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Bittersweet por -oOYUKI-NII-Oo

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∞ Titulo: "Bettersweet"

∞ Autor:YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

RantingNC12

∞ Pareja: SasuNaru

∞ N/A Naruto no me pertenece. Todo es de su gran autor, Kishimoto-Sensei

∞ Resumen: Un pequeño Naruto con fuerte convicción y un huraño Sasuke con mucho amor.

 

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Capitulo8 Fragmentos de sentimientos.

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Se sostuvo de las sabanas fuertemente mientras sus caderas se movían de adelante hacia tras, oía el erótico jadeo en su oído y gemía ante la mano que acariciaba su pezón, embestidas, gritos, lo tocaba, lo miraba y le susurraba lo hermoso que era su rostro a la hora del orgasmo.

Arqueo su espalda, esa voz obscena siempre le hacia tener esas oleadas en su bajo vientre, tan delicioso, sintió como lo tomaba por la cintura elevándolo un poco, un gemido sordo, el muy bastardo lo estaba girando poniéndolo en cuatro patas y el solo aruñaba el colchón escondiendo su rostro en la almohada que aun continuaba sobre la cama, el sonido de succión inundaba sus oídos llevándolo al mas puro éxtasis, la arremetidas más duras, más profundas, el final esta cerca.

Sintió el caliente pecho pegarse contra su espalda y como era empujado aun mas hacia adelante, un largo jadeo y la sensación caliente entre sus entrañas le hizo apretar un poco su entrada, estrujando el pene que se vaciaba chorreante en su interior mientras que el espeso liquido que salía de su palpitante polla, manchando el colchón y a las sabanas que estaban enredadas y a punto de caer.

Con la respiración  agitada y el corazón latiendo acelerado percibió, el miembro salía de él a la vez que por sus piernas escurría esa candorosa leche que antes le llenara tan exquisitamente, cerro sus ojos cansados oyendo un murmullo acompañado de su nombre. El alcohol empezaba a ser volátil en su sistema, ¿Cuánto transcurrió? Una hora, tal vez dos, no lo sabia tan solo se levanto y observo al chico de cabellera clara aun lado de el.

Lo había hecho de nuevo.

Fue el primer pensamiento que tuvo antes de bajar y observar con más detenimiento las facciones relajadas de su compañero de copas.

Lo movió un poco, tenían que regresar eran más de las tres, su nii-san  no estaría contento.

r13;Sugeitsu r13;le susurro en el oído r13;, levántate tenemos que irnos r13; una mano lo cogió improvisadamente del hombro tumbándolo sobre el descubierto tórax fuerte y trabajado

r13;¿Ni siquiera me dejaras dormir esta vez? r13; pregunto con sarna sonriéndole  de medio lado

r13;Lo siento r13;susurro haciendo una de esas meucas exasperantes y falsas que todos sus conocidos tanto ignoraban

r13;Sabes, Sai, no tienes que usar esa sonrisita conmigo, es fastidiosa r13; le reprendió ceñudo el de ojos marrones, levantándose un tanto y dando un vistazo por toda la habitación r13;. Joder, hoy si que llevabas prisa r13;se quejo yendo hasta donde estaba una de sus tantas prendas regadas por el piso

r13;Si, creo que si r13;le dio la razón  cogiendo su bóxer y poniéndoselo r13; aunque pensé que tu también, como me la metiste tan rápido r13; hablo sincero oyendo el chasquido de lengua del otro y aventándole la camiseta blanca del uniforme

r13;Eres un pervertido – farfullo abrochándose el pantalón y sintiendo la mano del pelinegro sobre su pecho, ya estaba vestido de nuevo.

r13;¿Acaso tú no lo eres? r13; Un roce de labios y separo dejando al de cabellos claros con la frustración del deseo de un beso no cumplido

r13;Sí, lo soy r13; sonrió. Jalándolo de la pretina del pantalón, provocando que el pelinegro regresara sobre sus pasos antes de tomarlo del mentónr13;, pero a veces tú ganas r13; murmuro juntando sus labios y delineando la finura de estos con la punta de la lengua

