8. A la Deriva
- Smo-ya…
- ¿por qué lo seguiste?- le interrogó Smoker con evidente ira en su mirada- ¡¡se suponía que sería yo quien te salvara!!
- ¡Pero no lo hiciste, imbécil!- le gritó indignado el moreno- ¡no puedes enojarte por algo que fue enteramente tu culpa!- era increíble que le estuviese reclamando por eso; ni siquiera había pedido la ayuda del pecoso, tan sólo había aparecido repentinamente en la arena… pero Smoker ni siquiera parecía que lo quisiese ayudar, y no lo culpaba, después de todo, su vida estaría en riesgo también
- eres un hombre despiadado, Trafalgar- la pantalla de humo los sujetó con más firmeza, haciendo crujir sus huesos- hice todo lo que podía para ayudarte y me pagas con veneno puro…- Law podía ver el dolor en la mirada del peliblanco, y eso, de alguna manera, le lastimaba también- sólo… dale las gracias a Portgas por mi…- le miró intensamente unos segundos antes de formar una mano con su humo. El “brazo” de humo se estiró hacia atrás, tomando impulso, y de pronto los arrojó con fuerza hacia el mar.
Sentía el aire rompiéndose a su alrededor mientras, literalmente, volaban por los aires. Las gotas saladas de agua se pegaban en sus ropas mientras caían, se acercaban rápidamente al mar; si terminaban en el agua, se hundirían como martillos y morirían lentamente. Por inercia, sujetó el cuerpo del pecoso, pegándolo al suyo con fuerza
- ¡Room!- estiró su brazo para formar su sala de operaciones, pero aquella burbuja azul se rompió de inmediato como si fuese de jabón- diablos… ¡Room!- estaba demasiado cansado, no lo lograría a tiempo- joder… - tan sólo cerró los ojos y tomó tanto aire como podían soportar sus pulmones, al menos no moriría en el coliseo…
Sin embargo, a pesar de que esperaba sentir cómo se sumergía en el agua helada, lo único que su espalda sintió fue un golpe recio seguido de un violento movimiento que aturdió sus sentidos por unos segundos. Cuando finalmente pudo enfocar mejor, lo único que vio fue el azul del cielo, ¿habría muerto ya?
- o… oi… ¿cómo llegaron aquí?- una voz temblorosa le advirtió que no estaban solos, y al palpar un poco sobre lo que sea donde estaban, pudo sentir un material duro pero hueco, era madera… ¿estaban en una balsa? Se levantó, aun con el pecoso en brazos, y lo confirmó, habían caído milagrosamente en una pequeña embarcación donde cabrían a lo sumo seis personas, y en ese momento, eran precisamente la mitad: puños de fuego, él y el tipo que estaba ahí en un principio, Mr. 3- ¡Lle-llegaron volando!- señaló asustado hacia arriba, con el rostro claramente pálido. El pequeño barco seguía meciéndose de un lado a otro en el agua, haciendo difícil mantener el equilibrio
- agh, joder…- miró hacia todos lados, la isla no estaba muy lejos, había sido un verdadero milagro haber caído ahí… no, no fue suerte- Smo-ya…- ese hombre les había salvado la vida, y seguramente intentaba ganarles tiempo en ese mismo momento, no debían perder ni un sólo segundo que el guardia les estaba dando- ¿qué esperas Galdino-ya? Apúrate y sigue remando- comentó al ver los remos en las manos del otro- tenemos que alejarnos lo más pronto posible
- ¿ah? ¡¿Y quién eres tú para mandarme?!- le gruñó indignado- ¡Yo arriesgué mi culo para obtener este barco, tu sólo eres un polizón, así que deberías ser tu quien me…!
