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Dead or Alive por carina_mew12

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Notas del capitulo:

omg!!! no puedo creer que hace un año comencé a escribir este fic xD llevo menos capitulos de los que calculaba, pero al menos hago lo posible por actualizarles =w= y pues nada, les dejo el capi nueve, que lo disfruten!!

nos vemos abajo owo

9. Dead or Alive. Part. 1

Tras llegar al groove 66 del archipiélago*, no hizo nada más que caminar en círculos por todo el lugar, dejando que sus habanos fueran consumiéndose entre sus labios; últimamente se acababan más rápido de lo normal, quizá se debía a que, por su nerviosismo, inhalaba con más fuerza, acabándoselos en tres o cuatro caladas. Sus subordinados estaban ligeramente preocupados; era verdad que su situación era bastante difícil, pero Smoker jamás había sido una persona nerviosa.

- Smo-yan- uno de los guardias le llamó a sus espaldas, sacándolo de sus pensamientos- la reunión está a punto de comenzar

- vigilen a los usuarios, usen todos los medios posibles- ordenó Smoker sin girarse a verlo- no podemos permitirnos otro incidente

- ¡a la orden!- el hombre se cuadró ante el peliblanco y salió corriendo en dirección contraria a él.

El llamado Cazador Blanco encendió otro par de sus puros y se dirigió al interior del edificio, la sede de la marina del Archipiélago Sabaody. Dio algunas vueltas por los pasillos, y al llegar a la sala de juntas, abrió. La sala constaba de un enorme espacio cuadrado, con hileras de sillas de frente hacia una pared blanca, y entre las sillas, un den den mushi gigante esperaba para recibir la señal. Cuando el peligris llegó, todas las sillas estaban ocupadas menos una, que era la que le correspondía. Sin mediar palabra con nadie, Smoker tomó asiento, ignorando las miradas curiosas que seguían sus movimientos, y esperó.

Pasaron algunos minutos más antes de que otro oficial entrara, apagara las luces del sitio y encendiera el caracol, el cual abrió los ojos, reflejando en la pared tres ventanas que mostraban diferentes sitio, y por supuesto, diferentes personas. En la primera pantalla estaba Sengoku, el líder de la Marina, las fuerzas especiales del gobierno que se dedicaban a rastrear, cazar y aniquilar usuarios, además de procurar la seguridad en los coliseos. En la pantalla del extremo contrario estaba Donquixote Doflamingo, el actual Rey de Dressrosa y el encargado de todas las actividades que se realizaban en los Coliseos de todo el mundo, incluida la recolección de las frutas del diablo. Finalmente, en la pantalla central estaba uno de los nobles mundiales; un tenryuubito de avanzada edad que, como todos los de su clase, utilizaba una especie de casco que evitaba tener que respirar el sucio aire de los plebeyos.

- bien, vayamos directo al grano- habló firme Sengoku a los presentes- ¿cuál es el reporte del reciente accidente?

- ¡sí, señor!- uno de los oficiales se puso de pie, saludando de forma marcial a su superior- hace cuatro días, un total de 47 usuarios escaparon de sus celdas mientras se llevaba a cabo la última pelea de esa tarde, todos han sido ejecutados públicamente menos los siete que lograron escapar del coliseo. Antes de morir, algunos usuarios confesaron que fue Puños de Fuego quien comenzó a liberarles… ¡ah! Puños de Fuego es uno de los fugitivos

- el Coliseo de Sabaody debe ser destruido- sentenció el Tenryuubito, haciendo estremecer a los presentes- si no es capaz de cumplir con sus funciones, debe desaparecer junto con todos los guardias

- ¿no le parece que es algo extremo de su parte?- Sengoku se negaba a dejar morir a sus hombres, para él era una simple exageración- no puede ejecutar a todos

- ¡claro que puedo y lo haré! ¡Puedo destruir Sabaody si es necesario!

