Ritsu volteo mirar, Takano se encontraba mirandolo recostado en el marco de la puerta. A decir verdad era obvio lo que se encontraba haciendo, no lo podia ocultar. -Llegue justo a tiempo- dijo Takano -Sabes, si hubieras saltado, lo mas probable es que hubieras muerto- continuo Takano acercandose. Ritsu quien aun no habia soltado la sabana, miro el nudo que habia hecho en la viga,- Primero, esto esta mal hecho- dijo el Conde, tomando la soga de sabanas y jalando el nudo para que quedara mucho mas fijo a la viga , -En segundo lugar, suponiendo que no se soltara y tampoco murieras al estrellarte contra el suelo- Ritsu trago saliva, al recordar la distancia entre la ventana y el primer piso – Es seguro que te hubieran atrapado por lo menos dos veces antes de pisar la entrada- le decia mirando por la ventana y se:alando hacia el portico. -Eres arriesgado, casi mueres por ello... En que pensabas?! - le dijo Takano mientras emitia casi un imperceptible suspiro, mirando aun por la ventana abierta, quizas estaba preocupado por el? Ademas la diversion se habria acabado mucho antes de empezaar, no crees?- Ritsu quien aun estaba un poco confundido, se dio cuenta de que el Conde lo miraba y temeroso de subir la mirada, lo hizo -Un esposo decente nunca saldria de esta manera- , le dijo mirando a Ritsu de arriba hacia abajo, quien se miro y recordo nuevamente que estaba semidesnudo, con la chaqueta de Takano , la cual estaba apuntada solo en la mitad por un boton, como le quedaba grande, le cubria casi hasta la mitad de los muslos, intento cerrarse la chaqueta apresuradamente , solo dandose cuenta que las mangas tambien le quedaban grandes, su aspecto era lamentable, penso. Pero, por otro lado, Takano intentaba controlarse. Aquella persona en frente de el, le causaba una exitacion enorme, estaba completamente seguro de que el chico lo estaba haciendo a proposito, estaba jugando con el, ese cuerpo a medio vestir, la prenda que dejaba ver, pero que, a su vez no lo permitia, el rostro sonrojado, y por ultimo, esos ojos verdes que lo habian cautivado desde la primera vez. Sin embargo, en esta ocasion no lo permitiria, el seria el que controlaria la situacion, y obligaria al cuerpo y mente de Ritsu, a que no pudieran vivir sin el. Que la necesidad de tenerlo cerca le doliera, tal y como le paso a el hace 10 años.
-Estoy un poco cansado...- dijo finalmente el Conde, -Pero debemos consumarr el matrimonio, espero que ahora si estes listo- le dijo a Ritsu con una lasciva mirada. Ritsu intento mirar las posibilidades de escape las cuales eran nulas, la puerta cerrada con cerrojo, la ventanas no, pero por supuesto estaba la caida... y como habia comprobado anteriormente Takano era mucho mas fuerte y agil que el. Se dio cuenta de que Takano se habia sentado en la cama. el Conde se veia tan inexpresivo y bien como siempre,la camisa blanca semi abotonada, con un poco de hollin en la solapa, las mangas arremangangadas, el pantalon negro ceñido, metido entre las botas, hasta un poco sucio, se veia perfecto! en cambio Ritsu tenia el corazon en la boca, y sumandole el aspecto que tenia en ese momento... -Ven- la situacion era similar a la del despacho, esta vez tambien se acerco, pero un poco mas lejos que la vez anterior .
Se sento al otro extremo de la gran cama, la chaqueta se abrio un poco, dejandole ver un poco mas las piernas, a lo que Ritsu intento cerrarla nuevamente. Takano maldecia interiormente a la chaqueta y a quien la portaba , intentando verse lo mas calmado posible. -Creo que me lastime la mano, con una astilla...-, -I-ire por el botiquin- dijo Ritsu levantandose de un salto y yendo a la puerta, -En la comoda hay uno- dijo Takano haciendo que Ritsu cayera en la trampa, -Eh?...- dijo el chico, frenando en seco. Fue a la comoda, abriendo en el primer cajon. -Ahi no, esta en el ultimo- dijo Takano aun sentado en la cama, Ritsu se agacho para abrirlo, El Conde se dio cuenta y maldijo nuevamente, volteo la mirada. -Ahora traelo- El joven se acerco, con pasos titubeantes, a la boca del lobo.
