-Okey.- contestó. También le tengo que contar lo que ocurrió con ella pero no ahora que está ebrio.
-¿Cuándo fantaseaste conmigo?- él dijo que me relajara porque igual él ya lo había hecho conmigo.
-Cuando era adolescente.- contestó y eso me hizo sonreír, ¡cooperó muy bien!
Ahora la siguiente pregunta requerida una llamada sexy con Jonggie.
-¿Có-cómo fue? ¿Me lo puedes contar?- moví mi pierna inquieto, incluso mordí mi labio inferior con algo de pena.
-Fue dos días después de que me contaras que habías intimado con Jonghyun.- desvié la mirada travieso, ¡pero si estábamos en primer semestre! Jejeje bueno~ y esa no fue la primera en sí, ya había ocurrido antes pero esperé a que pasara un tiempo para contarle a Minho.
-¿Qué pensaste cuando te lo conté?- obviamente fue de manera subjetiva para que costara entenderle, y omití muchísimos detalles.
-Que estabas enfermo obviamente, que probablemente cogerías alguna infección sexual, que eso no se hace, por la edad que teníamos y porque Jonghyun también es un hombre. Era enfermo, Kibum.- le iba a lanzar su frasco de colonia pero me contuve.
Te recordaré lo enfermo que es estar con un hombre mañana cuando estés besando a Taemin.
-No me pude concentrar en clases ni en casa por dos días porque no podía sacarme de la mente que lo hayas hecho con Jonghyun, cómo, ¡por dónde! Tenía muchas dudas sobre eso pero no quería indagar mucho así que intenté relajarme, no tenías síntomas de gonorrea o de sífilis.-
-Stop!- le grité haciendo que parara y me volteara a ver. –¿Cómo que gonorrea o sífilis?- desde niños soy la única persona con la que Jonghyun ha estado de manera intima, ¿por qué tendría que tener esas cosas?
-Ayyy Key, tú no sabes las guarradas que hacemos los hombres en las duchas del Gym.- Jonggie cariño, desde hoy no vas más al gym. –Por eso creo que tuve el tema en la cabeza. Tú sabes que nosotros los hombres en cierta etapa de la vida tenemos lo que se llama “sueños húmedos.”- hizo comillas con sus dedos y reí porque por supuesto que lo sé, también los tuve.
-¿Tuviste un sueño húmedo conmigo?- me golpeé mentalmente porque el tono de voz me salió sugerente.
-Si~- contestó sentándose en la cama, descubriéndose de las cobijas.
-¿Y qué tal?- reí internamente por eso Kibum, detente ahora mismo porque sino esa llamada se pondrá muy intensa.
-Soñé con tus labios y tus manos.- ok, suficiente.
-¡Ya me quedó claro! duérmete por favor, mañana te tengo que contar un chisme más y tú lo de la declaración del tío Andy. ¡Espera! ¿En dónde está tu mamá?- me detuve antes de abrir la puerta de su habitación.
-¡Puto Andy!- reí un poco más mientras salía al pasillo.
Cerré la puerta y suspiré cansado. Caminé hacia la habitación de huéspedes, luego de acomodarme en la cama tomé mi celular para llamarle a Jonghyun, me dijo que entró sin que sus papás se despertaran pero Nana fue a avisar que ya había llegado, ¡esa niña!
No se metió en problemas por el momento, le deseé buena noche y luego de decir que nos amábamos, terminé mirando el techo de la habitación de Minho, a punto de dormirme escuché movimiento en la cocina así que me levanté para ir a ver, pero apenas abrí la puerta vi a Minho subiendo las escaleras con un vaso de agua.
Tonto, espero que todo esté bien con su mamá y él, sobre todo. Ahhhh Sr. Choi, yo sé que su esposa hará lo que sea mejor para ella, para su familia.
End Pov’s Key
En la casa de Taemin…
Pov’s Taemin
Me sequé el sudor de la frente, aquí está muy caliente, parece un horno.
-Tío, ya estoy a medio coser, ¿se puede dar prisa?- por fin mi mamá le hizo ver que él no tiene por qué ponerle segurillos a mi ventana, ahora se los tiene que quitar. Si mi papá confiaba en que yo sabía manejar mi parkour él también tiene que hacerlo.
-¿Recuerdas que te dije que era de titanio reforzado con acero lo que los hacia invencibles? Aun no puedo hacerlos ceder.- rodé los ojos divertido.
-Pues dele más fuerte con el martillo.- me quité todas las cobijas y aun así no sentí alivio.
-Mientras le doy con el martillo, cuéntame acerca de tu novio.- negué sonriendo, ¡eso jamás! –No te vas a dormir hasta que la ventaba esté abierta, cito tus palabras, y aun falta mucho para que eso suceda, tenemos tiempo.-
-¿Por qué insiste en saber de él? ¿No es suficiente con saber que me hace feliz?- ¿con que me respeta y que yo lo quiero? Mi papá con eso se conformaba.
-No.- contestó forcejeando con los segurillos. –Tú papá me dijo que ese muchacho le caía mucho mejor que el otro. No lo culpo, a mí también y eso que aun no lo veo.- y no lo verás. –Dijo que sus ojos no dicen lo que gritaban los de Daniel.- hice un puchero para intentar no llorar.
Recuerdo esa charla en la que había fingido estar dormido pero terminó descubriéndome y dijo eso acerca de los ojos de Minho y los de Niel. Te extraño, papá.
-¿Eso no es suficiente?- pregunté.
-No, él sólo leyó sus ojos, quizá en un momento oportuno en el que te miraba con amor, pero no se atrevió a analizar su cuerpo cuando hablaba contigo de cualquier tema.- sabía que mi papá podía hacer eso, pero creí que cuando hablaba con él sí aprovechaba para hacer eso.