- fufufu~ creo que ambos están exagerando- el rubio terció en la conversación, interrumpiéndoles- no puedo permitir que destruyan uno de mis preciados coliseos, mucho menos que destruyan Sabaody, mi negocio se irá a la ruina

- no podemos dejar que este incidente se sepa, pero me niego a asesinar personas inocentes

- ¿no crees que es demasiado tarde, Sengoku?- con una risilla de superioridad, Doflamingo se acomodó en su asiento, acercándose más a la cámara- las noticias como esta viajan rápidamente, ya todos deben saberlo a estas alturas… lo único que podemos hacer es ejecutar a los usuarios que lograron escapar…

- objeción- todas las miradas terminaron de nuevo sobre Smoker, quien de pronto se había puesto de pie y se había atrevido a interrumpir a sus superiores- con todo respeto, no sabemos si los usuarios que escaparon sigan con vida- debía desviar la atención de todos, debía mantener a salvo a Law lo más posible- en lo que a mí concierne, pudieron haber caído al mar mientras intentaban escapar, no podemos gastar recursos buscando usuarios que nunca volveremos a ver

- estás demasiado convencido de tu argumento, Smoker. ¿Acaso viste algo ese día?- Doflamingo podía verlo en sus ojos, ese hombre ocultaba algo

- no he visto nada, sólo planteo una posibilidad

- es imposible- Magellan también había interrumpido la charla- si hubiesen muerto, sus frutas del diablo debieron haber aparecido ya. Tenemos en nuestro poder 39 frutas de los usuarios que escaparon ese día, seis de ellas  aparecieron de la nada, lo que significa que fueron asesinados por los reyes marinos que rodean la isla o se hundieron en el mar… de haber muerto, las frutas de esos siete faltantes ya hubiesen aparecido, pero no hay rastro de ellas… todo indica que lograron escapar…

- pudieron haber muerto en otra parte- Smoker se negaba a dejar caer su argumento- ya han pasado cuatro días. Quizá murieron en otro sitio lejano a la isla, y sus frutas reencarnaron en la fruta más próxima… pueden estar en cualquier parte…

- ¡no pueden morir sin un castigo!- el tenryuubito estaba bastante enojado, tanto que su aliento empañaba su casco de cristal- ¡quiero ver sufrir a esos bastardos antes de que mueran!

- caballeros, caballeros- de nuevo el Rey de Dressrosa hablaba, intentando calmar a los presentes- este predicamento puede resolverse de forma muy simple- su mano comenzó a buscar algo y pronto puso aquel objeto frente a la cámara para que todos lo viesen, era un afiche de “Se Busca” de un usuario- ¿no es la marina quien se encarga de buscar y capturar a los usuarios cuyas identidades son conocidas? Bien, que sigan haciéndolo. Conocemos a los fugitivos, sólo hay que buscarlos... las recompensas son buenos incentivos para alertar a las masas; todos comenzarán a buscarles, y a la más mínima señal de ellos, hablarán… los cazadores profesionales también estarán gustosos de participar

- esa… es buena idea…- Sengoku detestaba a ese hombre, pero por esa vez debía darle la razón; no había forma más efectiva de rastrear a alguien que ofrecer una recompensa por ella

- pero… eso puede provocar una ola de información falsa- el peliblanco comenzaba a desesperarse- las recompensas son armas de doble filo, no podemos arriesgarn…

- ¡¡Silencio!!- la audiencia se estremeció ante el grito del noble- quien tiene la última palabra aquí, soy yo. La idea de Doflamingo es aceptable, haremos circular los carteles de “Se Busca” de esos sujetos… si son capturados vivos, deben ser ejecutados en el Coliseo de Sabaody para entretenimiento y goce de los tenryuubitos exclusivamente…  en cambio, si los encuentran muertos, exijo que sus cuerpos sean subastados para los nobles, quienes les darán el uso que deseen… la recompensa también será válida si sólo se encuentran las frutas del diablo; en ese caso, Doflamingo se hará cargo de ellas como siempre

- yo no tengo ninguna objeción~- la enorme sonrisa del rubio era clara evidencia de que estaba de acuerdo, y que, de hecho, disfrutaba aquella situación

- tampoco tengo objeción- Sengoku dio el último voto unánime

- bien, entonces es mi última palabra. Sengoku se encargará de fijar las recompensas- fue lo último que dijo el tenryuubito antes de desaparecer de la pantalla. Doflamingo sólo rio y desapareció también

- ya escucharon las órdenes- Sengoku fue el único que quedó en transmisión, aún tenía asuntos que atender con los guardias del coliseo- quiero un informe detallado de lo sucedido y de quiénes son los fugitivos; nombres, frutas del diablo, puntuación en el coliseo, absolutamente todo. Debemos determinar el valor de cada uno

- ¡pero señor…!

