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Destinados por AliceFurukawa9

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Notas del capitulo:

Hola Hermosos y Hermosas! Como han estado? Me han extrañado? Jejejej espero que si.... Bueeno mi larga ausencia esta justificada :p He entrado a la U, y de veras que me ha consumido!!! Aqui vengo de volada para dejarles este cap!

Lean las notas finales.

Bueeeno a leers! 

 

Yokozawa se encontraba sentado leyendo un libro a la luz de las velas. En aquellas noches en las que no podía conciliar el sueño, optaba por tomar el primer libro de su mesilla de noche e ir al lugar más cómodo que encontrase. Esta noche había escogido Cuentos de luna y de lluvia, de Ueda Akinari, y después de leer unas cuantas paginas decidió ir a la cocina por algo de beber.

A pesar de que aquella residencia no era suya, conocía cada recoveco, pasadizo, ventana o gotera que esta tuviese, pues desde hacía ya varios años vivía allí. El y Takano habían acordado que era lo mejor antes de que alguno de los dos hiciera algo estúpido por su cuenta.  Ambos se conocieron en un momento en el que  necesitaban de alguien, ya fuera para desahogarse de manera verbal o física, y esta había sido una de las principales razones por las que habían tomado esta decisión.

Al comienzo había sido así, y al parecer a los dos les había servido, atrás había quedado el nombre Ritsu y todas las experiencias dolorosas. Su situación actual consistía en la sociedad comercial que mantenían ambos, Takano lo consideraba su confidente, y además un amigo que le permitía aliviar el estrés durante las noches.

En cambio para Yokozawa, una enferma dependencia de la cual temía que fuera amor.

Durante esa semana había logrado con éxito, evadir cualquier contacto con el nuevo residente de la casa. Usando el pretexto de un repentino viaje de negocios, logro evitar verle el rostro al chico, aun no se creía capaz de enfrentarlo apropiadamente, ni mucho menos de tratarlo de la manera caballerosa que exigía su título. Por muy hipócrita que eso sonase.

Tras intentar darle todas las largar posibles a los irrelevantes asuntos de su viaje de negocios, advirtió que lo mejor era volver. Después de todo no era buena idea dejarlos solos, lo mejor sería poner a esa persona en el lugar que le correspondía, pues por lo que había visto, Takano tardaría en hacerlo.

 

Dejo el candelabro que sostenía en el mesón y comenzó a servirse agua en un vaso. La llama de la vela y la oscuridad de la cocina formaban figuras danzarinas en la pared. Bebió del vaso y fue por el segundo. En ese momento sintió la presencia de alguien más en la habitación, y por el rabillo del ojo se encontró con la figura de Takano.

-He llegado más temprano de lo provisto- Dijo Yokozawa aun sin mirarlo y sirvió un poco más de agua despreocupadamente -El Sr Peterson acepto el trato y el cargamento llegara el mes que viene.- No se creía capaz de mirarlo, y Takano no pronunciaba una sola palabra. -Por lo que me imagino...-Sintió como se acercaba escuchando su pesada respiración -Iras a inspeccionarlo…- Y se giró completamente para observarlo.

-Tu...-

Observo el pecho descubierto, la piel perlada de sudor, solo unos pantalones, y además de estar descalzo, tenía  el cabello desarreglado y el rostro... era evidente lo que acababa de hacer.

Su olor, ese olor tan íntimo que solo él quería conocer, le llego a las fosas ya que se encontraba a solo unos pasos de distancia.

-Pensé que sentías asco -Inquirió -Y ahora te acuestas con él?-  Lo observo, esperando alguna reacción o quizás que le explicara el por qué.

-Para eso era necesario traerlo aquí?  -Continuó-  Incluso hubieras mandado llamar una prostituta del pueblo...- Con dolor había sido testigo de las veces que su compañía no le había bastado y se iba a pasar la noche con cualquiera lo suficientemente parecido a Ritsu.

En aquellas veces era doloroso, pues era evidente que no lo había podido olvidar y que mas allá de los sentimientos de odio que Takano decía tener por el chico, Yokozawa sabía que había algo más. El plan ideado por Takano que buscaba  tener "cerca al enemigo"   para poder vengarse a sus anchas, era  solo una excusa absurda.

-Incluso te hubiera complacido mejor- Vio como el rostro del Conde cambiaba, y le decía la respuesta. Desde hace mucho tiempo al único que necesitaba y era su obsesión, era el chico que se encontraba escaleras arriba.