- cállate…- levantó su nondachi contra él con una sola mano, mirándole amenazador- rema si no quieres terminar en el agua…
- …- Mr. 3 le miró receloso, no quería obedecer a ese tipo y mucho menos estar con él por tiempo indefinido en esa balsa, mas en ese momento se dio cuenta de que el chico que estaba con el cirujano de la muerte era de hecho Portgas D. Ace, el hombre que le había liberado- ¿qué le pasa a puños de fuego?
- bueno, además de las evidentes heridas, tiene una fiebre bastante peligrosa- miró hacia atrás por un momento- y por si fuera poco, nos estarán siguiendo ahora mismo
- hay una taquilla justo debajo de ti, quizá haya algo que ayude- y tras decir eso, tomó los remos y comenzó a remar sin decir más.
Law le miró un tanto confundido, había cambiado de actitud de pronto, pero decidió no darle mucha importancia al asunto y se concentró en lo que había dicho el mayor. Exploró el bote a golpecitos, y al escuchar un sonido hueco al tocar la popa, se agachó y tiró de una manija, abriendo la mencionada taquilla. Dentro, todo tipo de suministros aguardaban para ser utilizados por los náufragos; víveres, agua, purificadores de agua, una guía de supervivencia, lápices, redes de pesca, salvavidas, entre otras cosas. Muy debajo de todo pudo distinguir la caja de primeros auxilios dentro de una bolsa impermeable. Estiró la mano y sacó el botiquín para abrirlo y ver su contenido
- no es mucho- comentó al aire; apenas y veía lo básico. Por suerte había una solución para la fiebre, tan sólo esperaba que le ayudase al pecoso… pero había un problema, Ace estaba inconsciente. Law era un médico experimentado, así que sabía exactamente qué hacer… abrió la boca del pecoso con un par de sus dedos, y tras asegurarse de que respiraba, junto sus labios con los de él
- ¡¿qué… qué… qué estás haciendo?!- gritó Mr.3 con la cara completamente pálida
- calla, intento que despierte- le gruñó el moreno antes de seguir su labor; quizá para la mirada inexperta de Galdino, lo estaba besando, pero en realidad le daba respiración boca a boca (N/A seee ¬w¬ respiración boca a boca) para abrirle el paso respiratorio. Cuando Ace tosió y pareció acomodarse en sus brazos, supo que ya estaba mejor, así que prosiguió con sus intenciones; abrió la botellita de medicina y se la llevó a la boca, dándole un sorbo antes de buscar los labios del pecoso nuevamente. Con la lengua empujó el líquido en la garganta del otro hasta que finalmente le escuchó tragar.
Una vez resuelto el problema de la medicina, prosiguió a revisar las heridas del pecoso; no había laceraciones nuevas que las que tenía la última vez, incluso ya estaban sanando, y la pelea con Kid apenas y había dejado unos pequeños rasguños en él, no había nada de qué preocuparse… o eso pensó hasta que llegó a la parte baja de su anatomía. Llevaba los pantalones rasgados, y entre los retazos de tela podían verse mordidas y moratones sobre sus piernas y nalgas, no había duda de que puños de fuego había sufrido lo mismo que él, o al menos en cierta parte. Ignorando la mirada escandalizada del hombre de cera, usó los materiales que tenía a la mano para curar las heridas de Ace una a una. Era increíble que, después de todo lo que estaba haciendo, el pecoso no hubiese despertado aun, ¿acaso tendría algún otro problema? Revisó sus signos vitales una vez más, todo estaba normal, ¿por qué no abría los ojos de una maldita vez?
Repentinamente, su pregunta fue contestada de la forma más estúpida posible; una pequeña burbuja de aire comenzó a crecer desde la fosa de su nariz, hinchándose y contrayéndose al mismo ritmo que la respiración de Ace… estaba dormido… ¡El maldito pecoso estaba dormido! El moreno le miró con desprecio y lo dejó a un lado, conteniendo las crecientes ganas de aventarlo por la borda. Tomó una bocanada de aire para relajarse y se quitó el abrigo rojo de Kid que había estado cubriendo su cuerpo todo ese tiempo.