- ¡Smoker!- Sengoku le interrumpió antes de que siquiera terminara de hablar- una palabra más… y serás ejecutado también…- la sala quedó en silencio absoluto; Smoker tan sólo apretó los puños y volvió a sentarse, con la impotencia robándole todas sus fuerzas.

*****************************

 En alguna parte del océano…

Estaban física y mentalmente agotados; en pelea podían ser de los más fuertes, pero estar rodeado del interminable azul del mar, sin saber cuándo llegarían a tu destino, bastaba para quitarle las fuerzas a cualquiera. Y es que, además de sentirse atrapados dentro de un bote, los rayos del sol comenzaban a carcomer su piel y a secar sus cuerpos. Mr. 3 era el más afectado, pues al tener un cuerpo de cera, literalmente se estaba derritiendo sin importar cuánto se cubriese de las inclemencias del tiempo. Law no tenía ropa, por lo que usaba la manta para cubrir su desnudez, y de paso, evitar que el intenso calor hiciera más estragos en sus heridas. Ace tampoco se sentía bien, no porque el sol le afectara, más bien, era el calor de su interior el que estaba agotándolo… la fiebre ya no había subido, pero también se negaba a bajar.

- ¿cuántos días llevamos?- preguntó el pecoso con la garganta seca

- los mismos que hace once minutos, Portgas, cuatro días- repitió Galdino por enésima vez, sin dejar de “pegar” aquellos trozos de cera que se desprendían de él- Trafalgar, dame un poco de agua…

- …- el moreno miró hacia arriba, revisando la posición del sol- supongo que es buena hora para beber algo…- sin descuidar la tela que le cubría, Law se acercó a la taquilla del bote e introdujo la mano para sacar algunas latas del agua. Sin embargo, al hacerlo, notó enseguida que había menos latas de las que recordaba; de hecho, tampoco quedaban muchos paquetitos de comida ni carne de pescado de la que habían logrado recolectar- Portgas-ya…- murmuró con odio, y enseguida su afilada mirada se clavó en la espalda del pecoso, haciéndole sentir un escalofrío- ¡¡Te has estado comiendo los víveres!!- gritó furioso; desde que estaban en aquel bote, había tenido la desgracia de conocer el voraz apetito del pecoso- ¡¡Se supone que los enfermos carecen de apetito, ¿cómo te las ingenias para comer el triple que nosotros dos juntos?!

- ¡¡se supone que debo comer!!- el pecoso se intentaba excusar de la única forma que conocía- ¡¡y sigo con hambre!! ¡¡Esas galletas o lo que sean no llenan!!

- ¡¡Galdino-ya, te dije que lo vigilaras!!- Law arrojó la lata que tenía en mano hacia el mencionado, golpeándole la cabeza con tal fuerza que un chichón, casi tan grande como el “3” que tenía como peinado, apareciera en su cabeza

- ¡¡me estoy derritiendo, no puedo hacerlo todo aquí!!- dijo sin tomar mucho en cuenta el dolor que aquejaba su cabeza; los tres tenían los nervios a flor de piel, los víveres fue sólo la gota que colmó el vaso- ¡¡Tú debiste vigilarlo!!

- ¡¡Podemos pescar otra cosa, no tienen por qué gritar!!- una pequeña llama se encendió en la palma de la mano del pecoso tras esa rabieta, comenzando un pequeño incendio justo debajo de ésta. El humo no tardó en aparecer, junto con ese característico sonido de la madera desquebrajándose ante el fuego- ups…

- ¡vas a hundirnos maldito subnormal!- en un impulso, Mr.3 abrió su lata de agua y la vació en el sitio donde una llama amenazaba con crecer. En cuanto el fuego se extinguió, cubrió la parte quemada con su mano, formando una capa de cera que evitaba que el daño al bote se hiciese más grande

- estuvo cerca…- el médico se acercó a evaluar los daños; la cera aún estaba tibia y suave, pero al menos Galdino había evitado una desgracia mayor, agradecía que uno de sus compañeros forzados usara su cabeza- Portgas-ya, no vuelvas a usas tus habilidades mientras estemos aquí a menos que sea estrictamente necesario, es demasiado arriesgado…

