Capitulo 2:Sin Sentidos, Dejando fluir la Lujuria y los Anhelos
Misaki entro lentamente en la casa, ya tenía 16 años, tenía cuerpo delgado con piel blanca suave y tersa, cabello semilargo y sus enormes y aniñados ojos verdes, que vestia un gorro con una larga capa negra. Se movió despacio por el departamento, preparado para entrar en su habitación la cual tenía desde hace 2 años apenas, Akihiko era muy protector y le gustaba mucho tenerlo cerca, por alguna razón que Misaki el muy inocente no entendía, cuando abrió la puerta de su cuarto alguien la cerro, cuando se dio la vuelta encontrando a “Usagi”
-Hehe…Etto…Hola-dijo sin saber que decir
-Donde estabas?-pregunto sin rodeos
-Estaba…emm…la biblioteca?-dijo tratando de convencer al mayor el cual solo le cargo como saco de papas hasta el mueble en el primer piso para luego sentarle ahí
-Donde estabas?-volvió a preguntar serio
-Ya te dije-dijo fingiendo muy notoriamente, el mayor alzo una ceja
-Ok, en la biblioteca, pero explícame algo…-le alza un abrigo que tenia puesto-Por que te sangra la cola-dijo mostrando la ya crecida cola de lobo de color café con gotas de sangre
-…-resoplo, lo había descubierto, Akihiko fue por el botiquín y cuando volvió Misaki le conto-Me fui a un bosque por ahí-dijo sintiendo como le ponían una venda
-Um…por que te fuiste a un bosque?-pregunto lamiéndose la sangre que había goteado, vio las orejas de Misaki y una también sangraba
-Perseguía a un conejo, era marrón pero olía muy bien-se excuso, Akihiko lo miro buscando mas explicación-Y también quería pasear pero creo que me salió mal…
-o-o-o-Flash Back-o-o-o-o-
Misaki corría tras un veloz conejo de pelaje marrón, ya era mas grande, se podría decir que era el doble de un lobo normal, pero aun así podían haber mas grandes que el fácilmente, pero ya podía defenderse por así decirlo. Siguió persiguiendo al conejo hasta un frondoso bosque donde le perdió, empezó a olfatear pero nada, justo cuando iba a devolverse algo le dio en la cola, sintió un gran dolor pero lo que más le importo fue ver quien se lo había hecho, empezó a buscar con la mirada hasta que hayo a un “hombre” en un árbol con una pistola, Misaki por instinto gruño, seguido aparecieron más personas
-Miren que extraño ver a un lobo aquí-dijo uno apuntando con una pistola
-Si, debe ser muy idiota-dijo otro mostrando sus colmillos
Misaki retrocedió un poco, para luego ladrar y saltar sobre el que le había dicho idiota, de un solo mordisco logro matarle, para luego amenazar a los otros con sus colmillos manchados de sangre. Los demás vampiros empezaron a disparar, Misaki a correr, ya varias balas le habían rosado, otra en la cola, en la oreja, en una pata delantera y en el costado siguió corriendo hasta que diviso un gran castillo, un vago recuerdo paso por su mente al ver a un hombre de imponente presencia frente al castillo, al oler descifrando que aquel hombre era un vampiro y gruño. El hombre sonrio al reconocerlo
-Veo que sigues vivo…-susurro
Se oyó un disparo Misaki al oírlo y sentirlo en su pata trasera salió corriendo como pudo, cuando logro llegar a la ciudad se metió en un callejón donde guardaba un gorro y una capa muy larga para poder esconder sus heridas y “Partes extras” aunque le incomodara, después se dirigió al departamento
-o-o-o-o-o-Fin del Flash Back-o-o-o-o-o-
-QUE FUISTE A DONDE!?-grito molesto
-Pe-pero no hice a apropósito…y no hay necesidad que me vendes yo me lamo mis heridas-susurro
-No Misaki, recuerda que para mí la sangre es como una droga y si tus andas por ahí con las heridas abiertas te podría hacer algo-le regaño
-Pero…tú dijiste que es bueno y que no me harías nada-dijo inocentemente
Akihiko le miro por un rato, como se lamia la herida del brazo. Cierto que el había enseñado como si fuera un maestro de escuela pero, Misaki no tenía experiencia propia al estar todo el tiempo bajo la protección de mayor, no tenía amigos, solo a Usagi, cosa que al mayor no le molestaba ya que esa era una de las razones por la cual a veces le prohibía salir, no quería que nadie más le viera, que lo deseara pues el mismo con el tiempo se fue enamorando del pequeño cachorro. Además de que Misaki era en extremo inocente, era como si se hubiera quedado con la dulce edad de 5 años pero su cuerpo era de 16
