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Mi Estilista Personal por Ciel_Kuroshitsuji

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Notas del capitulo:

Bueno, perdón por la tardanza. 

De verdad que quería actualizar antes, pero por alguna u otra razón no podía o se me olvidaba. 

Espero ya poder actualizar más pronto. 

Los dejo leer. 

 

Todos se sorprendieron con la decisión del menor, incluyendo al estilista elegido. Su manager, y querida tía, Angelina se acercó a él y lo llevó a un lugar aparte de los entrevistados, pues no quería que escucharan lo que tenía que decirle.

-        Ciel, querido,  ¿Estás seguro de esto? – Le cuestionó sin dejar de mirarlo con duda - ¿Por qué lo elegiste a él?

-        Bueno, hay varias razones. El álbum que me enseñó no fue el mejor, pero hay algo en él que me dice que si trabaja conmigo no intentará hacerme cosas extrañas y obedecerá a lo que yo diga sin rechistar.

-        ¿Sólo por eso? Ciel… debes pensarlo bien, no tomes esto tan a la ligera. No te dejes llevar sólo porque piensas que te van a obedecer. – Replicó la pelirroja.

-        ¿Entonces con qué criterio tengo que elegir? Si no me obedece, ¿entonces para qué lo quiero trabajando conmigo? – Cuestiona sonando obvio.

-        Ciel, te lo diré de esta forma… El mejor que vino a la entrevista es Sebastian, no sé si lo notaste pero sus trabajos son impecables, no tiene errores y no creo que te dañe el cabello o la piel si lo dejas trabajar como tu estilista personal. – Exclamó seria la mujer. – Además, es muy guapo.

Lo último dicho por su tía lo hizo sonrojar y fruncir el ceño para después mirarla con unos ojos amenazantes.

-        ¡¿Y a mí qué me importa que sea o no guapo?! Yo sólo quiero que funcione y me obedezca al trabajar.

-        ¡Estás contratando a un estilista, no a un esclavo! – Gritó ya enfurecida la mayor. – Irás allá y les dirás que cambiaste de opinión, que no quieres a Undertaker y que decidiste quedarte con Sebastian… ¡Y no me importa si no quieres! Es lo mejor. – Exclamó firmemente antes de dejar que el más joven reclamara.

-        Ah… - La miró acusadoramente y luego bajó la mirada, resignado. – Está bien.

-        Ahora velo así, te lo digo porque quiero lo mejor para ti, además de que como tu manager y tutora legal, yo tomo las decisiones por ti hasta que seas mayor de edad, pequeño.

Después de esas palabras le apretó las mejillas y lo jaló hacia donde se encontraban antes. La mujer se sentó en su silla a esperar a que Ciel les dijera lo que tenía que decirles.

-        Eh… Bueno, he cambiado de opinión. No quiero a Undertaker, quiero a Sebastian Michaelis. – Dijo seriamente y sin sentir culpa, sólo un poco de fastidio al no ser realmente lo que quería.

-        ¡Vaya, qué sorpresa! – Exclamó el hombre peliblanco que había sido escogido antes, pero no lo dijo con sarcasmo, lo decía en un tono bromista. Después de eso recogió sus cosas y se fue sin decir más pero con una sonrisa en los labios.

-        Muchas gracias por elegirme, joven Ciel. – Mencionó el ahora estilista de Ciel, Sebastian.

-        No te emociones, ni agradezcas, que si por mí fuera no serías tú. – Respondió despectivamente y se dirigió a los demás. – Ya se pueden ir.

Justo después de eso salió de la sala de entrevistas y se fue a su oficina personal a descansar de todo ese agobio que había pasado. Se sentó en su silla que se encontraba frente a su escritorio y comenzó a ver varias cosas en su computadora. Estaba aburrido, no tenía algo bueno para hacer y sólo quería despejar su mente. Últimamente había tenido demasiada presión sobre él, desde que su antiguo estilista renunció y se fue sin dejar rastro.

Después de unos minutos de estar jugando en la computadora, a su oficina entró su tía junto con Sebastian, él sólo los miró molesto y luego regresó su vista a la pantalla del ordenador para ignorarlos.

-        Ciel, tenemos que arreglar el contrato con el joven Sebastian.- Dijo su tía amablemente para no molestar al menor, sin embargo, éste la ignoró por completo, lo que causó que la pelirroja se enfadara. – ¿Podrías dejar de hacer lo que sea que estás haciendo para ponerme atención?