- fue su culpa…- reclamó puños de fuego con un puchero- normalmente puedo controlar mi poder, pero cuando mis emociones se salen de control…

- entonces no te salgas de control de nuevo, o te arrojaremos por la borda- al juzgar por su tono de voz y la expresión de su rostro, Law hablaba en serio

- podemos evitar los riesgos si tan sólo lo empapamos de agua de mar- comentó el hombre de cera- la habilidad de puños de fuego es demasiado riesgosa…

- no podemos hacerlo, su fiebre lo mantiene en riesgo constante. Hacer eso sólo arriesgaría su salud, y quién sabe si Portgas-ya pueda mantener los poderes de su fruta controlados si está delirando… mantenerlo vigilado deberá bastar por ahora…- todavía recordaba aquella ocasión en la que el pecoso había estado hablando mientras dormía, y ciertamente, no podía controlar sus emociones en ese estado; si se agravaba su situación podía suceder algo peor- Galdino-ya, cella la taquilla del bote con tu cera, así nos aseguramos de mantener las provisiones lo más lejos posible de Portgas-ya, y si intenta hacer algo, lo notaríamos enseguida...

- supongo que es la mejor opción, pero puños de fuego deberá mantenerse del lado contrario- exigió el hombre de cera antes de hacer lo que Law le había pedido, y sólo por si acaso, permanecería cerca de la taquilla, asegurándose de resguardarla

- tacaños- gruñó molesto el pecoso, quedándose en la esquina más alejada del bote. Jamás le había gustado ser una molestia, aunque tampoco le agradaba no obtener lo que quería, sobre todo cuando se trataba de comida. Se cruzó de brazos e infló sus mejillas mientras miraba hacia el mar; a su alrededor era todo azul y brillante, aunque eso, en su caso, no era bueno- ¿cuándo vamos a llegar?

- no lo sé, sólo espero que sea pronto- la grisácea mirada del cirujano de la muerte se posó en el log pose, el cual seguía apuntando hacia un camino que ninguno conocía- llevamos una buena trayectoria, no podemos hacer más que esperar

- y… cuando lleguemos… ¿qué piensan hacer?- su curiosidad podía más que su enojo, de hecho, no recordaba haber estado enfadado más de tres minutos

- ¿no fuiste tú quien dijo que no habláramos de nosotros mismos?- Law echó la cabeza hacia atrás, recargándola sobre la orilla del bote

- estar callado es demasiado aburrido, además, hablar con otros ayuda a mantener la cordura cuando estás varado en el océano- tanto el moreno como Mr.3 le miraron desde su sitio con algo de sorpresa- ¿qué? Lo leí en el manual de supervivencia

- ¿en qué momento lo leíste?

- anoche, cuando me comía las provis… ¡cuando miraba los peces!- se corrigió con rapidez, pero los otros dos ya se habían dado cuenta de lo que, en vano, trataba de ocultar- entonces… ¿qué harán?- de pronto se vieron envueltos en un silencio que sólo era roto de vez en vez cuando el agua chocaba contra el casco de la nave

- …- Galdino suspiró resignado y ligeramente aburrido, el silencio podía ser incómodo para cualquiera- yo… me reuniré con algunos camaradas…- comenzaba a narrar, aunque evitaba el contacto visual con sus compañeros de naufragio- formo parte de un grupo de resistencia contra los nobles… se supone que mis camaradas me liberarían en unas semanas, pero simplemente no pude soportarlo más… Portgas apareció como caído del cielo, no pude desaprovechar la oportunidad… por cierto, gracias…- no estaba acostumbrado a decir esas palabras, así que su voz se escuchaba un tanto insegura cuando las pronunció

- no es nada, me alegra haberte ayudado…- un sentimiento de satisfacción le llenó el pecho al pecoso, haciéndole sonreír de una forma por demás alegre y contagiosa. Sin embargo, su radiante sonrisa se fue desvaneciendo lentamente, quedando reducida a una mueca de resignación- yo debo buscar a alguien…- añadió a la conversación

- déjame adivinar, debes buscar a ese cazador que te entregó, ¿no es así?- a esas alturas, al moreno le parecía un argumento bastante trillado; inclusive podía decir que él tenía razones similares- debes hacerle pagar por todo lo que…

