-Igual te encantó.- dijo el menor fingiendo molestia. –Nuestra agua templada fueron esas citas o momento que teníamos para los dos. Cuando me enseñaste a equilibrar ecuaciones químicas o cuando yo te esperaba después de la práctica de baloncesto. Sacar al sol para mí es hacer el amor, los fertilizantes son esos detalles que has tenido conmigo, desde que se murió Jocker y cómo intentaste salir de la cena hasta lo de mi papá. Todas esas cositas que haces por mí, el cereal de la princesa unicornio, las pastillas azules. Todas esas cosas que siempre haces por mí.- los ojos de Taemin se humedecieron al recordar todas lo que había vivido con Minho, las fricciones y las caricias.
¿Qué diablos tenía en la cabeza para estar mirando a otra persona?
Seguramente el gerente ni su nombre recuerda, ¿por qué entregarle a alguien que no valora su tiempo el suyo? ¿Sus miradas? ¿Sus suspiros?
¡No Taemin! definitivamente Onew tenía razón y había descuidado mucho su relación.
-Se usa en lo mínimo el insecticida… ¿recuerdas la primer pelea?- preguntó con un hilo de voz.
-¿La del miércoles? No recuerdo otra.- contestó Minho acariciando la cabellera de Taemin.
-Cuando no cuidamos una planta esta se marchita, se seca o se muere.- y eso es lo que Taemin estaba provocando a su relación.
-¿Qué intentas decirme?- preguntó Minho un poco alarmado.
-Que nuestra planta sólo la cuidas tú.- un nudo e le formó en la garganta. –Cuando dijiste que tú serías la mamá tenias razón, yo soy como el padre desobligado que esporádicamente da dinero a la familia si no es que se lo gasta en un bar.- Minho rió por las palabras de Taemin pero el “qué tan enamorado estás para no mirar que se aprovecha” llegó a su mente.
-¿Tú me amas, Taemin?- “no, si, no lo sé.”
Tuvo que morderse la lengua para no decirlo. Tuvo que aferrar sus palmas a la camisa de Minho y suspirar.
-No lo sé.- susurró cerrando sus ojos, casi sintiendo sus lagrimas escapársele. –Perdóname.- la mano de Minho dejó de moverse en su cabellera, sólo por un segundo, reanudó esa caricia minimizando lo que acababa de escuchar.
-Está bien.- contestó pasando saliva para aminorar el nudo en su garganta. –Mis planes no cambian. No tomaré la Universidad hasta que te gradúes.- sonrió efímeramente al sentir lagrimas caer por sien.
-No es que hayas hecho algo mal.- se apresuró a contestar. –Es mi culpa. Sé que muchas personas hasta tú dirán que es por ese mal episodio del miércoles pero no es así. Me conozco y si no le guardo resentimiento a Niel por las tantas veces que me sucedió con él, ¿por qué contigo sí? No tiene nada que ver, por favor no te culpes por eso.- levantó su cabeza del pasto para mirar a Minho a los ojos.
-Yo… no sé qué decirte.- sonrió pero más lagrimas salían de sus ojos.
-Créeme a mí, por favor. Pese a que muchas personas, Yui o ChangMin, el presiente o tengas una relevación, no les hagas caso. Créeme a mí, que lo sentí y viví. No es por eso.- tras un contacto visual intenso Minho suspiró mientras asentía.
-Está bien.- susurró reanudando el jugueteo en su cabello.
-No has hecho nada mal. Al contrario, haces todo de maravilla pero amar es compartir y soy un egoísta en ese aspecto. Aun siento mucho mucho por ti Minho, pero no puedo decirte “te amo” hasta que no lo veas así. No quiero ser hipócrita contigo también.-
-Nunca me ha molestado.- contestó lo más tranquilo que puedo.
-¿Cómo? ¿Por qué lo dices?- el discurso que Taemin había estado repasando desde que salió de la mesa con Onew y Jonghyun se le olvidó por completo.
-Crees que no me doy cuenta porque nunca he montado una escena de celos, pero sé que hs estado mirando a alguien más.- cuak.
-¿Cómo?- volvió a preguntar incrédulo.
-“El cuerpo de los dos es mi debilidad”- dijo aquel estado que Taemin había publicado. –El mío y el de Yifan.-
-¿Así se llama?- preguntó Taemin, dos segundos después se tapó la boca con ambas manos. –Digo, ¿de quién es la llama?- apuntó hacia la derecha haciendo que Minho mirara la dirección de su dedo pero al contrario de lo que esperaba las manos de Taemin tomaron sus mejillas, sólo que no hubo beso como antes.
-¿Por qué no me besas?- susurró Minho.
-No quiero lastimarte.- contestó soltando sus mejillas. –No sé qué me pasa. Estoy cómodo contigo pero…- “no estoy cómodo” –No sé cómo sentirme, es algo que no sé cómo explicarlo.- volvió a recostarse sobre el pasto. –Perdóname.- susurró.
-¿Quieres darte ese respiro que habíamos dicho antes?-
-¡NO!- gritó de inmediato. –No quiero.- “si me dejas no sé qué locuras haría.” -Mi solución son dos palabras.- le mostró su índice y el dedo medio en alto, pero con una sonrisa cálida y brillante. Tenía ganas de poner en práctica esas dos palabras.
-¿Abra cadabra?- preguntó Minho tomando esos dos dedos en su mano para bajarla a su pecho.
-Sí, abra cadabra.- no podía revelar a la ligera el secreto de su hyung, aunque una parte de él le decía que ya lo sabía por Key. –¿Hablaste con el Gerente?- susurró apenado.
-Él me habló de ti.- dijo Minho suspirando. –Empezó diciendo cosas como “el queso blanco ha subido dos won esta semana” y terminó hablando de ti, pero en mal plan.- por alguna no tan extraña razón Minho rió por eso.