Takano le hizo una seña a Ritsu para que se sentara junto a el, despues le extendio la mano. Evidentemente se habia lastimado, no era gran cosa, asi que saco agunos implementos, y empezo a hacer la curacion, Takano se estaba arrepintinedo por haber planeado tal cosa, Ritsu con las manos temblorosas intentaba hacer lo mejor posible, y a la vista del Conde, se veia extremadamente tierno. Lo odiaba por eso, años atras cuando lo vio cepillando a los caballos, tenia la misma expresion, intentaba llegar mas alto, empinandose, y a pesar de no poder seguia haciendolo, porque el apesar de ser el señorito de la casa, estaba ahi, en el establo, sucio de pies a cabeza con el aserrin...al parecer, en ese momento se habian borrado todas las diferencias, pero en realidad Takano era un simple sirviente. Eran de mundos tan distintos, y apesar de todo lo amaba, despues de haberlo conocido se habia convencido de que no todos los ricos eran iguales, Ritsu era dsitinto, pero estaba equivocado, a la primera oportunidad de irse con otro , aquel joven de ojos verdes lo habia abandonado, y aun asi el chico se habia convertido en su esperanza para sobrebivir en la guerra, pero lo habia dejado completamente confundido, ni siquiera habia respondido a una de las tantas cartas que le habia enviado durante este tiempo. Ahora lo tenia en frente, totalmente indefenso, a su disposicion, pero si queria mantener lo planes como debia, tenia que controlarse, y no decirle lo que habia sentido durante todo este tiempo
.
Ritsu finalizo, empezo a guardar todo nuevamente en el botiquin, y cuando acabo, Sintio que su cuerpo impacto fuertemente contra la cama, -Pero que...?!- sus manos estaban sostenidas sobre su cabeza por la mano de Takano, mientras que con la otra este retiraba la chaqueta del cuerpo de Ritsu. Con gran rapidez el Conde despojo al chico de la unica prenda que cubria su cuerpo, se tomo un leve momento para observar el cuerpo del joven que estaba a su merced, inmediantamente el deseo de poseerlo y de marcarlo como suyo lo embargo.
-P-paara!..- decia Ritsu sintiendo las manos que exploraban cada parte de su cuerpo -Acaso soy el primero que te toca de esta manera?- decia el Conde mientras bajaba su mano hcia la entrepierna del chico -...Mgh!..-. De repente Takano tomo el miembro ya erecto del chico y empezo a masajearlo con suavidad, torturandolo. -Ahh!-. -A cuantos hombres mas haz mostrado semejante expresion?..- Poco a poco comenzo a aumentar la velocidad de sus movimientos, haciendo que Ritsu gimiera mas alto, -Ahhh!... p-para!-, gritaba el menor, tratando de esforzarse al maximo para no sucumbir ante la tentacion, pero de un momento a otro sintio una dolorosa intromision en la parte baja de su cuerpo, la cual hizo que salieran lagrimas y gritara aun mas fuerte. El dolor era insoportable, creia que iba a morir... fue en ese instante que se le ocurrio una idea.
-E-espera, porfavor- dijo entre jadeos, alejando a Takano con sus dos manos – s-si continuas asi, no podras... - El Conde se incorporo diciendole – A que te refieres?-, Ritsu completamiente sonrojado y tratando de guardar la compostura le dijo que en sus pertenecias habia algo que podria facilitar las cosas... -Ah, ya veo y donde se supone que esta?- Le dijo Takano al menor, con media sonrisa dibujandose en su rostro, -Creo que en una de mis valijas, p-pero no estoy seguro...- Era mentira, sabia que ese bendito frasco se habia extraviado, despues de todo. - Y tu sugieres que... acaso crees que soy estupido, acabo de encontrarte intentando escapar y ahora esto- Sintendo que todo su plan se habia derrumbado, aun asi lo intento -Eeem, lo se pero si no lo traigo...-, -Esta bien, pero si te atreves a enganarme, descubriras lo que soy capaz de hacer!- Colocandose ahora un camison, salio por la puerta y apesar de haber escuchado tales palabras Ritsu se arriesgo, sabiendo que la mayoria de sirvientes, se encontrarian aun atendiendo la situacion del granero, se dirigio hacia una especie de armario en donde recordo a Misaki, guardando sus valijas, abrio la puerta, saco una valija y de esta, un pequeno joyero, despues corrio todo lo que pudo , y al divisar una puerta abierta que daba al jardin de pinos y por consiguiente al bosque, tomo la precaucion de observar si alguien habia notado su furtivo escape y al comprobar que nadie lo habia visto, salio.
