Pasados los minutos la habitación seguía en silencio. Se levantó del suelo, quitó la cerradura y bajó las escaleras, en el baño de la primera planta se hizo nuevamente las curaciones, tomó su billetera y salió de casa.
Necesitaba hablar con su papá.
Genial, el día de la Final había tenido una discusión con Taemin. Eso sin duda lo desconcentraría. Pensó en la posibilidad de no presentarse pero negó de inmediato, había estado entrenando esos tres años por ese momento, no lo iba a desperdiciar.
Pero antes de ir hacia el cementerio tomó la dirección opuesta rumbo a la casa de Key, necesitaba siquiera un abrazo de su parte. Al llegar a la propiedad de Key no puedo contener las ganas de echar una miradita a la casa de Taemin, en donde aun las luces estaban apagados signo de que aun no llegaba su madre.
Se plantó en la puerta de Key y llamó tres veces, esperando que su amigo abriera y al hacerlo el rubio alzó las cejas por la sorpresa, Minho tenía los ojos llorosos, rojos, parecía que no había tenido un buen día.
-Qué…-n no pudo completar su pregunta pues los brazos de su amigo lo rodearon y apretaron contra su cuerpo. Estaba extrañado por esa nueva actitud pero no le negaría el abrazo por lo que correspondió con la misma intensidad.
Después de esos calmantes tres segundos para Minho, lo soltó y se secó las lágrimas, intentó acomodar su cabello y sonreír.
-¿Cómo te fue en el examen?- preguntó normalizando su voz, Key aun extrañado alzó una ceja y le permitió el paso, al entrar Minho se dirigió directo a su cocina, necesitaba otro vaso de agua.
-¿Estás bien?- preguntó mirando como sus manos temblaban mientras se servía agua. Además, no era para nada normal el estado en el que llegó ni que le hubiera robado un abrazo.
-Sí, no te preocupes.- contestó limpiándose los ojos, porque de nuevo tenía que mantener su imagen. –¿Fácil el examen?- rió un poco para controlarse y beber ese liquido.
-ChangMin tenía razón.- Sí, siempre había tenido la razón. -Sólo preguntaron cosas que ya sabía, no necesitaba la guía esa.- por el momento y hasta que el alto se calmara, estaba bien contarle acerca de su aventura en Cuidad Universitaria.
-Me alegro.- contestó más tranquilo, girándose para dejar el vaso aun con agua sobre la barra. Ya tenía ese abrazo, necesitaba ahora ir al cementerio rápido y regresar a tiempo para la Final. –Tengo que irme.- se aseguró de que aun trajera consigo la billetera y al palpar su piernas y sentirla, suspiró tranquilo.
Antes de que Minho pasara directo a su puerta, la mano de Key sobre su hombro lo detuvo.
-¿Qué sucedió?- preguntó. –Tú no lloras y menos porque sí.- Minho se mordió el labio inferior para no volver a llorar, pero esta vez se había dado cuenta de ese “Tú no lloras” que fue lo que realmente le afectó.
¿Por qué él no lloraría? Era una persona como Key o Jonghyun, tenía también sentimientos.
-No me pasó nada.- intentó mantener esa imagen social.
-Nadie llora por nada.- dijo Key girándolo para mirar sus ojos, que de nuevo se habían aguado. –¿Qué te pasó? Qué te dijeron y quién para ir y arreglar todo. Sabes que no estás solo y que haría cualquier cosa por ti.- se estaba preocupando de esa faceta de Minho, tenía tiempo que no lo veía llorar y menos sin algún motivo.
Quizás algo le dijeron cuando recogió a Taemin del muelle, después de todo en esos días estuvo en la boca del lobo por permitir que su pareja se fuera con el ex a una Isla.
-No tengo nada, pero gracias por preocuparte.- contestó hipeando, algo que se reprimió. No quería mostrarse débil contra él, menos después de que dijo que no lloraba.
A veces, es más difícil de lo que suena el cuidar y mantener una imagen social.
-Puedes confiar en mí.- optó por recordarle su posición respecto a él, ¡eran mejores amigos! Tenía que haber la confianza necesaria para decirle al menos, por qué había llegado así a su casa.
-Lo sé, pero no ocurre nada.- no iba a poder mantenerse firme por mucho tiempo más. –Tengo que ir a ver a mi papá.- se soltó del agarre que le tenía el rubio para caminar hacia su puerta, pero ni siquiera logró tomar la perilla cuando en un abrazo sorpresivo y posesivo lo inmovilito.
-Quiero que sepas que puedes contar conmigo, siempre estaré a tu lado para cuando tengas algún problema y no sepas qué hacer, ahí estaré esperando y dispuesto a escucharte.- una lágrima se deslizó por la mejilla del alto.
-Suéltame.- dijo serio, pero la fuerza de sus brazos se intensificó. –No quiero…-
-“Suéltame Kibum, no quiero golpearte.”- imitó el tono de voz de Minho y el de Jonghyun, molesto, irritado porque de nuevo se lo decían. –¡Estoy harto!- gritó contra la espalda de Minho, sin soltarlo. –Harto de que siempre me pidan que los suelte ¡y de verme obligado a hacerlo!- hipeo intentando no perder la postura.
-…- Minho se mantuvo callado, porque si Kibum no lo hubiera retenido, nada de eso estuviera ocurriendo.
-Ustedes dos son fuertes, son más grandes que yo ¡y por eso les tengo miedo!- se empezaba a desahogar sin tener que mirarlo a los ojos y sin que Jonghyun tuviera la oportunidad de escucharlo. –Termino soltándolos ¡cuando en realidad los quiero proteger! Así jamás podré hacerlo como debería, ¡soy tan idiota! Pero algún día seré fuerte y los protegeré, algún día este miedo que siento será proporcional a mi fuerza y no los soltaré.- declaró temblando por las emociones que estaba sintiendo.