- joder, eso se ve horrible- comentó Galdino en voz baja sin darse cuenta; si el pecoso estaba mal, el moreno estaba mucho peor… tenía cortes y golpes superficiales por todo el cuerpo, pero eso no era lo más grave. La sangre seca hacía que los retazos de tela se pegaran a su cuerpo, ocultando a su vez las heridas más profundas, algunas de las cuales seguían sangrando aun… y las heridas entre sus piernas, dios, se veía demasiado doloroso, ni siquiera quería seguir mirando. Dejó de remar por un momento y le dio la espalda al moreno para no molestarlo.
Law sólo le miró en silencio, agradeciendo que se tomara la molestia de dejarle “a solas” para que pudiera tratar sus heridas. Acercó el botiquín y empezó por curar y desinfectar las heridas, juntando las telas y gasas impregnadas de sangre en una cubeta; si las arrojaba al mar, corrían el peligro de atraer a los reyes marinos. Después de limpiarse perfectamente prosiguió con vendar y cerrar las heridas; no podía hacer mucho con lo que tenía, pero al menos podría resistir hasta llegar a tierra firme.
- tres usuarios varados en un bote en medio del mar no se escucha demasiado prometedor- hablaba con Mr. 3 sin mirarlo- tenemos que escapar de algún modo…
- Tra… Tra…. T… Tra…- el mayor murmuraba con nerviosismo, ya ni siquiera estaba remando
- tks, ¿ahora q…?- Law se quedó mudo al igual que su compañero; un enorme e imponente buque se acercaba a ellos, amenazando con aplastarlos… sin embargo, el verdadero problema era el símbolo del gobierno mundial en las velas, eso sólo significaba que los tenryuubitos iban en esa embarcación, y si los veían, podían darse por muertos- no puede ser…
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En otro sitio…
Al llegar a la bodega de suministros del coliseo, tomó uno de los carritos que se usaban para transportar los alimentos, y sin más, comenzó a llenarlo con toda la comida posible, especialmente carne; Luffy había expresado su infinito gusto por ella al menos unas mil veces. Una vez lleno el carrito, rio victorioso, y haciendo algunas piruetas, se dispuso a salir de ahí; pero justo en la entrada se encontró con otro grupo de guardias, quienes le miraban con desaprobación y hasta enojo
- ¿qué haces aquí?- le cuestionó uno cruzándose de brazos- aun no es tu turno
- me ordenaron llevar los suministros para la comida de hoy a la cocina- respondió lo más natural posible, no quería levantar sospechas
- ummm, bien. Adelante- el grupo de guardias se hizo a un lado, dejándole pasar. Ninguno le quitó la mirada hasta que finalmente se perdió entre la oscuridad de los pasillos
- no sé si se haya dado cuenta, pero ese era Mr. 2- murmuró uno de ellos al que parecía ser su superior- ha estado sacando comida a hurtadillas desde hace varios días
- ya lo sé, idiota. ¿Quién más danza como bailarina por ahí?- comenzaba a caminar mientras los otros le seguían- definitivamente no está vendiendo la comida, está tramando otra cosa… síganlo y luego… ya saben qué hacer….
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Mr.2 había perdido a los guardias de vista, y eso sin duda le alivió. Sabía que ya estaba en la mira, por lo que tenía que ejecutar su plan lo más pronto posible o no tendría otra oportunidad
- ¡Mugi-chan! ¡He traído tu almuerzo!- anunció contento, pero al ver que el menor no salía, tocó su mejilla para cambiar su rostro- ¡Mugi-chan!
- ¡Bon-chan!- Luffy salió de la parte trasera de su celda, brincando de emoción- ¡shishishi tus caras son muy graciosas! ¡Tu fruta del diablo es sorprendente!