- no me interesa-  le interrumpió el pecoso a medio discurso, con un rostro serio que no era nada habitual en él- la venganza es un sentimiento estúpido e infantil, tampoco me ayudará a encontrar a mi hermano… no me interesa lo que le pase a… ese hombre… sólo quiero recuperar a Luffy, es lo único que tengo… nunca conocí a mis padres; crecí entre las calles y el bosque que está cerca del pueblo… y un día, mientras rebuscaba en la basura algo para comer, encontré a Luffy… su nombre estaba grabado en la manta que lo cubría… era un pequeño adorable, pero también bastante frágil… no pude dejarlo a su suerte, y aunque no sabía nada de bebés, prometí cuidarlo siempre… pero…- un nudo se le atravesó en la garganta, haciéndole tragar duro- le fallé… por eso debo encontrarlo, no voy a romper la promesa que le hice, no importa cuánto tiempo me tarde…

-…- algo dentro del pecho de Law se removió, ¿cómo podía ese idiota con pecas decir palabras tan acertadas? Incluso parecía que le había querido mandar una especie de mensaje, pero eso era imposible, ninguno de ellos conocía su situación… al menos no por ahora. La mirada de los otros dos recayó en él, esperando a que hablase- por cierto, Portgas-ya, ¿en dónde buscarás a tu hermano?

- bue… bueno… yo…- el nerviosismo tatuado en el rostro de Ace le dio a entender que no tenía ni la más mínima idea- ¡ya dije que no importa cuánto me tarde, lo encontraré!

- lo supuse, ni siquiera sabes lo básico sobre rastrear a alguien. Por suerte para ti, tengo algo de información respecto a ese chico… o eso creo…

- ¡¿sabes dónde está Luffy?!- puños de fuego se abalanzó sobre el mayor, agarrándole fuertemente de los hombros y miró fijo hacia esas orbes grisáceas- ¡¿en dónde está?!

- te he dicho que no estoy seguro- con sus manos empujó al pecoso, haciendo más grande la distancia entre ellos- el cazador blanco-ya me dio algo de información… el hombre que te trajo al coliseo iba rumbo a Dressrosa, junto con un chico con sombrero de paja…

- ¡¡ES LUFFY!!- la mirada del pecoso se iluminó y la sonrisa le creció de oreja a oreja; ese era indudablemente su hermano menor. En un impulso de eufórica alegría, Ace abrazó al médico con todas sus fuerzas, doblándole la espalda

- mhhh… Portgas-ya… no puedo… respirar…- mas el respirar no era su única preocupación; si el pecoso se emocionaba de más, el barco terminaría en llamas

- lo siento, lo siento- deshizo lentamente el agarre, aunque la alegría no abandonó su rostro, lucía mucho más radiante, incluso era difícil adivinar que estaba enfermo. Por un momento, el moreno se vio cegado ante ese radiante y alegre rostro, cortándole la respiración, ¿o era la falta de oxígeno?- bien, ¿qué esperamos? ¡¡A navegar!!

- [[creí que me partiría en dos…]]- Law se sobó sus propios brazos y se acomodó la manta que le cubría, no deseaba andar desnudo por ahí- [[al menos no preguntaron]]- respiró profundo para expandir sus pulmones nuevamente, pues los sentía aplastados tras el abrazo del pecoso- lo mejor será dividir los deberes mientras estemos aquí. Galdino-ya, te encargarás de vigilar las provisiones, no podemos darnos el lujo de perder más comida. Portgas-ya, tu remarás, aun cuando estás enfermo tienes la suficiente fuerza para hacerlo tú solo- y eso le constaba- Yo me encargaré de la navegación y de racionar las provisiones. En la noche rolaremos turnos para hacer guardia, también lo haremos para pescar. Si estamos bajo ataque o en algún tipo de problema, nuestras funciones dependerán de la situación

- no tengo objeción con ello- el mayor de los tres se acomodó las gafas- y ya que puños de fuego no es lo suficientemente competente para tomar una decisión- lo miró de reojo sólo para comprobar sus propias palabras; el pecoso seguía perdido en su mundo, repitiendo el nombre de su hermano una y otra vez mientras miraba al horizonte- creo que es un voto unánime

