-Cositas macabras.- rió Joe repitiendo eso. Entonces se le ocurrió una estupidez, quizá. –¿Y tú por quién sientes cositas macabras?- preguntó riendo aun mientras lo miraba.
-¿Por quién más?- contestó Niel mirándolo. Como L. Joe se encogió de hombros, Niel rodeó la barra hasta estar a su lado, entonces se inclinó un poco para buscar el oído contrario, entonces susurró.
-¿Quieres hacer cositas macabras conmigo?- preguntó poniendo sus manos sobre la cadera de Niel y así pegarlo más a su cuerpo.
-Dime en dónde y te digo.- susurró Niel en busca de los labios ajenos que al encontrarlos convirtió ese suave tacto a un beso agresivo y demandante, robándole el aliento al contrario.
-Sígueme.- susurró L. Joe soplando sobre los húmedos labios de Niel, este sólo los relamió de nuevo para sentir y dejar que tomara su mano para llevarlo al interior de su casa. Pasando por los amplios pasillos con las fotografías de las tendencias de los pantalones Lee hasta que llegaron a la habitación en la que antes dormía Byunghun.
Entraron azotando la puerta abriéndose en par. Joe soltó la mano de Niel para ir hacia el baño en donde abrió las llaves del jacuzzi para que comenzara a llenarse, puso las sales de baño pero no las velas aromáticas. Quería algo como Niel sabía hacerlo, después podrían consentirse con alguna u otra cursilería.
En ese momento sus cositas macabras eran la prioridad.
-¡Niel!- gritó Joe sintiendo la temperatura del agua dentro del jacuzzi, estaba templada, ni fría ni caliente, sino perfecta para lo que quería hacer o experimentar.
-¿Ni un “Nielú”?- entró quejándose al cuarto de baño en dónde estaba Joe sonriéndole.
-Para la siguiente será.- contestó.
-No me gusta repetir nuestras cositas macabras.- susurró Niel mientras se acercaba al jacuzzi y metía su mano para sentir el agua. –Son como las bombas, sólo son de un único uso.-
-Entonces hagamos Ka-boom.- las manos de L. Joe pasaron por el pecho de Niel hasta que subieron a su rostro. Le tocaron de las mejillas para girarle y poder tener un contacto visual. -¿O tú qué dices, Nielú?-
-Opino que boom.- sonrió pícaro.
…
-Ahhh~- Niel echó su cabeza hacia atrás recargándola en el borde del jacuzzi, su pecho subía y bajaba por su respiración entrecortada. De debajo del agua emergió L. Joe entre sus piernas para ir de inmediato y tomar los labios de Niel en un efímero beso.
Al separarse Daniel quiso continuar con el beso por lo que incluso asomó su lengua, sin embargo no fue correspondido como esperaba, porque de inmediato fue atacado su cuello con una fuerte succión que seguro al verla su suegro, les regalaría algún juguete sexual.
El cuerpo de L. Joe comenzó a moverse para frotarse contra los pezones erectos de Niel, este llevó sus manos a la cadera del contrario parar indicarle en dónde estaba su miembro y así iniciar una suave fricción entre ambos falos. Las manos del más bajito fueron a los hombros de Niel para apoyarse sobre ellos y poder levantarse.
-Creo que sabes lo que tienes que hacer.- susurró mirándolo a los ojos. El otro alzó una ceja con picardía mientras baja sus manos hacia el erecto miembro de L. Joe, entonces lo tomó para iniciar un vaivén lento, Niel se tuvo que hincar en el fondo del jacuzzi para obligar al contrario a que se recostara como él lo estaba segundos atrás. Sin dejar de mover su mano se acercó a los labios de L. Joe para besarlo, esta vez él llevaba el ritmo porque inició siendo rápido pero para desubicarlo lo frenó por completo, para reanudarlo en uno de esos que se dan los novios en su primera semana de relación.
Uno tierno y tímido que dejó de serlo cuando Niel presionó el glande ajeno, sacando un jadeo de los labios pequeños. Entonces retrocedió lo que el jacuzzi le permitió para tomar aire y sumergirse. L. Joe alzó las rodillas para darle más espacio a su pareja. Y así, Niel con el falo en su mano lo dirigió a su boca dejando que una burbuja de aire se saliera de sus labios.
Joe relamió los suyo al sentir el aire acumulado, la garganta y el agua que lograba colarse, todo hacia que fuera tres veces más excitante que las veces anteriores.
Niel marcó un vaivén en el que su cabello se asomaba por debajo del agua para volver a hundirse. L. Joe tuvo que hacer puños sus manos para no tomarlo él mismo marcarle el vaivén que él deseaba sentir pues podría ser malo para la salud de Niel, aun no sabía cuánto aguantaba debajo del agua y tampoco se animaba a saberlo de esa manera.
Por lo que dejó que Niel se divirtiera con su falo, en ocasiones salían burbujas en cadena de la comisuras, en otras era una sola burbuja la que se le escapaba. Hasta que sus pulmones no aguantaron más y erguió por completo. Tal como Joe hace minutos Niel fue en busca de los labios pequeños. Al encontrarlo fue el mismo beso corto para separase y sonreírle.
-Se me ocurrió una cosita más macabra.- susurró Niel, el otro sólo asintió. –Tú aguantaste más bajo el agua así que te toca ir debajo.- señoritas, el 69 bajo el agua por Ahn Daniel y Lee Byunghun.
-¿Estás loco?- preguntó incrédulo.
-Un poco.- contestó animándole. Tras rodar los ojos tomó todo el aire que sus pulmones y mejillas pudieron almacenar para sumergirse bajo el agua. Niel se apresuró a colocarse en pose, dejando su miembro sobre los labios de L. joe. Este no tardó ni dos segundos en tomarlo y comenzar con esa caricia.
Daniel se sumergió y colocó su cabeza entre las piernas de su pareja, tomó su miembro e imitó todas las lamidas que estaba recibiendo hasta que no aguantó más y salió a la superficie por un poco de aire para reanudar la labor. Hizo esto por al menos tres ocasiones más en las que L. Joe no se detuvo, ni siquiera se movió porque le faltara el oxigeno o estuviera incomodo.