- ¡ñahahaha, ¿Verdad que sí?!- tocó su rostro una vez más, cambiando su apariencia a la de Luffy- ¡con sólo tocar la cara de otra persona con mi mano derecha, puedo convertirme en ella!- su físico e incluso su voz eran igual a la del menor, lo único que lo distinguía era la ropa
- ¡GENIAL!- le miraba maravillado, olvidando al menos por un momento el sitio en el que estaba
- bien, bien. Basta de juegos- con el toque de su mano izquierda, regresó a la normalidad. Abrió la celda de Luffy y metió el carrito con comida- procura terminarte todo lo más pronto posible, Mugi-chan. No tenemos mucho tiempo
- ¡gracias Bon-chan! Eres tan amable conmigo- hablaba mientras comía a velocidad sorprendente, su apetito era digno de admirar
- Mugi-chan, sobre escapar de aquí… tengo un plan- el chico le miró de reojo sin dejar de comer- conozco a algunas personas allá afuera, forman parte de un grupo de usuarios que están en contra de los tenryuubito. Ya han liberado a muchos, y nos ayudarán a salir a nosotros también
- ¡¿en serio?!
- shhhh-le indicó que bajara la voz con una señal- nadie debe escucharnos o seguro nos ejecutarán. Escucha Mugi-chan, en un par de noches más, ellos iniciarán su plan para liberar al mayor número de usuarios posibles, incluidos nosotros, y cuando estemos afuera, podrás buscar a tu hermano
- muchas gracias- como le había enseñado su hermano mayor, se puso de rodillas e hizo una reverencia como forma de agradecimiento- en verdad… no sé cómo pagarte por todo lo que haces por mí, Bon-chan…
- ñahahaha, no es nada- le palmeó el hombro al menor, tratando de contener sus lágrimas de alegría sin éxito- me tengo que ir. Mañana tendrás tu tercer duelo, ¿verdad? Suerte Mugi-chan
- shishishishi, gracias- tras acabarse el último bocado, el menor sonrió y se despidió del guardia. Estaba ansioso, finalmente podría salir de ahí y ver a Ace de nuevo- espera un poco más Ace, voy a ir a buscarte…
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Un violento movimiento hizo que rodara por el fondo del barco, haciendo que se golpeara contra uno de los lados del mismo. No fue un golpe fuerte, pero sí lo suficientemente repentino para hacerle despertar. Ace se talló los ojos y miró hacia arriba, tan sólo miraba colores naranjas y violentas; al parecer, estaba por anochecer. Aun confundido, se quejó un poco y se recargó en el piso con sus manos, levantándose hasta quedar sentado. Sus ojos se abrieron cual grandes eran al darse cuenta en dónde estaba… era un pequeño bote en donde Law, Galdino y él flotaban en… ¡¿el mar?! Ese enorme bulto a su lado… ¡¡era un rey marino!! ¡¿qué diablos había pasado?!
- despertaste- Law sonaba más enfadado que aliviado al verle. El moreno se veía exhausto al igual que Mr. 3- ten, come algo- le lanzó uno de los paquetitos que estaban guardados en el suministro junto con una lata de agua- la fiebre bajó un poco, pero aun no te has recuperado del todo
- ummm… gracias…- lo último que recordaba era estar volando sobre el coliseo, pero al parecer, habían logrado escapar a salvo. Abrió el paquete que el moreno le había dado y sacó el contenido- ¿una galleta?- la olfateó e incluso lo lamió, parecía realmente una galleta, sólo que más grande
- ¿también te pondrás remilgado, puños de fuego?- Mr.3 miraba hacia un lado- el cirujano no quiso comer porque dice que las “galletas” son parientes cercanas del pan- el moreno tan sólo desvió la mirada al piso, mejor que no le vieran
- podemos comer carne de rey marino- dijo como si fuese lo más normal del mundo; se había acabado ya la galleta mientras Galdino hablaba- aunque parece que los peces ya nos han ganado las mejores partes- en efecto; apenas y quedaba carne en los huesos del inmenso animal; los carroñeros del mar ya habían empezado a comer y pronto acabarían con todo
- ¿y crees que voy a comer carne… cruda?- el hombre sonrió y se acomodó las gafas, ahora lo entendía todo- ¿puedes cocinar la carne, puños de fuego?