Se separaron saliendo de la habitación del primer motel donde fueron a parar después de la salida habitual a un bar, donde a falta de pareja y sin querer complicarse demasiado la vida, ambos hacían lo que se les antojaba con el otro, poniendo en acción su acuerdo de amigos con derecho a roce que Sai tanto profesaba por haberlo leído en uno de sus tantos libros, y al cual Sugeitsu no molestaba para nada. Además venían haciéndolo desde la llegada del chico de ojos oscuros al país, hace más de 2 años.

El de ojos marrones le paso el casco, los brazos rodearon su cintura y el motor de la motocicleta rugió, las calles solitarias y oscuras los absorbieron mientras que las luces delanteras iluminaban el camino a casa del pelinegro, ese apartamento a poco más de cinco kilómetros.

Veinte minutos después, el edificio de apartamentos se dejo ver, Sugeitsu bajo por la rampa que daba al sótano, ese era el estacionamiento. Sai desmonto apenas y la motocicleta se había alienado a las marcas amarillas que delimitaban el lugar predilecto en donde el dueño le gustaba dejar a su amada y proclamada esposa: una Harley-Davison, el de cabellos claros recibió el casco, bajando también, le dio un último beso a su Harley y así  ambos subieron por la escalerilla que llevaba al vestibulo, Sugeitsu vivía en el mismo piso que Sai, eran vecinos, tomaron el ascensor, resintiendo el cansancio acumulado del dia sumado a la tosquedad de la que los dos hicieron uso sobre el otro, el de cabellos claros se levantaría hasta la tarde del siguiente día, con un seguro dolor de cabeza y sin tener humor para nada que no fuera el comportamiento singular de una visita de Sai.

r13;Oye – le llamó mientras que el chico restregaba sus ojos, también tenía sueño, tiempo atrás cuando apenas y construían esa relación, Sugeitsu le había preguntado, demasiado curioso, el porqué diablos no amanecían ese cuarto de motel improvisado, de todos modos ya estaba pagado,  la respuesta obtenida, como tantas veces había recibido ya anteriormente ante alguna cuestión que surgiera en su cabeza llevaba un elemento en común “no quiero preocupar a Obito-Niisan”, y eso era todo Obito tenia el control absoluta de cada acción, de cada decisión y comportamiento. – La próxima será en mi  apartamento – mascullo, de mal humor de solo recordar al hermano mayor de Sai, este le miró y asintió en entendimiento, dando un bostezo – Sai – le llamo, las puertas metálicas se abrieron - ¿que harás? – Y el chico ladeo la cabeza no llegando a entender - ¿cuando realmente te enamores de alguien, que harás? -

r13;Eso es fácil r13;sonrió  saliendo del ascensor y sacando su llave para abrir. Sugeitsu le siguió dándole un espacio que sabia necesitaba. Sai era así se alejaba cuñado algo parecía abrumarlo, solo para correr hacia la única persona que parecía tener la respuesta a todo aquello del mundo que no llegaba a entender. Miro a Sugeitsu seguro de su contestación. r13;Indudablemente lo estropeare r13; las cejas se le enarcaron graciosamente mientras que el de ojos marrones estrechaba la mirada.

r13; ¿Por qué esta tan seguro? r13;curiosidad pura e innata curiosidad invadió de pronto todo su cuerpo, que clase de respuesta era esa de todos modos.

r13;¿Quién amaría a alguien como yo?r13; Refuto, interesado en recibir una refutación, una que su amigo no podía darle r13;. Buenas noches Sugeitsu – se despido al no obtener más que silencio, bien no esperaba mucho de todas formas.