-Usagi-san?-le dijo Misaki llamando su atención-En el castillo había un hombre de cabello negro-le dijo quitándose la venda de la cola y lamiéndola
-Hombre de…-abrió sus ojos de sorpresa-No te vio o sí?-pregunto algo nervioso
-Si pero fue un momento, me seguían disparando así que hui-dijo viendo como le dejaba de sangrar la cola peluda
-…No quiero que vuelvas a salir sin mi permiso me oíste?-le dijo imponentemente
-Por qué?-pregunto-Usagi-san a veces me aburre estar aquí y me gusta mucho estar afuera además de que…-empieza a olfatear
-Que pasa?-pregunto el mayor viendo como se detuvo
-Huele a vampiro y a sangre-susurro viendo a la puerta-Aunque huele bien-dijo moviendo la cola
Akihiko miro la puerta desconfiado, era demasiado extraño el que un vampiro andará por la ciudad y más aun que oliera a sangre, se asomo por la ventana viendo a una que otra persona correr y algunas con marcas de colmillos en el cuello, se quito los lentes
-Misaki, quiero que vayas a guardar tus cosas-dijo sacando unas cosas de la nevera
-Eh? Por que?-pregunto extrañado
-Solo hazlo!-grito espantandolo, a Misaki siempre se le trato con mucho cariño así que si veía este tipo de reacción en el mayor se asustaba
-o-ok-dijo corriendo a su cuarto, Akihiko al ver que se fue abrió la puerta encontrando a un hombre de cabello oscuro, mirada neutra de color gris con lentes y una vestimenta formal pero toda con manchas de sangre
-Se puede saber que haces aquí-dijo Akihiko molesto
-Vine por que Padre dijo que te viniera a buscar-dijo neutralmente
-Le dije hace 11 años que no pensaba volver, quédate con ese trono si quieres-dijo restándole importancia y dispuesto a cerrar la puerta, pero el hombre le detuvo y entro como si el departamento fuera de él-Lárgate de aquí, me repugna el olor a sangre, se supone que eres un príncipe de Sangre pura que debería tener control para no hacer este tipo de cosas-dijo viendo la ropa de de su hermano la cual tenía manchas de sangre
-Somos vampiro, la sangre es lo nuestro, deberías dejar de ser tan extraño. Lo hice por que últimamente no he podido beber tanto como me plazca, y había un muy buen aroma ente la gente, que por desgracia no encontré de quien era-le dijo sentándose en el mueble, vio unas pequeñas manchas de sangre-Además, esto tiene pequeñas manchas de sangre de que te quejas?-le pregunto con un tono burlón
-Nada que te interese Haruhiko, lárgate antes de que yo te saque-dijo poniendo sus ojos rojos
-Inténtalo-le desafío-Y para tu información, el trono si lo quiero pero si no te mato no lo podre tener-dijo parándose y poniendo sus ojos rojos al igual que Akihiko
Justo cuando iban a hacer un ataque una voz les interrumpió
-Usagi-san ya termine!-grito Misaki desde su cuarto, saliendo pero antes de que bajara las escaleras Akihiko grito
-METETE EN TU CUARTO-le Akihiko grito Molesto
-Pe-pero…-ve a Haruhiko el cual se le queda viendo a los ojos, Akihiko lo nota
-AHORA!!-grito mas furioso, no quería que su odioso hermano lo viera, ese niño era solo de él y nadie más podía verlo, solo el ese perrito le pertenecía solo a el
Misaki asustado por el grito dejo salir su cola y sus orejas(las había escondido por un momento) y se fue a su cuarto temblando, Haruhiko embozo una gran sonrisa
-Con que por eso no quieres el trono…-dijo burlón
-No es de tu incumbencia-ya estaba empezando a perder los estribos y el olor de la sangre de Misaki en el mueble mezclada con la que tenia Haruhiko en la ropa no ayudaba
-Aunque…-avanza hacia la puerta-…Debo admitir que tienes buen gusto, quizás lo busque un día de estos, ya encontré a la persona que tiene ese delicioso aroma-dijo lamiéndose los labios para después salir
Akihiko se quedo en blanco por unos segundos, luego se enfureció como nunca en su vida, no dejaría que el imbesil de su hermana tocara a su cachorrito, una que otra cosa en la sala se rompió debido al poder que emanaba. Pero se sentía mareado, llevaba un buen tiempo sin tomar sangre y el que ese olor apestara la casa no ayudaba para nada, se sentía como atontado, sus colmillos crecieron ligeramente y sus ojos se volvieron rojo, un rojo muy intenso. Ya sin sentido común fue al cuarto de Misaki, a donde se mantenía aquel delicioso aroma que le encantaba desde hace años. Entro al cuarto de manera sigilosa, encontrando a Misaki envuelto en una sabana temblando, el con sus sentidos nublados se le siguió acercando, Misaki le noto