El viento helado se colaba por su camison y algunas ramas chocaban contra su cuerpo, desgarrando asi partes de la ligera prenda Ya habia olvidado que estaba descalzo, hasta que una raiz corto uno de sus tobillos, haciendo una pequena pero dolorosa herida y provocando que del joyero se cayeran algunos objetos, pero continuo con la huida, en ese momento no pensaba en nada, solo en llegar a una pequena cabana ,si no lo encontraban antes, y alli ya seria distinto. Un trueno dio comienzo a una suave llovizna que se convirtio en tormenta, y mientras los sirvientes de la mansion, se alegraban pues se extinguirian las ultimas llamas. Takano, quien obviamente se habia percatado de las intenciones de Ritsu, estaba dando la orden a los sirvientes de emprender la busqueda. Sabia que el chico no llegaria, muy lejos simplemente queria probar lo que era capaz de hacer. Le parecia divertido en cierto punto perseguirlo, tal y como lo hacia cuando cazaba, pero ahora, en vez de un ciervo, la presa seria Ritsu. Pero en realidad lo unico que estaba haciendo era enganarse asi mismo, pues estaba realmente preocupado, al saber que el chico se encontraba en peligro.
Cuando se disponia a colocarse la capa y montar su caballo la se torno aun mas tempestuosa. -Takano-sama, es peligroso salir con este clima, por favor tenga cuidado- le decia Hatori entregandole una linterna de gas -Las piedras estaran muy lisas debido a la lluvia, y aunque los lobos esten en sus cuevas , pueden salir si se sienten en intimidados...- El Conde lo sabia perfectamente, -Gracias Hatori, pero, no creo que haya ido muy lejos, todo esto es para que sepa con quien ha metido, pudo haberse escapado ,pero lo encontrare sea donde sea que este.- Al finalizar la frase, Takano emprendio la marcha adentrandose a la espesura, junto con otros dos jinetes.
Apesar de que los bosques eran realmente peligrosos, su experiencia en la guerra le permitiria entrar de alli, sabia como seguir el rastro de vuelta, y lidiar con el clima y las bestias salvajes , pero ahora Ritsu estaba a merced de todos estos peligros, que en la oscuridad se volvian aun peores. Lo que al comienzo le habia parecido un juego, en el cual el chico de ojos verdes podria sufrir un poco, y luego al encontrarse asustado, apenas sus pies tocaran la tierra humeda y negra y viera lasiniestra oscuridad del bosque, correria despavorido a sus brazos. Pero no fue asi, la busqueda se torno mucho mas complicada, las huellas y rastros de Ritsu se habian borrado por la lluvia, y apesar de los recurrentes llamados, la incesante lluvia hacia que estos se desvanecieran en la profundidad del bosque.
De pronto, casi por los azares del destino, cuando Takano giro la linterna, vio un pequeno destello en el suelo. Bajandose del caballo, levanto el objeto y lo examino, quitandole el barro con la manga, se dio cuenta que era un relicario, Ritsu habia estado alli.
Unos pasos mas adelante, habian otros objetos desperdigados por el suelo. Siguio el “Rastro” a pie, llevando el caballo de cabestro, continuo asi, hasta que no habia ninguna de la joyas, decidio seguir en linea recta, encontrandose con una enorme formacion rocosa, en donde quizas el chico, habia entrado para resguardase de la tempestad. Ingreso a una de las cuevas dejando a su caballo amarrado en la entrada. Con la ayuda de la lampara comenzo a buscar, de un momento a otro por su mente paso el recuerdo de la vez que escribio la ultima carta a Ritsu.
La situacion era similar, se encontraba enpapado por la lluvia, en una cueva, iluninado por una pequena llama. Saco de su bolsillo una hoja de papel arrugada, que estaba un poco humeda, pero aun se podia escribir en ella, intento quitarle los pliegues que se habian formado en la hoja minuciosamente,luego saco un estuche que contenia la navaja y un pedazo de carboncillo, afilo la punta con cuidado, se apoyo en una rocay se dispuso a escribir...
XXX XX 1879
Querido Onodera Ritsu
Escribo la que considero sera mi ultima carta a ti, y decido hacerlo en este momento por que es un escape a la realidad de la Guerra, en ti, busque un ultimo consuelo esperando alguna de tus cartas, despues de auquella noche en que prometiste volver , y te espere hasta el amanecer con el corazon deshecho en mil pedazos, y apesar de esto, entre los soldados y la guerra, te escribo, porque sólo tu memoria ocupa mi alma, pues solo tú, apesar de que intento borrar tu imagen de mi mente, sigues ahi vivo en mis recuerdos. Pero ahora, te borrare de mi mente, no solmente lo intentare, como otras veces. Esta vez lo hare, y podre decirte, que te ame.
Tal vez debiera ocultarte esta decersion. Pero callandome, creo que no sere capaz de dejar ir tu recuerdo en estas letras.
