Esa idea había dejado de ser muy probable, a convertirse en verdadera tras la reacción del Conde.
-Vaya! No pensé que llegaras a esta conclusión tan pronto.-
Había dado por hecho que ellos dos ya se conocían, sin saber aún de donde ni desde hace cuanto. A pesar de esto, se estaba haciendo una idea, su encuentro se habría dado muy probablemente durante la época que no podía recordar, precisamente en el período de abruptas lagunas mentales que partían en dos su vida. Tiempo atrás se preguntaba qué era lo que estaba mal con el, eventos de una vida que no recordaba, fragmentos incompletos que aparecían repentinamente cuando dormía o en forma de pensamientos durante el día, trayéndole consigo un fuerte dolor de cabeza. Podían ser simplemente sueños o imaginaciones suyas, pero se sentían tan cercanos, tan familiares, tan reales.... Hacía rato que no aparecían, pero aquella sensación se repitió cuando en el despacho el Conde lo tocó la primera vez .
-Se que usted y yo nos conocemos, pero a decir verdad no se que le he hecho...No lo recuerdo- le dijo agachando la cabeza y mirándose los dedos.
Muchas veces, tumbado en su cama intentó poner orden al revuelto de pedacitos inconclusos, que se agitaban en su mente, pero nunca había hallado la secuencia correcta, muchas piezas faltaban y siempre terminaba agotado. Ahora este hombre que tenía en frente y le miraba con tantos sentimientos que le era confuso saber cual era el verdadero y no la máscara que tenía puesta, le podría dar orden a la maraña de ideas que era su cabeza. Pero iba a ser difícil.
-Interesante...- atinó a decir el Conde -Sabía que eras un cínico, pero nunca a tal grado-
-No soy cínico, esa es la verdad, no lo recuerdo-
-El papel de olvidadizo no te queda...-
-Si en verdad me conoce, sabrá que nunca mentiría del modo que dice usted-
-Tienes razón en parte, te conozco y tal vez mucho mejor que cualquiera, y es por eso que se que tendrías el descaro de mentir y actuar en tu defensa- Concluyo el Conde, que decía estar tan seguro de conocerlo, ni se imaginaba en la situación en la que se conocieron para que le tratara así, ni la faceta que le habría mostrado. Debía ser un malentendido. Se limpió los restos de lagrimas secas con un pañuelo que había sobre la mesa e intento retomar su compostura inicial.
-Le repito, no lo recuerdo, debió haber sido un gran malentendido para que usted tenga tal impresión de mi, de antemano le pido disculpas...- Ritsu se sorprendió así mismo de su aplomo y agradeció mentalmente a su Nana por las lecciones y consejos para que mantuviera los modales ante una situación desesperada, antes había perdido el control, pero desde este momento dejaría de ser así.
Al ver que el Conde no tomaba su mano extendida y continuaba mirándolo impávido, incómodo, bajo lentamente de nuevo hasta su regazo. -Ya que no las acepta... Me gustaría escuchar lo que le aqueja y aclarar la situación cuanto antes- Dijo con la frente en alto y con cierto tono de exasperación -Después de todo es lo mejor para la convivencia- dijo casi en un murmullo.
-Aclarar el malentendido... por el bien de la convivencia- repitió
-Si.-
-Pero que amable y preocupado esposo me he conseguido!- Dijo Takano ironizando e inclinándose hacia delante a lo que Ritsu retrocedió -Es lo ideal, mi querido esposo escuchará, y así se arreglara este "malentendido"- enfatizando con burla lo anterior dicho por menor -Con escuchar se arreglará todo no?... Pues bien escucha.
No habia vuelta atras, asi que tomo aire y se reclino un poco en la silla, esperando asi la tercera bomba de la semana.
