-No recuerdo cómo estuvo pero me dijo que si me gustaba Nicky fuera por él, desde ese momento todo en mi cabeza encajó, ¿por qué me dolió tanto que Nicky me ignorara en Club Sándwich? ¿Por qué me molestó que me tocara en la fiesta de Joe? ¿Por qué terminé lanzándolo a la piscina? Era porque estaba dolido.- concluí y Taemin sólo presionaba más el tenedor en su mano, tanto que ya su palma estaba blanca.
-Cuando dijo “Te invité a mi infierno” pensé “Invítame otra vez” y cuando fuimos a hablar me dijo “No diré nada, porque a veces lo que necesitamos es que alguien nos escuché.” Me sentí raro.- dejé de mover el kimchi para mirarlo.
-¿Raro como qué?- preguntó.
-Raro en el sentido que siempre que está cerca de mí intenta abusar de su posición, olerme o besarme y esta vez no ocurrió nada de eso, incluso se sentó adelante de mí y sólo me miraba.- en ese raro, quizá quedé acostumbrado a los tratos que antes me daba que ahora que no los hizo me sentí ansioso. -Como esperándolo.- como si un Minho muy adentro de mí esperara que ocurriera.
-¿Esperando qué cosa?-
-No lo sé y eso es lo que me asusta. Creí que sí me gustaba Nicky, estuve pensando en él y ese asunto todo este tiempo. Incluso le dije a ChangMin que cuántos metros bajo tierra me enterraría si lo hago su cuñado. Él me dijo “Tienes que estás bromeado” sólo me encogí de hombros y me vine. En el camino pensé mucho acerca de ese asunto.- tomé un poco de Kimchi y me lo llevé a la boca.
Cerré los ojos para disfrutar del sabor, ¡es delicioso!
O será como eso que leí “Estará quemado y pasado pero como lo preparaste tú, me sabrá al mismo bufet de los dioses”
-Sigo diciendo que es un truco muy sucio, independientemente de todo lo que hayas dicho o me digas, las razones por las cuales dijiste eso yo creo que… en realidad, no estoy diciendo nada.- rió ocultando su sonrisa tras el dorso de su mano.
-Lo noté después del “Independientemente”- dije limpiando mis comisuras. –Lo que intentó decirte es que si yo no usara mucho mi lado lógico hubiera disfrutado “de mi enamoramiento por Nicky” pero en realidad es que yo buscaba algo para estar igual que tú.- quizá ni me expliqué bien.
-¿Estás diciendo que como me fije en Kris tú te fijaste en el Mago?- aplaudí y asentí.
-Exacto.- dije. –Había estado pensado todo este tiempo en si Nicky me gustaba, llegué a pensar que sí y si lo dije fue sólo para escucharme y al hacerlo pensé en la clase de tontería que decía, necesitaba oírme para saber si era verdad o no.-
-Haces que piense otras cosas.- susurró dejando su tenedor en la mesa.
-Me presionaste.- contesté encogiéndome de hombros. –A todo esto mi lóbulo izquierdo me dijo “No Minho, no te gusta, te gusta que te acose.” Y es verdad, me gusta ese sentimiento, eso es lo que me gusta.- reí nervioso por eso.
-¿Te gusta que te acosen?- me preguntó Taemin casi riendo.
-Mira esto, también lo pensó mi lado izquierdo. Tú, Nicky y Yuri tienen patrones similares.-
-¡Oh por favor!- Taemin fingió indignación. –No los alagues comparándome con ellos.-
-Jeje, ustedes tres cumplen estos patrones.- le mostré mi mano. Luego levanté mi dedo índice. –Obsesivos, absorbentes e impositivos.- terminé con tres dedos en alto.
-¡Hey!- se quejó.
-Los tres se obsesionaron conmigo. Los tres son muy absorbentes de repente todas las cosas que hago es o era por ustedes tres, de igual manera se imponen sobre mis gustos. No me molesta porque así era mi mamá y quizá por eso me sentí cómodo con ustedes ¡en su momento!- aclaré porque había levantado el tenedor.
-No Taemin, no, contrólate.- cerró sus ojos y comenzó a suspirar hasta que bajó el tenedor a la mesa. –Diez.- susurró.
-Te amo.- susurré sonriéndole. –Así, con todo lo que eres y representas. Con tus tenedores de la muerte y tu sonrojos. No sé, se lo dije a ChangMin e igual te lo digo a ti. Me encantas.- sonreí mirándolo.
-Ay Minho.- susurró bajando la mirada pero son sus mejillas rositas. –En momentos así me haces sentir como una nube.-
-De nada.- dije tomando el tenedor para reanudar mi cena.
-Yo sé que hago la mitad de las cosas mal y la otra mitad ni siquiera están bien.- dejé los cubiertos sobre la mesa para mirarlo, incluso subí mis codos y entrelacé mis dedos para recargar mi barbilla en ellos.
-Lo que haces está bien.- susurré mirándolo.
-Nicky el Mago tenía razón. Me haces sentir como si fuera un Muñeco de Colección y en realidad soy de Trapo.-
-Puedes creerle a Nicky el Mago que lo dijo para que te sintieras mal, o puedes creerme a mí, que te amo.-
-Ese es el problema. Que si creo en lo que tú dices.- me levanté de la silla para rodear la mesa e ir a su lado. –Será sólo lo que tú pienses pero en el mundo no sólo estás tú.- tomé su barbilla para girarle ligeramente y así poderle besar los labios.
Era un roce corto, apenas sentía bien la sensación de sus labios sobre los míos.
-¿Y si yo fuera tu mundo?- susurré sobre sus labios.
-Bésame otra vez.- contestó. Sonreí y me levanté.
-Primero acaba de cenar.-