r13;¿Y si yo te amara? – Solto de pronto, sosteniéndole del codo para que no se fuera y obligándole a que le viera. Y no es que eso fuera cierto, porque él no había confundido en ningún momento la relación que existía entre ellos dos, o eso quería pensar

r13;No lo se r13;y alzo sus hombros r13;, diría que solo estas confundido, lo leí una vez en un libro que eso suele pasar cuando te acuestas con tu mejor amigo, creo que  eso es lo que te pasa Sugeitsu, mi deber seria darte mi apoyo pero creo que yo soy la fuente de tu problema así que no lo se r13; y vio al de cabellos claros poner los ojos en blancos ante su explicación

r13;Si, como sea r13;le corto r13; esa sigue sin ser una buena explicación r13; se dio la media vuelta, para empezar a caminar rumbo a su puerta la cabeza le estaba comenzado a punzar r13;Nos vemos mañana r13; y sus pies siguieron su camino, llevándolo hasta su hogar

Sai le observo perderse por el pasillo, con algo naciéndole en el pecho que no supo descifrar.

Sai en el invierno de sus 17 años jamás se había encontrado con una pregunta que lo tomara desprevenido, él siempre sabia como contestar o al menos se esforzaba en hacerlo, ya que se suponía, era él quien estaba lleno de dudas, de cuestiones que necesitaban imperiosamente entender, situaciones que no les cogía el hilo o reacciones ante dada situación, quizás fue por eso que su cuerpo le tembló como gelatina y recargo su espalda en la puerta ya cerrada.

Era cierto, entre tantas interrogantes que rondaban a diario por su cabeza nunca se había planteado esa que su amigo le había puesta en la cara.

¿Realmente que haría, una persona como él, que es incapaz aun de relacionarse con la gente?

Quien sigue manteniendo pesadillas oscuras y tenebrosa por las noches.

Quien en secreto se encierra en el baño a jugar  con la pequeña navaja que había pertenecido una vez a su hermano, y entre el vapor del agua caliente y constante sonido de la gota de la llave al caer, hacia una herida más a sus muslos porque sabe que solo se puede sacar un dolor mediante otro.

No, no estaba seguro, de hecho no podía ni siquiera hacerse una idea, todos sus encuentros eran meramente placer y carne, de esos que te ponen la mente en blanco por unos segundos, que te hacen abandonar el mundo, donde el pasado y el futuro no valen ni importa, donde puedes perderte sin miedo a ser lastimado, no mas de lo que ya estas.

Si, en definitiva no lo sabia, que es lo que haría una vez y estuviera enamorado, claro poniendo la posibilidad de que eso algún día podría pasarle.

Pero mientras ese momento llegaba abrió la puerta de su hogar, abandono su pequeña maleta con ropa sucia y camino por el corredor empujando con cuidado el torno de aquella habitación de la derecha y quitándose las prendas se metió entre las sabanas y los brazos de quien siempre lo esperaba.

Y todos los miedos quedaban tras la puerta mientras la suave voz de un alto pelinegro tatareaba una suave canción.

r13;Nii-san r13; susurro antes de perder  la conciencia de nuevo.

Lo que Sai no sabía y lo que seguramente algún día entendería es que existen amores diferentes, tan variados y fuertes, que uno pasa por alto cuanto amas a alguien disfrazándolo con un tierno “te quiero”

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Especial.

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Había oído bien. Le había dicho que era especial entonces no pudo evitar pensar “¿Por qué?”

Mordió su labio y cerro sus ojos por un momento, los brazos le tomaban con delicadeza ingénita casi con finura, la respiración sobre su cuello era pausada y la humedad de las largas pestañas le rozo la piel.

Pero no dijo nada, se mantuvo quieto, con la cabeza llena de imágenes, con el corazón repleto de sentimientos y con la mirada explotándole de recuerdos.