-Tiempo atras vivia a las afueras de Tokyo con mi madre y mi hermana menor... el bastardo de mi padre nos abandono y apenas lo recuerdo, los tres apesar de ser muy pobres eramos felices... tiempo despues mi hermana enfermo, asi que mi madre comenzo a trabajar el doble para conseguir sus medicamentos, trabajaba dia y noche, mientras cada dia veiamos como no era suficiente y a mi hermana se le iba yendo la vida...-Hizo una pausa y miro a Ritsu -Se que no te importa y quizas te rias por dentro al ver lo que sufri... pero como la primera vez que lo conte, lo adorne un poco porque pense que sentirias lastima o te doleria demasiado, esta es la verdad y por esa serie de acontecimientos fue que te conoci-
Verdaderamente Ritsu no se acordaba de tal historia, pero muy por el contrario de lo que decia el Conde, le dolia, sabia como era estar cerca de un ser querido que poco a poco, como decia el, se le iba yendo la vida. El mismo estando aun pequeño, habia vivido con su padre el dolor de ver a su madre padeciendo por una enfermedad hasta que finalmente murio. Sacudio levemente la cabeza y parpadeo varias veces intentando que las lagrimas no salieran, y Takano pudiera continuar.
-Ella de un momento a otro comenzo a ganar mucho mas, nunca le pregunte en donde o en que, pero mas adelante supe que habia comenzado a trabajar en la Casa Onodera, me decia que un dia me llevaria alli, que tenian una mansion enorme y los mas hermosos caballos que habia visto en su vida... parecia que las cosas iban a mejorar, mi hermana se estaba recuperando... pero no lo hizo ella murio dejandonos solos a mi madre y a mi, para ese tiempo ella se encontraba embarazada la muerte de mi hermana complico su situacion, tambien la habian despedido, meses despues... murio dando a luz.
Sabia que el corazon de este hombre habia soportado mucho, en muy poco tiempo, demasiadas situaciones que harian de cualquiera alguien con resentimiento hacia la vida, que tipo de palabras podria decirle si fuera otra persona y estuvieran en otra situacion, le gustaria pararse e intentar abrazarlo para darle fuerzas y reconfortarlo, pero no tuvo mas remedio que quedarse sentando, plantado en esa silla.
-No tenia techo despues de eso, asi que comence a ir de un lugar a otro , haciendo toda clase de trabajos, dandome cuenta como los ricos despilfarraban lo que tenian mientras otros se morian de hambre, fue asi como llegue nuevamente a la Casa Onodera y te conoci, yo tenia que limpiar los establos y hacer distintos oficios... mientras tu eras el heredero de todo el lugar, pense que nunca darias la vuelta y mirarme, pero fue diferente lo hiciste y ademas lograste que creyera que me amabas, que habia alguien para mi en este mundo, alguien que me daba las fuerzas para levantarme cada dia y que habia algo mas alla del dolor y la muerte, que las personas eran buenas y existia el amor... Excelente actuacion de tu parte, lo crei todo-
No se creia capaz de algo asi , nunca haria tal cosa, sabia que si alguna vez llegaba a enamoranse, lo haria con tal entrega que le doleria, y mucho menos fingiria ese sentimiento, era como si Takano estuviera hablando de otra persona. Que habia hecho el para hacerle considerar semejante idea?
Se estaba haciendo a la idea de que un chico que sufrio tantas perdidas y necesitaba amor y consuelo, volco todas sus esperanzas en el, y que por alguna extraña razon que aun desconocia, lo habia decepcionado, y no solo eso le habia causado un daño tan grande que ideo un plan completo para vengarse de el y su familia, casandose con el para tenerlo cerca.
-Incluso te tomaste la molestia de comprometerte conmigo con el proposito de formar una familia y estar siempre juntos, ridiculo no?, lo que nunca supe fue lo que obtuviste de ello... diversion? Te burlabas a mis espaldas? Viendo como el chico te dejaba el corazon en las manos para que tu hicieras lo que te placia con el... y cuando no pudiste deshacerte de mi, huiste y luego enviaste a las sucias influencias de tu desgraciado padre a completar el trabajo.-
En verdad habia intentado matarlo? Lo bombardeaba con palabras que no lograba comprender y de acciones de las cuales no se creia capaz, se habia quedado mudo.
