-Jong~- comenzó a tocar desde mis hombros, bajaba por mis brazos hasta que llegó a mi mano, las tomó y llevó a su pecho. Dejé caer mi cabeza hacia adelante vi como mi fleco se despegaba de mi frente, él me miró desde abajo sonriendo.
-Eres hermoso.- dijo mientras estiraba su mano la cual llegó a mi mejilla. –¿Me dejas hacerte gemir?- preguntó con un tono inocente que me dio gracia.
-Claro, tienes todo mi permiso.- contesté sonriendo. Sus manos pasaron a mi abdomen en donde pasó hasta el broche del pantalón. Empezó a desabrocharlo pero se detuvo en seco. Me volteó a ver. –¿Y tu mamá?- preguntó. –¿Es seguro hacerlo aquí?- fruncí el entrecejo, él solo sonrió nervioso. –¿Tu papá?- suspiré cansado para bajarme de su cuerpo, él se sentó en el sofá y tomó la playera para ponérsela.
Caminé hacia las ventanas y me aseguré de que estuvieran bien cubiertas, también fui a cerrar bien la puerta.
-Mi mamá trabajando lo sabes, ¿mi papá? No lo sé, pero no suele venir aquí a menos de que esté mi mamá… de humor.- caminé de regreso hacia la sala de estar, él solo me miraba.
-Entonces sí era seguro.- dijo riéndose levemente por lo que se ganó una mirada mía entre seria y divertida. –Lo siento, es que, después de todos los tropiezos en el pasado aprendí un par de cositas, es mejor interrumpir y prevenir que pagar y lamentar.- me senté a su lado y tomé mi vaso de agua, pero recordé que había metido la mano así, ya no es higiénica.
-Lo sé.- me limité regresando el vaso a la mesa de centro.
-Además, en la posición que me encontraba no podía hacerte lo que quiero.- un pinchazo llenó de morbo llegó a mi mente con ese tono de voz que usó.
-¿Y qué querías hacerme?- pregunté con un tono inocente mientras me acercaba a su cuerpo por encima del sofá. Sin embargo él se bajó del sofá para ponerse frente a mí, después se hincó para quedar entre mis piernas.
-Nada que te lastime.- susurró mientras se acercaba a mi rostro pegando su abdomen al bordo del sofá así que me agaché para probar sus labios. Apenas nos rozamos se separo de nuevo. Lo miré curioso porque tomó mis tobillos así subió mis piernas al sofá, quedando flexionadas.
Pasé saliva nervioso y de inmediato sentía mis mejillas arder. Siempre me ha dado mucho morbo que él me haga esto. Ahora más porque la posición en la que se encuentra respecto a mí. Se levantó del suelo poniendo una de sus rodillas entre mis piernas, su aliento chocaba contra mi barbilla, aspiré su aroma hasta que mi cabeza quedó pegada al respaldo del sofá.
-J-Jong…- susurré al sentir sus manos de nuevo en mi abdomen, esta vez sí lo desabrochó, acarició con sus yemas cerca de mi ombligo provocándome algunas cosquillas.
-Levántate un poco.- susurró sobre mi cuello, eso me estremeció. Usando como base mis talones me levanté tan solo un poco, como me lo pidió, entonces deslizó ambas prendas inferiores, sentí la textura del sofá y eso me dio un escalofrió más.
Dejó ambas prendas hasta mis rodillas, así que tuve que juntar mis piernas porque no se abre mucho para poder separarlas. Sus besos se hicieron presentes en mi cuello, inconscientemente ladeé mi cabeza para darle más espacio. Sentía y escuchaba el chasquido de sus labios sobre mi piel.
-Mmm…- reprimí ese pequeño gemido, pues empezaba a succionar mi piel. –No~- susurré e intenté alejarlo, si vamos a la recepción no quiero llevar marcas. –Jong…- puse mis manos sobre su pecho pero solo eso. No pude ni quise quitarlo de encima.
-¿Mmm?- susurró sobre mi clavícula, entonces noté que ya había abierto parte del saco porque solo lo tenía bien puesto de un brazo, la otra manga ya estaban cerca de mi codo, supongo que el saco a media espalda también.
Sus besos fueron de la clavícula hasta el pecho, hasta donde la playera permitía. Cerré los ojos para sentir cada uno de sus toques. Suspiraba cuando sus labios llegaban y besaban mi pecho, incluso lamía, también mordisqueó mi pezón derecho.
-Mmm… Jonggie.- contraje mis piernas porque jaló el derecho, sentí mi miembro palpitar. –B-basta.- susurré más audible. Sentí algo sobre mis labios así que abrí los ojos. Tenía dos de sus dedos delineando mis labios. Abrí mi boca lo suficiente como para que entraran.
Dentro de mi boca los empecé a lamer, intenté enrollar mi lengua entró uno a uno de los dos, pasaba por debajo de ellos e incluso me retiré un poco para lamer desde la yema. Jonggie los empezó a mover lentamente.
Los separó hasta que mi lengua pasara por en medio de ambos. Sacó sus dedos, entreabrí mis ojos solo para apreciar el hilo de saliva que se cortó cuando la distancia aumentó. Temblé porque sus dedos fueron directo hasta mi entrada. Empezó a palmear con ambas yemas, eso me gusta.
-Jong~- gemí leve porque sigue haciéndolo. Él se acercó más, su rodilla aun estaba entre mis piernas, su pecho se había acercado a mi rostro, su brazo también pasaba por mi pecho hasta llegar a mi entrada que aun la seguía palpando con sus yemas.
Pasé saliva, puse mis manos sobre su brazo que estaba en medio de mí, lo apreté porque había introducido uno de sus dedos en mi interior.
-Relájate, PinKey.- susurró en mi oído al mismo tiempo que empezaba darme besitos en él. Respiraba hondo para poder controlar las sensaciones pero cada que exhalaba mi entrada se contraía y él aprovechaba eso para jugar con su dedos. –Aquí voy.- susurró de nueva cuenta, intenté relajarme pero no lo logré a tiempo pues el segundo dedo entró también.