo me preocupas.
-¡Taemin!- escucho la voz de Onew desde la cocina sirviéndome el desayuno que Key preparó desde más temprano- ¿qué horas son estas de despertar? Date prisa y come.
-Miahne- me disculpo con poca sinceridad sin dejar de mirar hacia donde estás, escuchas mi voz sin inmutarte, me ignoras otra vez- es que estaba cansado.
-Dejalo- sonríe Jonghyun apareciendo tras él- Es el maknae y tiene derecho a dormir más que nosotros, además no olvides que hoy es nuestro día libre.
Le di las gracias con una pequeña risa, mientras veo como nuestro líder hace una mueca resignado dejándome comer. Todo está bien, hasta que salvaje mano de Key aparece.
Te está tocando…
Acaricia lentamente tu mejilla y tú te dejas, ¡no dices nada! Incluso cierras los ojos, parece que los disfrutas.
¿Tan falto de mimos estás?
-¡Omo, Minho!- escucho que eomma Key te regaña dándote un suave golpe en el hombro- ¡estás ardiendo en fiebre!
“Fiebre”
Estoy a punto de ponerme de pie para ir hacia ti y darte algún tipo de medicina, pero el ruido de Onew corriendo hacia a ti me saca de mi nube y reacciono: “No puedo demostrar lo que siento”.
-Deberías tomar algo e ir a dormir, Minho.
-Lo sé… creo que hoy me quedaré en casa.
-Que mal, bro… -suspira Jonghyung masajendo levemente los hombros de Key, creo que esos dos se atraen aunque no lo admitan- Key y yo saldremos al cine, ¿no te gustaría venir?
-No tengo ganas de nada, en serio –suspiras negándote amable- prefiero quedarme.
-Bueno, de cualquier forma llámanos si cambias de opinión, ¿si?- insistió el moreno y el rubio le apoyó.
-Exacto- noto como te sonríe Key- Jong quiere que después del cine vayamos a cenar todos juntos, así que puedes alcanzarnos.
-Por el momento está bien que Minho se quede a descansar- interviene nuestro líder más tranquilo mientras se arregla su camisa- yo haré una visita a la casa de F(x), nos vemos más tarde.
-¿Y tú que harás Taemin?- pregunta Key junto a Jonghyun una vez que se pusieron de pie y caminaron tras Onew.
-Yo…- no sé qué decir. No tengo planes, sin ti no tengo planes. Sin ti nada vale la pena- Pues me quedaré un rato en casa y…
-¡Voy contigo!- escucho tu voz parándote de inmediato y empujando a Onew hyung hacia la salida- ¡vamonos en mi auto!
-Pero…
Suelto un gran suspiro y me levanto disculpándome con ellos, me encierro en el baño y comienzo a llorar.
Tú no quieres estar conmigo… te doy asco, te enferma estar a solas conmigo y todo es por mi culpa.
Yo te lastimé mi amor.
P.O.V. MINHO
Onew me mira de mala manera, sé que sabe que estoy huyendo de Taemin pero no me importa.
No quiero quedarme a solas con él, sé que cometeré una tontería… lloraré, me arrodillaré ante él y le pediré que me de amor… ¡qué patético!
Yo… pidiendo migajas a una persona que ya me dijo que no me ama.
“¿Qué hice mal?” es lo que me pregunto una y otra vez cuando estoy solo, pero no lo sé, él único que lo puede decir es Taemin, mas no quiere hablar conmigo. Excepto ayer… cuando la cabeza comenzó a dolerme noté en su voz algo parecido a la…. ¿preocupación?
-¡Hey, Choi Min Ho!- grita Onew haciéndome reaccionar y freno el auto de improviso.
-¿Qué?
-¡Idiota, te pasaste! Era la cuadra de atrás.
-Lo siento… ahora me regreso- respondo avergonzado dando la vuelta para llegar a la casa de f(x), él me observa curioso, sé que quiere preguntarme algo, sé que lo hará.
-¿Qué te pasa…?
-Nada, hyung.
-A mí no me engañes, Minho, soy tu líder y amigo.
-No me pasa nada…
-¿Es Taemin verdad?
-Si lo sabes para qué preguntas- lo corto con un gran suspiro deteniéndome frente a la casa de nuestras amigas, sé que el viene a ver a Victoria y no le agrada mucho mi presencia, a mi tampoco porque si me ven ahí pensarán que voy a ver a Sulli y no es cierto- Mi problema se llama Lee Tae Min, de sobra sabes que es así.
-¿Qué pasó…? Has llevado las cosas relativamente bien durante este último mes… pensé que ya eras capaz de controlarte a solas con él…
-Lo besé –confesé de improviso haciendo que los ojos de mi líder se abrieran como platos- Ese es mi gran autocontrol… -ironizé con una pequeña risa mordiendo uno de mis nudillos- El gran Choi Minho besó al maknae mientras dormía…
-Minho…
-¿En qué me he convertido, hyung?- le miro con lágrimas en los ojos- ¿en qué me ha convertido Lee Tae Min? ¡mírame! Soy un imbécil.
-Minho-ah… no vayas a llorar- comenta palmeando mis hombros gentilmente- No quiero que las chicas crean que…
-No te preocupes, baja tú solo. Iré a dar una vuelta.
-¿A dónde?- me mira preocupado. Sé que teme que cometa una locura.
-No te preocupes… supongo que iré a casa de EXO para charlar con D.O un momento si Jong In me lo presta, aunque no quiero hacer mal tercio.
-¿Y… ________-ssi? ¿Aún sigue enojada contigo?
-No lo sé- respondo de inmediato tocándome la mejilla donde la novia de Siwon me dio la cachetada cuando se enteró que me había besado con Sulli- no ha respondido mis llamadas. Aunque la última vez que la vi me abrazó… creo que “alguien” le contó sobre mi ruptura con Taemin.
-Debió ser Kai.
-Seguro… Taemin le cuenta todo y Kai es muy amigo de _________. En fin, supongo que igual puedo llamarle para tomar un café ¿no?
-Mientras Siwon no crea otra cosa está bien- ironiza mi líder bajando del auto y se despide de mí- ¡cuídate!
Le dedico una sonrisa casi sincera y me alejo. No sé a dónde voy, no me importa.
Quiero estar lejos de Taemin, es lo único que sé.
P.O.V Taemin
Ya es de noche, ninguno de mis compañeros ha regresado. Tomo mi móvil y veo un mensaje de Key de hace diez minutos diciendo que los alcance en un restaurant al que solemos ir a menudo, le respondo que llego en 30 minutos. No tengo ganas de salir, pero quiero ver a Minho.
Cambio mi camisa por una más formal, me peino, me perfumo y cuando estoy a punto de ir en busca de las llaves de mi deportivo escucho que alguien llama insistentemente a la puerta.
-¿Será que Onew olvidó las llaves?- hablo en voz alta y me dirijo hacia allí. Nunca he sido de esas personas cuidados que se fijan antes de abrir, así que simplemente abro la puerta de par en par y lo que veo me deja sin hablar- ¿Na Eun…?
-Oppa… - me mira suplicando y con los ojos llorosos- Cásate conmigo.