- por supuesto, es sencillo
- ¡Entonces vamos por carne!- tomó los remos y comenzó (valga la redundancia) a remar hacia el bulto de carne que flotaba en el agua. Al estar cerca, cortó varios pedazos con el cuchillo que venía en los suministros y se los fue pasando al pecoso, quien enseguida los asó perfectamente
- no deberías esforzarte tanto, Portgas-ya- terció el moreno- aun estás débil por la fiebre, debemos encontrar un medicamento más efectivo
- ¿no acabas decir que debo de comer?- reprochó con un trozo de carne en la boca. Su cara seguía roja por la fiebre a pesar de que ya había recobrado algo de lucidez- sólo necesito comer y descansar un poco, mañana estaré mejor- le acercó un trozo de carne asada a Law, quien lo dudó unos segundos antes de tomarla
- si es que logramos llegar a tierra- Mr.3 tomó su respectivo trozo de carne para comer- no sabemos en dónde estamos ni a dónde nos dirigimos; podemos pasar el resto de nuestras vidas varados en el mar antes de encontrar tierra- hablaba mientras comía- y no creo que los suministros alcancen para más de dos meses
- bueno, yo puedo pescar y cocinar, eso debe aliviar un poco el tema de los víveres- el pecoso dio un sorbo a la lata de agua; se sentía tan fresca y deliciosa al paladar- por cierto, ¿qué hace un rey marino muerto aquí?
- un barco del gobierno mundial se acercaba a nosotros- narraba el mayor de los tres- si se acercaban demasiado, seguramente nos hundirían. Así que Trafalgar arrojó sus vendas sucias al agua; la sangre de las vendas atrajo al rey marino… cuando salió a la superficie, el barco cambió de curso, no querían pelear con un rey marino. No lograron vernos, nos salvamos apenas. Luego tuve que matar al rey marino antes de que nos comiera a nosotros
- así que eso pasó…- la luz del sol ya estaba casi extinta, por lo que encendió una llama en la palma de su mano para alumbrarse- bueno, tendremos que hacer algo si queremos seguir viviendo
- seguramente ya se habrán dado cuenta que no estamos en Sabaody, no tardarán en buscarnos en otras islas- Law había terminado de comer ya. Sujetó a Ace por la muñeca y acercó su mano a la taquilla de suministros para alumbrarse- tenemos un log pose, sólo debemos seguir el camino que indique. Aunque cabe la posibilidad de que nos lleve de vuelta al Archipiélago o a algún lugar mucho peor
- nos atraparían en un instante- Galdino meditaba con los brazos cruzados, tratando de buscar la mejor solución
- es eso o quedarnos a la deriva en el mar; de cualquier forma moriremos si no hacemos algo- los tres se miraron entre sí y asintieron; seguir el camino que les indicaba el log pose era la mejor opción que tenían.
Sin embargo, su plan se pospondría para cuando saliera el sol; viajar de noche no parecía buena idea. Ace aún estaba enfermo y Galdino ya había hecho mucho matando al rey marino, por lo que decidieron que Law tomaría el primer turno para vigilar esa noche. Avanzaron un poco más antes de que la oscuridad los cubriera por completo, no querían estar cerca del cadáver del rey marino cuando otras criaturas nocturnas salieran a devorar lo que quedaba. Una vez lejos, tomaron unas mantas de la taquilla del bote, las noches eran bastante frías en altamar. El pecoso y Mr.3 cayeron presas fáciles del sueño, o al menos eso pensó Law cuando dejaron de hablar y de moverse.