Alzo su mano tocando la mejilla, lo quería tanto…tanto que dolía, era insoportable, sumamente desagradable, el año que habían estado juntos estaba a punto de desaparecer, en cuanto sus cuerpos se separaran la relación se rompería, ambos lo sabían, pero ninguno hacia nada para detener al otro y de nuevo esa pregunta hizo eco en su cabeza, bajo los brazos, haciendo su cabeza hacia un lado, sus labios aun estaban hinchados ante el beso indecente que se habían dado en el baño.

r13;Lee, apresúrate muchacho r13; grito un hombre con un chaleco verde y una camisa de manga larga, moviendo su brazo para hacerle una seña a su alumno

Y lo soltó, con lentitud, ¿dolía? Era esa la palabra que se apresuraba a revocar aunque  sentía como algo se le quebraba en el pecho, compuso una mueca alegre, sonriéndolo con esa energía y luz tan maravillosa que le salía del alma, los ojos lo escrutaron antes de entrecerrase nuevamente y que el rostro bajara por una fracción de segundo, si a él también le dolía.

r13;Necesito hacerlo susurro con su mejor voz el otro tan solo asintió sin contestar realmente nada r13;Ya lo veras r13; alzo su tono dos octavas mas r13; te lo demostrare Gaara-kun, me convertiré en el mejor. ¡Yosh! r13; y con su mano hecha puño en alto, él dio convicción a aquella promesa que al pelirrojo le resulto amenazantemente realista

Y reprimió el “quédate” que quedo bailándole en los labios, solo para asentir una vez mas, ocultando la cara de tristeza que luchaba  por destrozar la mascara de resignación tan bien empleada.

No le gustaba ser especial, no le gustaba si después ya no podía volver hacerlo para Lee.

Un grito más, era hora de abordar el avión. Los ojos verdes no evitaron fulminar al odioso reclutador y al gritón sensei de su pareja, se retractaba, de quien había sido su pareja.

No podía pedir que se quedara, no podía pedir que Lee no amara a nadie mas que a él, mucho menos que mantuvieran una relación a distancia ante un tiempo que parecía ser incierto

Y el egoísmo peleo contra la sensatez y su amor, él no quería que al final fuera sucio, bastante tenia ya con su pasado como para  llenar de fango la historia que había mantenido con el de ojos redondeados.

Un beso más y le quemo la piel.

Era su sueño, se recordaba, el ojinegro deseaba ser el mejor futbolista de la liga juvenil.

r13;Te amo Gaara-kun r13; le dijo a modo de secreto en su oído y se marcho perdiéndose entre gente y maletas

El pelirrojo se quedo parado ahí, viéndolo partir antes de marcharse él también escuchando como los fragmentos de lo roto sonaban en su interior.

Recorrió el largo corredor de estructura completamente blanca, se  recargo en la barra donde la enfermera de turno era esta vez de su agrado. Soplando su rebelde mechón que constituía su tupe sonrió suavemente ante quien levanto la mirada y devolvió el gesto.

 

r13;Hola Konan r13; y la chica de cabellos azulados y cortos  reviso su ordenador antes de volverse de nueva cuenta ante el rubio de coleta

r13;Puedes pasar, no tiene pacientes r13;y el chico asintió agradecido r13; Oi Deidara r13; le llamo antes de que este diera mas de dos pasos r13; ¿Cuándo será tu próxima exposición?

r13;El próximo mes hum r13; dijo orgulloso, la chica asintió r13;

r13;Te esta yendo bien por lo que veo r13; el chico hizo un gesto humilde, no quería vanagloriarse mucho, el arte no se trataba de eso r13;bien, pues que sigas teniendo suerte r13; deseo la pelaizul, el rubio agradeció y continuo su camino

Dos metros más al fondo se encontraba el consultorio de Itachi y el hacia la visita para ir a comer cada vez que tenia tiempo libre, no era fácil, sus carreras tan distintas, exigían un serio compromiso que ellos aceptaron desde un principio sin descuidar claro el que ya tenían él uno con el otro.

Era por eso que en esos pequeños lapsos de tiempo libre, aprovechaban para secuestrarse mutuamente  y pasar anquen fuera una hora juntos, vivir adyacentes ya no era suficiente, no para ellos dos.