 Muy a su pesar lo conocía tan bien, que al escuchar sobre el matrimonio, supo que iba tras algo más. Algo más allá de los herederos, de las alianzas estratégicas de las que tanto hablaba y ponía como razón principal. Lo que en realidad buscaba era capturarlo, tenerlo en su poder y a su disposición en la palma de la mano. Quería todo cuerpo y alma. Takano deseaba que el chico lo necesitara, que llegara al punto de vivir por él y para él. Para después abandonarlo y que sufriera en ese mismo vacío en el que el mismo estuvo.

-A fin de cuentas sabía que no serias capaz...- dijo dándose la vuelta de nuevo- Nada de sentimientos  solo un negocio- Repitió las mismas palabras que uso él en un comienzo.

-Es así, solo que él se ofreció-

-Así? Y tu como un buen esposo no lo pudiste rechazar.-

- Me evito la molestia de tomarlo a la fuerza- dijo Takano mirando a la nada. El brillo de la luna en sus ojos avellana era confuso. Nunca lo había visto así, nunca desde el ejército.

-Tenías planeado tomarlo?, no te llenabas la boca hablando de su promiscuidad y de cuantos hombres se estarían acostando con él?-

-Tiene que saber a quién pertenece  en estos momentos, con lo que paso hoy, se que no se le ocurrirá ir a buscar en otro hombre.

-Siempre has sido un bastardo arrogante.- Esa frase que solamente se le permitía decir a Yokozawa, y que siempre uso como una especie de extraño cumplido, hoy esperaba que tuviera otro propósito, que tal vez se enfureciera y lo mirara a los ojos.

-Lo sé- dijo dándole la razón.

Le dolía demasiado verlo así. Aquella mirada turbada, fue la misma que tenía cuando le relato por única vez su historia con Ritsu, y espero jamás verlo así de nuevo. Intento confortarlo de todas las maneras posibles y distraerlo luego de haberse desahogado. Vio Ira, odio, arrogancia, soberbia e incluso temor, pero nunca nuevamente la mirada de confusión. Estaba arrepintiéndose.

Se aclaró la garganta.

-Espero que no hallas venido por licor, pues me lo he acabado todo.-  Busco un pretexto rebuscado y nada lógico, pero continuó   - Así que no te hagas ilusión de embriagarte como la semana pasada.

Le pareció escuchar un intento de risa por parte de Takano, pero aun así Yokozawa no se giró e intento restarle importancia al asunto.

 –No, procurare no tener la mente nublada-

-Bueno, si me permites iré a descansar, mañana los asuntos con el Sr. Peterson no se solucionaran solos- Dijo esperando que entendiera que se iría durante un largo tiempo de nuevo, pues no quería ser testigo de lo que pasara a continuación. –Después de todo solo vine por tu firma en el contrato.-

-Está bien, y de paso ve a la ciudad y da el visto bueno para el trámite de las donaciones y suministros para el orfanato.-

-Pero…-

-Te he entregado una parte del poder legal, así que no tendrás que volver por más firmas durante un tiempo.-

No lo esperaba, quería estar lejos para no sufrir más, pero Takano se había adelantado, y de una forma casi permanente, pues con esto no necesitaba regresar.

-… Te mantendré informado por correo.-

- confío en eso, espero ver un reporte semanal de los nuevos convenios.-

-Así será, buenas noches.- Y salió. Fue la despedida fría y profesional que nunca imagino. A pesar de temer enamorarse de nuevo, se ilusiono con un futuro en donde él estuviera presente. Aquel engaño al que se sometió, había terminado, y después de haberlo postergado por tanto tiempo se sentía más liviano por el vacío que tenía en el pecho.

Pero sentía que le faltaba algo por hacer. Era alguien que no se rendía fácil.  Antes de partir debía jugarse la última carta. Enfrentar a Ritsu, y convencerlo de que si se fue una vez, lo haría de nuevo.

Aquello que sentía Takano, no podía ser mutuo.

 

Después de que Yokozawa había salido, subió las escaleras hacia su despacho, necesitaba de este sitio para intentar ordenar los sucesos que acababan de pasar. Le había roto el corazón. Era lo menos que había querido hacer, por esa razón intento dejarlo claro antes de que Yokozawa fuera a vivir allí.

Ya sentado en la enorme silla de cuero, recordaba claramente la mirada esmeralda de Ritsu, nublada por el placer, pero con marcadas notas de una tímida inocencia. Porque alguien que se suponía ya estaba corrupto por los placeres que le habían dado otros hombres, se mostraba tan inexperto, tal y como la primera vez?

Era contradictorio, se había ofrecido a él, y cuando estaban en pleno acto se había dado cuenta de la estrechez del menor, las reacciones podían ser fingidas, pero nunca esto.

