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Bittersweet por -oOYUKI-NII-Oo

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∞ Titulo: "Bettersweet"

∞ Autor:YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

RantingNC12

∞ Pareja: SasuNaru

∞ N/A Naruto no me pertenece. Todo es de su gran autor, Kishimoto-Sensei

∞ Resumen: Un pequeño Naruto con fuerte convicción y un huraño Sasuke con mucho amor.

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Capitulo 3. Conociendo el mundo a través del cielo

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 Abrió sus azules ojos, una mancha amarillenta fue lo primero que vio, seguido de una luz fugaz y el sonido de los autos, parpadeo, tratando de que su vista pudiera enfocar algo más que sombras traslucidas. Trato de incorporarse. Error. Su mano dolió horrible. Giro su rostro, había alguien junto a  él. Lo reconoció enseguida, respiraba agitadamente y asomaba su cabeza de vez en vez fuera de la oscuridad.

Levantó su brazo con cuidado para sostener su mano que de seguro tenía un esguince o tal vez algo mucho peor. Mejor  que no, porque eso sería boleto seguro al hospital.

Sintió el peso de una mirada sobre él, alzo su cabeza, los ojos verdosos y opacos de nuevo caían afiladamente sobre él. Sonrió con circunstancia ante el rostro serio y sin expresión, joder, podía jurara que ese pelirrojo estaba furioso y que no lo mostrara en una mueca le daba más miedo.

r13;Eres un estúpido r13; fue lo único que dijo el chico pelirrojo antes de volver a sacar su cabecita y asomarse a ver si ya no había ninguno hombre de los que los había perseguido, rondando por ahí.

r13;Me llamo Naruto r13;habló ignorando el brusco tono del otro, de nuevo voltio a verle tan solo unos segundos antes de ignorarlo por completo, ante esto el rubio frunció el seño e hizo un mohín con la boca, ese niño, era un bastardo r13; ¿Sabes? no parecías tan insoportable cuando recién te vi r13; los ojos delineados por unas profundas ojeras se pusieron en blanco, como si fuera fastidioso escuchar lo que le estaba diciendo, esto no hizo más que elevar el mal humor en el rubio que con su mano no lastimada tomó al otro por la camiseta y lo acercó su rostro desafiante r13;. Mira, no sé que por qué diablos me acerque a alguien como tu pero estamos metidos en problemas si no me equivoco así que por lo menos quiero saber tu nombre y no morir junto a un desconocido tebayo r13;  vamos que no le contestara y él le sacaría la vocecita de un buen puñetazo que le diera.

r13;Gaara r13;. Contestó con evidente parsimonia r13;. Mi nombre es Gaara – y se soltó del agarre, desviando la mirada en la mano temblorosa que estaba a un costado del rubio, estaba fracturada, subió de nuevo la mirada, esos ojos azules vivaces y brillantes le causaban ganas de vomitar.

r13;Mucho gusto Gaara tebayo r13; termino usando la cortesía por costumbre y viendo el cielo por el plástico que estaba sobre sus cabezas, ya llovía r13;. Mama me matara r13; susurro absorto de que había sido escuchado r13; esta vez me dejaran sin ramen  r13; gimoteo llevando su lastimada manita a su pecho y reprimiendo la mueca de dolor que le causo tal acto r13; pero claro tenía que ayudar r13; se reprocho esta vez un poco más alto.

r13;Nadie te lo pidió.

r13; ¿Eh? r13;. El rubio giro ante el pelirrojo que también veía el cielo revuelto y aspiraba el olor a humedad.

r13; Nadie te pidió  tu ayudar13; termino viéndolo por el rabillo del ojo izquierdo r13;. Yo hubiera podido solo.

El Namikaze elevo una ceja incrédulo ante lo que escuchaba ¿que había podido él solo? Sí, claro y él era una hermosa princesita de cuento de hadas, nada que, ese pelirrojo estaba en problemas y no quería admitir su derrota, era un orgullosos justo como Sasuke. Joder, ¿por qué siempre le tocaba conocer personas como el teme? ¿Qué pecado había cometido en su otra vida?

Y siguió cuestionando unos minutos más antes de que un ruido le pusiera en alerta a él y a su compañero de aventura.