Al escuchar cómo su tía lo llamaba en un tono más meloso que el anterior, supo que estaba molesta y que era mejor no empeorar las cosas, así que dejó el ordenador a un lado y luego miró hacia donde se encontraban los mayores. Suspiró y se resignó a escuchar lo que Angelina tenía qué decirle.

-        ¿No puedes arreglar tú sola el contrato? Después de todo, ya sabes cuáles son mis condiciones para que trabajen mis estilistas, aunque parece que ellos nunca las entienden. –Mencionó fastidiado el más pequeño.

-        Esta vez no. Ya que el contrato con el joven Michaelis será diferente a los de siempre, aunque no te guste, pequeño Ciel.

-        ¿A qué te refieres?- Preguntó con desconfianza el menor.

-        Bueno, esta vez quien pone las condiciones es Sebastian.

La cara del menor era todo un poema. No podía creer que alguien se atrevería a condicionarlo, y menos uno de sus empleados. Se sentía indignado, confundido y molesto a la vez. Eso no podía ser posible.

-        Creo que se están equivocando si piensan que voy a aceptar que uno de mis empleados me ponga condiciones. Si así va a ser, simplemente no lo aceptaré y mejor ve buscando a alguien más para el trabajo, Madame Red.- Espetó serio el muchachito.

-        No lo haré, Ciel. Así que deja de lloriquear y escucha lo que Sebastian tiene qué decirte. Si no te parece, podemos arreglar algunas cosas, pero se hará quieras o no.- Dijo Angelina, en un tono por demás autoritario.

-        Hmph, ¿ya qué?

-        Bien, por favor, joven Sebastian. Explíquele a Ciel cuáles son sus condiciones para trabajar.

-        Gracias. Bueno, joven Ciel, no tiene por qué alterarse, mis condiciones no son exigentes y al contrario, yo pienso que a ambos nos beneficiarán.

“La primera es que usted me deje trabajar a mi manera, no me diga cómo hacer mi trabajo y no intente cambiarlo una vez terminado. Yo le aseguro que será impecable y no tendrá ningún daño en su persona.

La segunda es que usted me permita tocarlo con confianza, si quiero o necesito tomarle la mano, las mejillas, cargarlo o algo parecido; por favor no se moleste ni reclame.

Y la tercera y más importante, por favor déjeme establecerme en su hogar y vivir con usted.”

Ciel estaba prestando suma atención a lo que Sebastian le decía, a cada palabra que pronunciaba el mayor, su ceño se fruncía más y más. Si con la primera condición no estaba muy de acuerdo, con la segunda menos; pero lo que en verdad dejó fuera de sí al menor, fue la última petición. ¿Vivir con él? ¿Como por qué o para qué? Si quería, podría conseguirle un lugar dónde vivir, pero estar justamente donde él mismo, eso sí que no lo entendía. En su cabeza rondaban cientos de dudas acerca de eso. No se sentiría cómodo viviendo con alguien, que para él es un completo desconocido. ¿Qué rayos tenía en la mente ese sujeto?

-        No.- Dijo sin más el menor de los tres. – ¿Por qué es necesario que vivas en donde yo? Si necesitas un lugar dónde vivir, yo te puedo conseguir un departamento, o incluso una casa para ti solo, pero no quiero que vivas conmigo.

-        Joven Sebastian, yo tampoco entiendo por qué desea eso. Cuando me mencionó sus condiciones, sólo me dijo las dos primeras, pero no oí nada de vivir con mi sobrino.

-        Bien, la razón es porque necesito un lugar dónde quedarme, sí. Pero no quiero hacerlos pagar por un lugar para mí sólo, tómenlo como parte de mi paga, no seré una molestia. Además así aprenderé a comprender los gustos del joven Ciel y lo conoceré mejor. Y esa condición es inquebrantable. Bien, cuando tomen su decisión, me avisan. Estaré en la sala de espera, por ahora los dejo solos para que hablen.

El más alto se levantó de su asiento y se dirigió a la salida de la oficina con un paso calmado. Al momento en que la puerta se cerró. Angelina giró su vista hacia Ciel, quien estaba más que aturdido y con el ceño aún fruncido. La de ojos rojos suspiró para comenzar con la plática.

-        Ciel, pequeño, ¿qué piensas acerca de las peticiones que te hace Sebastian? – Cuestionó con un deje de amabilidad para no alterar más de lo que debía a su pequeño.