-Pero como vez, el odio me mantuvo vivo y gracias a diversos sucesos, hoy estamos al otro lado del mundo sentados frente a frente, tomando te tranquilamente- concluyo tomando una taza con la mano y haciendo un gesto para brindar para luego tomar un trago -Vez como solamente escuchando no lograras nada? O tienes algo que decir Querido esposo?-
-Yo...-
Fue en ese momento cuando un rayo de sol ilumino el claro, justo cuando Ritsu subio la mirada para ver al Conde, en su mente una imagen del rostro de este, un poco mas juvenil se le presentaba. Sorprendido abrio los ojos y una fuerte punzada le cruzo en el lado izquierdo de su cabeza, fue tal el imapacto y el dolor, que se tomo la frente con ambas palmas y cerro fuertemente los ojos intentando mitigarlo. Palpitabay se hacia cada vez mas fuerte.
-Ya haz jugado todas tus cartas y con esto no lograras convercerme... esa es la verdad y si es mucho para ti, asumelo no te hagas el sufrido, nunca te dolera mas a ti que a mi-
La imagen se repetia, y justo en el punto mas alto del umbrar, el dolor comenzo a disminuir.
El Conde mientras tanto se disponia a vertir en su cafe algo que no salia de un objeto plateado.
-Se ha acabado el whisky... Misaki trae otro, por favor- fue asi como el chico salio de entre los arboles y trajo consigo otro lleno.
-Takano-sama, su correo- dice el chico entregaandole unos cunatos sobres, para luego dar un paso atras intentando todo lo posible para no mirar a Ritsu quien aun intentaba recomponerse del dolor.
Ahora se sentia aun mas indefenso. Todo se juntaba en su contra, estaba en el extrajero y casado con un ser lleno de sentimientos de odio y venganza, dirigidos a el . Emocionalmente estaba desecho, ahora no tenia a nadie a quien acudir, su Nana habia muerto a manos de quien sabe quieny ademas tenia dudas acerca de Misaki.
Apesar de ser sumamente amable y bondadoso, el chico le era leal a Takano, pues segun lo que le habia contado, le debia la vida, y Ritsu en cambio, era un desconocido, al que en poco tiempo le habia cogido cariño y al que tenia que servir. Ademas era seguro de que sabia ciertas cosas de la historia del Conde y la suya, Si en algun momento Misaki tuviera que escoger, la respuesta seria obvia. Por lo que veia todos en ese lugar sabian mas de su propia historia que el mismo, debian tener una idea, que ojala fuera mentira y que en este tiempo la pudiera cambiar.
-Puedes retirarte Misaki, gracias- el jovencito hizo lo propio y los dejo solos. -Excelente chico, no crees? Inteligente, servicial, leal y ademas Se gano tu confianza en unos pocos meses, quien lo creyera!- Lo suponia...
-Todos aqui son iguales... pero con una caracteristica adicional -retiro la mirada de las cartas ya abiertas que se encontraba leyendo y nuevamente lo miro -Todos han trabajado en tu casa, para tu padre o han tenido que ver algo con los Onodera y no precisamente algo bueno-
Esa era la respuesta de porque todos alli eran japoneses ... Hasta alla habia llegado?
-Tenemos algo en comun... en tu caso, no andaria muy tranquilo por aqui, sus historias se parecen a la mia e incluso las hay peores tienen sentimientos, de venganza, muy fuertes...- Le estaba diciendo literalmente que se cuidara, pero con el tono que estaba usando sonaba mas bien a quererlo dejar pertubado mentalmente el tiempo que estuviera alli. Y lo logro
Esa noche durante la cena estaban reunidos ellos dos, mas la futura pareja Usami que los acompañaba.