No se cuantas cartas he escrito hasta el momento, hasta ahora he perdido la nocion del tiempo, solo se que cada vez que encontraba el momento escribia... en las primeras, siempre anhelaba tu respuesta, y al no recibirla sentia mas dolor que las balas atravesando mi piel. Luego escribia por escribir, intentando sacar tu espina de mi corazon y la imagen de tus ojos verdes surcando por mi mente . Quizas este escribiendo en vano, ni siquiera se si recibiras esta carta.
Es ironico pensar que mi mente y corazon estan en una tormenta causada por ti, y que quizas en tu mente ya no exista mi recuerdo, que ahora , en este instante estes frente a la chimenea acunando tus hijos, conservando la calma y la dicha en la pasividad del hogar que compartes con tu marido, muy lejos de la guerra y la situacion enfermiza de mi existir.
En la cabana nos prometimos que estaríamos juntos de nuevo «en casa». Pero el destino lo sabía mejor… tú nunca llegarías ahí. Y así me gustaria preservar nuestros recuerdos felices, y que tu lo hicieras por igual. Pero al recordar esto siempre siento la misma opresion en el pecho , asi que optare por olvidar.
Cuan cierto es que las grandes ausencias aumentan el amor, pero tengo fe de que el tiempo me permita iniciar de nuevo, sin el doloroso recuerdo de tu existencia.
Saga Masamune
Sus recuerdos fueron interrumpidos por la fuerte e intermitente respiracion, de un cuerpo blanco y delgado que yacia tras una roca. Takano, se asombro, dejo la lampara en el suelo y en un instante examino el cuerpo, era efectivamente Ritsu, quien se encontraba hirviendo en fiebre ,con algunas laceraciones en su cuerpo y barro en los pies.
Sintio rabia, al ver el estado en el que estaba, que el por su propia cuenta habia logrado, al salir huyendo de la mansion, y se enfurecio aun mas, al darse cuenta de que se estaba preocupando por la razon de sus desdichas. Pero si no se apuraba, Ritsu moriria, tomo en brazos el fragil cuerpo pero le llamo la atencion,el pequeno cofre que le chico apretaba contra su pecho.
Tomo el cofre, haciendo que el chico se quejara, pero por la debilidad nuevamente cayo en la inconciencia, asi que Takano lo metio en su bolsillo. Luego subio a Ritsu delante de el cubriendolo con su capa y abrazandolo contra su pecho con el brazo izquierdo. Tomo las riendas del caballo y emprendio un rapido regreso a la mansion.
Al llegar, los sirvientes los recibieron, -Llamen a un doctor, que venga lo mas rapido posible- ordeno Takano, llevando en brazos a Ritsu a la habitacion. Hatori, Chiaki y Misaki llegaron despues a la habitacion con ropas secas, toallas y compresas tibias.
Takano se habia quitado la camisa y se disponia a quitarle el camison desgarrado a Ritsu, que aun se encontraba inconciente, al ver la escena Misaki y Chiaki se sonrojaron. -Traemos ropas secas para ambos, el medico vendra enseguida- interrumpio Hatori y dejando algunas cosas sobre la comoda, -La banera ya esta lista para usted, esta cubierto de barro, nosotros nos encargaremos de Onodera.-sama-
dijo Misaki acercandose a Ritsu. -Te recuerdo que desde que se caso conmigo ya no tiene ese apellido, y yo me hare cargo de el mientras llega el doctor- dijo Takano asustando a Misaki con su fria y avellanada mirada. -Pueden retirarse- al oir esto los tres hicieron una reverencia y se retiraron. -Takano-sama, nunca nos habla de esta manera...- dijo Chiaki haciendo haciendo un puchero. - Y sientes que eso te afecta de alguna manera- dijo Tori, mirandolo fijamente- ademas esta con su amante, es obvia su reaccion, yo haria lo mismo- -T-tori!! por supuesto que no... es solo que Takano-sama es mas amable- decia Chiaki en voz alta y totalmente sonrojado. -Entiendo, que Takano-sama se comportara asi, pero me hubiera gustado cuidar a Ritsu...- En ese momento llego un sirviente indicandoles que el doctor habia llegado.
Mientras tanto Ritsu se encontraba delirando a causa de la fiebre, habia dejado su estado de inconciencia, encontrandose con unos ojos avellana que lo miraban , alzo su mano para intentar saber si lo que lograba ver era real o no, busco, y con su mano y logro tocar suavemente la imagen que habia divisado, luego cerro los ojos nuevamente y ahora mas tranquilo, comenzo a so;ar.
Takano estaba sorprendido, el roce de aquellas delicadas manos, habian logrado que una fria corriente subiera por su espalda y causara una opresion en su pecho y un murmullo en su estomago, y tal y como le habia ocurrido la primera vez.