Era por eso que después de una atareada semana, Namikaze Deidara se sentía con la imperiosa necesidad de estar junto a Itachi, quería los mimos tiernos que anquen no le iban mucho secretamente y sin admitirlo adoraba, quería ser estrujado en un abrazo y oír las obscenidades y propuestas indecorosa del Uchiha que le incitaban a tener sexo sobre el escritorio de su consultorio.

Y si eso llegara a pasar en ese momento él solo se subiría y abriría las piernas, hacia tanto que no podía sentir totalmente al azabache que sabía bien lo que la abstinencia traía.

Sexo duro y salvaje.

Justo como le gustaba.

Y con esos pensamientos y culpando a  su salido novio por pegarle lo pervertido fue como abrió la puerta y un “Oh” salió de sus labios ante la oscura mirada incrédula y la sonrisa pedante del quien se decía el mejor amigo de su novio, Kisame

Y retrocedió sobre sus pasos, cerrando la puerta con delicadeza, girando lentamente, antes de empezar a caminar cada vez más y más rápido hasta correr, el pecho le iba explotar pero no importaba.

Escucho el grito resonante de su nombre y como trataban de alcanzarle pero entonces el aceleraba más y sacaba fuerzas de quien sabe donde.

Corrió hasta llegar a la calle, corrió hasta estar a más de dos manzanas de la clínica privada y cayó…cuando el dolor pudo más que la razón,

Y la imagen bailaba entre su mente, burlándose de el, diciéndole idiota y apretando su brazo con la esperanza estúpida de que los labios de Kisame nunca hubieran tocado los de Itachi.

Le temblaban las manos, lo que estaba a punto de hacer era peligroso en mas de una manera pero aun así simplemente no había podido evitarlo.

Abrió  la puerta con cuidado, dando una rápida inspección a la zona antes de dar un paso más, no fuera hacer que muriera antes de lograr su objetivo. Camino despacio, haciendo el menor ruido posible, dirigiéndose de puntillas a la cocina y depositando lo que traía  entre los brazos en la pequeña barra americana aun  lado del microondas.

r13;Fiuh! r13;Suspiro, pasándose una mano sobre la frente, quitando aquella traspiración de su piel debido al nerviosismo de ser descubierto r13;. Lo hemos logrado tebayo, soy bueno – menciono con la mirada al lugar donde aquello reposaba.

r13;¿Así que exactamente en que eres bueno? Usaratonkachi r13; Susurro una voz en su oído.

Un grito agudo nada digno fue lo siguiente que se pudo escuchar entre aquellas cuatros paredes, además del sonido continuo del refrigerador. Se giro con la mano en el corazón,  perdiendo de un solo golpe todo el color, lo había agarrado in fraganti, oh no, esto iba ser malo muy malo.

r13;Ho-hola Sasuke-teme r13; y se movió un poco tapando con su cuerpo aquello por lo que había corrido esa tarde soleada cuesta arriba hasta llegar al nuevo piso que él y su pareja compartían desde el inicio de su nuevo semestre y en cual recibían visitas constantes de sus hermanos para mantener calmados a sus, por llamarlo de forma amable, “protectores padres” r13; pensé que tenias reunión con el consejo de tu facultad ttebayo r13; hablo atropelladamente, las palabras le salían una tras otras sin respirar

r13;Termino temprano, Neji solo quería hablar sobre los alumnos que se habían ido de intercambio r13; estrecho su mirada, el rubio temblaba como gelatina, algo pasaba r13;Y dime, ¿en que se supone que eres bueno?

