-¿Creen que ganen?- me preguntó Ricky moviendo el cartel de Changjo, los gemelos sostienen el de CAP, ironía, los otros gemelos el de Chunji, L. Joe el de Niel y yo el de Minho.
-Sí.- dije sonriendo agitando mi cartel porque Minho de nuevo venía hacia la cesta contraria. –Minho ha estado entrenando mucho.- y no sólo él, sino que también al equipo, pero sus manos es lo que realmente me preocupa.
Después de tirar la puerta debería de tomar algún medicamento y no jugar.
-¡Minho!- grité cuando corría de nuevo hacia este lado, pero estaba con su mirada en el balón jeje, está muy concentrado. –¡Vamos!- lo animé de nuevo cuando Chunji le pasó el balón, pero otra vez hizo eso con sus cejas al tomarlo en el aire. –¡Tú puedes amor!- grité agitando mi cartel, como dos segundos después de que lo lanzó volteó hacia acá, yo le sonreí y alcé el cartel para que lo mirara.
Sentí muy bonito cuando el sonido de la anotación se escuchó porque él no prestó atención a eso, sino a mí y el cartel. Estaba sonriendo y me miraba muy lindo.
Luego regresó al partido.
-¿Qué tiene en la mano?- escuché la voz de mi suegra así que la busqué entre todas las personas, di con ella que estaba a dos metros de distancia a mí, además de estar en las gradas medias, a su lado noté que estaba ChangMin y Jonghyun.
¿Esos eran los dichosos lugares que apartó?
Bueno nosotros nos pusimos en donde la cesta del equipo contrario, así le daríamos más ánimos cuando estuviera por encestar.
Me hubiera gustado ver a su papá aquí también. Seguro le daba más apoyo del que ya tiene.
Detuvieron el partido porque se acabó el primer cuarto de 20 minutos, vi como Minho de inmediato agitó su mano con la muñequera y luego se la quitó, además de que la pegó a su pecho su mano y volvió a fruncir el entrecejo.
Le di mi cartel a YoungMin y bajé las gradas lo más rápido que pude para llegar a la banca de ellos.
-Ya no entrarás al segundo cuarto.- dijo el entrenador. Me coloqué a su lado en donde Minho pudiera verme.
-Estoy bien, solo necesito hielos.- contestó mirando su mano, me asusté porque está casi morada con algunos rasguños.
-¡Yo tengo hielos!- grité llamando no sólo su atención, sino la del resto también.
-Como son los comerciales tienes 10 minutos para hacer algo con tu mano, si al regresar sigue igual de mal ya no te dejaré entrar, igual Oda ya te miró.- el entrenador miró a Minho serio hasta que asintió.
-No es por nada, pero antes jugábamos mejor.- volteé a mi lado, ahí estaba L. Joe. –Si no entra Minho perdemos el Campeonato.- se digirió a sus amigos, jeje, sí, antes jugaban mejor, será por la edad.
-Joe, ya se te olvidó que primero jugamos mal para que el otro equipo se confíe ¡y bam! No sabrán con qué pie los pateamos.- terminó por reírse CAP. –Ya sé qué falla en el otro equipo, su ala pívot es maaaaalo malo malo. Así que hay que tomarnos de ahí.- empezó a explicarles pero luego miró a Minho.
-Quiero jugar y lo intentaré de nuevo, pero si llego a salirme del partido antes de que termine, hagan todo lo que dice Minsoo.- dijo para luego mirar el reloj digital que está colgando del techo, o mirando el marcador. –Ya regreso.- tomó de nuevo la muñequera. –Ven conmigo, Taemin.- alcé las cejas sorprendido pero igual lo seguí.
Casi corrimos hacia los vestidores, llegamos y pasó corriendo de nuevo hacia las regaderas, escuché que caía el agua, me animé a echar un vistazo encontrándolo de pie, no mojándose por completo sólo la mano.
-No hay agua más fría que la de las regaderas.- dijo riendo. Yo nunca he usado las regaderas, de menos no estás. Con los clones vamos a los vestidores de las mujeres que están en desuso, en los que sí tiene la llave de agua caliente.
-Cómo te sientes.- pregunté aun con un poco de miedo, pero sólo una pizca.
-Me duele la mano.- ammm, bueno, ya es un comienzo pero no me refería a eso.
-No deberías de jugar.- dije preocupado, su mano aun está morada de lejos no se nota tanto pero podría ser malo a la larga.
-Lo sé, pero quiero hacerlo.- después de todo lo que ha entrenado para esto y de todo lo que ha pasado, es de esperarse que no quiera abandonar. –¿Te vas a quedar a la fiesta de clausura?- me preguntó, eso también me sorprendió.
-Sí.- dije, porque si me lo pregunta es porque él también lo hará.
-Yo no.- abuu~ -Me entretuve haciendo otras cosas, Oda me inscribió a un curso para capacitarme y ser el entrenador el siguiente semestre, además de que tuve que ayuda a inflar los globos y pegar un montón de carteles en el gym, no pude ir al cementerio.- cerró la llave de agua para mirar su mano.
-Deberías de ponerte una venda o algo.- dije acercándome para mirar su mano, qué miedo, morada y son rasguños. Un miedo inexplicable me recorrió el cuerpo desde el estomago hasta mis pies, pero me tragué ese sentimiento para tomar su mano, él me miró sorprendido.
Aun me temblaban las manos y no pude evitar que mis ojos empezaran a producir lágrimas.
Comencé a hiperventilar mientras elevaba su mano para mirarla mejor, cuando mis lágrimas recorrieron mis mejillas la acerqué a mi boca y le di un pequeño beso.