Mientras tanto Minho iba caminando hacia la casa de Taemin, habían acordado ir a la recepción solo para despejarse del tema de la graduación, además se pasar una noche divertida antes de que Taemin parta a Jeju.
Iba feliz por la calle con los audífonos puestos, había visto el traje que le consiguió Key para la graduación y no estaba nada mal, le había gustado ya que cumplía con las cosas que pedió. También con el que portaba en ese momento. Uno de color gris oscuro con una camiseta a botones blanca.
Había una cosa que lo tenía particularmente feliz, había ido al salón de belleza a gastar un par de cupones que le dio Key tiempo atrás, se había teñido el cabello y eso le ponía feliz.
La última vez que tuvo un color diferente al natural había sido un castaño, pero hoy se sentía más atrevido así que decidió ir por más. Con esa sonrisa que quedó después de salir del salón belleza se plantó en la puerta de Taemin. Había quedado en recogerlo para ir a su casa por el auto y luego partir hacia la recepción.
Eso si es que aun tenía ganas de presentarse pues se esparció rápidamente el rumor de que no habían contraído nupcias como lo esperaba, alguien se había opuesto pero el chisme que le llegó decía que fue tal persona, en SplashFace mencionaba a otra y si quería estar enterado de la verdad tendría que ir.
Llamó a la puerta y guardó su celular junto con los audífonos en la bolsa secreta del saco, cerca de su pecho.
Pov’s Taemin
-¡No! Princesa Cola de Caballo regresa y dile al Príncipe Buenos Modales lo que en realidad pasa, no puedes guardar el secreto, eso no es amistad.- si no regresa, el Príncipe Buenos Modales creerá que nadie se acordó de su cumpleaños. ¿Oh? Volteé a ver la puerta creo que es la segunda vez que llaman.
-¡Mamá, tocan!- grité mirando hacia la planta alta pues ella está en su habitación. –¡Mamá!- volví a gritar porque no baja. Tendré que ir yo. Me levanté y apagué el televisor quién sabe y es uno de los clones, no quiero que sepan que miro Los LunaCornios.
Abrí la puerta y el delicioso aroma del desodorante de Minho llegó a mi nariz, así que elevé la mirada.
-¡Tu cabello!- grité, pero es que, no, cómo puede, su cabello. –¡¿Qué te hiciste?!- volví a gritar mientras ponía mis manos sobre sus hombros para mirarlo bien. Luego caí en cuenda de lo que dije. –Digo, ¿cuándo lo hiciste?- sonreí nervioso mientras retiraba mis manos de sus hombros, él acomodó su saco y sonrió.
-Hace un par de horas, quizás sí las dos.- contestó mientras entraba a mi casa. Por más que quiero no puedo dejar de mirar su cabello rojo.
-Y rojo.- contesté.
-Sí, ahora que ya voy a salir de la prepa quise algo que fuera simbólico para representar mi nuevo ciclo, ¿te gusta?- me miró sonriendo mientras despeinaba su cabello.
-…- no dije nada. –¡Me encanta!- chillé mientras corría a abrazarlo. –Te lo hubieras puesto así cuando yo también lo tenía rojo, hubiera sido tinte de pareja.- lo apreté contra mi cuerpo.
-Que bien que te haya gustado.- contestó. Me separé de su cuerpo para mirarlo bien. Ahora que ya no hay tanta luz no se nota tanto el color rojo. –¿Vamos a ir a la recepción? Dicen que la novia no se casó porque alguien se opuso pero no sé quién.- entró a la sala de estar y se sentó en el sofá más grande, además tomó un cojín entre sus manos para abrazarlo.
-Sí iremos a la recepción, recuerda que siempre sí voy a Jeju, quiero pasar la noche contigo. Donghyun dijo que mañana muy temprano nos iremos.- dijo que a más tarde me quería en el muelle no me acuerdo cuál para irnos a Jeju, serán 4 días, sábado, domingo, lunes y martes. El miércoles nos regresamos sino el mismo martes por el campeonato. Minwoo juega y Donghyun no sabotearía algo tan importante para él.
-¿Mañana?- me preguntó Minho y asentí. Caminé hacia la cocina por un poco de agua, luego iré al baño y nos podremos ir hacia la recepción. –¿Entonces nada más hoy tenemos juntos? Prométeme que allá en Jeju juntarás conchitas para mí.- me miró y sonreí, pero de fondo noté como tomaba el control de la tv así que salí de la cocina y corrí hacia él pero apenas me estaba aventando para quitarle el remoto la tv ya se había encendido.
Por favor papá, haz que estén en comerciales.
Caí al sofá sobre las piernas de Minho, hundiendo mi cabeza en otro cojín que puso él para no golpearme.
-La Princesa Cola de Caballo quería que fuera secreto.- trágame tierra. –Por favor y Gracias ayudó también, ella hizo el delicioso pastel, Príncipe Buenos Modales.- alguien no tendrá velita hoy.
-…- Minho no dijo nada, quizás se está aguantado la risa para no molestarme.
–En el partido de ayer, el equipo logró clasificar a cuarto de final.- claro, porque un Macho mira los deportes no Los LunaCornios.
-¿Minho?- susurré aun sin despegar mi cara del sofá.
-¿Mmm?- contestó.
-¿Contra quién jugará Seul?- pregunté de nuevo.
-Oh, dice que contra Busan pero no creen que, que… ¡Los LunaCornios!- estalló en risas, su carcajada era tan clara y fuerte que casi me recuerda a Key.
Me levanté del sofá para sentarme a su lado, pero sentía mi lado gris incluso la nubecita lloviendo sobre mis hombros. Cuando me senté no dije nada.
-A mí me gustan Los LunaCornios.- susurré. –Problem?!- me giré para verlo a los ojos, él guardó silencio incluso miró hacia ambos lados nervioso, entonces sonreí.