En toda respuesta el ojiazul soltó una estruendosa y patética risa tonta, llevando una mano tras su cabeza, pegándose más a la barra americana al ver el intento del azabache por asomar un tanto su cabeza, tenía que pensar rápido, y tenía que hacerlo ¡ya!

r13;Pues…yo…Gaara r13; fue lo único que le salió en se momento r13;. Si eso tebayo, Gaara, quede en verlo en la cafetería, ya sabes por lo de Lee r13; y no era de todo mentira, había hablado hacia tan solo una hora con el pelirrojo, la partida del futbolista habia sido un golpe inesperado para todos, en especial para el de ojos verdes aun si no lo demostraba, era tan complicado

r13;¿Que tiene que ver Subaku con tu declaración de ser  bueno? –r13;. Y anarco una ceja, eso no lo convencía

r13;Pues en que soy buen amigo ttebayo r13;. Y puso cara seria, o al meno eso trato antes de ser tomado de la cintura y que Sasuke lo abrazará como lo hacia cuando se encontraba a solas r13; Sasuke r13; y giro su rostro, una sonrisita de medio lado y el cuerpo se le tenso

r13;Sabes Naruto r13; y bajo inclinándose más, poniendo su boca junto al oído del menorr13; Eres realmente pésimo r13;y pego mas sus cuerpos oyendo con satisfacción el sonido de sorpresa por parte del rubio r13; Cuando se trata de mentir r13; y lo hizo a un lado de un movimiento certero, viendo con detenimiento lo que su pareja había tratado de esconder, o al menos eso había intentado r13; No r13; fue lo que salió de sus labios antes si quiera de pensarlo r13; Eso si que no Naruto r13; frunció el ceño, su mirada recelosa hizo que el Namikaze bufara antes de tomar entre sus brazos aquello que el mayor miraba tan feo

r13;Lo quiero tebayo r13;y lo apretó contra así – Y no se ira, míralo – y lo estiro ante un azabache que tan solo retrocedió un paso, sin cambiar la cara de molestia que llevaba encima – Estaba solo, en la calle, no tiene a nadie – y lo volvió abrazar – Así que no – una mirada desafiante por parte del ojiazul – Se queda – dictaminó, el Uchiha tan solo bufo –

r13;No me hagas perder la paciencia r13; pidió esta vez masajeándose las sienes r13;. Si no quieres que vuelva a la calle búscale un hogar y ya r13;. Un tono más alto y ambos supieron que entrarían una discusión sin principio ni final, un horrible y grande circulo, como siempre era entre ellos.

r13;No r13;. Contra ataco el rubio bajando sus ojos azules y viendo los enormes ojos verdes del pequeño y delgaducho gatito que se había encontrado r13;. No puedo - se agacho dejando ir al felino por ahí r13;. Además no me ves quejándome por la enorme serpiente que tú tienes  tebayo r13; se excuso ante los ojos negros que se cerraron.

r13;Es diferente r13; murmuro recargándose en la pared contigua y cerrando sus brazos r13;.  Hime no anda por ahí, no se subirá en los muebles y dejara pelos por todas partes, tan solo esta en su jaula disfrutando dormir y comer, además sabes que es inofensiva ha estado conmigo desde siempre

r13;Pues como sea tebayo r13; miro mal al ojinegro r13;.  Kyuubi se queda r13; y se dio la media vuelta saliendo a  buscar al gatito ante la mirada de un sorprendido Sasuke que tan solo suspiro cansadamente

Cerró los ojos, entendiendo una vez escuchado el nombre lo que Naruto inconsciente trataba de hacer, remplazar. Y era una palabra desagradable y una acción un tanto refutable pero aun así, el rubio trataba imperiosamente de  tener de nuevo a aquella mascota que había perdido en un accidente de coche a los 13.

 

r13;¿Se quebró? r13;pregunto al ver al zorro tirado y sin movimiento alguno

r13;No r13; murmuro inclinándose para verlo r13;. Esta muerto

Abrió sus ojos y se encamino siguiendo el sonido de la voz del rubio que estaba sentado en el sofá, con el animal entre sus piernas y viendo o fingiendo que veía su programa de ramen favorito. Se sentó a su lado y fue ignorado, y la actitud del ojiazul no le pilló realmente eso sucedía cada vez que discutían y Naruto sentía que tenia al razón, tomo el comando de la tv y le cambio, el rostro acanelado viro, sabia que el ceño estaba fruncido.

r13;Ponlo de nuevo teme r13; y con la voz algo ronca intento quitarle el control, cosa que fallo imperiosamente y que le puso más furioso de lo que ya estaba r13;. Sabes, ¿te encanta joderme hasta la tele verdad?

r13;Eso y otras cosas r13; y se hizo hacia atrás ante el seguro puñetazo que el otro le daría el cual simplemente no llego

r13;Idiota r13; susurro por lo bajo, el otro solo se alzo de hombros mientras se levantaba r13; ¿Y ahora?

