-No sé.- contesté porque esa respuesta funciona para todo cuando no le pongo atención a alguien.
-Le dije que no lo había hecho antes pero que lo probaría, también me recomendó esto.- de la bolsa sacó otro frasco con miel dentro.
-Pero tú y yo ya hemos usado eso cuando lo hacemos.- dije levantándome de la cama, creo que ya no tengo ganas de nada, sólo venia por mis besos pero parece que tampoco me los va a dar. –¿Cuál short vas a usar?- tomé uno hawaiano que estaba en la cama para ir a sobre ponérselo porque está desnudo.
-No seas mentiroso, nunca lo hemos hecho.- me agaché junto con el short para levantar su pierna derecha y así empezar a vestirlo. –Antes de estos días, no había probado una dona así que no digas que ya lo hicimos.- le subí el short hasta acomodarlo como debería de estar. –Y este short está feo.-
-Para qué lo compraste si estaba feo.- después de erguirme fui hacia la cama a buscar otro short.
–Porque Minho lo metió a la canasta.- una venita más brotó en mi sien. –Le dije que no pero me convenció diciendo que no hay nada más playero que Hawái y sus flores.-
-¿Qué hacías con Minho?- incluso mi voz sonó seria y agresiva, espero que no lo perciba.
-Me quedé con él en el taller de G.O porque te fuiste con Taemin, ¿lo recuerdas?- escuché sus pasos y luego sentí su calor en mi espalda, sus brazos me rodearon de tal forma que las manos se entrelazaron en mi pecho. –Me encantas cuando te celas.- susurró sobre mi cuello dándome askldnakdsjn dice Onew.
-…- no dije nada porque sentí que sus manos comenzaron a viajar por el largo de mi abdomen.
-Sungmin pensó que tú me golpeabas.- ladeé un poco mi cabeza y tuve que cerrar los ojos por la sensación de sus labios besando mi nuca. –Que eras el tipo de novio obsesivo que golpea a su pareja porque no hace las cosas como él quiere.- solté una risa por eso, jamás en la vida tocaría ni con el pétalo de una rosa a una mujer. –Se preocupó por mí.- Ni con la pluma más bella tocaría a Keybum. –Por el golpe en mi mejilla.- aunque… ¡fue un acto reflejo! –Fui un tonto diciéndole que caí.- a menos de que sea como Joon que se resbaló y se golpeó en el ojo con el lavamanos, nadie le creería esa excusa.
-¿Por eso el número en tu mano?- le di más espacio en mi cuello ladeando lo más que pude mi cabeza, fruncí el entrecejo cuando succionó mi piel pero de inmediato la soltó.
-Sí, tuve que regresar a Hey! My Dona para aclararle que cuando te despertaste me golpeaste, le dije que me había despertado porque tú te movías mucho y estabas sudando parecía que tenías una pesadilla o un ataque epiléptico así que al estar despertando lo hiciste, no se convenció del todo pero ese ya es su problema.- me iba a girar pero no me dejó ya que ejerció presión en sus manos para inmovilizarme. –Sintió que me estaba molestando y me obsequió la crema batida y la miel para que probara las donas especiales en casa, y te dije que nunca las había hecho antes pero que lo probaría.-
-¿Te referías a la dona?- reí leve por mi leve confusión.
-Sí.- sus dedos tomaron el final de la playera para comenzar a tirar de ella hacia arriba, cooperé levantando los brazos para que me la quitara. –De lo otro no te niego, ya lo hemos hecho.- el calor de su cuerpo se alejó de mi espalda pero antes de que lo mirara por encima de mi hombro su brazo se deslizó por encima de mi clavícula y me mostró su índice negando.
Capté el mensaje, no me voltearé.
-Cuando me entregó la crema y la miel recordé que sobre pan tostado sabe bien, pero sobre tu tostado cuerpo sabría mejor.- temblé levemente al sentir el frio de la miel caer en mis hombros y el contraste de lo caliente de su lengua.
Había puesto la miel por el largo de mi clavícula pero la gravedad es más rápida que él, sentía gotas de miel por deslizarse por mi espalda y su lengüita tratando de cazarlas. Comencé a desabrocharme el cinturón y el pantalón.
-Desesperado.- susurró riéndose.
-No, no quiero que se manche de miel.- yo no lavo mi ropa así que cuando mi mamá vea miel allá atrás me preguntará en dónde estaba para que me manchara y qué estaba haciendo. Mejor me ahorro otro discurso o drama, quitándolo.
-Entonces desnúdate.- la orden de Kibum logró que sintiera más morbo por la situación.
-Como ordenes, Diva.- después de quedar desnudo recordé que yo a él el coloqué un short porque estaba molesto, creo que estoy en desventaja.
Su pecho volvió a juntarse contra mi espalda y sus manos fueron directo a mi pelvis, me acariciaba lento que no me di cuenta de cuando tenía ya los ojos cerrados. Sus yemas a penas tocaban mi piel, era un tacto muy delicado que me hacia suspirar.
Comenzó a caminar hacia que cooperé porque estoy delante de él hasta que me empujó para caer en la cama, no pude girarme porque se subió sobre mí, lo sentía cerca de mis muslos. Como si le tocara ser el activo esta vez.
Pero antes se pensar en lo que se sentiría ser el pasivo la crema batida llegó a mi espalda, por la forma en la que la está poniendo diría que escribe algo.
-Ojala se pudiera quedar en tu piel.- susurró. –Kim Kibum.- leyó.
-Así cuando me pregunten cómo me llamo sólo tendré que quitarme la playera y darles la espalda.-tonteé un poco pero ambos reímos. Luego su lengua comenzó a retirarme la crema batida, cerré los ojos y pasé mis brazos flexionados.