****************************

En Sabaody…

- finalmente…- suspiró profundamente en cuanto bajó de la embarcación y sus pies tocaron la isla. En el aire, cientos de burbujas flotaban a su alrededor, perdiéndose entre las ramas de los enormes mangrooves (N/A los árboles de Sabaody). Se estiró un poco y miró el número de manglar; estaba en el groove 34, área conocida por sus tiendas comerciales y turísticas, además del mundialmente conocido Parque Sabaody, un lugar al que cualquier niño quería ir. Era bastante perturbador que, cerca de un lugar tan alegre, hubiese sitios tan repugnantes como una casa de subastas, donde se vendían todo tipo de “seres”, y un coliseo donde la sangre se derramaba diariamente. Él debía ir a éste último sitio, situado en el groove tres de la isla- ya voy Ace, sólo un poco más…- si intentaba ir solo, seguramente se perdería, y a esas alturas ya no podía darse el lujo de perder ni un solo segundo más.

Sin pensarlo, se adentró en el parque de atracciones para buscar a alguien que le pudiese llevar, pero todos parecían huir de él… quizá era por el mal genio que mostraba en su cara, su apariencia sucia y desaliñada, o simplemente conocían quién era, y por consecuencia, preferían estar lejos de su persona. Cerca de él, un grupo de niños pasó corriendo, tan ajenos al mundo exterior que ni se inmutaron por su presencia…

- ¡oi, esperen! ¡ya verán cuando los alcance!- gritaba el chico que iba hasta el final, agitando su juguete en el aire con furia, sin dejar de correr.

Una sonrisa casi imperceptible se dibujó con sutileza en el duro rostro de Roronoa Zoro, ¿cuántas veces se había visto en una situación similar?

 -- Zoro Flash Back—

- ¡¡espera ahí pecoso de mierda, ya verás cuando te alcance!!- gritaba un furioso niño peliverde mientras corría tras ese niño que, junto con su hermano pequeño, le había estado robando la comida desde hace semanas; de no ser porque tenía un estómago fuerte, ya se habría muerto de hambre- ¡¡Regresa aquí!!

- ¡¡como si te fuera a hacer caso, idiota!!- le respondió el otro mostrándole la lengua en gesto de burla y siguió avanzando hasta casi perderse de vista.

- ¡¡serás…!!- una vena en su frente se hinchó y la cara se le puso roja de coraje; día tras día, ese niño le sacaba de sus casillas antes de desaparecer en la espesura del bosque. El día que lo atrapara, se divertiría golpeándolo hasta que le doliesen las manos.

Aunque debía admitir que ese chiquillo era una buena forma de entrenamiento, cada día se sentía más ágil, más fuerte… su estadía en esa isla no sería tan divertida si ese niño no estuviese siempre ahí, encrespándole los nervios cada vez que tenía oportunidad. Y ahora que lo notaba, cada día, la borrosa silueta del pecoso a la distancia se hacía cada vez más clara; esa vez todavía alcanzaba a verle cuando las primeras veces lo había perdido tras unos minutos de persecución… ese definitivamente sería el día que le diese su merecido.

Siguió al pecoso de cerca, pero sin delatar su presencia. Cuando finalmente le vio detenerse cerca del río, sonrió y se acercó con el más sumo cuidado; no era de los que atacaban por la espalda, así que le retaría a un duelo y terminaría de una vez con esos molestos hermanos. Zoro permaneció oculto entre los arbustos, mirando a los dos chicos devorar el jabalí que tanto le había costado cazar; su estómago rugía, pero debía esperar el momento oportuno…

Un ruido se escuchó no muy lejos de ellos, poniendo al pecoso en alerta; tomó el tubo de metal que siempre cargaba y miró hacia el bosque…

- [[¿me descubrió?]]- el peliverde se encogió en su escondite, sosteniendo con fuerza las tres espadas de madera que llevaba, dos en cada mano y una entre la boca. Pero, contrario a lo que pensó, el chico no había reparado en él, sino en el enorme e imponente tigre que apareció no muy lejos de ellos, dando un salto que hizo cimbrar el suelo- [[¡¡Es enorme!!]]- medía al menos unos cuatro metros de alto y unos seis de largo hasta la cola; tenía largos y afilados dientes y garras, y por la expresión feroz en su cara, podía ver que estaba hambriento