Y se asomo por el respaldo del sofá, por que Sasuke se iba, por lo general le habría contestado algo, no es como si realmente estuviera muy molesto por lo del gato ¿o si?

Unos pasos se oyeron y el volvió a su posición poniendo de nuevo sus programa de ramen que estaba por terminar, genial solo eso le faltaba, pero ya se las pagaría el teme de puro coraje y se tardaba en su salida con Gaara, se quedaría a comer ramen en el ichiraku hasta hartarse.

Sintió la presencia sentarse a su lado de nuevo, tal vez y solo había ido al baño, de pronto un zigzagueo y de nuevo un grito no muy digo lo hizo retroceder hasta la esquina del sillón, la sonrisa burlona del otra le hizo tirarle con un cojín.

r13;Pero serás… r13; vio con recelo como Hime, la enorme y albina serpiente de Sasuke se paseaba cándida entre su amo y el sofá, sacando la lengua de vez en cuando o viéndolo con esos ojos dorados tan hipnóticos que le hacían tener escalofríos r13; Tú teme, pero que mierda

r13;Hime r13;. Tomo de la cabeza a la sapiente que se dejo mansamente, ignorando los gritos y maldiciones del rubio que le temblaba la quijada r13; Eso r13; apunto al gato que reposaba entre los brazos del menor r13;. Será tu compañero de hoy en adelante  trata de  no comerlo r13;una mirada escéptica de parte del Namikaze y el continuo r13; No vaya ser que te enfermes r13; antes de esquivar otro cojín

r13;Gilipollas r13; dijo esta vez más alto Naruto recuperando su lugar y viendo aun cauteloso al reptil

Y Sasuke tomo de nuevo el mando de la televisión  poniendo las noticas de la media tarde que recién empezaba, y sintiendo al rubio mas pegado a su costado, y ninguno dijo más. Quizás  por que al rubio le aburría el comentarista o por que Sasuke había hablado mucho ya por ese día.

Quizás por que Naruto se estaba quedando dormido y la noticia del día absorbía los ojos negros que prestaban su total atención a las imágenes.

Fuese lo que fuese no importo mucho en realidad.

Cuando tras dejar al reptil en su jaula y darle una canasta con una manta al felino, el azabache cargo al rubio adormilado hasta su habitación.

Mucho menos cuando los carnosos labios comenzaron a besar el níveo cuello, y la sonrisa de medio lado se perfilara en las facciones varoniles del ojinegro.

Pero lo que si sabían muy bien es que esa tarde  el rubio no la desperdiciaría en dormir y que el sexo con este era más duro cuando cedía ante un capricho que el de marcas tenía y el cual sabía no podía negar.

Oh si, Naruto estiro su mano para dejar cerca el celular, tendría que avisar a Gaara que se iba a retrasar.

Sorpresa.

¿Era así como debía designar el sentimiento que le embargaba el pecho?

Una cabeza peli cobriza estaba peligrosamente cerca de la otra mientras tomaba entre sus manos el húmedo rostro y la cabellera rubia que negaba frenéticamente.

Unos ojos azules lo enfocaron antes de cerrarse y que las delgadas manos se cerraran contra la camisa blanca de aquel de ojos marrones que con su expresión impasible le indicaba saliera de ahí, antes de que el se separara de un rubio con las mejillas rojas del esfuerzo de aguantar un llanto que se le desbordaba.

Y era sumamente angustiante, ver cada lagrima rodar y caer por el fino mentón, era asfixiante ver  esos ojos llenos de dolor. Pero sentía que moría al saber la razón de un llanto ahogado.

