-Me alegro.- le contesté mientras tomaba más de mi vaso. –¿¿Te molesta si nos vamos antes de que termine? No me siento del todo bien.- sonreí cansado y ella asintió. –Gracias.-
-De nada, espero que te sientas bien, si quieres puedes ir allá.- me apuntó a un bonito jardín. –Toma aire o recuéstate sobre el pasto hasta que te sientas bien, buscaré a Jonghyun para que sepa en dónde estás.- se levantó de la silla, se disponía a irse así que yo también lo hice tomando mi saco.
-Iré pero no me recostaré, puedo maltratar mi ropa.- reí por eso. –Nos vemos y suerte con tu decisión.- la abracé de nueva cuenta para salir caminando hacia ese jardín.
Me recuerda al que hay en casa de Donghyun. Entré al pasto y noté que todas las flores y plantas de este lugar son hermosos, están completamente vivas brillando en sus colores. Sentí la brisa en mi cara, era tan tranquila y suave que cerré los ojos para disfrutarla.
¿Vainilla? Fruncí el entrecejo es un perfume muy dulce.
-Cerda.- mis pupilas se encogieron y de inmediato mis piernas empezaron a temblar. –Veo que la vida te trato muuuy bien, mira nada más ese cuerpo tuyo, grasoso.- presioné los ojos reteniendo las primeras y últimas lágrimas que ella me provocará.
Recuerda Kibum, estás en tu peso, estás en tu peso.
-¿Jonghyun todavía no encuentra algo mejor? ¿O es que a quienes se les declara le dicen que no porque no quieren besar esos labios llenos de tu grasa?- hice puños mis manos pero liberé la fuerza al mismo instante.
Jonghyun me ama, él quiere estar conmigo porque soy su complemento… su grasoso complemento.
-Oh, ya sé, él está contigo porque sabe que si te deja, nadie más se te acercara ¿la pareja por lástima?- su risa hizo que mi estomago se revolviera.
Se me acercarán, lo sé… aunque él tendrá más pretendientes que yo. No creo que Minho quiera dejar a Taemin por mí.
-Seguro cuando tienen sexo él ni siquiera descubre todo tu cuerpo porque le daría asco ver…- me giré y le planté una bofetada que la hizo tambalearse hasta caer al suelo.
¡Lo sabia! Él no me desnudaba por completo porque no quería verme, ¡cual fetiche! Era puro asco hacia mi cuerpo. Por eso voy a cambiar seré delgado, seré tan delgado como los modelos de las revistas.
-Vaya, ¿en qué tipo de mundo vivimos si los hombres ya levantan su mano contra una mujer?- vi como se levantaba del suelo y sobaba su mejilla. –¡Espera! Tú no eres un hombre. Eres un engendro, una masa amorfa.- tragué saliva nervioso, mis piernas temblaron una vez más, “engendro” así me llamaba mi padre.
Levanté la mirada incluso alcé la nariz.
-No te des de importante conmigo, Kibum. Sabes muy bien cuál es mi posición respecto a ti.- habló seria mirándome a los ojos, noté la ira en sus palabras que sonreí sarcástico.
-Claro que la sé. Dos pedestales debajo.- contesté sonriendo. –Y di que es mucha honra para ti.- contesté mirándola a los ojos pero riéndome a la vez. Sin embargo mis mejilla empezó a arder, estaba mirando hacia mi lado izquierdo, ¿me dio una cachetada?
-Para ti debió de ser una honra que te haya tocado. No cualquiera lo consigue.- recobré mi compostura, no me tocaré la mejilla aunque me duela, así sabrá que no me importa ese golpe.
-¿No cualquiera? Es raro porque ese bebé no era de tu novio, quién sabe de cuál pobre diablo habrá sido.- se acercó de nuevo hacia mí con su mano alzada pero la tomé de la muñeca. Empecé a presionar para lastimarla. –Seguro abortaste porque sabias que ese bebé sería igual de desdichado que tú.- la miré tan fijo que sus ojos empezaron a aguarse. –Dios tenga en su gloria a ese bastardo.- solté su mano pero contraje mis piernas, caí de rodillas al suelo tocándome la entrepierna.
-Nunca vuelvas a mencionar a mi bebé, que tú no sabes nada.- me miró de pie con superioridad. Intenté levantarme pero el dolor aun era punzante que tan solo abrir los ojos ya era un logro. Sentí que jalaba de mi cabello haciendo que la mirara. –Que no sabes de lo que soy capaz de hacer.- susurró salpicando su saliva en mi mejilla.
Vi como otra mano se posaba en su cabello y la jalaba por lo que me soltó.
End Pov’s Key
Pov’s Taemin
Doblegué a Yuri tomándola por el cabello, cada que se oponía presionaba más justo como mi papá sometía a Minho hasta que se hincó en el suelo. Solo para darme el lujo hice que se pusiera a cuatro, incluso que pegara su mejilla al suelo.
-Strike dos.- dije sonriéndole. Me fulminó con sus ojos. –No, no, no Yuri bitch, tu visión es tan recta que no miras a quienes están alrededor de quienes lastimas.- solté su cabello pero no por eso bajé mi pie de su espalda. –Jugaremos al escondite. Contaré hasta 5 en ese tiempo tienes que esconderte muy bien de mí, porque si te encuentro.- presioné con mi zapato sobre su espalda hasta que se quejó. –Si te encuentro…-
-déjala ir.- escuché la voz de Key así que lo volteé a ver. –Déjala ir, Taemin.- me sonrió mientras se levantaba del suelo. Quité mi pie de su cuerpo, le levantó lentamente supongo que fue porque la lastimé. Terminó de sacudirse el vestido y me miró llena de rabia. Luego miró a Key de la misma manera.
-Esto no se queda así. Te destruiré.- Dijo Yuri mirando a Key fijamente.
-Yo te perdono.- contestó Key sonriendo mientras abrochaba los puños de su camisa. Yuri lo miró de nuevo y luego se giró para irse caminando, suspiré tranquilo. De menos ya le advertí espero que se mantenga al margen. –Gracias Taemin.- me miró sonriendo mientras levantaba su saco del suelo.