El pelirrojo lo empujo por el pecho y le hizo una señal para que guardase silencio, él solo asintió y se pego más al cuerpo de este y la pared en la que estaba recargado, sentía la respiración sobre su cuello, y sentía su propio miedo a la expectativa, no quería ser encontrado de nuevo y no por su propia seguridad sino porque Gaara ya se había manchado de esa sangre sucia en su rostro, todo porque él no tuvo los reflejos necesario para actuar a tiempo, el sonido de pisadas empezó a ser más intenso, el cuerpo junto a él sufrió un escalofrió, al parecer el valiente que podía con todo también tenía miedo. Subió sus manos con dificultad siendo lo más cuidadoso que pudo hasta llegar a los oídos del de ojos verdes y cubrirlos.

Era todo lo que se le había ocurrido hacer para que ya no sintiera el pánico de ser descubierto y también para darse la seguridad de que tendría la suerte suficiente para salir de esta.

Él tenía que demostrar algo muy importante la próxima vez que viera a Sasuke, que él esta ocasión podía proteger aunque fuera un  poco a alguien, sin salir él también lastimado.

Cosa que se veía imposible, pero estaba bien, las pruebas nunca habían sido fáciles ¿verdad?

El corazón le latía con fuerza, más fuerte, más cerca. Presiono más sus manos sobre los oídos del pelirrojo.

Silencio, los pasos se habían detenido. Mordió su labio para amortiguar la exclamación que rozaba por salir. Todo se detuvo por unos instantes entre la línea de lo que podía pasar y de lo que debía ser.

Los ojos verdes le miraron con detenimiento y los suyos mostraron la convicción de que sucediera lo que sucediera él no lo dejaría solo.

r13;“Todo estará bien” - articulo en un suave movimiento con su boca, sin poner eufonía a las palabras, solo para que Gaara pudiera entenderle. Para que dejara de temblar y sostenerse mutuamente

Y por estúpido que pareciera y desafiando la lógica Gaara quiso creer en lo que se le decía, quiso poder tener la suficiente capacidad para tener fe en algo y quiso tomar esos ojos azules que le recordaban el limpio cielo de su país de origen y guardarlos como un par de esmeralda egoístamente solo para él.

Porque si lo hacia el vacio en su mundo empezaba  difuminarse como el humo del cigarrillo en abril

Eran los dos de la mañana y el continuaba sentado a un lado del teléfono en la sala principal y acompañado por un Sai que sin nada mejor que hacer se había quedado dormido en el sillón contiguo con la razón de que en su habitación estaba demasiado caliente y no quería estar en ella. Y él no tenía la entereza como para discutir con el otro que hacía solo unos minutos había caído rendido y se había callado al fin antes de acabar de destrozar sus nervios por completo.

Fue quizás diez minutos después de que recargara su cabeza cansadamente sobre el respaldo que el móvil sonó.

Fue breve, demasiado, pero la conversación había durado lo suficiente para que sintiera lo bonito que era respirar de nuevo y como la tierra a pesar de ser a veces una maldita porquería seguía siendo un buen lugar para vivir.

Echo de nuevo su cabeza hacia atrás cerrando pesadamente sus ojos y no sintiendo la manta que era echada en su regazo y como su acompañante se retiraba sigilosamente junto a su hermano mayor.

Hoy soñaría con la ciudad de Konoha y con la enorme casa en donde vivía, hoy soñaría  con el rostro infantil de su mejor amigo y las mariposas que sintió al probar los húmedos labios que ahora parecían tan lejanos que los recuerdos se desvanecían lentamente de sus memorias.

 …

 

 

Naruto a sus doce años había aprendido ya el valor de las cosas importantes. Primero por sus padres, que lo habían protegido y cuidado desde siempre.

Después con su mascota, Kyubi, quien tras un accidente se había lastimado sus patitas y él había prometido que jamás le volvería  a pasar nada  así, después cuando esos chicos le habían marcado la cara por no decirle donde estaban los hermanos Uchiha que eran como su familia.

Si, Naruto se había dado cuenta que una persona siempre cuidara lo que más quiere, aquello que es importante, porque es la fuente de la fuerza.

