Minho me miró sonriendo.
-¿Y qué tal?- me preguntó así que suspiré recordando más de aquel sueño.
-Pues soñé que era el día de su cumpleaños, cumpleaños en Navidad. También Jonghyun y Key estaban ahí, ellos tenían dos hijas, habían alquilado un vientre para que pudiera ser, nosotros también habíamos hecho lo mismo, solo que en mi sueño Onew estaba con Luna. Luna me agrada más que Joon, aunque la conozca de poco.- miré la casa de Minho, ya había llegado el auto estaba estacionado afuera, así que supongo solo tomamos e auto y nos vamos.
-¿Luna y Onew?- me preguntó soltándome para sacar las llaves del auto y quitarle la alarma. –Sube al auto yo iré por algo a mi casa, ¿o me quieres acompañar?- pensemos, si lo acompaño no tendré tiempo solo para darle la sorpresa que tengo en mente.
-Te espero en el auto.- le sonreí mientras caminaba hacia el auto, él se quedó de pie mirándome. –No tardes.- le sonreí y antes de que pudiera mandarle un beso canjeable detuvo mi mano. Me jaló de la muñeca y sentí sus labios sobre los míos.
Me sorprendí tanto que me sonrojé.
Empecé a mover mis labios entorno a los suyos, lo hacía lento y pausado, quería disfrutar lo más que pudiera de ese beso. Hasta que se separó lentamente de mí.
Miré sus ojos que estaban fijos en los míos, sonreí apenado y no pude sostenerla más por lo que desvié la mirada.
-Quizás lo veas abusador de mi parte, pero no quiero besos canjeables sabiendo que es la última noche que estaremos juntos, después irás a Jeju quiero que me llenes de besos para no extrañarte tanto.- puso su mano en mi mejilla, ladeé la cara intentando sentir más de aquel contacto.
-Te daré muchos muchos besitos.- le dije tímido. –Pero ve a casa que llegamos tarde para la recepción.- le sonreí. Caminé hacia la puerta del auto y vi por el reflejo de sus espejos que iba caminando hacia su puerta. Sonreí y suspiré feliz.
Se me ocurre una cosa. Abrí la puerta del auto y busqué en la guantera una libreta pequeña que siempre lleva consigo en donde pone lo que tiene que hacer, la tomé y arranqué una hoja. De ahí mismo busqué una lapicera o un lápiz, lo que sea servirá para este momento.
Escribí sobre la hoja un leve “Que dulce es tu veneno que a mí me sabe tan bueno” hice el avión de papel y lo lance en su dirección.
Entre al auto y cerré la puerta lo observé hasta que junto el avión de papel, sonreí y me recargué en el respaldo del auto. Suspiré una vez más para cerrar los ojos.
…
-Cuéntame más acerca de ese sueño que tuviste.- me volteó a ver porque el semáforo nos detuvo. –Yo hace tiempo atrás también soñé que teníamos familia, pero en mi sueño éramos nosotros quienes teníamos los gemelos.-
-¿Y porque nunca me lo has contado?- me quejé con él, incluso lo mire molesto, pero luego me reí por eso.
-¿No? Creí que sí, pero bueno primero dímelo tú y luego yo te lo cuento. ¿Te parece?- preguntó mirándome así que asentí.
-No me acuerdo si lo has hecho o no, pero en el mío ¡llevábamos más de 10 años juntos! Quiero eso, Jonghyun y Key eran tan exitosos que habían viajado a Europa muchas veces, a nosotros de Luna de Miel nos mandaron allá. Fue hermoso en serio, me gustaría que fuera realidad. Pero para eso aún falta mucho tiempo. ¿Verdad Minho?- lo miré curioso y hasta feliz, él asintió mientras ponía en marcha el auto.
-Claro, eso pasará, pero dime, ¿tú a qué te dedicabas? ¿Si eras policía? ¿O bailarín? ¿Yo qué hacia?- sonrió mientras avanzábamos más hacia la recepción.
-Tú eres cineasta, eras muy bueno. Jonghyun se había dedicado a la música y Key también a su sueño.- ¡no puedo creer que no recuerde qué hacia yo! –¿Estaremos todo el tiempo en la recepción?- lo miré, quizás así se le olvide el tema de mi profesión en lo que la recuerdo.
-Si quieres no, solo quiero saber el chisme completo. Siento que será como el baile de la escuela, tengo la corazonada de que será así.- recordé cómo es que fue, era divertido.
-Yo, creo que esta vez le dejaré el protagonismo a la novia, no me vestiré de chica jejeje.- además no lo tengo planeado.
-Te vez con pantalones.- me contestó, volteé a ver a la calle estábamos cerca de la recepción, hacia muchos autos ya estacionados y otros que como nosotros buscábamos un lugar par hacerlo. –¿Crees que tengas un lugar cercano a la puerta?- viendo cómo está la situación diría que no.
-¿Quieres que baje a mirar o algo?- le pregunté mientras me quitaba el cinturón de seguridad.
-No, ya encontraremos un lugar en dónde hacerlo.- empezó a buscar por todos lados un lugar vacio pero ya todos estaban ocupados.
-Minho, ¿bailarás conmigo?- pregunté.
-¿Eh?- susurró mirando más y más los autos.
-¿Que si bailaras conmigo? Vamos, como en esa competencia de baile.- voy a hacer berrinche si dice que no.
-¿Bailar?- preguntó riéndose.
-Sí, conmigo.- afirmé.
-Bueno, depende.- me miró sonriendo. –Si tú quieres sí.- sonreí.