-        Acepto que él haga su trabajo como quiera, no me meteré, ni lo cambiaré; incluso puedo soportar el hecho de que pueda tocarme con confianza, me costará acostumbrarme pero sé que podré hacerlo. Sin embargo… ¡Detesto la idea de que esa persona vaya a vivir conmigo! ¡¿Qué es lo que piensa?! ¿No quiere hacer que paguemos un lugar para él? Eso no me interesa. Yo quiero seguir viviendo como hasta ahora.

-        Lo entiendo, Ciel, pero… ¿qué te parece si le damos un tiempo de prueba? Algo así como un mes. Que viva contigo durante ese tiempo, y si en verdad lo detestas después de eso, te prometo que le diré que ya no requerimos de él, y que conseguiremos a alguien más. – Mencionó su idea la pelirroja, sonando bastante convincente para el menor, aunque aún podía verse duda en su semblante.

-        No lo sé. Lo pensaré. Por ahora dile que se vaya, ya lo llamaré en la semana. O cuando tenga tomada mi decisión.

-        Está bien, Ciel. Por ahora te haré caso, pero espero que pienses en lo que yo propongo. No es una mala idea. Después de todo, él dijo que no quiere ser una molestia, así que no creo que haga algo malo. Bueno, me voy. – Dicho lo último, se acercó a Ciel, le besó las mejillas y salió de la oficina.

El menor se quedó solo, sentado ahí sobre su silla giratoria, la que para él era muy cómoda. Incontables veces se había quedado dormido sobre ella. Pero esta vez no se dormiría; ahora tenía que pensar en la propuesta de su tía, la cual de verdad le había parecido interesante. No estaría mal poner a prueba a ese hombre, de todos modos, él vivía solo, salvo por las personas de servicio que se encontraban en la mansión; así que no habría problema alguno por el espacio. Lo que realmente le molestaba era tener que compartir su vida con alguien más, sobre todo porque era un desconocido para él.

Dudaba mucho en si aceptar o no, por un lado no le importaba que alguien más viviera en su hogar, siempre y cuando no tuviera contacto alguno con esa persona, ni se involucrara en su vida; sin embargo si Sebastian vivía ahí, por más que lo intentara, tendría que tener contacto con él. Por otro lado, Sebastian provocaba algo en él, no sabía qué era ni por qué, pero sabía que algo pasaba en su interior cuando el pelinegro lo miraba a los ojos o le hablaba. Sentía que se quemaba por dentro su cara y su pecho, y en su estómago sentía algo extraño que, aunque era así, le agradaba.

Rápidamente se deshizo de esos pensamientos y sacudió su cabeza, ahora en lo que tenía qué pensar era en si le convenían las condiciones de Sebastian. Él nunca había dejado que alguien más lo condicionara, a excepción de Madame Red y sus padres, claro está; pero ellos tenían ese derecho por ser su familia y sus tutores, en el caso de Angelina, también su manager.

-        ¿Qué debería hacer? – Se cuestionó a sí mismo. – ¿Qué harían mis padres si algo así se les presentara? Ellos eran muy sabios, y no dejaban que alguien les diera órdenes, salvo los directores de escena. Eran tan profesionales, los admiro como a nadie más. ¿Qué consejo me darían?

Se quedó meditando en lo que debería hacer, teniendo en mente a sus padres, quienes ya no se encontraban en ese mundo. Con melancolía los recordó. Cuando estaba solo podía recordarlos y demostrar su tristeza, ya que nadie lo podía ver.

-        Aunque no están más aquí…

 

CONTINUARÁ... 

Notas finales:

Por fin el segundo capítulo. 

¡Dejen reviews! 

Y muchas gracias por leer. Por favor díganme si les está gustando lo poco que llevo. :) 

AVISO: Hola, este aviso es para todas las personas a las que les guste hacer rol yaoi, hay un nuevo grupo de rol en facebook. Se llama "Máxima Seguridad" (por ahora, ya que no se tiene un mejor nombre) 

Se ambienta en Eslovaquia, sin embargo es una Eslovaquia en decadencia en la que hay un líder con mucho poder, y luego 3 estatus sociales en los que hay muchas diferencias. Estos niveles sociales son los Mocný, los Práca y por último los Postvaní.

En este grupo de rol lo más importante que se pide es que TENGAN UN FACEBOOK DE SU PERSONAJE SÓLO PARA ESE GRUPO DE ROL, y así puedan tener una mejor convivencia dentro del rol. 

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 O pidan unirse al grupo para que les den más información: 

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Gracias por su atención :) 


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