Tal vez fue por eso que movido por la falta de vida que presentaba los ojos verdes y ojerosos había gritado y pataleado, exigido y casi rogado que no se llevaran al chico pelirrojo que aunque no lo demostrara también estaba asustado con la sola presencia de su padre. Que parecía estar reservando un sádico castigo para el chico

Y no lo soltó, ni cuando los jalaron y se lastimo en el proceso, no lo soltó ante las palabras dulces de su madre y la mirada que reprendía de su padre, no lo soltó porque sabía que algo pronunciaba su nombre llamándolo y aferrándolo a él.

Si, Naruto a su doce años aprendió algo más que solo lecciones de bondad y valentía, el aprendió que el amor no es miedo, y que a veces quien te dio la vida es también tu ejecutor.

Las vacaciones estaban a punto de acabar y él había tomado la manía de parar a compara ramen en el centro comercial solo para ir hacia  el callejón que estaba  a dos cuadras de ahí y meterse sin ningún temor llegando hasta la esquina de la izquierda y sentándose junto al pelirrojo que recargado en la pared lo veía unos segundos antes de tomar el cuenco con la sopa y comer  quisquillosamente mientras que el rubio empezaba con el monologo de ese día. O sin medir palabra lo giraba para curar alguna que otra herida que el mismo se provocaba o que en una borrachera su padre le daba, mientras gritaba como un desquiciado que él tenía lA culpa de la muerte de su esposa.

Y para que discutir si era cierto, él había robado la vida de aquella que debió llamar madre al momento de nacer.

Los golpes, las heridas y los gritos no la harían volver, eso él ya lo había entendido a los ocho y esperaba que su padre algún día también lo hiciera, pero la esperanza ya se le había acabado, y  las ganas de continuar se las había llevado hacia mucho la única persona que valía la pena recordar, su tío Yashamaru, que para no perder el hábito  había acabado de destruir lo poco que quedaba en él, al querer ahorcarlo aquella vez antes de que se suicidara y la familia pusiera sobre sus hombros una muerte mas.

¿Acaso solo para eso había venido a este mundo? ¿Solo servía para ser el chivo expiatorio y receptor de pecados?

r13;Gaara, te estoy hablando tebayo r13; y la voz chillona y alegre le saco de sus pensamientos, giro hacia el rubio que le miraba curioso con esos ojos que tanto comenzaba a ambicionar.

r13;Hm r13; y dos letras convertidas en sonido, le hacían entender al Namikaze que era escuchado.

r13;Te decía que si quieres ir a dormir a mi casa r13;. El pelirrojo alzo sus hombros. Le daba igual, cerca, lejos ¿cuál era la diferencia? r13;. Me tomare eso como un si tebayor13; sonrió el rubio anchamente antes de continuar platicando lo que ese día Iruka-sensei le había puesto hacer.

Pero también hubo una posibilidad nueva y tentadora que se le presento entre sus pensamientos realistas y extremistas

r13;Oh, conocerás a Kyubi. Veras como te cae de maravilla, es tan esponjosito pero a veces es tan gruñón. Seguro se lo pego Sasuke teme.

¿Qué tal si el día en el que había pensado en acabar con su vida de mierda tenía que ser arruinado por el imprudente rubio?

r13;Mama cocinara unas galletas ¿te gusta el chocolate Gaara?...

Solo para ser arrastrado al mundo donde lo malo tenía un deforme lado bello y positivo.

r13;…Y jugaremos videojuegos tebayo, que ya voy perdiendo la práctica….

Y conocer como las cosas eran vistas a través de las cuencas azules.

r13;Esta vez superare la puntuación de Sasuke r13; y rio entre dientes imaginándose la cara del azabache cuando le mostrara el tablero.

Solo existía una discrepancia en todo aquello que empezaba a tomar.

r13; ¿Sabes? Sasuke está ahora en Italia pero de seguro que vuelve pronto, las vacaciones ya se van a terminar…

El dueño de ese nombre era pronunciado continuamente por Naruto en un matiz de añoranza y ternura que le hizo recordar como sonaba en su voz el nombre de quien casi lo mata.

Solo esperaba una cosa.

r13;Veras puede parecer un bastardo pero te caerá bien…

Que aquel no osara tratar de matar el nuevo mundo que Naruto le mostraba porque entonces...

r13;Aunque puede ser un amargado tebayo – sonrió recordando el rostro de Sasuke cuando despertaba de mal humor.

Él no dudaría en mostrarle el mundo del que el venia.

 


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