-Voy contigo.- contesté rápido. –Sólo deja busco ropa adecuada, si quieres ir a la cocina y hacer tu licuado de proteínas.- caminé hacia mi armario para buscar ropa deportiva.
-Sólo tomaré la carnitina ¿quieres que también te prepare un poco?- me miró por encima de su hombro en el umbral de la puerta. –Por cierto.- caminó hacia mí y llegó a besarme la mejilla. –Buenos días, Ondubu.-
End Pov’s Onew
En casa de Minho…
Pov’s Taemin
-Shhh.- susurró poniendo su dedo índice sobre sus labios, asentí riendo pero silencioso. Cerró su puerta y ambos presionamos los ojos porque sí hizo ruido. Los dos volteamos a ver hacia la segunda planta pero no salió mi suegra ni nadie.
-¿Qué hora es?- pregunté susurrando acercándome a Minho para tomar su mano.
-Las 5:20 am.- contestó presionando mi mano para jalarme hacia su cuerpo, tuve que meter mi otra mano para no chocar contra su pecho. –Aun es temprano.- susurró sobre mis labios para comenzar a besarme en un beso tierno pero que se convirtió en uno más demandante.
Sus labios se movían sobre los míos, además de que esta vez sí introdujo su lengua en mi boca, la busqué con la mía y comencé a frotarlas. Soltó mis manos y las pasé por su cuello para profundizar más, nos separamos un poco pero sin dejar de frotar nuestras lenguas.
Un chasqueo húmedo y nos miramos a los ojos, sonreí travieso y asomé mi lengua pegándola a mi barbilla y miré a Minho. Él tomó mi barbilla para acercarme a sus labios, besó mi lengua tierno pero luego la lamió como can, pasando su puntita por todo el centro de la mía.
Sus manos las sentí sobre mi cadera pegándome a su cuerpo, pasé las mías por su cuello para abrazarlo. Suspiré cuando ellas entraron a mi pantalón yendo directo a mis pompis, estrujándolas, masajeándolas y tentando más allá, cerca de mi entrada.
-Minho~- susurré. –Va-vamos a tu habitación~- pasé mis piernas por su cadera para quedar aferrado a su cuerpo. Iba caminando en dirección a las escaleras, besé su cuello pero sentí que nos tambaleábamos.
-No hagas eso aquí, podrías causar un accidente.- reí y asentí divertido. Cuando íbamos por el pasillo caminó tan lento para no hacer ruido, incluso dejé de respirar en el trayecto a su habitación, abrió girando la perilla con sumo cuidado y a si mismo entramos, cerró la puerta.
Me dio frio por que la ventana estaba abierta, fruncí el entrecejo y me bajé de su cuerpo al ver un avión de papel con hoja rosita. Caminé por él estaba en el suelo como que ni lo había visto y fue lanzado en hoy en la tarde pues él no estuvo en su casa.
Tomé el avión y lo abrí.
“Lo haré mañana, deséame suerte” un tic llegó a mi ceja, arruiné el cochino avión y me volteé a ver a Minho, estaba acomodando su cama. Suspiré mientras caminaba hacia su armario y sacaba una bolsa de plástico negra y la dejaba a un lado de la cama.
-Peluche.- le llamé haciendo que me mirara por encima de su hombro, luego se levantó de la cama.
-¿Qué sucede?- preguntó, sonreí internamente mientras caminaba hacia él, por enfrente de la cama pero en el trayecto iba moviendo mi cadera como lo había hecho en Detención para el tarado de Niel. Pero ahora era más marcado. –¿Muñeco?- preguntó nervioso cuando llegué con él.
-Creo que alguien se ha portado mal.- dije lo más inocente que pude, haciendo que sonriera y asintiera. –Alguien necesita un castigo, ¿Oppa estará dispuesto a…?- lo acorralé con mi cuerpo haciendo que cayera a la cama sobre su espalda. Comencé a subirme en ella, gateando para incitar más a Minho.
Logré sentarme sobre su pelvis, con mis piernas a los lados de sus caderas, me incliné bajando mi espalda para que sólo quedaran mis pompis alzadas.
Pegué mi pecho al suyo mientras buscaba sus labios para besarlo, al encontrarlo lo hice en un beso hambriento, deslicé mi mano derecha por su pecho desabotonando de nuevo su camisa, dejé sus labios para hacer un camino de besitos hasta su clavícula y ahora sí, succioné con fuerza para dejarle mi marca.
-Ahh…- gimió cuando le solté, sonreí y seguí besando su cuello tiene un sabor salado con la combinación a su colonia. Eso me recuerda a algo. Volvía a besarle los labios para distraerlo parece que frunció porque sus manos fueron a mi cintura, en donde comenzó a acariciarme.
Estiré mi mano hasta llegar a tocar la bolsa de plástico, la metí para buscar lo que quiero, fruncí el entrecejo porque no logro tocarlo. Ash tonto atra… ¡lo tengo!
Me erguí para quedar sentado sobre su pelvis, él me miró a los ojos los noté con ese toque a lujuria que me encanta.
-Cierra los ojos, Oppa.- susurré inocente, de inmediato los cerró. Tomé sus manos para acercarlas entonces usé el atrapadedos para unir sus índices.
-¿Qué estás haciendo?- los abrió y miró sus manos. Intentó separar sus manos pero no funciona jejeje y no va a funcionar.
-Dije que necesitabas un castigo.- contesté serio.
-¿Qué?- preguntó intentando levantarse pero lo miré y de inmediato dejó de moverse. –¿Cómo quieres que me acomode? ¿Cuál será un castigo adecuado?- sonreí complacido porque cooperó.
-Sólo coopera, amor.- me bajé de su cuerpo para caminar a la bolsa negra y sacar una correa de regreso a la cama la até a uno de los tubos de la misma y el otro extremo a una de las presillas de su pantalón. –¿Recuerdas hace dos días?- me alejé de la cama para indicarle que se sentara y cuando lo hizo se cubrió el pecho con sus manos juntas, sonreí divertido.