El moreno se quedó sentado en medio del bote y se echó la manta a la espalda, envolviéndose con ella; ya no quería usar el abrigo de Kid para cubrirse, era demasiado humillante, se desharía de él en cuanto tuviese oportunidad. Dejó que su mirada se perdiera en las millones y millones de estrellas sobre su cabeza; hace tanto que no miraba un espectáculo nocturno como ese, casi había olvidado cómo se veía… el agua estaba calmada, así que todo lo que estaba en el cielo se reflejaba perfectamente en el mar como si fuera un espejo; parecía que la pequeña embarcación flotaba entre las estrellas, era sencillamente hermoso. Sin embargo, su único entretenimiento se vio ligeramente perturbado cuando un movimiento en el agua creó ondas que difuminaron la preciosa vista. Law se asomó hacia el agua, no había nada merodeando cerca de ellos, por lo que la perturbación fue originada por el mismo bote en el que estaba, mas él no se había movido desde hace rato, y Galdino estaba completamente perdido en sus sueños…
- ¿no puedes dormir, Portgas-ya?- le habló al pecoso que descansaba cerca de él, mirando cómo se removía ligeramente al escuchar su voz
- ya he dormido bastante, no tengo sueño aun- respondió sin moverse, aunque por la luz del cielo nocturno, estaba seguro que el otro podía verle- ¿quieres que tome el primer turno?
- claro que no, tu salud sigue en riesgo. Trata de dormir
- pero no me siento como si estuviese enfermo, no creo que sea la gran cosa
- ¿acaso quieres decirme cómo hacer mi trabajo? Si digo que estás grave, lo estás. Tu fiebre era tan alta que incluso te provocó alucinaciones… no dejabas de nombrar a alguien llamado Zoro…
-…- el pecoso sintió un nudo en la boca del estómago al escuchar eso- jajaja, ¿hablaba dormido? No lo recuerdo…-evitaba mirar al moreno, no quería sentirse vulnerable ante nadie
- ese Zoro… ¿es Roronoa Zoro, el cazador de piratas?- al ver cómo el otro se encogía pudo darse cuenta que así era- es un cazador de usuarios bastante conocido, su nombre se escucha mucho por los coliseos…
- ¿puedes dejar de hablar de eso por favor?- le interrumpió Ace, ya se sentía demasiado incómodo en esos momentos- es más, mientras estemos aquí, evitemos hablar de nosotros mismos…
- como quieras- no es que le importara su vida en realidad, la pregunta había salido de su boca casi involuntariamente- por cierto, debes tomar tu medicina- le pasó el frasquito con el líquido- no es suficiente para curar tu enfermedad, pero al menos ayuda a controlarla un poco
- no quiero tomarla, ya me siento bien
- yo soy el médico a bordo, así que la beberás si yo lo digo- sentenció- a menos que quieras que te la haga tomar como la última vez…
- ¿eh?
- sólo bébela Portgas-ya, e intenta dormir un poco- ni siquiera sabía por qué había dicho eso, quizá sólo había sido una fallida intención de molestar al pecoso…
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Al día siguiente, en algún otro sitio…
- ¡kyahahahaha, vas a morir gracias al poder de mi kilo kilo no mi!- se carcajeaba la mujer mientras flotaba sobre la arena del coliseo. Todas las armas apuntaban a la bella chica rubia de sombrilla a rayas verdes y azules y con un brillante vestido amarillo con patrones de limones; después de todo, era lo más cercano que habían visto a “una fruta del diablo que permite a su usuario volar”- ¡mi fruta me permite cambiar mi peso a voluntad, kyahahaha! ¡en este momento, soy tan liviana que el viento puede levantarme! Pero, si aumento el peso…
- ¡¡La técnica mortal de Miss Valentine!!- anunciaba con su habitual entusiasmo el narrador del coliseo- ¡¿qué hará Sombrero de Paja?!- el chico en la arena no se movía, tan sólo se limitaba a ver a la mujer desde abajo, sosteniéndose el sombrero sobre la cabeza para mantenerlo en su lugar
- un kilo… dos kilos… 10 kilos… 100 kilos- la rubia comenzaba a caer conforme su peso aumentaba, adquiriendo más velocidad- 1,000 kilos… ¡¡10, 000 kilo press!!- Miss Valentine cayó con toda la fuerza de su peso como si fuera una bala de cañón, pero en vez de alarmarse, Luffy tan sólo ladeó la cabeza y dio un largo paso hacia a un lado, dejando que su oponente cayera pesadamente sobre el piso, abriendo un gran boquete en la arena.