Por primera vez, en mucho tiempo optó por brindarle placer al contrario, simplemente por la curiosidad de ver más expresiones, escuchar más de sus gemidos cada vez que tocaba algún lugar especial, la manera como se negaba  cuando en realidad quería pedir más. Era cierto que había logrado su objetivo, desde esa noche Ritsu no buscaría a nadie más en busca de placer, y que después de un tiempo lograría que le rogara por mas, pero el verdadero problema estaba en él. El mismo se convertiría en adicto. No había vuelta atrás.

 Le había costado demasiado olvidar los recuerdos y sensaciones de su primer encuentro, intento convencerse de que lo que había experimentado ese día con Ritsu, era sencillamente porque había sido la primera vez, era joven y el chico le gustaba mucho. Trato de revivir la experiencia desahogándose con cualquiera e incluso con Yokozawa, pero muy dentro sabía que con nadie había quedado así de satisfecho, siempre faltaba algo.

Los rostros deformados en la agonía del placer, habían sido muchos en su colección de recuerdos, pero El sentimiento de repugnancia al ver a su contrario terminar se repetía con todos y cada uno de ellos. No importaba las veces que lo hiciera, o la forma, o incluso el lugar. Sentía alivio al descargar estrés, pero no podía mirar al otro, así que prefería terminar rápido, y en los últimos casos para que su reputación no se viera manchada, optar por una posición distinta, nunca de frente.

Sentado allí en la inmensidad de su despacho rodeado por montones de hojas y libros, tenía una detestable sensación que le inundaba el pecho. Plenitud.

Abrió el cajón derecho del escritorio, buscando su más leal compañero. Licor.  Quería ahogar esa profunda y ajena sensiblería con alcohol. Tomo la plateada botellita entre sus manos y se acordó de las palabras de Yokozawa,… en el ridículo estado en el que siempre quedaba después de esas sesiones en las que no podía parar.

 Después de todo, era cierto que la borrachera le había durado varios días la última vez y al no estar en todos sus sentidos había tocado a Ritsu antes de tiempo. Pues quería asegurarse primero de que él no hubiera aceptado el compromiso porque se encontraba en estado, y atribuirle un hijo que no fuera suyo. Y ese día por poco pierde el control.

Antes de darle un trago, detuvo la botella y le puso la tapa. Le costaba. Aun así metió la botella de nuevo en el cajón. Cuando la depositó, algo choco contra ella.

 Jaló un poco más del cajón y vio el pequeño joyero de Ritsu.   Hatori lo había guardado allí después de que el mismo se lo entregó, había olvidado por completo el objeto.

Lo saco y lo puso sobre el escritorio. Puso la tapa a un lado y comenzó a buscar algo. Saco un relicario, unas cuantas pulseras y alguno que otro dije. Escarbó un poco más y no encontró nada, lo volteo y el estrepito contra el mueble de unas monedas de oro hizo eco en la habitación, rebusco nuevamente entre los objetos que yacían en la mesa y aun asi no lo encontró.

Reviso el joyero ya vacío, una y otra vez, pero no estaba.

Había sido un estúpido al pensar que talvez el chico lo hubiera conservado, y no se hubiera desecho de él, al siguiente día.

-Demonios!- Dijo arrojando con furia el pequeño objeto que se hizo trizas contra la pared.

Mientras tanto, en el bosque un campesino que recorría ese mismo camino, se agachaba para recoger un brillante objeto que le había llamado la atención. Un anillo de plata.

Notas finales:

Tan tan taaaaaaaan!

Notese el problema de Takano con la bebida y su frustracion por sentir esa cosita en el pecho!!!!  Y Yokozawa.. T.T Que harian ustedes en su situacion? La venganza nunca es buena mata el alma y la envenena?

Aqui esta la Mansion del Conde para que se hagan una idea

http://2.bp.blogspot.com/-zrctHjdvlaE/UotBjXBZ-8I/AAAAAAAACJA/eAS6_k-zOrI/s1600/layton4.jpg + http://farm9.static.flickr.com/8065/8210711251_6a58681e6d_m.jpg

El Joyero

http://www.inmaculadaromero.com/5029-3514-thickbox/joyero-plata-jorsil-fieltro-4686-.jpg

El Relicario

http://i00.i.aliimg.com/wsphoto/v0/468568922/Free-Shipping-European-Antique-Style-Silver-Tone-Round-font-b-Picture-b-font-Photo-Frame-font.jpg

 Anillo

http://mlu-s2-p.mlstatic.com/hermoso-anillo-plata-antiguo-marquesitas-oferton-12969-MLU20069386090_032014-F.jpg

 En el cap anterior casi lloro con sus Rw, se que soy muy sensible Ja! Y además fue el cap con mas Rw en la historia de nuestro fic? Quiere superar el record?

Espero sus Rw Que me emocionan!! >.<

Besos y hasta un futuro cercano! 

 


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