Y quería explicarle, decirle que no pudo esquivarlo, que no se lo había esperado y que el no lo había hecho.

La culpa le recorrió de los pies  a la cabeza.

Tan miserablemente; camino un par de pasos, el cuerpo acanelado se puso de pie, retirando con su brazo a de cabellos cobrizos que intentaba tomarlo, solo para levantar su mano en alto y que la cara del de coleta fuera bruscamente enviada hacia un lado y los sollozos rompieran el tenso silencio que se había formado.

Las manos que creaban figuras hermosas de arcillas, tan delicadas y detallistas, estaban hechas puño pegando contra el pecho fornido, mientras que las preguntas pronunciadas con hilillos de voz se dejaban oír, poco entendibles y tan llenas de sentimientos, que los golpes perdían fuerza.

Una bofetada más y alzo sus brazos para recibir de lleno el cuerpo que aun se convulsionaba. Una mirada marrón de advertencia y la puerta se cerro ahora solo estaban ellos dos.

Y ninguno dijo nada, quizás por que Deidara aun no tenia voz o por que Itachi se le hacia nudo la garganta.

Y el rubio se abrazo casi con palpable desesperación al azabache y lo mordió con saña en el hombro, un quejido del otro y enterró más sus dientes en la carne.

r13;Dei r13;murmuro r13;, me duele r13; y los labios manchados de rojo carmín se separaron, posándose sobre los propios en un beso violento, furioso y dominante que el contesto enseguida, su naturaleza dogmatica así se lo indicaba, la lengua se introdujo dentro de su cavidad y el tomo la nuca  atrayendo más hacia el cuerpo del rubio. Y la respiración se les fue, y un hilillo quedo uniéndolos ante la separación de sus bocas.

r13;Eso es un beso estúpido hum r13; hablo un tanto jadeante r13; si dejas que él lo vuelva hacer…

r13;Yo mismo lo matare r13;  la voz ronca hizo que los ojos azules se alzaran si entender r13; ¿No crearas que me gusto o si? r13; y el rubio alzo sus hombros r13; Entonces el estúpido eres tú r13; y el ceño se frunció levemente,  y él beso esa zona, relajándola enseguida r13; Dei, yo…

r13;No r13; le calló poniendo una mano sobre su boca r13;. No debí salir corriendo, Sasori, él me dijo sobre la apuesta de la clínica. Mira que perder

Y el Uchiha lo miro suspicaz, no por que no le creyera si no por que el director del museo Sasori, su enemigo declarado lo haya ayudado de esa forma, pero si el rubio ya sabía eso entonces ¿por qué?…

r13;Entonces por que tu aun…r13;  le volvió a tapar la boca, mira que no sabia cuando callarse

r13;Es demasiado vergonzoso no lo digas hum r13;  retiro su extremidad para girarse y que no viera la cara abochornada que tenía en ese momento r13; la simple idea de perderte me asusta, por muy cursi que suene, es la primera vez que me siento amenazado, y no te rías maldito Uchiha por que juro que…

r13;Dei r13; le llamo, tomándolo de los hombros para ver el rostro en una mezcla de enojo y ternura que le hizo sonreír como pocas veces r13;te amo

r13;Cállate r13; grito girando el rostro, su mentón fue tomado y esa sonrisa de afición le hizo cerrar los ojos

r13;Te amo r13; repitió otra vez antes de besarlo

Y Deidara pensó muy a su pesar, que quizás necesitaba oír eso más de lo que pensaba, más que el sexo duro y salvaje, más que los besos y las caricias, necesitaba escuchar la voz junto a su oído, susurrándole aquel sentimiento furioso y destrozante que le inflaba el pecho.

Si, sus carreras los absorbían, sus carreras los comprometían y se bebían su tiempo por eso esos pequeños momentos que tal vez parecían insulsos y cortos, eran los más importantes de sus vidas, eran los que los hacían tan tontamente felices y sin los cuales inevitablemente colapsarían.

 

 

 


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