- shishishi, ¿estás bien?- el pelinegro se asomó hacia adentro del agujero, buscando a la chica entre la nube de polvo que se había levantado
- ¡no te atrevas a burlarte de mí, chiquillo!- le gritó Miss Valentine, claramente herida por su propia técnica- ¡voy a aplastarte!
- ya no quiero pelear contigo- se sacudió sus ropas y se puso de pie, alejándose del agujero mientras cruzaba los brazos tras su cabeza
- ¡Regresa!- la chica salió del hoyo con ayuda de su poder, flotando nuevamente- ¡nadie de los dos se irá hasta que el otro quede inconsciente!
- ya me cansé, renuncio- miró a la chica con un mohín- ¡oi, señor!- llamaba al narrador agitando sus manos- ¿puedo renunciar?
- ¿re… renunciar?- más de uno se quedó boquiabierto al escuchar eso, incluido el mismo narrador- ¡no puedes renunciar, debes pelear hasta que alguno de los dos sea incapaz de pelear!
- ¡Ya no puedo pelear!
- ¡¡NO MIENTAS!!- gritaron varios espectadores al unísono
- qué pesados- Luffy suspiró con cansancio, ya no quería estar ahí. Al notar una sombra en el piso haciéndose más grande, supo que Miss Valentine estaba cayendo de nuevo. Tronó sus nudillos y se acomodó el sombrero- gomu gomu no… ¡Bazooka!- con un potente puñetazo, golpeó a la chica con toda su fuerza, no sólo deteniendo a la rubia, sino que también la hizo volar fuera de la arena como si se tratase de una pelota de béisbol- ¡duele, duele!- se sobaba la mano que había usado recién, al parecer el golpe fue bastante duro
- ganó… ¡¡Sombrero de Paja Luffy ha ganado de nuevo!! ¡¡Esta es su tercera victoria consecutiva!!- los espectadores aplaudían entusiasmados mientras los guardias se organizaban para ir a buscar a Miss Valentine…
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Después de ser llevado a su celda, Luffy se quedó sentado en el colchón, esperando que de un momento a otro apareciera Mr. 2 con un bocadillo para él… pero su amigo no fue a visitarlo. En ese momento no le pareció extraño, pues creía que, al ser su tercera victoria, ese día le darían de comer y Mr. 2 le visitaría después de eso.
Sin embargo, al terminar las batallas de ese día, y al ver a todos esos guardias ir a venir con comida menos a su querido compañero, comenzó a preocuparse. Cuando el guardia que le llevó sus alimentos ese día se acercó, sacó uno de sus brazos entre los barrotes y lo agarró del brazo para llamar su atención.
- ¿dónde está Bon-chan?- preguntó directo al hombre, quien se soltó con asco de su agarre- ¡Dime dónde está!
- ¿Bon-chan? No sé a quién te refieras, niño. Aquí no hay nadie con ese nombre
- ¡Bon-chan es Bon-chan! ¡Lleva su cara pintada y siempre anda por ahí dando vueltas como bailarina!
- oh, Mr. 2… ese desagradable okama…- el guardia rio levemente, aunque su sonrisa era bastante pronunciada- lo siento mocoso, pero… ese tipo desapareció en la mañana… no, espera. Yo no conozco a nadie así… ¿quién es Bon-chan?
Continued…