-Usa-Usagi-san…Perdón…-susurro, Akihiko no respondió solo siguió caminando hacia el-Usagi-san?-dijo confundido al ver que no le respondía y se encontraba frente a el
Akihiko solo se abalanzo sobre Misaki, besándolo con fiereza asustando al menor, siempre que lo besaba lo hacía con cariño y ternura, cosa que a el no le desagradaba es más le encantaba cuando lo hacía pero ahora era distinto, era muy salvaje, demandante y lleno de odio, Misaki no estaba acostumbrado a ese tipo de gestos
-Usa…-no pudo terminar por que Akihiko otra vez le beso de manera brusca, haciéndole llorar un poco
Akihiko con el juicio nublado empezó a romper con apuro la ropa de Misaki, solo pensaba en…Lo deliciosa que sería su sangre y cuanto le encantaría escucharlo gemir para él. Ya cuando Misaki estaba completamente desnudo empezó a lamer su cuello con impaciencia mientras Misaki le pedía que se detuviera, después de que Akihiko lamiera y mordiera sutilmente el cuello de Misaki y sus pezones también bajo hasta el miembro del menor el cual estaba ligeramente despierto, se lo metió en la boca y lo empezó a chupar con desesperación, a los pocos segundos Misaki se corrió, nunca le había pasado eso en su vida, Akihiko solo vio a Misaki unos pocos segundos para luego quitarse el pantalón y los bóxers y penetrar a Misaki con brutalidad, el pequeño soltó un alarido de dolor
-AAHHH….AHHH…DE-DETENTE…AAHHH…AAHHHH…-le gritaba el niño que no podía contra la fuerza del mayor
-Misaki…-murmura embistiéndolo con fuerza
Akihiko se aproximo al rostro que estaba lleno de lagrimas y sonrojado, se le quedo viendo, mientras Misaki gritaba aun más fuerte y la cama parecía que se iba romper, Akihiko dejo de ver su rostro sino que ahora veía un collar alrededor del cuello de Misaki, el cual tenía dirección como si fuera el de un perro pero tenía una esmeralda en el centro, bajo un poco mas su vista viendo la piel desnuda y sin paciencia ni aviso le mordió con sus colmillos empezando a succionar la sangre del menor
-AAHHHH…Ahhh…ahh…-se empieza a sentir muy débil
Misaki sentía que su vista se nublaba levemente, sentía como Akihiko bebía su sangre, le dolía pero a la vez se sentía extraño, mientras le chupaba la sangre le siguió embistiendo pero Misaki ya no gritaba, estaba como en un trance. Akihiko dejo de tomar la sangre, cambiando sus ojos a su hermoso color lila, apurado saco sus colmillos viendo con enorme sorpresa y desesperación a quien le hacía todo eso, mayor fue su sorpresa al ver que se trataba de su pequeño cachorro, como si de un película se tratara empezó a recordar los gritos erráticos de Misaki y como se quedaba quieto.
Salió del con sumo cuidado dejando salir su semen, se asombro que hubiera en tanta cantidad, y seguía saliendo, en su cuerpo también había un poco de semen de Misaki pero muy poco, aun mas asustado se puso ropa, y metió a Misaki al baño para lavarlo, cuando lo dejo en la tina vio con más claridad, Misaki tenía marcas de manos, uno que otro moretón y muchos chupetones por todos lados. Se empezó a lamentar ya que además de eso Misaki no reaccionaba, se encontraba como inconsciente pero aun con sus ojos abiertos
Akihiko le baño y Misaki no emitió ningún sonido ni se movió, después de sacarlo del baño envuelto en una toalla lo llevo a su cuarto donde ya tenia la ropa lista, le vistió con una pijama que consistía en un short holgado de color azul cielo y una camisa que aun le quedaba algo grande de color blanco, lo acostó con cuidado en la cama y le arropo, cerrándole los ojos, el se acostó a su lado y le abrazo con cariño dejando que dos traicioneras lagrimas de tristeza, rabia he impotencia, por no poder controlar sus instintos y ansiedad, sentía la respiración de Misaki la cual era muy pausada pero seguía emitiendo ese exquisito olor que le caracterizaba, Akihiko le acaricio el cabello para luego darle un beso en la frente y dormirse
Capitulo 2: Sin sentidos, Dejando fluir la Lujuria y los Anhelos...Fin