- Luffy, aléjate del jabalí…- le murmuró bajito el pecoso al otro chico

- pero tengo hambre…

- ¡¡sólo hazlo!!- en cuanto su hermano se alejó lo suficiente, tomó la carne y se la arrojó al animal para distraerlo y poder escapar… pero contrario a lo que los niños esperaban, el enorme animal arrojó la carne con una de sus patas; al parecer, le gustaban las presas vivas

- [[esto no pinta bien…]]- Zoro miraba todo desde su sitio, peleando internamente por si debía ayudar o no a su enemigo… el tigre lucía fuerte, pero seguramente entre los tres podían vencerlo

El animal lanzó su primer zarpazo que el pecoso apenas y pudo esquivar. Saltó sobre él y le asestó un fuerte golpe en la frente al tigre, y aunque pareció dolerle, éste no retrocedió; al contrario, parecía más furioso. El animal gruñó con fuerza y se lanzó contra el muchacho, quien paraba sus ataques con la tubería lo más rápido que podía…

- ¡¡Ace!!-  el más pequeño de los hermanos atacó al enfurecido felino con otro tubo de metal, pero terminó siendo arrojado por éste con un fuerte golpe de su cola

- ¡Luffy!- intentó llegar a su hermano, mas fue rápidamente interceptado por el felino, quien abrió sus enormes fauces para devorarlo. El pecoso usó su tubería para evitar que su hocico se cerrara, salvándose apenas; dio un salto al piso y adoptó una nueva posición de ataque, una que Zoro jamás había visto… el pelinegro tan sólo se quedó de pie, con la mirada hacia abajo, esperando a que el tigre lo atacase nuevamente…

- [[¡¿se ha rendido?!]]- probablemente lo hacía para que el felino se olvidara de su pequeño hermano, pero rendirse no estaba en el vocabulario de Zoro, y definitivamente no dejaría que su mayor rival se rindiese. De un salto apareció en batalla, lanzándose directo a una de las patas traseras del animal.

El pecoso parecía atónito e incluso asustado al verle aparecer de la nada, por lo que no vio los movimientos que hacía el tigre; usó la cola para frenar al peliverde, y con una pata delantera lanzó un zarpazo a Ace, dándole de lleno… la fuerza del ataque le arrojó hasta el río, haciendo que un gran chorro de agua se levantara tras su caída.

Por un momento, el peliverde tuvo el impulso de ir a buscar al chico, pero primero debía derrotar a su contrincante para hacerlo. La tubería del pecoso seguía atorada entre sus fauces, por lo que podía olvidarse de su mordida un momento… de nuevo atacó sus patas, esta vez alcanzándole en dos ocasiones. El tigre gruñía e intentaba en vano atacar al chico… sus patas estaban muy lastimadas, apenas y podía sostenerse en pie. Tras un rato de lucha, el felino finalmente se rindió y emprendió huida tan rápido como pudo, con la cola entre las patas y el hocico aun trabado por el tubo en su boca.

Al ver que había ganado, Zoro sonrió con aires de superioridad, ahora podía restregarle su victoria a su rival en su pecosa cara…

- ¡¡Ace!! ¡¡ACE!!- el pequeño gritaba y lloraba mirando el agua, buscando a su hermano con desesperación- ¡¡ACE!!

- ¿aún no ha salido?- eso sí que era extraño, el golpe había sido fuerte, pero no era como para dejar al pelinegro inconsciente

- ¡¡ACE NO PUEDE NADAR!!- gritó asustado, mirando al peliverde

- mierda…- tiró sus espadas al suelo y se arrojó al agua, tan sólo esperaba que el chico no hubiese muerto todavía…

*************************

Cuando escuchó al pecoso toser, supo que estaba bien. Se acercó a donde descansaba con una lámpara de petróleo en mano para iluminar mejor el sitio, hace horas que había anochecido. Luffy lloraba desconsolado junto a su hermano, tallándose sus enrojecidos ojos una y otra vez. Los párpados del mayor de los hermanos temblaron antes de despertar finalmente; al ver que estaba en la pequeña casa de árbol que compartía con su hermano, se relajó un poco… hasta que notó la presencia del peliverde. Al verlo, se levantó con rapidez y abrazó a su hermano mientras le miraba con furia

