-N-no para nada.- tartamudeó. –A mí también me gustan, mi favorito es el… Príncipe Cola de Caballo.- sonrió nervioso y dejé de fruncir el entrecejo.
-Esa es la princesa, el Príncipe es Bueno Modales.- me levanté del sofá para apagar el tv. –No le digas nada a nadie.- lo miré con un pucherito. -Tengo una imagen que mantener.-
-Entonces deja lo borró de SplashFace.- rió un poco más para levantarse del sofá y acomodar los cojines que había movido. –¿Ya nos vamos?- me preguntó cuando terminó. -¿Y tú mamá?-
-Está arriba ya le hablo, pero prométeme que no se lo dirás a nadie.- caminé hacia él para abrazarlo. –Por favor no lo divulgues.- hundí mi cara en su clavícula para luego mirarlo desde abajo. –¿Oppa?- formé un pucherito más mirándolo a los ojos.
-Lo prometo, bastante tienes con que te llame Muñeco en público. Pero no me llames Oppa.- despeinó mi cabello así que asentí para separarme de su cuerpo. –Es como dice Onew, me da asdasdas.- me sonrió y asentí.
-Le hablaré a mi mamá y luego nos vamos.- sonreí mientras caminaba hacia las escalaras para subir e ir a su habitación, pero antes de siquiera empezar a subirla me detuve.
-Minho.- lo llamé. Él tomó de nuevo el control remoto luego me volteó a ver. Puse dos dedos en mis labios y troné un beso, el mismo que le lancé. –Es canjeable.- sonreí para seguir subiendo las escaleras.
-Tendré que canjearlos hoy, mañana ya no podré.- lo escuché y luego a la televisión. Caminé hacia la habitación de mi mamá y toqué, le dije que ya había llegado y que nos iríamos dentro de poco. Luego caminé hacia el baño de la planta alta.
Noté que el papel higiénico había una manchita roja, de nuevo. De nuevo. Recuerdo que la primera vez que la vi me puse muy feliz, ¡estaba en regla y podía tener hijos! Pero luego recordé que soy hombre y no debería de haber sangrado.
Terminé muy asustado buscando en Zaplook por qué había sangrado siendo un chico, arrojó resultados respecto a hemorroides, había hecho una cita con el médico de cabecera de la familia o el Dr. Yoo de la jefatura de policías, fue un poco vergonzoso porque me acompañó mi mamá.
Dijo que no había síntomas de hemorroides y otras cosas que me da pena de solo recordarlas. Cuando se lo platiqué a YoungMin se rió de mí o de mi problema aunque creo que fue más de mí, “Deberías dejar de jugar y decirle a Minho lo que quieres. Sólo te lastimas.” Quizás tiene razón.
Pero tal vez él quiere seguir guardando luto o algo parecido. Aunque pensaré en la idea de decirle, me estoy lastimando.
Salí del baño después de lavarme las manos y caminé hacia la planta baja, estaba Minho junto a mi mamá hablando.
-¿Nos vamos?- le pregunté a Minho mientras tomaba mi saco. –¿Mamá?- la miré en los que me lo ponía. Ella asintió y se levantó del sofá para despedirme con un beso en la frente.
-Minho por favor, que no tome azúcar o alcohol. Sé que lo cuidarás bien pero de todos modos, no estoy tranquila si no te lo digo.- lo miró y sonrió, Minho también sonrió e incluso rió levemente.
-No se preocupe, lo cuidaré bien.- dejó que pasará hasta llegar a la puerta la cual él abrió. –¿Tiene alguna hora de llegada? Mañana muy temprano te vas a Jeju.- me miró y negué, tomé su mano para salir los dos.
-Antes de la media noche, por favor. Me encanta tu sentido de responsabilidad Minho, que sea antes de las 11:47 pm.- ¿cuarenta y siente? –Ya tienes listas tus maletas, ¿Tesoro?- me miró sonriendo pero fruncí el entrecejo. Por más que le pida que deje de llamarme así no lo hará.
-Sí mamá, ya están listas.- contesté.
-Me alegro. Que les vaya bien y por favor cuídense mucho.- caminó hacia nosotros sacándonos de casa, se paró cerca de la puerta más bien casi abrazándola. –No te metas en problemas.- me miró seria y asentí.
-No se preocupe Sra. TaeYeon, lo cuidaré bien. Con permiso.- después de hacer una reverencia y de que mi mamá cerrara la puerta nos giramos para empezar a caminar hacia la acera. Apreté más mi mano contra la suya e incluso pegué mi cuerpo y recargué mi cabeza en su hombro.
-Minho.- lo llamé. No se lo diré ahora será más tarde. –¿Recuerdas que cuando conocimos al bebé de Sooyoung?- empecé a balancear nuestras manos mientras caminábamos. Hace poco más de un mes que nació ese bebé y nosotros fuimos a verla al hospital. Eran tan pequeña y frágil que con muchos consejos y cuidados dejaron que la cargara.
-Sí, ese día me di cuenta de que Key tiene un fuerte instinto de madre. Aunque Jonghyun no se quedó atrás.- ambos tratan al bebé como si fuese de papel, era mucho cuidado. –Por qué, ¿sucede algo con el bebé?- me miró y negué.
-No en realidad no.- contesté. –Pero, bueno jejeje, ese día ¡no te vayas a burlar!- le advertí porque recién se rió de mí por el programa de Los LunaCornios.
-No, no me burlaré. Dime ¿qué pasó ese día?- soltó su mano para pasarla por mis hombros, así que yo la pasé por su cadera.
-Ese día me quedé pensado en su bebé y que a ti te hubiera gustado tener una familia también. Probablemente ese día hayas dudado, yo lo hice. Pero soñé que nosotros teníamos un bebé.- susurré con las mejillas sonrojadas. –Se llamaba Yoohun.- susurré de nuevo, pero esta vez sonreía.