-Hemos recibido la invitacion del Debut de Yukina Kou en casa de los O'Brian, pense que tu te habias convertido en su mecenas- Dijo Kamijō Hiroki, prometido de Lord Usami Akihiko.
-Tambien la hemos recibido, y no despues de todo no puedo monopolizar todos los tesoros completamente, debo dejar unos a la competencia- dijo con autosuficiencia
-Tan arrogante como sienpre Takano- dijo Usami dando un sorbo a su copa.
-Es la verdad, ademas es la oportunidad ideal para presentar a mi nuevo esposo en sociedad. - A lo que miro a Ritsu quien se encontraba quieto mirando fijamente a su plato. -No crees, Ritsu?- dijo sacandolo de su ensimismamiento.
-Si...
-Te ocurre algo?- Nego levemente con la cabeza -Seria un desperdicio tirar la sopa que prepararon especialmente para ti?- el chico miro nuevamente a su plato.
-Ya se que es lo que pasa, Misaki trae el plato de Ritsu- se quito la servilleta del regazo - Anda ven para aca, yo te la dare- Expuso su rodilla derecha y le hizo un gesto al menor para que se acercara, a lo que este se paro y lentamente llego al opuesto de la mesa para luego, con la verguenza teñida en sus mejillas, sentarse en la rodilla de su esposo. Sentia como las miradas de todos se posaban en el.
Takano tomaba una cuchara y la llenaba de sopa, la levanto y la dirigio a la boca de Ritsu. Este no aguanto mas y salio corriendo fuera del comedor, dejando al Conde con la cuchara en el aire.
-Le falta un poco de entrenamiento, es un chico dificil, un espiritu libre, por ahora.
-Tal vez si dejaras de domarlo como si de un animal se tratase, la vida te seria mas llevadera, una preocupacion menos.- dijo Hiroki para luego lanzar un supiro.
-Siento que nuestra relacion no sea un cuento de Hadas a diferencia de la suya- A lo que ambos se tensaron, sabian que no era asi.
Cuando la cena termino, subio al cuarto que le permitia tener a Ritsu, golpeo la puerta y al no tener respuesta entro. Se encontro con el menor parandose con sorpresa ante su llegada.
-Que falta de modales, retirandose en plena cena, dejandome con los invitados, espero que en la fiesta no sea asi, tendras que comportarte.- dijo Takano acercandose, a lo que Ritsu retrocedia con cada paso.
-Lo hare... solo que hoy no tenia hambre.
-No quiero repetirlo nuevamente, pues no suelo hacerlo, pero como esta es una ocasion especial...- le dijo para finalmente arrinconarlo contra la pared, tomo ambas manos y las subio lentamente pero con fuerza por encima de su cabeza y las afirmo contra el muro.
-Cada palabra que te dedique, sera una orden...- acerco su rostro, el otro podia sentir con cada frase una deliciosa bocanada de aire con su aliento, pero la fiereza de aquellos ojos le erizaba la piel. Sintio tambien como una pierna de este se colaba por entre la suya -Si te digo que comas de mi regazo, te sentiras agradecido... - Si te digo que me beses... lo haras.- inclino aun mas su rostro casi tocandole los labios con los propios -Si te hago mio... rogaras por mas- sintio como algo caliente y duro a traves de los pantalones del otro le presionaban el muslo derecho. Abrio los ojos e intento zafarse en vano. El Conde aplicaba cada vez mas fuerza en sus muñecas y le miraba fijamente, cuando penso que este lo iba a besar o hacerle cualquier otra cosa, lo solto. Tenia el corazon en la boca y temblaba de anticipacion.
-La fiesta de Debut esta programada para el viernes en la noche, espero que para ese tiempo aprendas a comportarte como digno esposo mio, y no me hagas pasar el ridiculo.- Concluyo el Conde desde la puerta ya abierta. Luego la cerro dejando al manojo de nervios en que se habia convertido Ritsu.