- oi, tranquilo. No voy a hacerte daño- sabía lo peligroso que era ese niño, así que se acercó con cautela a ellos- te llamas Ace, ¿verdad? Tu hermano me trajo aquí después de que te saqué del río

-…- el pecoso enarcó una ceja y luego miró a su hermano, quien asintió afirmativamente- ¡¿por qué estás llorando?!- le gritó al menor para luego golpearle en la cabeza

- ¡no estoy llorando!- sorbió sus mocos mientras sobaba su dolido cráneo- ¡pensé… pensé que estabas muerto! ¡Ace! ¡Ace!

- ¡idiota, yo no voy a morir!

- no seas tan duro con él, sólo estaba preocupado por ti…- el peliverde se atrevió a interrumpir la pelea de los hermanos- si te hubiera pasado algo malo, probablemente Luffy se habría quedado solo…- esa idea pareció aterrarle al pecoso, pues se quedó mudo y el color abandonó rápidamente su rostro

- yo… te lo agradezco…- murmuró antes de abrazar al pequeño Luffy- de verdad, te lo agradezco mucho…

- si de verdad quieres agradecerme, pelea conmigo

- ¿qué?

- pelea conmigo. Eres fuerte, ¿verdad? Entonces ayúdame con mi entrenamiento, así podrás agradecerme…

-- End Flash Back –

- ¡oh, pero si es Roronoa Zoro!- una voz le sacó de sus pensamientos. Cuando se giró, pudo ver a un rubio alto de ridículas cejas en espiral*- no esperaba ver a un cazador tan pronto en la isla

- un jinete de peces voladores- conocía bien a esos tipos; rondaban Sabaody y las islas cercanas para secuestrar personas y venderlas a la casa de subastas del archipiélago; también avisaban a los cazadores cuando había un usuario difícil de capturar por un porcentaje de la recompensa. El hombre que se había encontrado era Duval, el líder- ¿puedes llevarme al groove 3? Necesito llegar urgentemente

- ¡por supuesto! Pero te costará

- bien, sólo llévame

- Motobaro está por allá- señaló antes de caminar hacia esa dirección, el peliverde le siguió de cerca- eres el primero en llegar, Roronoa. Tendrás una clara ventaja respecto a otros cazadores

- ¿ventaja? ¿cazadores?- le miró de reojo- ¿a qué te refieres?

- ¿acaso no vienes por las nuevas recompensas?- al ver la confusión en su rostro, pudo deducir que no- ¡vaya que eres un tipo con suerte! Llegaste en un estupendo momento. Hace unos días, algunos usuarios escaparon del coliseo, la marina acaba de sacar los afiches para comenzar la búsqueda de sus cabezas- metió una mano en su chaqueta para sacar los afiches, los cuales entregó al peliverde- son recompensas bastante altas, no creo que mis hombres y yo podamos capturar a ninguno, al menos no solos… ¿qué dices Roronoa? ¿Formamos una alianza? Repartiríamos la recompensa mitad y mitad…- pero cuando se giró a ver al espadachín, notó que no estaba a su lado. Se giró instantáneamente hacia atrás, encontrándolo a unos diez pasos de donde estaba él, pero aun a esa distancia podía ver el pánico en su rostro- sé que esas cifras son de miedo, pero no tienes por qué dejarme hablando solo, soy demasiado guapo, las chicas podrían acosarme…

- …- Zoro estaba completamente pasmado, ni siquiera escuchaba lo que decía el otro; entre todos esos afiches de se busca, había uno de Ace, y como si fuese poco, su recompensa era la más alta que había visto en su vida- no… no puede ser…

Continued…

__________________

* Imagínenlo como luce después de la mejora que le hizo Sanji xD es más divertido

Notas finales:

asdasadsadasd como pueden ver, este capitulo tendrá varias partes -no cupo todo lo que quería poner u3u- pero igual espero que les gustara owo lo de Law y Ace va algo lento, pero progresa a su ritmo, espero no estarlos aburriendo

me quedaré aquí sentadita esperando sus reviews, son mi inspiración <3

nos vemos en el siguiente capi!! >w< sigan bellos!!

matta ne~


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